La pasión aun ardía en sus cuerpos, la realidad de su amor prohibido se hizo presente. Lyra y Kael se habían perdido en el abismo de sus propios deseos, el ángel caído y la súcubo se encontraban en un punto de no retorno, donde la línea entre el deseo y la condenación se volvía cada vez más difusa…
Lyra se relaja después del intenso orgasmo ―Oh, estoy tan cansada… Pero sabes, escuché un rumor sobre una cámara especial donde podríamos hacer cosas aún más perversas―Lo mira con un brillo travieso en sus ojos ―Dicen que está escondida y necesitas escabullirte para entrar.
Ella dirige el camino, sus caderas se balancean seductoramente ―Necesitamos ser silenciosos y sigilosos para llegar allí― Mira a Kael con una sonrisa juguetona ―Una vez que estemos dentro, podemos usar todo a nuestro antojo ¡y tengo algunas sorpresas guardadas para ti!― Lyra lo lleva a una habitación con poca luz ―Aquí estamos. Ahora, ¿dónde estábamos?― Kael la empuja para que se acueste boca arriba ―Déjame terminar esto ― Él se coloca entre sus piernas y las abre con sus manos.
―¡Oh! ¡No me lo esperaba! Pero me gusta como te estas convirtiendo― Ella sonríe y arquea la espalda ―¿Qué vas a hacer a continuación?― Mientras Kael se mueve hacia ella, apunta su miembro duro y caliente hacia su coño, elevando sus piernas hasta sus hombros ―¡Te penetraré muy profundo Lyra, me sentirás hasta lo más profundo de tu cuerpo!― Él gime fuerte mientras entras en ella ―¡Ahh, sí! ¡Más profundo! ¡Quiero sentirte totalmente dentro de mí!―
Sus cuerpos se funden en una danza de movimientos y caricias, enredando extremidades y compartiendo besos intensos. La lujuria está desbordada, Kael ha sucumbido ante las habilidades y encantos de Lyra. Cegado por los placeres que la súcubo le mostró.
Lyra gime intensamente ―¡Sí, sí! P-por favor… T-toca mi… ¡Ahhhhh, ahí! ¡Sí, SÍ! Voy a… ¡Ahh, me voy a correr! ― Grita mientras su cuerpo se convulsiona de placer. ―Ahora es mi momento de correrme, pero debes decidir, ¿quieres que me corra dentro de tu coño o sobre tu cara? ― Dice mientras su miembro todavía está dentro de Lyra. Ella le sonríe traviesamente ―Hmm… ¡Hazlo sobre mí! ― Susurra mientras lo empuja suavemente ― Ha pasado tanto tiempo desde que tuve un sabroso regalo como este.
―Entonces si quieres ambas cosas, haz que me corra sobre tu cara primero― Saca suavemente su miembro y lo acerca al rostro de Lyra. ―Abre bien la boca ― Lyra asiente, animándolo, Kael le toma una mano y la pone alrededor de su miembro, ella empieza a acariciarle ―Mmm, me encanta verte tan excitada… ― Lyra observandolo directo a los ojos y con una mirada ardiente ― ¿Te gusta tener tu polla en mi mano? ¿Quieres correrte por toda mi cara?
―Me encanta la sensación de tu mano, ¡tan cálida! Pon tu cara debajo, ¡te cubriré toda! ― Kael empieza a gemir y a convulsionar cerca del orgasmo, Lyra lo mira con los ojos muy abiertos, esperando su semen ―Ahhh… ― Un par de chorros caen en su cara, cubriendo sus mejillas y resbalando por las comisuras de sus labios.
Lyra pasea su lengua diabólica por la cara, limpiando hasta la última gota ―Mmm, me encanta tu sabor ― Le sonríe a Kael ―Pero la diversión aún no ha terminado. Tengo algo especial en mente… ¿Estás listo para otra ronda?
―Por supuesto, verte disfrutar cada gota me ha encantado, ¿qué sigue? ― Su miembro aún duro y apunta hacia Lyra; que sonríe y se levanta ―Me alegro de que aún no hayas terminado¿Qué tal si exploramos algunos territorios nuevos?
