Antes de comenzar, y al ser este mi primer relato, me gustaría presentarme. Me llamo Verónica y tengo 34 años. Siempre he sido una mujer muy sexual, de ahí mis experiencias, y quizá en este momento me haya apetecido ponerlas en conocimiento de quien desee leerlas. Físicamente mido 1.52 y peso 46 kilos. Siempre he sido bajita y delgada y he mantenido buena forma física. Llevo el pelo en media melena y de color castaño, aunque durante muchos años me teñía de rubia. De joven siempre tuve complejo de plana, así que a los 22 años me operé el pecho y desde entonces luzco una talla 95C con orgullo.
Desde siempre me han gustado los tatuajes, así que con el paso de los años me he ido haciendo uno tras otro hasta llegar al estado actual. Supongo que es un vicio con el que seguiré en el futuro. También me gustan los piercings y luzco varios en mi cuerpo. Creo que no se me olvida nada más, así que comenzaré con el relato.
La historia que voy a contaros sucedió cuando yo tenía 26 años. Por aquel entonces yo tenía novio, se llamaba David y llevábamos juntos seis años. David tenía cuatro años más que yo. Cuando le conocí me pareció fascinante. Por sus conocimientos, por su forma de ser y ver las cosas. Creo que en líneas generales hacíamos muy buena pareja. David, entre otras cosas, me inició en el nudismo. Fue quien me lo propuso y con quien empecé a ir a lugares donde se practicaba.
Al principio con algo de pudor, para que mentir, y poco a poco siendo mucho más natural. Ni que decir tiene que en ocasiones acabábamos follando en el agua o escondidos en algún lugar donde nadie nos pudiese ver. Entre las hormonas de la edad y estar desnudos ya os podéis imaginar.
Por motivos laborales, ese verano no pudimos irnos de vacaciones, pero nos guardamos una semana en octubre para irnos de hotel a Mallorca. Una vez en la isla, David encontró una cala nudista y decidimos ir a pasar allí el día. Al poco de llegar, yo estaba tumbada boca abajo en la toalla con David a mi lado leyendo cuando escuché una voz que parecía dirigirse a nosotros. Giré mi cabeza incorporándome levemente para ver quien nos hablaba a nosotros cuando lo primero que mis ojos se encontraron fue una enorme polla que colgaba entre las piernas de un chico que en cuclillas me miraba.
Solo puedo decir que en ese momento flipé. Aquello que allí colgaba no parecía humano. Se notaba que estaba en reposo, pero que a su vez era pesada. Tenía un tamaño descomunal. Mas grande que la de mi novio dura y, sobre todo, muchísimo más gruesa. Sinceramente, me quedé como hipnotizada ante aquella maravilla que tenía frente a mí. Sin dejar de mirarla y con la cabeza acelerada pensando mil cosas a la vez escuche decir al chico “¿No sois de aquí verdad?” Aun aturdida mirando aquella enorme polla a través de mis gafas de sol, conseguí responder al chico.
Le comenté que sí, que estábamos de vacaciones y que era nuestra primera vez allí. Me fui incorporando lentamente mientras comenzábamos a hablar. Lo cierto es que en esos primeros instantes no me di cuenta, pero el chico solo hablaba conmigo. Para el David no existía. Me preguntaba por mí, a que me dedicaba, si llevaba mucho haciendo nudismo… Yo le iba respondiendo mientras me interesaba por el, preguntándole lo mismo que el me preguntaba a mí. Yo me había sentado en la toalla con las piernas cruzadas, la verdad sea dicha intentando no demostrar que poco a poco me iba excitando, aunque mis pezones duros quizá fuesen algo que me delatase.
Por otro lado, sentarme a lo indio permitía ocultar la humedad de mi sexo. El chico dijo llamarse Martín y sé que alguna vez me pilló mordiéndome el labio, gracias a dios mis gafas de sol ocultaban las miradas y repasos que yo le daba a su polla. Entonces Martin me preguntó si podía acercar sus cosas para estar allí con nosotros y por supuesto le dije que no había problema.
Nada más irse, David me increpó diciéndome que por qué le había dicho que se viniese a donde estábamos. Yo seguía mirando a Martin como se iba sin dejar de poder ver aquel enorme miembro moviéndose al compás de sus pasos. Le dije a mi novio que había que ser educados y abiertos con la gente agradable y él me dijo que no le gustaba en absoluto como era ese tío. Yo le dije que no se pusiese celoso que simplemente intentaba ser maja y le di un beso comiéndole la boca, y por primera vez en nuestra relación me imaginé otra boca en lugar de la de mi novio. Al poco llegó Martin y se puso a mi lado.
