Mi amante maduro

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¡Hola! Espero se encuentren muy bien, en esta ocasión les contaré de como fue la relación que tuve con una persona mucho mayor que yo, alguien que siempre fue muy caballeroso, pero a la vez muy apasionado.

Es con la persona que más había tenido relaciones después de mi esposo hasta ese entonces les hablo de hace 5 años más o menos hacia acá en los que realmente me volví más puta, he tenido amantes de ocasión, ocasión que yo sola he creado y que no la tengo con cualquiera, hasta eso, soy selectiva en ese ámbito, el de coger.

Mi anécdota empieza hace aproximadamente 8 años, cuando yo comienzo a trabajar en una empresa llamada Tiendas Garcés, ahí conocí a mi es mejor amiga Susana con la cual mi esposo me puso el cuerno, y esta situación fue el detonante para que yo también me convirtiera en infiel, claro; ojo por ojo, diente por diente.

Mi gerente en esa empresa se llama Manuel, muy atento siempre, en la entrada nos recibía al momento de ingresar siempre con una sonrisa y relajiento como él solo podía serlo.

A mí me llamaba mucho la atención, un hombre canoso, de bigote a veces y barba cerrada otras, el que se me acercará me ponía muy nerviosa y más porque decían que cuando te agarraba de bajada te despedía. Un día entre a su oficina me mandó llamar por unos etiquetados de producto que se hicieron mal, solamente me pidió que fuera más observadora con mis compañeras porque yo estaba a cargo de ellas, comenzamos a platicar de la situación y de un momento cambio de tema. Comenzó a hacer preguntas de índole personal referentes a mi familia, no me pareció raro y seguimos charlando, ese fue mi primer acercamiento con él.

Pasaron los días y hasta meses hasta que de nueva cuenta me mandó llamar a su oficina, la excusa fue muy tonta: ¡porque estaba tomando agua en horas laborales! Al igual que la vez pasada comenzamos charlando del trabajo y terminamos hablando de nosotros, pero ese día fue algo diferente, me tomo de la mano y me dijo que le gustaba, yo me asuste, la verdad fue algo que no me lo esperaba a lo que le dije que estaba casada y que él también, solamente me dijo que lo pensara que no íbamos a hacer nada que yo no quisiera, me retire indignada de la oficina, aún no explotaba más mi sexualidad como hasta ahora.

Yo aún no sabía de las infidelidades de mi esposo con mi amiga, de lo contrario tal vez hubiera aceptado porque al ser mayor me parecía interesante como persona y muy atractivo como hombre.

Paso el tiempo, descubrí las infidelidades de mi marido y Aldo, mi amigo me convenció de ser infiel, ya ustedes también lo leyeron y si no busquen en mi perfil.

Al pasar el tiempo y salir de la empresa, obviamente tenía que regresar algún día para comprar y así fue. Regrese y el día que lo hice me tope con él, me saludo de beso y me dijo que me veía radiante, guapa, en fin, que me había sentado muy bien el ser maestra. Me puse muy nerviosa y en ese tiempo yo ya sabía lo que era ser infiel así que siendo sincera, después de ese encuentro ya iba digamos hasta 2 veces a la semana con la intención de topármelo y verlo, en ocasiones así era, nos encontrábamos en los pasillos, platicábamos, reíamos, chismeábamos, en fin.

Hace 7 años aproximadamente en el 2017, nos saludamos, ese día ya siendo maestra y ejerciendo mi profesión iba arreglada, hasta podría decir que provocativa, cuando otras ocasiones iba hasta de pants o ropa deportiva, y siempre me chuleaba, pero tocó el día que nos volvimos a ver y para mí suerte iba con tacones, mezclilla ajustada y una blusa escotada de la espalda. Cuando nos vimos se acercó, dejó de hacer lo que estaba haciendo él, me saludo y yo también, me halago físicamente hablando e intercambiamos números, yo ya había cambiado el que tenía cuando trabajaba con él.

Comenzamos a enviarnos mensajes amables, recordando tiempos de trabajo hasta que me recordó el día que me ofreció “tomar el café” le dije que había sido una lástima que no hubiera insistido a lo que me propuso “tomar ese café”, así que me invito de nuevo y yo accedí, tenía ganas de no solo tomar el café, también de lo que se pudiera dar.

Salimos un par de veces al café, siempre muy atento, caballeroso, me trataba como una dama, dama que quería ser su pu… Me abría la puerta del auto, se levantaba al yo ir al baño, pagaba las cuentas, me abría la silla, pero aún no me abría las piernas.

