Todo comenzó en el 2021, mi esposa hizo una reunión del Día del Padre, invitó seis parejas muy allegadas y a algunos amigos separados, a un almuerzo, entre ellos nuestro amigo Miguel, en el ir y venir de mi mujer atendiendo sus invitados yo observaba a todos los invitados hombres que no le quitaban el ojo al culo de mi mujer, entre ellos Miguel que le miraba las tetas y el culo.
En algún momento me senté a su lado y le dije: ¿te gusta el culo de mi mujer?, él me responde: perdóneme, pero su mujer está muy rica, tiene unas tetas hermosas y un culo de campeonato, no sabes cuántas paja me he hecho a su nombre. Yo le dije: ¿te gustaría follársela?, él me responde: daría lo que sea con tal de follarla, y en especial romperle ese hermoso culo. Yo le pregunté: ¿y que tienen pensado o planeado para culeársela? Y me dice: No sé, pero debo contar con su permiso para intentar seducirla, para que lo sepas más de una vez me le he insinuado, pero ella simplemente se sonríe, pero No responde a mis invitaciones.
Yo le dije tienes una tarea muy dura, es una mujer difícil pero no imposible, te autorizo para que la seduzca, a lo mejor terminamos haciendo un trío, a mí me gustaría que entre los dos nos la folláramos, quiero verla gozar como una perra de otra buena verga. De modo amigo Miguel, adelante.
Nosotros somos un matrimonio cuarentón, mi mujer es alta de 1,75 metros, es blanca, tiene Un par de tetas medianas que desafían la gravedad y terminan con unos pezones en punta, siempre paraditos dispuestos a ser chupados y tiene un culo redondo como dice Miguel de campeonato, para el sexo es recatada, pero cuando se enciende se comporta como una soberana guarra en la cama, es una experta mamadora, yo su marido lo garantizo, no sé si ella me ha sido infiel, pero lo sabe mamar y es súper cachonda, gusta de follar y follar, y a veces deja que se lo meta por el culo, a veces me quedó corto, debo descansar y reiniciarla comiéndole el chocho, le fascina que le chupe el clítoris.
Cualquier día me dice mi mujer que venderá la acción de Zuana y que Miguel está interesado en comprarla, pero no se decide, mi esposa me comenta que para convencerlo para que la compre lo invitara a que vaya con nosotros a Santa Marta, yo le respondo: ¡ah! Lo que tú quieres es estar con dos tipos en la misma habitación, tú eres la que arriesga, sabes cómo es Miguel y las ganas que te tiene.
Y mi mujer me dice: que va, Miguel no se atreverá, y yo le digo: de pronto él se atreve, ¿pero y tú cómo lo vas a convencer sólo con palabras o pretendes algo más? Y ella me responde: ¿y si despliego todos mis encantos para convencerlo? Y yo le pregunto a mi esposa: y entre tus estrategias está la de follártelo, porque él sí trae ganas de culearte, creo que tú no eres ajena a querer follártelo, o me ¿equivoco?
Ella me responde: no te equivocas, Miguel me gusta, no sé si sea capaz de follármelo y ¿que haré contigo? Tendría que hacer un trío. Vaya que locura se me ocurre, y ¿tú esposo mío te gustaría hacer un trío metiendo a Miguel en nuestra cama? Y le respondí: Porque si te enamoras de la verga de Miguel y de la forma como él te folla, la verdad no sé qué pueda pasar entre nosotros.
Días después me llama Miguel y me dice: nos vamos los tres para Santa Marta, y me pregunta: ¿sigo con el permiso para follarme a tu mujercita? Y yo le respondo: y eso desde ¿cuándo acordaron que nos vamos? Y él me dice: hace como dos semanas, ¿acaso tú mujer no te lo dijo? Yo le respondí: si ya recuerdo que me lo dijo, y en cuanto a lo otro tienes vía libre, pero sea discreto en sus insinuaciones, estaré atento, pero me haré el pendejo, vamos por ese trío.
Como ya lo saben mi mujer no me había comentado que Miguel era invitado, me lo dijo una semana antes de viajar, y tomamos el mismo vuelo rumbo a Santa Marta, los primeros tres días, Miguel se deshacía en halagos y atenciones para con mi esposa, tanto que yo realmente sentía que estaba de sobra.
El cuarto día entramos al mar los tres y jugábamos hundiéndonos mutuamente, este día Miguel estaba más salido porque aprovechaba para sobarle las tetas y el culo a mi mujer, ella no decía nada solo se dejaba que la tocara y le sobara las tetas y el culo. En cualquier momento yo tenía a mi esposa abrazada por la espalda y le amasaba una de las tetas, ella estaba horizontal sobre el mar moviendo sus piernas haciendo pies.
De pronto Miguel se acercó y se metió entre las piernas de mi mujer y muy rápidamente le corrió el bikini y se agachó sobre su chocho y se lo chupó metiéndole la lengua y volvió a dejarle el bikini en su lugar. Sorpresa mi mujer se había depilado el chocho, que zorra y no me lo había dicho.
