Sara, cumpliendo fantasías y anhelos (2)

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T. Lectura: 11 min.

Sin mediar palabra empezó a chupar, para un nuevo asalto. (así acabo el relato anterior, recomiendo leerlo para entender bien la situación).

Pasados unos minutos de descanso, tomé mi cazadora llevaba un pintalabios negro.

M: Sígueme al baño zorra y levanta los brazos

Sara saltó de la cama y entró al baño.

M: vamos a marcarte como la puta que eres

Cogí el pintalabios y le di la vuelta escribiendo en la espalda, justo encima de su culo.

A continuación, se lo pase y le dije que escribiera puta, encima de su coño, mientras se miraba como lo hacía en el espejo. Lo hizo con detenimiento recreándose y preguntando lo que yo había escrito.

Cuando acabó sujetándola de la melena, frente al espejo, le susurré al oído:

M: ¿Esto es lo que querías como fantasía, zorra?

La giré y sobre su culo se podía leer. Follatelo

S: Si, me encanta, me siento plena.

Sin soltarle el pelo, la lleve a la ducha, era bastante amplia para caber los dos, poniéndola de rodillas

M: Abre la boca guarra hay que marcarte por todos los agujeros. Como una sucia puta

Empecé a mearla por la boca y el coño, dándole la vuelta para que también le cayera por su culo. Ella se metía los dedos en el coño extasiada, a una velocidad de infarto. No paraba de llamarse a si misma puta. Soy una perra… al terminar.

M: Vamos dúchame, luego lo harás tú.

Sara cogió jabón y fue enjabonando mi cuerpo, con delicadeza besando cada parte de él, finalmente la puse de rodillas y empecé a follarme su boca, no le costaba el metérsela entera, para mí era algo totalmente nuevo, me la habían chupado muchas veces pero no me habían dado la oportunidad, sabía que según lo pactado todo aquello estaba dentro de los límites, así pues, aprovechando la ocasión me follé su boca hasta correrme dentro de ella, cosa que con el dedo mientras recogía lo que había salido de la comisura de sus labios agradeció.

Salí secándome y dándole instrucciones para que se apresurara y recogiera todo el estropicio del primer momento.

Sara salió a los 5 minutos envuelta en un albornoz, secándose la melena, sonriendo. Estaba plena, iluminada.

Me senté en el sillón encendiendo la televisión.

M: Perra, recoge esto rápido, mira si la limpiadora está todavía en el pasillo, dile que hemos tenido un pequeño accidente y necesitamos toallas nuevas. No vuelvas sin ellas.

Se apresuró a limpiar las huellas de su corrida en del suelo y lo que pudo de la colcha, recogió todas las toallas y salió de la habitación. Volvió a los pocos minutos. Entre risas me comentó que la de la limpieza le cambió las toallas sin problemas, pero que con las pintas que había llegado y el manojo de toallas, sospechaba lo que era evidente, dejándole caer encima una mirada que no sabía cómo interpretar, se sintió deseada por la limpiadora. También que se había cruzado con una pareja joven y que no habían parado de mirarle las tetas desde el otro lado del pasillo, lo que la había excitado mucho, más porque debajo del albornoz no llevaba nada. Estaba encantada con la situación.

M: Bien ahora que hemos dejado atrás los nervios vamos a empezar a darle forma a tu fantasía, tratarte como lo que eres una sucia puta sumisa (era el termino con el que la saludaba en nuestras conversaciones).

M: Toma me has dicho que hay una máquina de vending en la recepción, ponte tu uniforme y tráeme una cerveza, coge algo para ti. Le lance varias monedas para la máquina. Fue a decir algo, pero mi mirada, seguida de una bofetada, la sacó de su posición desafiante, la freno en seco.

M: ¿A partir de aquí seré amo o señor de acuerdo puta? Sin cuestionamientos. ¿Entendido?

S: SI, amo.

Volvió al baño, al salir note que se había vuelto a remarcar puta sobre su coño, se vistió frente a mí recreándose y remarcando sus encantos de perra.

M: Que no se caliente por el camino.

Recogió las monedas por el suelo, al recoger la última recibió un sonoro azote.

Sara sonrió iluminando su cara de vicio.

Regresó con dos latas una para cada uno, aunque sabía que no solía beber, me dijo que no había muchas opciones y que un día era un día.

M: ¿Disfrutando tu papel de puta? ¿Pequeña zorra?