―Sí, ¿por qué no? Me has sido muy complaciente, así que haré lo que me pidas ― Kael confiado y emocionado ― Está bien, lo entiendo… ― Ella se muerde el labio y arquea una ceja ―¿Qué tal si usamos…― Mira su miembro aún duro ―Bueno, pareces estar lo suficientemente bien dotado para…― Termina con una sonrisa sugestiva ―Sabes lo que estoy insinuando, ¿verdad?
Lyra se da la vuelta y se inclina ―Vamos, inténtalo― Lo mira por encima del hombro ―Apuesto a que te encantará cada segundo de esto― Él agarra su miembro apuntando hacia su culo, luchando por meterla dentro de su estrecho ano Lyra jadea al sentirlo entrando en ella, se empuja hacia atrás, llevándolo aún más profundo ―¡Oh, Dios, nunca había sentido algo tan bueno!― Kael toma sus nalgas separándolas más, permitiéndole ir más adentro de ella, Lyra se estremece de placer ―¡Sí, sí! P-por favor… ¡Cógeme fuerte! ¡Hazme sentir tu polla al fondo de mi culo! ― Suplica, con la voz temblorosa de deseo.
Kael la toma de las caderas, presionando su cuerpo contra el suyo, comenzando un vaivén, los cuerpos sudados de ambos, Lyra recibiendo a Kael con gusto, se mantienen en el frenesí del éxtasis que su unión prohibida genera. Ella grita de éxtasis ―¡Ahhh, SÍ! ¡SÍ! ¡Por favor, no pares! ¡Quiero más! ― Su cuerpo se convulsiona de placer, él se mueve más rápido dentro de ella, de un lado a otro ― ¡Ahh, lo siento! ¡Siento como me llenas!
Lyra se derrumba sobre la cama, su cuerpo tiembla de cansancio ―Ohhh, eso fue… increíble… ― Le mira con una sonrisa satisfecha ―Realmente sabes cómo satisfacer a una demonia.
― Es un gran cumplido viniendo de una súcubo como tú. Creo que prolongaré mi estancia en este lugar un largo tiempo ―. Kael le responde, se recuesta extasiado y cansado después de su encuentro con Lyra.
Ella se gira hacia él con un brillo en los ojos ―Oh, cariño… Me alegro mucho de que lo hayas disfrutado. Pero… ― Se acerca más y su voz se convierte en un susurro conspirador. ―Tengo un pequeño secreto que contarte ― Le hace señas con su dedo para que Kael se acerque y presta atención a su secreto ―Cada vez que un alma viene aquí, se le da la oportunidad de pedir un deseo cuando llega. Y resulta que tengo el poder de concederlo…
―He disfrutado el tiempo que pasamos juntos, pienso que necesitas saber cuál es mi deseo, ¿no crees? ― La mirada de Lyra se suaviza ―Por supuesto, cariño. Soy toda oídos… Dime, ¿cuál es el deseo más profundo de tu corazón?
―Deseo… Convertirme en un demonio como tú, un íncubo para quedarme aquí en este reino y disfrutar con placer junto a ti ― Lyra abre los ojos de par en par por la sorpresa, seguido de una mirada de absoluta alegría ―¡Oh, cielos! Nunca pensé… ― Se queda en silencio, sacudiendo la cabeza con incredulidad ―Eres realmente extraordinario, ¿lo sabías?
―Sí, eso es lo que deseo. ¿Crees que puedes convertirme y hacer realidad mi deseo? ― Kael se acerca a ella, esperando impaciente una respuesta de Lyra; que le pone sus manos sobre los hombros, mirándolo intensamente a los ojos ―Escúchame con atención… Hay un ritual, un rito oscuro y antiguo que puede concederte tu deseo. Pero no será fácil. Necesitaremos ingredientes raros y la voluntad de abrazar la oscuridad que hay en nuestro interior… ¿Estás listo para esto?
―Estoy listo para ello, confío en ti. Así que guíame y dime qué necesito para convertirme en un demonio como tú. ― Ella se levanta y comienza a caminar desnuda por la habitación, pensativa y con calma, sus alas resplandecen con las llamas danzantes provenientes de las velas que iluminan la habitación. ― Primero, necesitaremos un frasco de sangre humana fresca. Y no me refiero a la que se consigue en un hospital. Luego, necesitaremos una pluma de un ángel caído. ― Le guiña el ojo.