Mi mujer estaba excitada por lo sucedido, Miguel invitó a almorzar, allí bebimos par de botellas de vino, mi esposa con el vino se ponía más cachonda, hablamos de todo hasta de sexo, Miguel se insinuaba y mi mujer reía, de pronto mi mujer dijo, vamos a la suite y nos tomamos otros vinos, nos miramos con Miguel y compartimos una sonrisa cómplice. Nos paramos y nos colocamos a cada lado, cada quien la tomó de sus manos y caminamos hacia la torre de nuestra suite, ella tenía una expresión enigmática, sonreía y caminaba feliz tomada de nuestras manos, subimos a la suite, Miguel solicitó servicio a la habitación pidiendo algunas botellas de vino y una de tequila.
Miguel, servía vino a mi mujer y tequila para los dos, se puso música en el TV e invitó a bailar a mi mujer, ella teñís roja la cara de la excitación que tenía, de pronto la música era lenta y romántica, mi mujer le echó sus brazos al cuello a Miguel, literalmente se colgó de su cuello, Miguel acariciaba su espalda y bajaba sus manos hasta la cadera y volvía a subirlas, ella tenía su cabeza sobre el hombro de Miguel, yo me acerqué por su espalda y la abracé, ella levantó su cabeza me miró y besó a Miguel sus lenguas se entrelazaban, luego se giró y comenzó literalmente a comerme mi boca.
Miguel la abrazaba por la espalda, le acariciaba las tetas y le arrimó su erecto pene a su culo, yo le solté las tirantes y el vestido cayó, mi mujer quedó solo con su tanga, ella gemía porque 4 manos le acariciaban el culo, las tetas y el chocho, Miguel se arrodilló y le bajó la tanga y hundió su cara en ese culo tan deseado, yo también tomé posición y le chupaba el chocho follándola con mi lengua, ella gemía, nos hizo ponernos de pie y sus manos acariciaban nuestras vergas.
Nos desnudamos, nuestras vergas duras y erectas, ella se sentó en la cama y se metió la verga de Miguel a la boca y se la mamaba y alternaba mamando mi verga, la llevamos a la cama, se abrió de piernas y Miguel le comía ese chocho lampiño y la follaba con la lengua hasta que le metió dos dedos y la masturbaba, ella se corrió y Miguel se tragaba todos sus flujos, mi mujer dijo de pronto quiero verga, Miguel fóllame.
Mi mujer se puso en cuatro y Miguel se la comenzó a follar mientras mamaba mi verga, Miguel y ella gritaban como locos y Miguel le lleno el chocho de semen a mi mujer, ella me mamaba con fuerza, Miguel se la sacó y ella se voltio a chupársela y limpiarle el semen mientras tanto, se la metí con fuerza y me la culeé hasta que explote acabando de llenarle el chocho de semen, y simultáneamente Miguel se derramó en su boca y ella simplemente se tragó el semen de Miguel.
Caímos rendidos, uno cada lado, Miguel le limpiaba con su lengua el chocho, le metía la lengua y los dedos sacando semen del chocho y se chupaba los dedos, finalmente se comió la corrida de los dos dejándole limpia la vagina a mi mujer. Esa tarde la maratón de sexo fue espectacular yo le eché tres polvos a la zorra de mi mujer y Miguel otros tres o cuatro, y ella tuve muchísimos orgasmos.
Nos quedamos dormidos desnudos, yo fui el primero en despertar, eran las 5 de la mañana, y tenía una erección muy fuerte mire a mi mujer que estaba abrazada a Miguel y el culo contra mí, yo le abrí las nalgas y le metí un dedo en el culo embadurnado de aceite, luego dos dedos y finalmente tres dedos en su culo, su esfínter dilataba muy bien, le puse mi verga en el ojete y comencé a penetrarla completamente su culo chocaba con mi pubis y ella ya estaba bien despierta y gemía diciendo: que rico papi, rómpeme el culo, quiero que los dos me follen.
Miguel se despertó con la verga súper dura y erecta, al ver que le estaba dando por culo a mi mujer, él se acomodó y la penetro por su chocho, sincronizamos nuestras embestidas hasta que las tres llegamos al tiempo, Miguel le lleno el chocho de semen, y yo exploté en su culo llenando sus intestinos de semen.
No volvimos a salir de la suite, servicio a la habitación, pedíamos el desayuno, el almuerzo, el licor y follamos y follamos, repetimos la doble penetración, y nos alternábamos. Culo, chocho y boca, tres días de sexo desbocado.
Finalmente regresamos a Bogotá, Miguel compró la acción, al llegar a Bogotá, llegamos a nuestro apartamento y esa noche nos follamos a mi mujer de nuevo la penetrábamos alternadamente por la vagina, el culo y la boca, al tercer día del regreso Miguel se vistió, se despidió de mi mujer haciéndole una comida de chocho espectacular, y con la promesa de compartir todos los fines de semana, nos despedimos.
Les disteis una buenas cojida,lo Bueno serà que lo hagais con otra persona distinta