Iniciando a nuestros hijos mellizos (17)

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Tiempo de lectura: 12 minutos

La orgia continua…

El pecho de Myriam se agitaba, a un lado Martha se convulsionaba , un nuevo orgasmo producido por la verga de su marido la atravesaba como una tormenta, dejándola temblando y jadeante. Los hombres no se detuvieron, era como si estuvieran impulsados por una fuerza invisible, con movimientos primarios e instintivos. Y entonces, con un último rugido gutural, Juan explotó dentro de Marta, su semilla la llenó hasta el borde, las nalgas se contraían exprimiéndose dentro de su mujer, se dejó caer sobre el cuerpo tembloroso de su esposa. Enseguida Miriam llego al límite, vi como hundió las uñas en la espalda de Mario, el orgasmo fue brutal, olas de placer la consumieron.

Mario la volteo y la monto sobre su verga, mi esposa parecía una muñeca de trapo convulsionándose por el orgasmo, no tuvo tiempo de recuperarse.

La visión del ojete del culo de mi mujer cerrándose y abriéndose en cada empalada fue demasiado para mí. decidí unirme, moviéndome detrás de ella y alineando mi polla hinchada en su culo expuesto. A través de uno de los espejos vi como sus ojos se abrieron al sentir la punta de mi verga presionando, la humedad de su coño permeaba toda el área y eso facilito que me deslizara.

A medida que avanzaba, su cuerpo se tensó por un momento antes de relajarse, lo que me permitió llenarla por completo. La sensación de su culo aprisionando mi polla y sentir la presión de la verga de Mario entrándole por enfrente no se parecía a nada que hubiera sentido antes, sumado a la humedad y la sensación de sentir los testículos de Mario unirse con los míos, sabía que yo no duraría mucho.

Nos movíamos como uno solo, cada quien perdido en la necesidad de follar y ser follado. Nuestros movimientos se volvieron más frenéticos, cada empuje nos llevaba más lejos del borde de la cordura. Podía sentir la tensión que se acumulaba en el cuerpo de mi esposa, la tensión de los músculos de su culo apretándome a medida que se acercaba a su punto máximo. Fue en ese momento, mientras nuestros cuerpos se movían en una frenética sinfonía de lujuria, que alcanzamos los 3 el clímax.

Con una última y poderosa embestida, sentí que mis bolas se apretaban y la ráfaga caliente de semen acumulado exploto. Llené su culo con leche espesa, la sensación de su contracción apretándose a mi alrededor me envió al límite. Al mismo tiempo, Mario gruñó chorreando su carga dentro de su coño hinchado. Los ríos blancos de semen cayendo en cascada por sus muslos, era la visión más erótica que había presenciado en mi vida. Los ojos de Miriam se pusieron en blanco mientras llegaba a otro orgasmo segundos después.

Nuestros cuerpos quedaron enredados, exhaustos con los corazones latiendo al unísono, busque los labios de mi mujer, la bese con desesperación, ella aún tenía nuestros miembros en su interior exprimiendo las ultimas gotas de semen, jadeaba como pez fuera del agua, jamás olvidare los ojos de Miriam, vidriosos de satisfacción y agradecimiento.

Juan y Marta nos miraban, exhaustos y sonrientes, sus cuerpos brillaban con sudor. Nos quedamos quietos, tomamos un momento para recuperar el aliento. Los cinco nos quedamos allí en la cama, jadeantes y saciados, nuestros cuerpos eran un lío enmarañado de miembros, coños y humedad.

Decidimos tomarnos un descanso, la tensión se había roto, pero la noche aún era joven. Nos quedamos allí un momento más en la cama, lentamente, casi perezosamente, comenzamos a desenredarnos, a separar nuestros cuerpos. Nuestras miradas se encontraron, y en ese intercambio silencioso, supimos que la noche no había hecho más que empezar.