Me pidió que le echase crema en la espalda y de mil amores lo hice. La verdad es que estaba fibrado y daba gusto tocar aquella espalda. Luego le apliqué más crema a su culo y entre sus piernas de forma que pude rozar algo (no sé muy bien si fueron sus huevos o la polla). David estaba que echaba humo, pero no decía nada. Tras aplicarme crema de la mejor manera que pude, se incorporó y se sentó frente a mí interesándose por cosas de mi vida mientras que yo le iba preguntando cosas sobre él. Lo típico, que si estás soltero, que si vienes mucho… la verdad es que me hacía olvidarme que mi novio estaba allí.
Y todo esto aderezado con miradas a aquel enorme pollón que me estaba volviendo loca (en aquel momento no lo sabía, pero después pude comprobar que en reposo tenía 17 cm con un grosor que me parecía sorprendente).
Poco a poco la conversación se fue a temas más personales y en un momento dado, Martin me preguntó si mis pechos eran naturales, a lo que yo le dije que no, que me había operado hacía unos años. Que siempre habías sido plana y que quería tener un pecho grande, a lo que él me dijo que se veían preciosas y que si, que lo grande siempre era mejor… lo cierto es que no pude reprimirme y le dije… por supuesto, el tamaño importa y mucho, tras lo cual le miré aquella maravilla de polla y le mordió el labio. Los dos nos reímos un buen rato.
En ese momento David se levantó y me dijo que se iba al agua, que si me iba con él. Yo miré a Martin y él dijo que no le apetecía, así que le dije a mi novio que me quedaba en la toalla. Yo estaba como en otra dimensión vi a mi novio irse hablando para si en voz baja.
Mientras mi novio se daba un baño, Martín y yo seguimos charlando y poco a poco con la confianza empezamos con los típicos roces de cuando dices algo. En un brazo… en una pierna… mi sexo bullía de humedad y de calor… cada vez que notaba un roce suyo me daban escalofríos. El me preguntó si alguna vez lo había hecho en una playa, yo le confesé que sí, pero que siempre alejada de la vista de la gente. La conversación iba subiendo de tono cuando de pronto llegó David de su baño con cara de pocos amigos.
Se tumbó a nuestro lado y Martin me dijo que si nos íbamos al agua. La cara de David era de matar con la mirada. Yo le dije que sí y nos fuimos a bañar. El mar estaba increíble. Martin empezó con los clásicos juegos de salpicar y de dar pequeños empujones, luego que si aguadillas… ya sabéis, buscar la forma de tener más roce. En una de esas yo me desequilibre y él me agarró quedando detrás de mí. Cuando sentí aquello contra mi culo creí que me moría. Nos quedamos un segundo en esa posición. Me dio la sensación que aquello cobraba vida. Mi sexo estaba a mil y yo frenética.
Nos separamos unos momentos, pero seguimos con el juego cada vez más adentro del agua. Entonces Martin me señaló a una pareja que abrazada estaba follando dentro del agua. Era lo que me faltaba. Además, aprovechó para ponerse detrás de mí de nuevo, muy pegado a mi culo. No era posible que aquello fuese real… nunca había pensado que ese tamaño fuese posible. Las piernas me temblaban y mi cabeza daba vueltas. Entonces me aparté u salí del agua lentamente. Al llegar a la toalla David estaba enfadadísimo, pero como Martin venía conmigo no se atrevió a decir nada.
Entonces al sentarme miré de nuevo a Martin y vi como su polla se había puesto morcillona. ¡¡¡Joooderrr!!! Aquello era enorme y aún no había crecido. Las pocas fuerzas que quedaban en mi cabeza se desvanecieron y una vez Martin se sentó en la toalla me abalancé sobre él sentándome en su regazo notando aquel deseo contra mi piel.
David estalló de cólera. Se levantó de la toalla y empezó a gritarme que creía Que estaba haciendo. Que eso era pasarse empezó a llamarme de todo. A mí y a Martín mientras recogía sus cosas. Yo mientras tanto devoraba la boca de Martín como si fuese un animal hambriento. Mi coño empapado se apoyaba sobre aquella enorme polla que notaba como crecía y se endurecía. Martin me comía la boca con pasión mientras sus manos le abrazaban contra él. Dejo un segundo mi boca para bajar a mi pecho lamiendo y succionando mis pezones. El manantial que manaba de mi coño era imposible de frenar.
