Estaba tomando una copa esperando una mesa y por el espejo la vi y cruzamos la mirada un instante se trataba de una mujer preciosa a la que el metre acompañó hasta una mesa cercana y un tipo que había un poco más allá comentó.
-Esta buena la jodía.
-Sí, es una dama muy bella.
-¿Te gustaría llevártela a la cama?
-Perdone pero no creo que debamos hablar así de una mujer a la que no conocemos o al menos es mi forma de pensar.
-Veo que estás solo y no parece que esperes a nadie y me da la sensación que estabas pensando en algo cuando te he interrumpido y por cierto me llamó Miguel.
-Yo soy Erik y tienes razón no espero a nadie y pensaba en cómo encontraré los sitios que no he visto en los últimos tiempos, he estado fuera seis años.
-Bueno pues bienvenido y volviendo a esa guapa ¿te gusta? se sinceró.
-Sí, me gusta pero me parece que espera a alguien para comer porque no han retirado el segundo cubierto.
-¿Sueles apostar? yo lo hago continuamente pero no soy jugador es más bien el juego por el juego.
-Alguna vez pero no me considero ni jugador ni afortunado en el juego pero puedes decirme en que has pensado.
-Come con mi esposa pasea con ella que te muestre la ciudad ya que has estado fuera después cenáis y llévala a bailar y si no regresa a nuestra habitación hasta mañana has ganado tú y naturalmente el premio es haber pasado la noche con ella.
-¿Y si me pide después de bailar que la lleve de vuelta a su habitación?
-Pues pagarás las copas mañana y mientras, me contaras como ha resultado la velada.
-No sé qué decir, no tiene la culpa de que juguemos con ella.
-Tranquilo porque sé que eres un caballero y no la harás sentir violenta, vamos y os presentaré.
Nos acercamos a la mesa y Miguel besó a la mujer en la frente y dijo sonriendo.
-Ana, este es Erik y te acompañará esta tarde noche porque estoy un poco cansado y no me apetece rondar por aquí, pediré que me suban algo para comer pasaré la tarde tranquilo y por la noche cenaré algo y me acostaré, pasad una agradable velada.
Me estrechó la mano y le vimos marchar.
Me disculpé con la intención de dejarla tranquila.
-Le pido disculpas, no debí aceptar el venir aquí a imponerle mi compañía, le deseo que pase una buena tarde.
-No te vayas por favor siéntate y al menos come conmigo, me molesta estar sola en un restaurante donde algunos no hacen otra cosa que juzgar a los demás sin tener ni idea.
Me senté frente a ella y su mirada era cautivadora y sus palabras sonaban sinceras.
-¿Qué te apetece comer? Aquí tienen una carta muy variada.
-Pida por los dos por favor, hace años que vivo fuera y prefiero que me sorprenda.
-Lo primero es que me tutees de otro modo pareceremos un par de desconocidos.
Reí la ocurrencia y respondí.
-Tienes razón.
Miro la carta unos instantes y levanto la mirada por encima de mi cabeza y apareció una chica que tomó nota y desapareció.
-Cuéntame algo de ti aunque sé que eres un caballero de otro modo no estarías en el local porque Miguel es como es, seguro que lo primero que te ha dicho al verme aparecer habrá sido alguna grosería en referencia a mi persona o vestimenta y por fortuna para todos habrás respondido como lo que eres, un verdadero caballero.
-La verdad es que me gusta lo bello pero no necesito decir en voz alta lo evidente.
-Muchas gracias pero no hablemos más de Miguel y tratemos de pasar un tiempo agradable.
Calló a la espera de que le contara algo sobre mí.
-Nací me crie estudie y viví aquí hasta los veintisiete años me fui a Estados Unidos y llevo allí desde entonces y en estos seis años no he regresado hasta ahora.
-Pues debe ser importante lo que te ha traído porque parece que mencionarlo te ha entristecido.
-Vengo por una boda y la verdad es que al decirlo en voz alta me pareció más real.
-Ya veo ¿alguien importante para ti? Debe serlo si has venido de tan lejos para asistir.
-Pues lo cierto es que no debería asistir pero quiero estar cerca para poder cerrar de una vez ese capítulo oscuro de mi vida que tanto ha influido en ella y que me empujó hasta Los Ángeles en California donde sí tengo amigos porque aquí no me queda ninguno y es por lo que vine a comer aquí, lejos de donde encontrarme por casualidad con algún antiguo conocido.
En ese momento llegó la cena y cuando la camarera se retiró Ana me sonrió mostrando esos graciosos hoyuelos que se le forman en las mejillas y comentó.
-Pero aquí estas por suerte para mí.
-Honor que tú me haces.
-Si no piensas asistir a la boda ¿a qué has venido?
-Quiero cerciorarme de que se cierra el círculo, que realmente ha concluido la historia.
Quedo en silencio a la espera de una explicación.