S: Por ahora vamos muy bien, la llamada a la vieja me ha puesto a cien, hablando con esa arpía mientras me comían el coño. Vaya sensación. Soy toda una puta. Una puta feliz.

M: ¡Para!, como buena puta, tu negocio es venderte y es lo que vas hacer ahora, vas a venderme el producto, zorra con un baile muy sensual, para ponérmela otra vez dura y que pueda follarte ese culo.

S: Este culo hace mucho, años, que está cerrado, mi marido ni siquiera ha podido entrar. Amo no va a ser fácil, no sé si podré a la primera.

M: No me importa cuánto hace que no lo usan, (me había contado que en su veintena había sido desvirgado). ven aquí.

La puse sobre mis piernas y empecé a azotarla en el culo.

M: Puta esto es por poner pegas, y cuestionar, ¿te enteras?

Llevaba más de diez, doce azotes cuando su resistencia inicial (nunca dijo la palabra de seguridad) fue cediendo, yo seguía azotándola, cuando noté que su leggins se estaba mojando. La muy zorra se había corrido con los azotes. Le levante la cabeza del pelo y la volvía a escupir en la cara.

M: Esto es lo que querías, ¿que te castigara por desobediente? Que guarra.

S: Mucho tiempo deseando que me castigaran así, por desobediente.

M: Vamos ponte a bailar guarra. Y ya puedes hacerlo bien.

Me senté en el sillón que había en la habitación, abriendo mi cerveza, ella fue un minuto al baño y salió tatareando una canción de reguetón que puso en su móvil. Intentaba perrear como las niñatas, pero aquello distaba mucho de parecer twerquing, hay que decir que, el esfuerzo merecía reconocimiento, pero poco más. Le pedí el teléfono y cambié la música You can leave your hat on, para mí mucho más apropiada para el momento, se la veía mucho más segura y al final sí que resulto ser bastante sensual.

Bajo lentamente los leggins, dejando ver sus diminutas bragas blancas de encaje que había comprado para la ocasión y que había recuperado en el parking al bajarnos del coche, moviendo continuamente las caderas fue bajando los leggins hasta quitárselos, ofreciendo ese culo perfecto, para después desabrochar los botones de la blusa despacio, sin apartar sus ojos clavados en los míos, con una expresión lasciva en su cara, dejando ver esos melones 95C, ofreciéndolos con ambas manos para que los chupara, después de chupar ambos, la retiré, le di dos palmadas en ellos y ella se volteó para seguir con su bailecito.

Bajando lentamente las bragas y ofreciendo el coño, se metió dos dedos dándome a saborear esos jugos de perra, como quien da una cucharada de helado para afianzar su compra. Tomé un sorbo más de mi cerveza y me incorporé quedando frente a ella, seguía con su baile, rozando su piel con mi cuerpo.

S: ¿Le gusta esta puta?, ¿quiere follársela otra vez?

Tomé el bote de gel que había sobre la mesa de la habitación.

M: Vamos ponte a cuatro, a esta puta le van a romper el culo, ahora.

La hice colocarse a cuatro sobre la cama, permanecía tensa, rígida, parecía una mesa, apoyada sobre sus manos con los brazos totalmente estirados.

M: No, no. Quiero que tu cara toque la cama, estires bien los brazos y ese culo me lo pongas en pompa. zorra

Obediente se colocó en la posición rápidamente. Intentaba girar la cabeza para ver que hacía.

Apliqué un poco de gel sobre mi dedo y empecé a hacerle pequeños círculos alrededor de su ano, presionándolo un poco. Ella movía de un lado a otro su culo, cuando presionaba su ojete, lo intentaba cerrar, un fuerte azote le indicó que se dejara hacer. Me acerque a su oído y le susurraba.

M: Una buena puta ha de tener todos sus agujeros abiertos, nunca sabes dónde puede estar el negocio. ¿Verdad?

Sara asentía.

S: Por favor con cuidado amo. Quiero disfrutarlo.

M: Claro tienes que hacer un viaje de vuelta, pensando en cómo lo tienes así. Ábrelo con tus manos guarra. Recuerda “lo que quiera por donde quiera”.

Colocó sus manos en los cachetes, sin levantar la cara de la cama y esperando ser penetrada.

Empecé a besarle ese hermoso culo, lamí su ojete de fresa, comenzando a dar pequeños gemidos, cuando estuvo excitada, presioné más con mi dedo entrando la primera falange, un poco de espera e inicié un lento mete y saca, lubricándolo con el gel, después fui introduciéndolo un poco más, a la vez que le decía que era una puta, manoseada por un viejo, ella estaba en la gloria. Se volvió mordiéndose el labio.