Juan hizo un gesto hacia el bar improvisado en la esquina de la habitación, con el pecho todavía agitado por el esfuerzo. “¿Por qué no nos tomamos un descanso todos?”, sugirió, su voz era un susurro ronco. “¿Alguien desea comer algo, alguna bebida?”. La vista del improvisado bar, cargado con una variedad de bocadillos y bebidas, nos devolvió una sensación de realidad.

Nos acercamos, todos estábamos desnudos, nuestros cuerpos adoloridos y aun zumbando. La mano de Miriam encontró la mía, nuestros dedos se entrelazaron amorosamente mientras nos acercábamos a la mesa. Sentía una necesidad de mostrarle mi amor incondicional, es sin duda el amor de mi vida, la que me acompaño y confió en mi para formar un lindo hogar, con hijos maravillosos, mi compañera de profesión y de trabajo, ahora aquí desnudos compartiendo con nuestros mejores amigos y su hijo.

Mientras nos colocábamos alrededor de la mesa, Juan nos ofreció un brindis, entregando a cada quien una copa en donde vertió champan frio, y con una sonrisa levanto su mano y nos dijo: “Por esta nueva experiencia que hemos vivido!”. Todos brindamos y tomamos un sorbo,

Martha, levanto su copa y dijo con su característico humor “No sé tú Myriam” Ronroneó, “Pero yo aún no he terminado” Concluyo sonriendo. Myriam le respondió “Espero que no sea así amiga!” Las palabras flotaban en el aire, cada quien a nuestro modo comentamos algo. Todos sabíamos que la noche estaba lejos de terminar, y la anticipación de lo que estaba por venir hizo que nuestras pollas se retorcieran con renovado interés. La conversación fluyó con facilidad, una mezcla de risas e insinuaciones mientras saboreábamos la comida y la bebida, nuestros cuerpos se recuperaban lentamente.

Mario no dejaba de hacer uso de su humor negro y perverso, lamento que su hermana no estuviera en esta reunión. “Es una lástima que no haya podido venir esta noche mi sister, platique con ella días después de la última reunión, le reclame que siendo tan puta como es no se haya soltado, me prometió que en la próxima nos va a sorprender”

Juan asintió “Efectivamente, Mario. La próxima vez, tu hermana nos mostrará a todos lo sexual que es realmente, mi princesa es tímida, pero sé que tiene la misma libido que sus padres”

Llene mi copa con whisky y me integre a la plática, Martha y mi esposa se sentaron en la cama con las piernas cruzadas y desnudas a platicar algo que no alcance a entender. Y en la confianza de estar entre varones y con la impertinencia que me caracteriza solté la pregunta:

“Mario, ya hemos compartido en dos ocasiones y sé que no serán las ultimas, por ello tengo la confianza de preguntarte y espero no te incomode; Tu papa me confió que te gustaría involucrar a tu esposa en nuestro ambiente liberal”

“Ufff me encantaría ver a mi mujer como a tu esposa o a mama, atravesada por dos buenas vergas”

“Por cierto, ya tengo al chico adecuado, muy discreto y con las características que me solicitaste y fuiste muy específico sobre el tipo de hombre que le podria gustar a mi nuera” Intervino Juan

“Por mi experiencia Mario, el proceso es paso a paso, pienso que está bien iniciar con un trio, imagino tu vas a participar” De antemano sabía que el solo quería estar presente ya me lo había confiado Juan. sin embargo, me interesaba que el me lo contara.

“Ustedes son los expertos, yo solo soy un aprendiz que se culea a sus esposas” Respondió Mario con una carcajada

“A propósito del tema, la hija de Miguel, también se va a iniciar, ya le he conseguido una parejita joven como ella” Me sorprendió Juan con la confesión. Al parecer decidió compartirlo con su hijo debido a mi impertinencia con respecto a que sabia los planes de Mario con su esposa.

“¡¿En serio?!… wow eso es muy cool, ¿tienes fotos de tu hija Miguel?

“En realidad no” Conteste

“Yo tengo algunas. ¿Se las puedo mostrar?” Me pregunto Juan

“Emm…si, adelante” Dude.

