Mónica, la casada (segunda parte)

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Tiempo de lectura: 5 minutos

Los siguientes días fueron de locos, mientras yo sin poder sacarme de la cabeza a mi nueva amiga de chat.

Por fin tuve un rato en el que pude entrar a buscarla al chat y nada… Nooo… No aparecía mi bella amiga. Yo deseando verla, ver esa carita con esa boca de ensueño y ese culito, uf por Dios, no podía sacarme de la cabeza ese culito…

Cuando ya estaba por irme, sintiendo que el destino no nos haya encontrado nuevamente, me escriben:

-Hola guapo…

-Hola. No reconocí ese nick, ya que no era el mismo que el de Mónica.

-¿Me buscabas cazador? Soy yo.

-Uy, sí… Hola linda, ¿cómo estás? Pensé que no entrarías y ya estaba por irme…

-Sí estuve complicada, pero quería ver si estabas. Qué bueno que nos encontramos.

-Aunque ya debo irme quería encontrarte.

-Ah, qué lástima, ¿ya debes irte? Sí, era la hora en la que habíamos cortado nuestra anterior charla..

-Sabes, ¿que no pude dejar de pensar en ti… En todo lo que vi el otro día?

-Jaja, ¿en serio? Porque yo tampoco pude dejar de pensar en lo que vi.

-¿Te parece que nos encontremos para vernos?

-¿En tu casa el miércoles? Siendo lunes hoy.

-Perfecto, te paso mi dirección y mi celular…

-Mmm si, bárbaro… Te escribo luego guapo así te queda mi número…

-Ahora debo irme… Besito…

-Besos, guapa…

Por la noche, yo saliendo de la ducha, me llega un mensaje:

-Hola Marcos…

-Hola Mónica, sabiendo que era ella

-¿Qué estabas haciendo?

-Saliendo de la ducha, bella. Mojado y desnudo, le respondo

-Mmm, ¿a ver? Jeje

Y le mando una foto, hasta la cintura, solo con una toalla.

-Uy, que lindo.

-Y vos, ¿qué hacías?

-Acá, pensando que cenar…

Y veo que me manda una foto. Por Dios, pelo suelto, con un bikini que mostraba un lomo de película.

-Uy que rica, bombón. ¿Así cocinas?

-Jeje… Si. Pero no siempre

-Así dan ganas de cenar contigo, jaja.

-Me encantaría, me respondió.

Y me llega su dirección, comprobando que no era tan lejos de casa…

-Ponte algo cómodo, en 2 horas paso por vos.

-Genial, beso, guapo.

Un edificio a pocas cuadras de casa, estaciono el auto y le aviso.

-Llegué

-Bajo.

Dos minutos después salía del ascensor y con una sonrisa que me encantó.

-Hola, me dice, dándome un beso muy cerca de mi boca.

-Hola guapa. Estás preciosa

Y así era, con una blusa que le marcaba un par de pechos no muy grandes, pero sin duda que apetecibles, un short de jean que le quedaba pintado casi, mostrando un par de piernas torneadas y divinas, todo eso con unas sandalias que solo le daba un toque de casual y formal, que le quedaba espectacular.

-Gracias, Me dijo, consciente de que toda ella había hecho efecto, subiendo a mi auto tras abrirle la puerta.

Ahí salimos directo y lejos, a un sitio donde fuésemos dos desconocidos. La noche veraniega ayudaba a ir a un parador que conocía, sobre una playa unos pocos km, suficientes para alejarse del bullicio urbano.

Buena música ambiente, escogimos una mesa en la terraza, que aunque habían más personas, nos daba un poco de intimidad. El mar de un lado, un bello local del otro y esa morocha de frente… Se vislumbraba una maravillosa velada.

La charla se hizo muy entretenida, ella era una fascinante compañía sin dudas. Comentarios, risas y alguna caricia de manos, fueron testigos de esa velada. Una cosa llevó a otra y la charla se tonó más íntima, ayudados por un vino que bebíamos con placer y siendo testigos los mariscos de turno.

-¿Y siempre entras al chat? Me preguntó.

-No siempre, cuando necesito distraerme del trabajo, entro y estoy un rato no más. ¿Tú?

-Yo en realidad no mucho, una amiga me había hablado de él, para distraerse un rato y decidí entrar esa vez.

-Um que suerte tengo entonces jaja.

-Jaja, ¿decis? Debes charlar con muchas ahí.

-Obvio. Eres una mujer simpática y muy agradable en la charla. Y toda una diosa en persona. Sin dudas que tuve suerte.

Mar, aire, vino ya empezaban a hacer efecto en nosotros, por lo que me acerqué a esa boca, puerta del infierno y decidí probarla, ahora sí, sin reparos.

Ella correspondió al beso, suave y tentador.

-Eres una mujer hermosa y deseo hacerte mía desde que bajaste del ascensor.

-Mmm y yo que lo hagas.

-Vámonos, caminemos

Pagamos la cuenta y decidimos pasear por la arena, ya de la mano, acariciándonos, buscando por qué no, un lugar apartado. Mi erección ya empezaba a notarse en mi pantalón y sus pezones bajo la blusa.