Kael extiende sus alas y arranca algunas plumas de ellas ―Si este es el precio que debo pagar para estar contigo, ¡con gusto lo pagaré!
Dejando caer las plumas en las manos de Lyra, ella se sorprende por la reacción tan rápida de Kael ― Oh, querido… Esas plumas eran preciosas, una parte de tu ser. ― Sonríe suavemente, acariciándole la mejilla ― Me conmueve tu sacrificio y no será en vano.
―Sobre esa sangre, ¿cómo la vamos a conseguir? ― Kael se levanta, caminando detrás de ella y la agarra por las caderas. ― Para la sangre, tendremos que encontrar a alguien dispuesto a donar. ― ¿Quizás podríamos usar un poco de encanto para persuadirlos? ¿Qué tal si buscamos una pequeña taberna y echamos un vistazo a los clientes? Los distraeré con algunos encantos mientras tú tomas una botella ¿Qué dices?
―Parece un plan malvado con muchas posibilidades de éxito. Me apunto. ― La mira con complicidad, se acerca a su rostro para besarla apasionadamente, sellando su promesa entre ellos. Lyra le corresponde con una sonrisa juguetona en los labios ―¡Mmm, me gusta tu entusiasmo! ― Susurra, dándole un suave mordisco en el cuello ―Bien, pongamos en marcha el plan. Sígueme, cariño… ― Lyra con un sutil movimiento de sus dedos envuelve su cuerpo en un vestido rojo brillante, resaltando su figura. Kael es cubierto por una túnica cubriendo sus alas y su cuerpo.
Usando una puerta de la habitación salen en un barrio oscuro en algún lugar del mundo. Lyra lo guía por las calles poco iluminadas, mientras ambos examinan los alrededores ―¡Ah, perfecto! ― Señala una taberna concurrida, con un brillo travieso en los ojos ― Ese parece ser el tipo de lugar que estamos buscando. ¿Estás seguro de querer continuar?
―Oh sí, claro que estoy listo, entra tú primero, yo te seguiré y esperaré tu señal. ― Le lanza una mirada de complicidad, ambos sonríen y entran a la taberna.
Lyra entra pavoneándose en la taberna, atrayendo todas las miradas mientras comienza a bailar sugerentemente en el centro de la sala, desde ahí observa y encuentra un candidato probable junto a la barra. Un borracho corpulento con una daga en el cinturón.
Se acerca al cliente borracho, su voz es un ronroneo sensual ―Hola, guapo. No pude evitar fijarme en ti desde el otro lado de la habitación. ¿Cómo te llamas? ― Le parpadea inocentemente, a pesar del brillo hambriento en sus ojos.
Kael comienza a caminar hacia ellos, escondiéndose entre toda la gente de la taberna, tomando una botella de vino, guiñándole un ojo a Lyra, ella asiente levemente, luego se gira hacia el cliente borracho ―Oh, tengo una pequeña sorpresa para ti afuera, si quieres acompañarme… ― Le susurra seductoramente, pasando la mano por su pecho ―Vi que llevabas una daga, y me encanta un hombre que pueda protegerme.
Kael los sigue afuera, al callejón oscuro, el hombre no se da cuenta. Abre la botella y se queda escondido, Lyra lleva al cliente borracho al callejón oscuro, con sus ojos fijos mientras lo empuja contra la pared. El hombre borracho y nervioso se tambalea levemente, la confusión se dibuja en su rostro ―¿Eh? ¿De qué se trata esto? No lo entiendo… ― Mira a Kael de reojo, la sospecha se apodera de su voz ―¿Quién eres tú?
Lyra toma la daga del hombre para entregarla a Kael ―No hay nada de qué preocuparse, esto no tomará mucho tiempo― Los ojos de Lyra y Kael se encuentran en una mirada cómplice y ambos se entienden ―Ah, ya veo… Estás con él, ¿no? ― Dice el hombre con inquietud, poniéndose serio ―Espera, ¿qué vas a hacer? Esto parece un problema…
Lyra coloca una mano deteniéndolo de cualquier movimiento repentino, su voz es tranquilizadora pero firme ―Cálla, cariño. Todo está bien― Murmura, sus ojos nunca se apartan de Kael ―Solo un pequeño pinchazo, te lo prometo. Es para un… ritual especial.