Cierto día me invito a ir al cine, pero en otra ciudad que está a 40 minutos de aquí de dónde yo radico, acepte. Al estar afuera del cine cambió la proposición, me dijo que fuéramos a tomar un trago, yo acepte sin pensarlo, fuimos a un bar, pidió el VIP que era una terraza para nosotros solos, pedimos la bebida, charlamos y comenzaron las caricias.

Comenzó con una caricia en la mejilla, siguió tomándome las manos y al último me acariciaba la pierna. Yo, llevaba un vestido y zapatillas, estando sentados yo también acaricié sus mejillas y siendo sincera hasta un besito le di en ella.

Aumentaron las caricias a un pequeño faje, me tocaba los pechos, yo le agarraba “el bulto” por encima del pantalón, note su erección y el notaba mis pezones. Paso el tiempo rápido, eran las 8 pm aproximadamente cuando me propuso que fuéramos a un lugar más tranquilo, no me negué y accedí.

Fuimos a un motel, pero ya de regreso a mi ciudad, ya que llevábamos auto, además de que hay mucha más discreción que en un hotel. Al llegar al motel comenzamos a besarnos como locos, la verdad jamás nadie me había besado así hasta ese entonces más que mi marido, me besaba entre apasionado y desesperado, la verdad le ponía mucho ímpetu a sus besos. Lo empecé a desnudar, quite su camisa, el pantalón y así lo deje sin nada que cubriera su cuerpo y su abultado abdomen.

Me bajo el vestido de arriba y comenzó a besar mis pechos, mientras lo hacía yo solamente observaba la erección sin que me dejara tocarlo siguió besando mi cuerpo, bajo hasta mi vagina y comenzó a lamer, metió un dedo y yo gemí, me preguntó si me dolía y lo negué, siguió lamiendo mientras metía sus dedos, le pedí que metiera otro y así fue, pero no sin antes darle pequeñas succionadas a mi clítoris, así es, ya tenía 2 dedos dentro de mi vagina, llegó el momento que le pedí otro dedo, hasta tener 3, sentía como me mojaba, como escurrían mis jugos entre sus dedos y mientras seguía chupando mi vagina, le pedí que me diera a probar su pene y me lo negó, dijo que aún no era tiempo.

Siguió metiendo sus dedos y lamiendo hasta que no aguante y explote, me vine en su boca, mis jugos salían de mi vagina mientras el disfrutaba verme retorciendo de placer.

Sacó sus dedos y me arrodilló frente a él, le dije que si podía grabar lo que le haría pero con mi teléfono si no, no, me grabó dándole el sexo oral de su vida, me arrodilló y comencé a lamer su pene desde arriba hasta abajo, chupando sus testículos, metiendo su cabeza dentro de mi boca, me pidió que con mis pechos le hiciera una rusa y así fue, me pego con su pene en los pezones para después colocarla entre ellos los cuales yo ya los tenía apretados y juntos, movía su cuerpo mientras yo observaba como su pene se movía entre mis pechos, la saco de entre medio de ellos y proseguí chupando.

Sentía como se ponía dura y él como me tomaba de la cabeza para meterla toda, me excitaba muchísimo el pensar que le estaba haciendo infiel a mi marido nuevamente, me puso a mamar su pene y lo hizo hasta sacar lágrimas de mis ojos y se me corriera el rímel, le gustaba y a mi más.

Acto seguido me subió a la cama y me puso en 4, me metió su pene sin condón y lo disfrute, gemía al sentir sus movimientos, al sentir como entraba y salía ese pedazo de carne jugoso, mientras me cogía estaba tan excitada que le pedí que me la metiera por atrás, que me cogiera por el ano, acto seguido me saco su pene y comenzó a realizarme el beso negro, lamio mi ano, lo chupaba con desesperación, mientras lo hacía metía uno de sus dedos en él, luego fueron 2 hasta que me dilato, acto seguido me la metió, primeramente no se acomodaba, por lo que me causó dolor.

Él se dio cuenta, pero me dijo que así le gustaba tratarme, con dolor, y como si fuera una pu…, no le dije nada siguió metiendo su pene, era un dolor y placer inmenso, hasta que se acomodó dentro de mi ano y ya no era dolor, solamente placer, placer que hasta el momento solamente había sentido con mi marido.