S: No pare Amo, está puta está preparada para que le meta otro. Por favor

Lubrique un segundo dedo y lo introduje poco a poco, pero más rápido que el primero, cuando vi que estaba cómoda con los dedos en su culo y empezaba a disfrutar de su culo, me acerque de nuevo a su oído.

M: Ahora zorra, No tendrás mayor humillación que hablar con quién te tiene tan abandonada que solo te folla para su satisfacción y justificarse, mientras un viejo te tiene metido dos dedos en el culo, antes de follárselo.

Me lanzó una mirada inquisitoria valorando si utilizar nuestra palabra segura. Tomó el teléfono y llamó. Mientras mis dedos hurgaban en su culo entrando y saliendo despacio y ella acompasaba los movimientos con su cadera.

S: Cariño, soy yo, he hablado con tu madre para el domingo, te llamo ahora porque hemos hecho un receso de 5 minutos y aquí hay muy mala cobertura. Te veo esta noche. Un beso.

Cuando colgó, me miro, con cara de cierta desaprobación,

S: ¿contento?

M: ¿y tú de ser tan puta? Querías sentirte humillada y vejada. ¿Cierto?

S: Mi amo ha sido un cabrón y lo ha conseguido, casi me corro, me ha hecho sentir lo más bajo y la más puta, y sé que no estaría en esta situación si hubiera dedicado más tiempo a follarme y tratarme como una puta en la cama. Ahora es usted quien se beneficia de ello.

M: Yo y tu culo, zorra. Parece que ya estás preparada.

S: Fólleselo, me ha puesto muy cachonda la puta llamada. Soy una guarra, que ha disfrutado llamando a su marido mientras un tío me tiene metido dos dedos en el culo, para follárselo. Joder que morbo.

Saqué los dedos de su culo, me coloque un condón y le puse un poco de gel, apoyando la cabeza de mi polla sobre su ojete empecé a introducirla ayudado con mi mano, no ofreció mucha resistencia, los dedos lubricados habían hecho su trabajo, empuje un poco más y terminó de entrar, comencé a darle azotes en ambos cachetes de su imponente culo, Sara agarraba las sábanas con fuerza. Al principio permaneció inmóvil haciéndose a la nueva situación, pero no tardó mucho en cambiar de actitud, pidiendo que la follara como una puta, estaba desatada,

S: Fóllate este culo, rómpemelo, dame fuerte, más fuerte… agg, agg soy tu sucia puta, dame fuerte… joder, rómpemelo por puta.

Me acomodé subiendo una pierna sobre la cama, agarre fuerte a sus caderas y aceleré los envites a vez que la azotaba su enrojecido su culo, terminé vaciándome dentro.

Sara se dejó caer sobre la cama, yo me tiré a su lado. Dándole un último azote en su descomunal culo.

M: Te has saltado el tratamiento y eso habrá que castigarlo.

S: Perdón amo, lo estaba disfrutando tanto que me he dejado llevar. Mi castigo será aceptado sin peros, sea lo que sea.

M: ¿Sea lo que sea? Cuidado con las promesas. ¿Ha disfrutado la zorra?

S: No sé si tanto como mi amo, tiene a la mejor puta para lo que quiera, y eso… me encanta. Hay cosas que se había guardado y me han pillado de improviso pero que me han puesto a cien, el rotularme con el pintalabios y lo de las llamadas ha sido muy fuerte… y excitante. Mi amo es todo un viejo cabrón, que sabe putearme para que me excite.

M: Vamos a tomarnos un descanso, déjate a un lado el tratamiento

Me quite el condón y me senté en el cabecero de la cama con las piernas abiertas, le indiqué que se sentara delante mía en la misma posición, lo que me daba acceso a sus, piernas, muslos, coño y sus tetas, para jugar con ellas mientras retomábamos parte de la charla del bar y en mi caso debía tomar un respiro después de una primera parte de la sesión extenuante. Quería que cumpliera su fantasía, sintiéndose sucia, manoseada por un viejo, desconocido a su antojo, que la había follado por todos sus agujeros.

Mientras hablábamos yo le pellizcaba los pezones, tiraba de ellos o metía varios dedos en su coño, ella cuando se excitaba pegaba más su cuerpo, empujándolo contra el mío, mientras nos besábamos y subiendo su culo para ofrecerme más de sí misma. Dejando pequeños momentos para hablar, era como tener un gato ronroneando y frotándose, era una puta y debía y quería dejarse hacer. Estuvimos más de media hora con el juego y el sobe.