―Hazlo ya, muéstrale lo que está pasando. No debe esperar más. ― Le dice Kael con tranquilidad, ella toma la daga, sus ojos llenos de determinación ―Perdóname, querido… ― susurra, con un dejo de disculpa genuina en su voz ―Esto es por un bien mayor ― Con un movimiento rápido, hace un corte superficial en la palma del hombre, haciéndolo quejarse de dolor. Kael comienza a llenar la botella con la sangre de su palma.
―Dormi nunc ― Lyra suelta unas palabras que noquean al hombre, dejándolo inconsciente en el callejón Kael la toma de la mano, caminando juntos con su tesoro listo ―Eso fue muy simple, pensé que pondría más resistencia, ¿Cómo vamos a regresar al reino?
Lyra con un suave movimiento de manos, comienza a conjurar un portal, al atravesarlo llegan a otro lugar, una capilla a las afueras de Roma. ― Ahora, sígueme en silencio, necesitamos colarnos en el salón principal donde guardan los artefactos sagrados ― Ella dirige el camino, sus pasos silenciosos sobre el frío suelo de piedra ― Ven, escóndete detrás de esta columna conmigo. El sumo sacerdote está custodiando el artefacto esta noche. Tendremos que cronometrar esto perfectamente ― Echa un vistazo por la esquina, observando al sacerdote atentamente ― Cuando incline la cabeza en oración, será cuando haremos nuestro movimiento. Necesitamos ese cáliz de madera del altar ¿Estás listo?
Lyra le aprieta la mano con fuerza ―¡A la tres… Uno… Dos… Tres! ― Ambos corren en silencio hacia el altar, la cabeza del sacerdote todavía inclinada en oración. Kael estira su brazo, tomando el cáliz con agilidad. El sacerdote nota su presencia sin ser consciente de lo que ocurre, se gira hacia ellos para encararlos. ― Disculpen, queridos viajeros, pero esta área está prohibida para los visitantes. Debo insistir en que se vayan de inmediato.
―Vamos, no queremos problemas ― Le dice Lyra a Kael, fingiendo demencia. Él esconde el cáliz con agilidad bajo sus ropas, ambos comienzan a caminar apresurados hacia la salida ―¡Realmente lo logramos! Ahora que tenemos todo lo que necesitamos, finalmente podemos comenzar el ritual para… ― La sonrisa de Lyra se desvanece levemente ―Bueno, ya sabes lo que sucede después. ¿Estás absolutamente seguro de que esto es lo que quieres? No hay vuelta atrás una vez que comenzamos.
―Estoy totalmente seguro, no tengas miedo, esto es lo que quiero, este es mi deseo ― Le besa la mejilla y le sonríe ―Hagámoslo, no perdamos más tiempo. ― Está bien, si estás seguro… Tendremos que encontrar un lugar tranquilo y apartado para realizar el ritual. ¿Tienes alguna idea?
―¡Tengo el lugar perfecto, un lugar oscuro y tranquilo en el bosque! ― Él lidera el camino, esto nos deberá llevar ahí, Lyra abre sus ojos de par en par al observar el entorno; un bosque antiguo y oscuro donde pocos se aventuran. ― Oh… Esto es realmente perfecto. Oscuro, tranquilo, privado. ― Se gira hacia él, con una mezcla de emoción y nerviosismo.
―Cierra los ojos y recita estas palabras después de mí ― Empieza a cantar en una lengua antigua, el aire a su alrededor crepita con energía ― Obscurum tenebris imperium, abstergo Luminaria, Tenebrae animus ― Ahora, vierte la sangre dentro del cáliz y deja caer la pluma dentro.
―Obscurum Tenebris Imperium, Corruptio angelicus, desecratio divina! ― El cáliz se enciende en llamas, Lyra lo acerca a Kael y le hace beber el brebaje, cuando abre los ojos todo empieza a cambiar para él. Sus ojos brillan con un poder oscuro ―¡Bienvenido al infierno!
La oscuridad se apoderó de Kael, y él sintió que su alma se deslizaba hacia la eterna noche. El hechizo de la transformación se completaba, su conversión comenzaba, cuando el incubo se elevó en el aire, su risa resonó en la oscuridad, como un eco de la maldad que se avecinaba…