Me encantaba tanto que seguimos así, me embestía mientras yo agachada solamente mordía la almohada del placer que me causaba, con una mano me nalgueaba mientras con la otra grababa como me la estaba metiendo, hasta que se vino en mi ano, me avisó que venía su leche y así fue, sentía como su leche escurría hacia afuera.

Pensé que ya había sido todo, sin embargo, mi sorpresa fue que cuando saco su pene de mi ano aún tenía una erección bastante firme no se bajaba, lo tome en mis manos y me di cuenta que aún estaba duro, así que me voltee y le abrí las piernas, se arrodilló en la cama y me la metió, mientras le abría mis piernas demasiado para recibir su pene, la verdad su erección me sorprendió, parecía que no se hubiera venido una vez.

Cuando estaba abierta de piernas se recostó sobre mí, dejo el celular de lado y comenzamos a besarnos.

Tomo mis piernas y así sobre mí las tenía en sus hombros, sentía dolor en mi vientre ya que estaba muy abierta pero el placer de tener su pene dentro era más, se paró y se arrodilló de nuevo, me puso acostada de lado y se metió de nuevo, sentía un placer increíble yo le pedía que no parará, que siguiera y él así lo hizo no paraba más que para tomar aire y acomodarse, le pedí que me la metiera de nuevo por atrás (en lo personal me encanta el sexo anal) así que lo hizo así como estaba tomo una de mis piernas, la colocó en su hombro y la metió.

Era delicioso el sentir de nuevo y más así como estaba yo llena de leche, no le dio asco al contrario lo excitaba eso aún más, mientras se movía y yo me tocaba los pechos, decidí tocar mi vagina, era una sensación de placer única.

Me la sacó y se acostó, me dijo “móntame” iba a quitarme el vestido que tenía por cierto en el abdomen enrollado cuando me dijo “así vestida”, se recostó y le di la espalda, me pidió que le pasara mi celular para seguir grabando, así que se lo di; después tome su pene con mi mano y lo metí en mi vagina, comencé a moverme cuando sentí el venir otro orgasmo mío, me dijo que parara sin embargo no lo hice, lo seguí cogiendo mientras sentía como se acercaba mi orgasmo, al momento de seguirme moviendo comencé a escurrir con mis jugos, ya había llegado mi clímax.

Lógicamente gemí y grite al sentir como mis contracciones vaginales apretaban su pene, deje de moverme pero él al contrario me siguió cogiendo, se seguía moviendo y me decía “cógeme pu…” “siente mi ver…” “Eres toda una pu…” era una lluvia de palabras sucias excitantes de su parte hacia mi mientras ambos nos cogíamos, a veces volteaba a verlo y el seguía grabando así seguí moviéndose y dándome sentones en su pene hasta que él terminó por segunda ocasión, sentí como explotó dentro de mí, como su leche disparada dentro de mi vagina escurría en mí.

Así estando arriba de él recuperando el aliento me dijo que tenía miedo de engancharse mucho conmigo, solamente guarde silencio, nos acostamos, y comenzamos a intercambiar palabras acerca de lo que había pasado y acerca de nuestras expectativas de una relación así esporádica, nos dio casi la media noche cuando decidimos retirarnos del lugar, me acerco a un taxi mientras él tomaba camino a su casa.

Fue una de las mejores cogidas de mi vida pecaminosa y aún estaba comenzando mi relación con él, la cual duraría muchos tiempo e inclusive me hizo dudar de mi amor por mi esposo e hijos.

Espero les haya gustado, y como siempre me dejen sus comentarios. Un saludo y espero contar con ustedes la siguiente semana.

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5 COMENTARIOS

  1. No dudo de su habilidad para calentarte al transcurso de la buena plática y el buen vino; sin embargo, por tu parte al mostrarte abierta y dispuesta al contacto físico para dejarlo avanzar, habla de lo cooperativa que puedes ser para dejarte calentar. Me gustó mucho esa parte porque yo soy mucho de contacto físico y me gusta hacérselo saber a la mujer que pretendo, y aunque no describes mayores detalles, me sentí identificado con el buen faje y un buen preámbulo.

    Saludos Wendy.

  2. Hasta el momento si, fue una de las mejores, se esforzaba cada de que nos veíamos, su madurez y su experiencia se imponían. Saludos.

  3. Se nota que fue una de las mejores cogidas que te han dado, como tú misma lo expresaste. Si tu objetivo era calentar al lector, lo lograste.

    Muchos días de estos maestra (en la cama y en la escritura).

    Saludos.

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