“No te preocupes Miguel, soy medio loco y pervertido, pero se guardar secretos” Contesto Mario enviándome una sonrisa y tomando el móvil de Juan.

Le mostro las fotos que le enviamos a la pareja y además la foto en donde mi hija estaba en ropa menor junto a nosotros en la cama.

“¡Madre mía Miguel, tu hija esta buenísima!”

“Si, es una mujercita muy bella con un cuerpo de infarto” Agrego Juan.

“Bueno no me lo tomes a mal, pero si mi hermana participa lo justo seria que tu hija también se una a nuestras reuniones. ¿No crees?”

“Si ella lo decide, será consensuado, no pensamos presionarla a nada” Le respondí

“¿Quiere decir que si estás de acuerdo que ella eventualmente pueda participar con nosotros en una orgia?” Pregunto Mario con una erección y masturbándose viendo las fotos de Sandy. “¡Que hermoso cuerpo! ¿Hace ejercicio?”

“Si, es gimnasta y deportista de alto rendimiento” Comente orgulloso.

“Lo imagine, esa cinturita breve, los senos, esas piernas y ese culo seguramente es trabajado en gimnasio”

“Mis dos hijos son deportistas de alto rendimiento”

“Sus hijos son mellizos Mario, al chico no lo conozco en fotos, pero imagino debe ser un chico bello como la hermana” Complemento Juan.

“¿Qué edad tienen tus hijos?”

“21 años” Conteste

“¿Como se llaman?” Pregunto Mario sin dejar de ver las fotos de mi hija, me resultaba un poco molesto mirarlo como se masturbaba al pasar las fotos, era algo realmente sucio y pervertido, aun había en mi atisbos de celos con respecto a mi hija más tratándose de la rudeza de Mario.

“Sandra y Enrique”

“Pues Sandra está muy rica Miguel, espero no te moleste que me exprese así, después de lo que hemos pasado y que le echaste la leche en la cara a mi hermana me siento en confianza de opinar de esa forma. ¿Te molesta?”

“No tengo comentarios… aun es algo que estamos procesando” Le respondí

“¿Y qué hay de Enrique? ¿él sabe que ustedes son swingers? La pregunta más bien es: ¿Sus hijos saben que ustedes están en este rollo?”

“Si, ambos lo saben, somos muy abiertos con ellos” Conteste algo incomodo, quería acabar con esa charla en realidad.

“¡Que cool! ¿y Enrique cuando tendrá su primera vez? Imagino que papa ya le está consiguiendo una parejita.”

“No, el aún no está listo, vamos, no se ha tocado el tema con Enrique” Conteste

“Si se parece a su hermana imagino tiene un buen cuerpo y debe ser un chico agraciado físicamente, a mi esposa le podría encantar estoy seguro”

“Tranquilo hijo, como bien lo expreso Miguel es paso a paso, no hay que presionar y aplica para mi nuera también, no la presiones, toda ira fluyendo”

“¿Ya está de acuerdo tu mujer en hacer un trio con otro hombre?”- Pregunte tratando de desviar la conversación sobre mi hija.

“Bueno, creo que ya la convencí, ¡ahora falta ver que a la hora de la verdad no vaya a correr!” lo dijo riendo como si fuese un juego, Mario es como adolescente caprichoso.

“Solo te aconsejo en buen plan que tengas mucho cuidado, ella debe estar convencida de que en realidad lo quiere hacer, podría costarte el matrimonio y entiendo tienen un hijo pequeño”

“Si Miguel, y no la quiero perder, sé que le gusta follar, lo hacemos casi diario y cada día la noto mas puta, le cuento mis fantasías y ya responde positivamente, se excita lo sé, en las fantasías que le digo cuando la estoy clavando me confiesa que si le gustaría hacerlo con otro hombre, conoce mi carácter y lo caliente que soy, el primer paso será que este con un chico que le guste, yo ya acepté que le puede gustar alguien aparte de mí y que estoy dispuesto a dejarla elegir y que se la folle delante de mí. Fantaseamos con ello y a veces es ella la que me pide que le cuente como le gustaría que fuese esa primera vez ¿y después porque no? Quizá algún día este en una reunión con nosotros, te va a encantar su cuerpo pequeño y compacto lo sé y a papa sé que le vuela la cabeza la posibilidad”

Juan me miro sonriente buscando en mí una respuesta, se encogió de hombros y se terminó su copa resignado y dando a entender que estaba de acuerdo con su hijo.