Hubo un momento en el que estaba muy excitada, tomé mi teléfono y le dije

M: ahora te vas a quitar las ganas tu sola mientras este viejo te observa lo puta que eres.

S: ¡Whisky! (era la palabra de seguridad).Ni de coña, quiero salvaguardar mi privacidad.

M: Acordamos que la privacidad es innegociable, por eso grabaría en tu exhibición de perra solo el cuerpo, tienes pruebas de más de que puedes confiar. Tú decides. ¿Lo dejo? Sin problemas, es lo acordado. Será whisky entonces, volví a dejar el teléfono en la mesilla.

Sara me miro intentando meterse en mis pensamientos, sopesando el momento.

S: De acuerdo, pero la cara no. Y lo grabaremos con mi teléfono quiero pensármelo. Me pone el mostrarme como una puta, pero no quiero problemas. ¡Solo para nosotros! A mi vuelta te lo paso.

M: Only for my eyes. Tienes mi palabra.

Me pasó su teléfono y me puse a grabar.

Se acomodó con varias almohadas y empezó a meterse los dedos en su coño, le hablaba a la cámara de cómo se la había follado su amo, un viejo cabrón que le había dado por culo, se giró mostrando su culo y follándoselo ella misma con un dedo, con dos, jugando con su culo y su coño en esa posición varios minutos, era la muestra de toda una cerda, sacando la lengua intentando chupar el aire impregnado de sexo, cuando ya estuvo muy excitada, regreso a su posición inicial volviendo a follarse con sus dedos el coño, sacando la lengua intentando chupar el aire impregnado de sexo, acelerando el movimiento de su mano y la intensidad con la que apretaba sus tetas.

S: Por favor amo, estoy que reviento, métame la polla en la boca, es el único agujero que me falta ahora por usar, fóllesela.

Dejé el teléfono en la mesilla, le escupí en la cara y sujetándosela tras una bofetada, le dije.

M: Veo que es cierto, te encanta comer rabos. Ábrela bien zorra, quiero que sientas como me la follo.

Se la metí de golpe, ella era un mar de lujuria, acelero los dedos en su coño, mientras mi mano en su cabeza le marcaba el ritmo, con la otra mano apretó mi culo contra su cabeza, en un intento de dejarme seco, mientras se corría.

S: Umm, umm, me corro, que guarra soy.

M: Ponme un condón perra

No me faltaba mucho, pero quería follarme su coño. Cogió un condón de la mesilla. Tiré de sus piernas hacía abajo, colocándola de lado, pasé una pierna por encima de la mía. Ella me lo ponía rápidamente, sin perder detalle, le subí la pierna dejando su coño y su culo al descubierto.

M: ¿Tienes alguna predilección?

S: Los dos son suyos. amo. En un tono provocativo.

Se la metí de golpe en el coño, empezando a follarla, ella me miraba con deseo desenfrenado, estaba loca de gusto, ejerciendo su papel de puta usada, la saque y se la metí por el culo, un gesto de sorpresa vino a su cara.

S: No pierde el señor ninguna oportunidad de usar a su puta.

M: Ni mi puta para que se la follen perra

A los pocos minutos, Volví a metérsela en su coño.

S: Me encanta que me use como una sucia puta, que gusto. Umm. Fóllese a su puta. Agg, Agg. Siga, deme fuerte.

Aceleré de una manera incontrolada, no cabía una gota de agua entre nuestros sudados cuerpos, introduje mis dedos en su boca, ella los chupaba los mordía, los besaba, con desesperación. A los pocos minutos aprete mi cuerpo contra el suyo y me vacíe por completo en aquel charco de jugos que era su coño.

S: Si, si me corro, joder, me corro que puta soy como me gusta.

Empezó a restregar su coño contra mi cuerpo, con un movimiento de cadera rítmico pero incontrolado. Seguimos con ese ritmo un par de minutos hasta que la intensidad se fue bajando. Fijó sus ojos en mí.

S: ¿Soy una buena puta?

M: Nena, tienes un potencial increíble, eres una magnífica guarra y voy a disfrutar mucho de ti. Una pija que busca un viejo que se la folle, humille y veje. Toda una guarra.

Deshicimos el nudo de nuestros cuerpos, la besé con ímpetu invadiendo su boca y anudando nuestras lenguas.

