La primera vez

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T. Lectura: 2 min.

Juan, un hombre heterosexual de 28 años, siempre había sido curioso sobre la experiencia de tener sexo con un hombre. Un día, decidió explorar esta curiosidad y se unió a una aplicación de citas en línea. Fue allí donde conoció a Carlos, un hombre gay de 30 años con ojos verdes y cabello castaño. Carlos tenía una sonrisa encantadora y una personalidad carismática que atrajo inmediatamente a Juan.

Los dos comenzaron a chatear y a conocerse mejor. Carlos era muy abierto sobre sus experiencias y siempre estaba dispuesto a compartir sus historias. Juan se sentía cada vez más intrigado y excitado por la idea de estar con Carlos. Después de varias semanas de charlas y coqueteos, finalmente decidieron conocerse en persona.

Un viernes por la noche, Juan se dirigió a un motel cercano donde se habían citado. Al llegar a la habitación, Carlos lo esperaba con una sonrisa traviesa. “Hola, Juan”, dijo Carlos con voz suave. “Estoy muy emocionado de finalmente conocerte”.

Juan se acercó y ambos se abrazaron. La tensión sexual en el aire era palpable. “Tú también”, respondió Juan, sintiendo un cosquilleo en su estómago.

Carlos lo besó suavemente en los labios, y luego profundizó el beso, extendiendo su lengua para tocar la de Juan. Juan respondió con entusiasmo, sintiendo una oleada de deseo recorrer su cuerpo.

Carlos comenzó a lamer y morder suavemente el cuello de Juan, haciendo que este gimiera de placer. Luego, se movió hacia los pezones de Juan, lamiéndolos y chupándolos suavemente, lo que hizo que Juan jadeara.

Carlos se arrodilló y comenzó a bajar los pantalones de Juan, dejando al descubierto su erección. “Mmm”, murmuró Carlos, “parece que estás muy ansioso”.

Carlos tomó el pene de Juan en su boca y comenzó a lamerlo suavemente, saboreando cada centímetro. Juan gemía de placer, sintiendo la lengua de Carlos recorrer su pene. “Aaaah, sí, cariño, así”, susurró Juan.

Carlos se movió más rápido, chupando y succionando el pene de Juan, haciendo que este jadeara y se retorciera de placer. “Sí, sí, así”, repetía Juan, sintiendo una oleada de placer recorrer su cuerpo.

Carlos continuó chupando y lamiendo, haciendo que Juan se acercara al borde del orgasmo. “Voy a correrme”, gritó Juan, y Carlos se movió más rápido, haciendo que Juan explotara en su boca.

Juan jadeaba, agarrando la cabeza de Carlos mientras se recuperaba del intenso orgasmo. “Eso fue increíble”, dijo Juan, sonriendo.

Carlos se levantó y besó a Juan una vez más. “Me alegra haber podido darte esa experiencia”, dijo Carlos, con una sonrisa traviesa.

Ambos se desnudaron completamente y se tumbaron en la cama, listos para explorar aún más. Carlos se sentó a horcajadas sobre Juan, comenzando a moverse lentamente sobre su pene. Juan gemía de placer, sintiendo cada movimiento de Carlos.

“Mmm, te sientes tan bien”, dijo Carlos, moviéndose más rápido. Juan respondió con gemidos y jadeos, sintiendo su cuerpo acercarse nuevamente al orgasmo.

Carlos se inclinó hacia adelante, besando a Juan mientras seguía moviéndose sobre él. “Quiero sentirte dentro de mí”, susurró Carlos, y Juan asintió con entusiasmo.

Carlos se giró y se arrodilló en la cama, invitando a Juan a penetrarlo. Juan se colocó detrás de él y comenzó a lamer su ano, preparándolo para la penetración. Carlos gimió de placer, sintiendo la lengua de Juan en su cuerpo.

Juan lubricó su pene con saliva y comenzó a penetrar lentamente a Carlos. “Aaaah, sí, así”, dijo Carlos, sintiendo el pene de Juan entrar en él. Juan movió más rápido, haciendo que Carlos jadeara y gimiera de placer.

“Dame más, dame más”, gritó Carlos, y Juan respondió, moviéndose más rápido y más fuerte. Ambos gemían y jadeaban, sintiendo la intensidad del placer recorrer sus cuerpos.

Finalmente, Juan alcanzó el clímax, gritando de placer mientras se corría dentro de Carlos. Carlos también alcanzó el orgasmo, gimiendo y jadeando mientras se recuperaba del intenso placer.

Ambos se recostaron en la cama, jadeando y sonriendo. “Eso fue increíble”, dijo Juan, besando a Carlos.

“Sí, lo fue”, respondió Carlos, sonriendo. “Espero que podamos hacerlo de nuevo”.

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