“¿Ya están listos para continuar?” Martha se río, levantando sus cejas en un gesto desafiante. Miriam se levantó junto con ella y se acercaron al grupo, traía en la mano su copa vacía, Juan le sirvió más vino.

“¿Por qué no nos dan un buen show ustedes dos?” Sugirió Mario tomando a mi esposa y a su mama conduciéndolas a la cama.

Los ojos de Martha brillaron y dijo “¿Por qué no?”

Martha se acercó a Miriam, tomando su rostro entre sus manos, la beso suavemente. Mi esposa respondió con un gemido, y las dos mujeres se deslizaron una alrededor de la otra, sus lenguas se enredaron, sus manos explorando cada centímetro de piel que pudieran tocar. Sus senos se presionaron el uno contra el otro, sus pezones duros y sensibles se tocaron. Sus manos se deslizaron por las caderas y se aferraron a las nalgas, acariciándose y apretándose.

Martha se arrodilló, su boca viajando por el estómago de Miriam, sus labios se detuvieron brevemente en su escaso vello púbico, que olía a sexo y deseo. La respiración de Miriam se agitó a medida que la boca de Martha se acercó a su coño ya abierto, su dedo deslizándose lentamente en la hendidura, explorando cada rincón. Con un suspiro, Martha se zambulló en la carne goteando de Miriam, su lengua bailando alrededor del clítoris sensible y abultado.

Mario, se acercó a nuestras mujeres con una erección furiosa que se balanceaba como una bandera . “¿Por qué no comparten mi verga?” Les ofreció, Sin perder el ritmo, Martha se detuvo por un instante, su boca brillando con los jugos de Miriam, y asintió con la cabeza. Tomo su miembro y con maestría inicio masturbándolo e invitando a Myriam.

Mi esposa se unió y se lo hundió en la boca hasta la garganta, las dos mujeres de rodillas chupaban y lamían al afortunado hijo de la pareja, era un espectáculo mirarlas con los sexos abiertos, después de algunos minutos Mario tenía otros planes para mi esposa, la acostó sobre la cama, le abrió las piernas y se la metió de golpe, Miriam, no pudo evitar soltar un grito de sorpresa y placer al sentir la carne dura presionando contra su entrada ya dilatada. Juan, al ver la escena, se acercó y se unió a Martha que lo recibió con las piernas abiertas…

Y entonces todo volvió a iniciar, durante horas mi esposa y Martha nos dieron placer, en todas las posiciones imaginables, sus orificios fueron estirados en todo momento, descansando en breves pausas para volver a empezar, ni Juan ni yo teníamos la vitalidad de Mario, parábamos, nos íbamos a descansar, platicar y tomar más whisky, mientras Mario, Myriam y Martha continuaban.

Perdí la cuenta de los orgasmos de mi mujer, por mi parte logre recuperarme y participar en otra doble penetración a Martha usando su culo como funda hasta vaciarme. Myriam ya había tenido suficiente ración anal y prefirió el resto de la noche solo usar su vulva y la boca. Fueron demasiadas emociones y no recuerdo la hora ni el momento en que me quede dormido.

