Tacones rosas

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Desde que nos conocimos me hiciste saber que te encantaba las mujeres con tacones altos, a lo que yo conteste: “a mí me gustan, pero te soy sincera; no me encantan” pude ver en tu cara un poco de frustración.

Después de algunas salidas para conocernos, finalmente nos besamos. El calor de tus besos, lo profundo que metiste tu lengua en mi boca me calentó tanto que trataba de frotarme con tu verga que ya se sentía parada, no pude resistir y mi mano bajo hasta ella ¡y por primera vez la toque!

¡Wow! ¡nunca había tenido un miembro tan grande y ancho en mis manos, nos calentamos mucho y casi te la sacaba para conocerla y chupártela ahí mismo sobre la calle, me moje tanto que tus besos no eran suficientes para estar tranquila, así que reaccione y te detuve en seco… lo se! ¡nos quedamos tan calientes! deseosos de volvernos a ver, ¡tuve que llegar a masturbarme ya que no pude resistir la calentura que sentía, desde ese momento ya te deseaba tanto!

Nuestro primer encuentro fue en un hotel, fue tan delicioso, te mueves tan rico, me encanta que me frotes el clítoris cada que me metes esa deliciosa verga, tu forma de besarme, me vuelves loca, eres realmente bueno, ¿será que la gran experiencia que tienes me conquisto y desde ahí no he podido dejar de pensar en ti?

¡Te deseo tanto!, ¡quisiera tenerte dentro todo el tiempo!

Se que te encantó penetrarme también, desde nuestro primer beso tuvimos una química sexual deliciosa, ¡me llevaste un día a buscar mis primeras zapatillas… yo… encantada de ponerte caliente! nunca las podré olvidar, eran rosas, con plataforma y muy altas…

“Yo usaré lo que tú quieras papacito” con tal de verte caliente soy capaz de todo… es tan excitante verte así, deseoso, como un animal en brama, parado y lubricado.

Me siento tan caliente y sexy al ponerme lo que a ti te gusta…yo seré tu muñequita, tu esclava, tu musa, tu puta, lo que tú me pidas lo hare deseosa de pararte la verga como a mí me encanta.

Combine las zapatillas con un vestido entallado y muy corto, ¡un liguero rosa una tanga… uff… mi hombre! te pusiste tan feliz y cachondo, me cogiste parada, solo levantaste el vestido, ¡hiciste a un lado la tanga! fue tan profundo que casi me venía desde la primera metida!

¡Después me cargaste y me llevaste frente al espejo para vernos! ¡Somos tan bellos juntos! ¡Eres perfecto! el ritmo, tu fuerza tu calor, el jugo de ambos bajando en la entrepierna, ¡no pare de gritar y gemir como una puta, como la puta que te gusta que sea!

Después te recostaste en la cama y me pusiste sobre de ti, nunca me sacaste la verga, así comencé a moverme en circulo, y con los tacones rosaba tus piernas, me movía cada vez más rápido, baje mi tronco bese tu cuello, tus orejas y te susurraba lo rico que era cogerte, cambie el movimiento de arriba abajo, cada vez más fuerte, mis nalgas se movían tan rico que las agarraste para ayudarme a subir y bajar con más fuerza, comenzaste a chupar mis tetas, no pude resistir, ¡termine sobre de ti! ¡que delicia!

Cambiaste de posición y te pusiste sobre de mi rápidamente, tomaste una de mis piernas para abrirme más y vi tu cara de deseo al besarme la pierna y ver tu fetiche, me cogiste tan deliciosamente rápido que logramos venirnos juntos, la humedad de ese encuentro fue tan abundante y suculenta que ahora puedo decir con gran alegría que: “¡me encantan los tacones altos!”

Levres rouges
EXIGENTE EXTROVERTIDA Y MUY CALIENTE...

4 COMENTARIOS

  1. Excelente narración, excitante muy caliente imaginar cada detalle de lo describes, me gusta. Saludos desde Michoacan.

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