Después de tres años viviendo juntos hablamos de abrir la pareja y Olga a pesar de que siempre fue una mujer empoderada no quiso y su argumento principal era el miedo a qué me enamorase de otra pues aunque jamás le di motivos el simple hecho de proponerlo era suficiente para pensar en ese riesgo que no quería asumir y después de hablarlo unas cuantas veces aparqué el tema definitivamente pues lo cierto es que vivíamos muy bien, nos entendíamos perfectamente en todos los aspectos y dos años después de dejar el tema acorté un viaje y llegue a casa un día antes de lo previsto y me presente en casa con un ramo de flores, no era ni suelo ser detallista y sabía que la sorprendería pero el sorprendido fui yo pues la encontré en la cama con dos de nuestros amigos y me quedé en la puerta con el ramo en la mano escuchando estas palabras que tengo grabadas a fuego.
Hola Erik, esto es porque llevo tiempo preparándome para sorprenderte, cuándo dejaste de hablarme de abrir la pareja lo comente con Raúl y me hizo ver que era una buena forma de estrechar los lazos como pareja y como tú no insististe supuse que no habría problema si vencía mis reticencias y como ves ya lo he superado, ven y únete a la fiesta.
Salí de la casa y me quedé en la terraza del bar de enfrente y cuando vi que “mis amigos” se fueron entré en la casa dispuesto a escuchar.
En este tiempo he descubierto el poliamor y estoy con Raúl y Alonso pero quiero que entiendas que no he dejado de amarte.
-¿Cuándo empezó?
-Un par de semanas después de nuestra última charla sobre el tema y en estos dos años he aprendido mucho de los dos y lo habrás notado en que cada vez soy más activa en la cama y es gracias a ellos que me han ayudado a ser mejor amante.
Sin responder metí algunas cosas en una bolsa y me fui a casa de mi hermana, respondí a una oferta de trabajo en Los Ángeles y cuando obtuve el visado marché y allí he conocido gente estupenda y por casualidad supe que Olga se casaba pero no sé con quién y sin pensarlo tomé un vuelo y aquí estoy con lo puesto porque llegue esta mañana sin equipaje.
-¿Piensas reventarles la boda?
-No. No soy así, solo quiero saber quién o quiénes son los afortunados aunque lo que quiero es no tener motivos para volver a pensar en ella.
Llegaron los postres y mientras los tomábamos Ana preguntó.
-¿Tienes a alguien especial allí o en algún lugar?
-No, a nadie especial como dices, sí que hay algunas amigas con las que salir de vez en cuando pero libres como yo y no en exclusiva.
-Y solo por curiosidad ¿cuál era la apuesta esta vez?
-Si conseguía que pasaras la noche fuera sin regresar a vuestra habitación pagaría las copas de mañana pero si regresabas antes del amanecer las pagaría yo.
-Pero no se especificó que ganabas igual si estábamos jugando al parchís hasta el mediodía o que ganaba él aunque hubiéramos estado haciendo el amor hasta minutos antes del crepúsculo.
-No, no se comentó nada en concreto pero en teoría ahora deberíamos ir a pasear después a cenar y luego a bailar y seguro que contaba con que nos enrollásemos.
-Te contaré algo que lo aclara todo, desde que empezamos a salir me ha exhibido ante sus clientes, en reuniones sociales incluso me ha usado para acercarse a gentes más cultas que él pero el pasado martes empezó lo que considero el principio del fin, sucedió algo insólito en ésta misma mesa, nos disponíamos a cenar y vi que saludaba a alguien que apareció desde detrás mío y esto es lo que pasó.
-Hola Javier ¿cómo estás? Hacía tiempo que no nos veíamos, siéntate cena con nosotros nos ponemos al día y conoces a Ana, esta belleza que puedes admirar.
Le tendí la mano pero me sujetó por los hombros besándome en las mejillas rozando por accidente sus labios con los míos y al sentarse preguntó si me gustaban las joyas ya que no lucia ninguna pero lo pasé por alto aunque entendí después porqué Miguel me aconsejo mostrar el cuello desnudo.
Y antes de los postres Miguel se disculpó aduciendo que esperaba una videoconferencia en la sede de uno de sus más estrechos colaboradores desde Japón recomendándole encarecidamente a Javier que cuidará de mí que me acompañara a bailar y como se alojaba también en el hotel cuando lo considerásemos oportuno me llevara de vuelta a nuestra habitación, desapareció sin esperar respuesta y después de tomar el postre Javier se puso en pie mostrando un estuche y colocado detrás de mí lo abrió mostrándome un bello collar de perlas, dejó el estuche frente a mí y cuando fue a colocarlo lo detuve diciendo.
Soy alérgica a las perlas y a los manejos de su amigo Miguel y sepa que queda dispensado de acompañarme a ningún lugar, llamé a Miguel y le pedí que pasara a buscarme, no se enfadó o al menos no lo demostró y le quitó importancia al asunto pero al aparecer por aquí un tipo como tú, elegante culto prudente educado y atractivo ha visto tu potencial y su oportunidad, si paso la noche contigo porque me apetezca me tendrá en sus manos y la próxima vez que me ceda a otro tendré que aceptar, te aseguro que me encantaría pasar la noche contigo pero supongo que me entiendes.
-Te entiendo perfectamente y te aseguro que me gustaría ayudarte pero es complicado intervenir en asuntos matrimoniales si no hay violencia física o psíquica.