Colocándome encima de ella, notaba como mi peso aplastaba aquellas enormes tetas, Sara buscaba una posición para seguir frotándose con mi polla en su coño, pero está había quedado totalmente vencida en el último asalto, pero no se resistía a servir de punto con el que ella se frotara el coño.

Dejé que jugara frotándose mientras le comía la boca y disfrutaba de aquellos generosos 95, 95C como a ella le gustaba remarcar.

Poco a poco se fue apaciguando y quedamos tumbados de frente, somnolientos.

M: Vamos a descansar zorra, tengo que recuperarme, me has dejado seco. De momento.

S: ¿De momento, amo? Yo estoy empapada, por dentro y por fuera. ¿Me voy a duchar?

M: No zorra, date la vuelta, te haré una cucharita y quiero que te sientas así de sucia, usarte cuando me despierte.

Se dio la vuelta y abrazándola por detrás, pegando mi polla a su culo y dejando mi mano acariciando, los pezones de sus 95, dejé que me venciera el sueño.

Sonó el despertador a la hora, tomando conciencia de nuestra situación pegue más mi polla a su culo, ella se medio giro buscándola para empezar a masturbarla. Un azote le indicó que debía prestar atención:

M: Levanta la pierna, guarra. Voy a follarte. Mientras le metía dos dedos en su coño.

S: Es muy buen despertar amo. No recuerdo cuando fue la última vez que me despertaron para follarme.

Cuando empezó a acompasar mis movimientos paré y se los di a probar, Los saboreo como una guarra dejándolos completamente limpios. Me puse boca abajo.

M: Puta, dame un masaje por la espalda, desnuda, quiero sentir el calor de ese chumino en ella. Y el final por supuesto será un final feliz. ¿Lo entiendes zorra?

S: Si amo, no sé si sabré darle un masaje, no es mi especialidad.

M: Tu especialidad es estar siempre dispuesta para hacer lo que te diga guarra

S: Por supuesto amo, intentaré aplicarme lo mejor posible.

Sara se subió a horcajadas sobre mi cuerpo dejando su coño a la altura de mis muslos, anterior a mi culo, y empezó a dar un masaje con sus manitas.

M: Joder aplícale más fuerza, zorra

Se inclinó más sobre mi cuerpo lo que incrementaba el contacto de su coño en mi espalda, a veces apoyaba sus melones dando una sensación de calor curativo y con cada movimiento parecía que habíamos iniciado el ritmo de un polvo.

Cada poco avanzaba su posición, frotando su coño y aunque seguía dándome un masaje, su coño estaba aumentando la temperatura, dejando claro su humedad descaradamente con cada vaivén de nuestros cuerpos y mi polla había empezado a estar tiesa e incómoda ante aquella posición presionándola.

A media espalda la pare, para darme la vuelta.

M: Condón, ponte arriba y métetela zorra.

S: Por supuesto amo, me estaba calentando con tanto roce.

Alargó su mano hacia la mesilla y como si de un examen se tratara, sin dejar de mirarme, abrió con la boca el envoltorio se lo colocó en la boca y bajo a ponérmelo esta vez sin manos, las cuales solo utilizó para asegurarse de que estaba bien colocado.

Tomo la polla y se dejó caer despacio con los ojos cerrados, a lo largo de ella, cuando estuvo toda metida abrió los ojos con una sonrisa iluminada y comenzó a hacer pequeños giros de cadera, tomando sus tetas con ambas manos y tirando de sus pezones hacia adelante y arriba, se venció hacia mi ofreciéndome primero su boca besándome hasta la entrañas y luego esas impresionantes tetas para que jugara con mi boca en ellas, las chupe, mordí, amasé y palmee durante un buen rato, ella permanecía ida en un mundo de éxtasis, llamándose puta y zorra, yo estaba muy excitado y con ganas de correrme, levante mi pelvis.

Ella empezó a cabalgar de una manera salvaje, me corrí, ella seguía intentando cabalgar, poniendo mi brazo en un costado suyo la aparté a un lado, metiéndole dos dedos en su húmedo coño, ella llevó su mano al clítoris, lo frotaba de manera enérgica, al momento.

S: Me corro, me corro, más fuerte, me corro.

Recogió las piernas atrapando nuestras manos y cogiendo mi muñeca con la otra para que no la sacara, hizo un par de movimientos pélvicos de liberación de tensión.

S: Uff vaya día llevo, um

M: llevamos. Ja, ja

Quedamos tendidos recomponiéndonos, recuperándonos en la cama.

Continuará.

Agradezco comentarios, motivan para seguir escribiendo relatos.

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