En unas rocas que nos daban intimidad y por qué no, también protegía del viento marino, decidimos parar y con mis manos en su cintura y la suya en mi nuca, la besé, ahora sí con toda la pasión que la situación ameritaba.

Nuestras lenguas jugaban sin reparo y nuestras manos acariciaban en busca de la piel del otro. Las de ella bajo mi camisa de lino y las mías sobre su espalda, bajo su blusa y apretando su cola contra mí. Lo que sin dudas le hizo sentir la erección que toda ella me había provocado.

En eso su mano baja, apretando mi sexo sobre la ropa, mis manos sobre sus pechos, apretando unos pezones que del viento o la excitación estaban duritos.

Subiendo su blusa me dediqué a besar esos pechos, morder esos pezones…

-Mmm siii. Dijo. Sigue…

-Qué ganas de saborearte que tenía…

-Umm, yo igual. Liberando mi sexo, poniéndose de rodillas.

Sentir su boca comiéndome me puso a mil. Su boca parecía que quisiera comerme literal, lo saboreaba y volvía a comérselo.

-Uumm que boca mami… Que ganas de follarte rico bebé

-Mi turno…

Ahí la hice pararse y bajar su short y una tanguita, y decidí atacar ese sexo que emanaba jugo.

La senté en una piedra lisa y abriendo sus piernas, decidí atacar… Besé, mordí, succioné esa concha, que emanaban calor, decidiendo beber de ese manjar que ella me regalaba, chupando ese clítoris que parecía esperarme en atención…

-Ahh… Que ricooo

-No pares… Sigueee. Sigueee uuuy.

Aumentando la intensidad de la succión y con un par de dedos…

-Aahhh aaahh uuy siiii. Que hijo de putaaa. Me acabooo… Sigueee… aaaah.

-Ummm mmmm si… que riccaa… Mmm

-Uy papi… Que acabada… Umm, cogeme.. Por favor, cogeme

No tuvo que decir otra vez. Agarré mi verga y apoyando la cabeza se la fui metiendo suave…

Ese sexo que emanaba manjar, me recibió de una forma caliente…

Empecé un vaivén, entra y saque intenso… Cada vez mas ricoo, mas intenso y fuerte….

Nuestros gemidos se mezclaban con el ruido del mar, nos besábamos… Y cada vez más intenso nuestros sexos se fundían en uno solo…

-Aahh aahhh uummm siii.

-uuy mamiiii… que rica estas bebé… Uumm

-Ahh ahhh sii, que pija… uuy si… Cogeme sii

-No pares… Segui papi… Aaah aahh

-Uumm sii

-Uuyy papii me corrooo, aaahhh siii aaahhh

-Uummm si mami… Que yegua divinaaa… Uummm

Quedó en un letargo… Y yo aun con la verga dentro de ella… Quieto… Sintiendo su sexo latir…

Empezando un movimiento suave… Dentro de ella… Queriendo que se vuelva loca realmente.

-umm mm que pija por Dios… Mmm

En eso me tiro en la arena y ella se viene sobre mí, agarrando mi falo aun duro, apuntando a ella y sentándose de una se la clavó entera…

Ver esa amazona sobre mí, esos pechos al alcance de mi boca, mmm decidí morder esos pezones duros…

Ella volvió a girarse… Estaba con el poder de saber que tenía el néctar que tanto deseaba sentir dentro… Empezó a moverse… Subir y bajar sobre mi sexo…

-uumm mamiii que yegua que sos….

-Me vas a sacar todo.

-si papi… Dámela… Tomo pastillas.. Dale… Llenameee la conchaaa… Ahahh

Tomando sus caderas decidí cogerla con fuerza… Esa concha que me estaba volviendo loco… Que me pedía néctar a gritos… Había que dárselo…

-ahh papiii siii cogerme asiii aahhh por Dios… Me corro de nuevooo

-ahh mami.. Y yo… Me corrooo… Uuummm

-ahhh mi amooor aahhh siiii aahhhh….

Cayó sobre mí, rendidos…. Abrazados… Y dentro de ella…

Nuestras bocas se encontraron nuevamente…. Esta vez en un beso tierno… De pasión recibida… y regalada… Esa mujer era fuego puro…

-Qué diosa que sos… Uuyy mm

-Y vos mi macho…. No quiero dejarte ir jeje…

-No me iré, ni loco. Jaja.

Esa mujer sin dudas era fuego sensual y puro… Y ahí decidí seguir quemándome a pesar del riesgo social que eso conlleva….

Bueno espero les guste, dejen algún comentario en sana crítica. Saludos. Y hasta la próxima.

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2 COMENTARIOS

  1. Me alegro que te haya gustado y por tu comentario.
    Quizás en la tercera parte, tome en cuenta tu gusto. Muchas gracias

  2. Muy lindo relato. !!!
    Que hermoso hacerlo en la playa con el sonido del mar apagando mis gritos al venirme.
    Es muy romántico hacerlo en la playa. Prefiero una alfombra o sábana.
    Me mojo mucho y la arena se me pega.
    Belu.

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