-Algo que tengo a mi favor es que no estamos legalmente casados al menos entre nosotros porque el si tiene esposa y algún hijo pero jamás los menciona.
-¿Has pensando en dejarlo?
Ana sonrió abrió su pequeño bolso y sin sacarlo me mostró el pasaporte apuntando. Lo renové hace unos meses sin tener previsto viajar pero ayer decidí dejarlo y marchar muy lejos, he movido todo mi capital a una cuenta que apenas empleaba de un pequeño banco regional y tengo tarjeta de crédito de ese banco.
-Pues parece que lo tienes todo dispuesto.
-Una última pregunta ¿piensas que vale la pena saber con quién se casa o prefieres pasar la noche juntos en algún lugar lejos de aquí?
Me puse en pie la tendí la mano que tomó y caminamos juntos hacia la salida del restaurante y al pasar junto al metre le dijo.
-Cárguelo a la habitación 332.
-Naturalmente señora, que pasen buena tarde.
Respondió el tipo con una mueca que pretendía esconder una sonrisa.
Caminamos unos metros vi acercarse un taxi y lo paré.
-¿Dónde vamos?
-Al aeropuerto salidas internacionales.
Por primera vez nos besamos y poco después comenté.
-Supongo que tampoco llevas equipaje.
-Acertaste ¿vamos a tu casa?
-Si te parece bien si, está en Venice y se tarda en coche menos de quince minutos.
-¿A qué hora llegaremos?
-Pues si nos dejan embarcar entraremos en la que será tu casa de momento antes de las once de esta misma noche porque volamos a favor del día y no sufras por el idioma porque se habla más español que inglés.
-No me preocupa nada estando contigo y menos aún el idioma, soy traductora jurada en España y la UE y trataré de ver si se puede convalidar para serlo también aquí.
El taxista miró un par de veces por el retrovisor y preguntó.
-¿Les importa si pongo música?
-En absoluto. Respondió Ana comentando a continuación.
-Quiero que me llames Sonia que es como me llamó en realidad, lo de Ana es algo que no merece explicación y mejor empleamos el tiempo en otras cosas.
Continuamos el trayecto en silencio escuchando la emisora que selecciono el taxista y al llegar al mostrador mostramos los pasaportes compramos los billetes y unos minutos después nos hicieron pasar a una sala donde se hizo el último chequeo y al preguntar el motivo por el que no llevábamos equipaje respondí.
-Como ve llegue ayer a buscarla y tampoco lleva nada porque mi esposa no llevará nada usado traído de España, lo comprara en Rodeo Drive y lo estrenará allí junto a mí.
El funcionario nos miró sonrió y nos hizo pasar.
-¿Esposa? Vas muy deprisa.
-No lo tomes al pie de la letra, mira que pronto nos ha hecho pasar.
Me abrazó por primera vez para murmurar junto a mi oído.
-Gracias por ayudarme a escapar.
-Un verdadero placer.
Al iniciar el rodaje el avión dirigiéndose al principio de la pista Sonia me cogió la mano y no la soltó en las trece horas que duró el vuelo y poco antes de aterrizar el piloto anunció.
La temperatura es de trece grados la humedad del setenta y ocho por ciento y gracias a un viento de cola desde que salimos de la península ibérica hemos ganado más de una hora y por tanto la estimada de llegada será las veintiuna treinta.
-Antes de las diez estaremos en Venice y podremos comer algo antes de acostarnos y mañana ya veremos cómo nos organizamos aunque el jet-lag será importante al menos para mí que hace más de treinta horas que no cierro los ojos.
-Yo velare tu sueño.
Eran poco más de las diez y media cuando salíamos del restaurante y nos dirigimos a casa cogidos de la mano y al llegar a mi casa fuimos directamente a mi habitación me dejé caer en la cama y desperté a mediodía solo y desnudo en mi cama, me puse pantalón y camisa salí al salón escuché ruidos en la cocina y al asomarme vi a Sonia con un delantal frente al fogón y al acercarme se giró a mirarme y dijo.
-El desayuno está listo.
Había preparado tortitas y salido a comprar cruasán pan huevos y fruta.
-Comamos porque tenemos tareas pendientes.
Empezamos a comer con verdadero apetito y entonces pensé en su comentario y dije.
-Es cierto, yo tengo lo que dejé aquí antes de marchar pero necesitamos comprar de todo para ti.
Seguimos comiendo y al terminar dije.
-Me calzo y nos vamos.
-Eso puede esperar.
Me cogió de la mano y tiro de mi camino de la habitación.
Hicimos el amor hasta media tarde y después de reposar un poco se vistió con unos pantalones míos su blusa y un chaleco mío y para terminar una chaqueta para ir en moto y así vestida fuimos a comprar ropa para ella y al volver a casa comentó.
-No quiero que cambies tus costumbres por mí y cuándo tengas que recibir alguna de tus amigas lo dices y desaparezco.
-¿Acaso piensas que teniéndote cerca pensaré en otras? vamos a la habitación e intentaré explicártelo varias veces.
© PobreCain