De fondo seguía escuchando a David llamándome de todo. Martin me levantó y me puso a cuatro patas colocándose detrás de mí. Durante un segundo pude ver sus 27 cm de polla durísima (los medí en otro momento) que me dejaron loca. Lo siguiente fue notar su enorme capullo en mi entrada. ¡Joder! me moría de ganas de sentirle. De pronto de un golpe brutal me clavó su polla hasta notar como hacia tope en mi fondo. Fue como optar una descarga eléctrica en mi interior… mi coño reaccionó con un squirt brutal que salpicó el abdomen de aquel animal.
Se quedó en mi interior mientras yo convulsionaba y me retorcía de placer. Mis piernas temblaban y que quedaron sin fuerzas cayéndome sobre la toalla empapada mientras que me retorcía entre espasmos en el mayor orgasmo que había tenido hasta la fecha. Mis gemidos eran gritos. Mi respiración, con solo una embestida, era frenética. Fue como una descarga brutal de placer en mi interior. David comenzó a irse mientras varios curiosos se fueron acercando.
Mientras Martín seguía quieto en mi fondo y cuando notó que dejaba de temblar, con mi cuerpo tirado en la toalla, empezó a sacarla y meterla lentamente. Cada vez que notaba su capullo llegando a mi fondo una descarga me recorría. Eran como micro orgasmos brutales. Yo como pude eché una mano hacia atrás. Quería notarle. Sentirle. Su abdomen empapado de mis fluidos… bajé la mano y noté su polla… cuando se clavaba en mi fondo aún sobraba fuera de mi coño el tamaño de mi mano… diosss. Me tenía el coño abiertísimo y la tensión de los músculos de mi vagina era increíble.
Poco a poco empezó a subir el ritmo. Gimiendo entre el placer y un dolor muy placentero levanté la cabeza y pude ver a cinco hombres que se habían acercado a pajearse mirándonos. En una de sus brutales embestidas me volví a correr como una loca. Era increíble el placer que me estaba dando aquel tío. Cuando mis espasmos cesaron me dio la vuelta y me tumbó boca arriba. Entonces pude ver como me metía aquel pedazo de polla y lo que se quedaba fuera (con el tiempo os contaré como acabe por conseguir que entrase todo).
Los tíos que nos miraban eran más. Aunque algunos se habían corrido. Martin me follaba duro, aunque luego descubriría que eso no era dureza. ¡¡¡Dios mío!!! Me corría una y otra vez en el placer más absoluto. Comencé a sentir mareos tras más de hora y media siendo follada con aquella enorme polla, en todas las posiciones posibles y de pronto, cuando creí que no podía más, noté como a mi semental se le aceleraba aún más la respiración y los jadeos y de un duro golpe se clavó más adentro en mi que nunca y noté como empezaba a correrse. ¡¡¡Diosss!!!
Mi coño tenso notaba cada uno de los chorros que salían de aquel enorme mástil… ¡joder! uno tras otro que parecían no tener fin. Y entonces me vino otro squirt brutal que le hizo perder el conocimiento del placer tan absoluto que conseguí.
Cabe decir que nunca antes había tenido squirts follando con una polla (con masturbación sí) y que jamás había tenido dos en el mismo acto sexual. Cuando volví en mi estaba descansando sobre mi empapada toalla tapada con la toalla de Martín. No había nadie a nuestro alrededor. Tenía molestias y mis piernas fallaban. Martin me miró y me dijo, espero que te haya gustado… yo sonreí.
Como no podía caminar, Martin me llevó a su coche y de ahí al hotel. David había desparecido. No volvió a hablarme en la vida. Estuve tres días en cama sin poder moverme con molestias y dolores. Cuando conseguí levantarme y no sentir tanta molestia llamé a Martin para verle de nuevo y agradecerle que me hubiese llevado al hotel, pero esa es otra historia.
Si os ha gustado iré subiendo más experiencias mías poco a poco. La foto del perfil es mía, por si os lo preguntabais.
Esperando que os haya gustado os envío besitos.
Muy buen relato espero los siguientes que deben ser muy buenos tambien
Holi.
Hay que disfrutar.
Muchas gracias
Lo mejor que he leído