La madrugada se colaba lentamente por las cortinas, trayendo consigo la claridad de los primeros rayos del sol. Desperté en un extremo de la cama, Martha estaba a un lado mío dormida y desnuda, De inmediato no vi a nadie más. ¿En dónde estaba mi esposa? Me estaba quedando nuevamente dormido y el sonido de jadeos y gemidos suaves que provenían del suelo me despertaron de mi letargo. gatee sobre la cama y al llegar a la orilla la imagen que se me presentó me impacto; Myriam, acostada boca abajo con las piernas abiertas, sus caderas levantadas y allí en el suelo, Mario la penetraba.

La visión de ver a mi esposa, desnuda y sometida en esa posición con la cara en la madera del piso y rendida a las embestidas del hijo de nuestros amigos, me excitó de inmediato.

Sus piernas temblaban con cada penetración, el maquillaje deslizándose por sus mejillas, sus ojos hundidos reflejando el cansancio de la noche, a pesar de todo se movía al ritmo de cada empuje, sus ojos entrecerrados, vi su vagina roja e hinchada atrapando el grueso miembro también hinchado de Mario. ¿No había tenido suficiente? ¡Por lo visto no! Fingí dormir y con los ojos entrecerrados me dispuse a disfrutar, ahora entendía la razón de los espejos en la habitación de nuestros amigos, tenía una visión perfecta en 3 escenarios de como Myriam era sometida por enésima vez durante la tarde y la noche. ¿En dónde estaba Juan?

La respuesta me llego de inmediato…

Juan, salió del baño, su miembro erecto, aún mojado por la ducha, se acercó sigilosamente a mi esposa que jadeaba levemente con cada empellón, le levanto la cara cansada del suelo y le ofreció su polla. Mi mujer abrió la boca, Mi excitación crecía al verla en tal acto de servidumbre sexual, su cuello estirado, sus ojos entrecerrados, sus mejillas hundiéndose con cada penetración, Su lengua salía, jugando con las bolas de Juan.

“Myriam es una puta! ¡No la podemos llenar que bárbaro!” Exclamo Mario acelerando el bombeo.

“Vaya que si lo es creo que ha superado a tu madre. ¡Y eso ya es una gran medida!”

“¡Me dejo impresionado su hija, que pedazo de culo!” Mario al recordar a mi hija acelero el bombeo contra el cansado cuerpo de mi esposa que sin embargo soltó un chirrido que la hizo alcanzar un orgasmo, sus piernas temblaron y jadeando chupo con avidez el miembro de Juan. Mi esposa me sorprendía realmente era insaciable.

“Si, Sandy es un manjar, va a ser un espectáculo mirarla desnuda y follando” Contesto Juan como si fuese una charla casual y no tuviese su miembro en la boca de mi esposa y su hijo la polla hasta el fondo de su coño hinchado. Mi mujer al parecer no le importo que de quien hablaban era de su hija, seguía gimiendo y chocando contra el cuerpo de Mario.

“¿Te imaginas tenerla, así como tenemos a su madre?” Continuo Mario acelerando las embestidas.

“Me quiero correr en su coño, vamos yo te di la primicia de ser el primero que se la meta, es hora de que tu padre reciba el honor de ser el último” Lo dijo Juan con tono de burla.

Myriam ya no tenía voluntad, se dejaba hacer, simplemente Mario se salió y paso a su boca mientras Juan tomo su lugar, después de un par de minutos soltó la última carga, por segunda vez vi como sus nalgas se contraían llenando un coño. Por mi parte fingía dormir profundamente, la semi oscuridad me ayudaron a pasar de incognito. ¿Aunque en realidad a ellos les importaba mi presencia o si me daba cuenta o no de lo que le hacían a mi esposa?

Miriam se quejó por el cansancio, se veía exhausta, al terminar se levantaron, Mario busco su ropa con prisa y Juan se metió nuevamente al baño, dejaron a mi esposa temblando en la misma posición, con la cara con semen aun en la madera fría del suelo y el culo al aire. El cansancio y la humillación de tratar así a mi esposa no les importo. Su vagina hinchada y abierta, leche chorreando por sus muslos. Juan salió del baño en bata le dio una nalgada y bajo las escaleras seguido por su hijo ya vestido, se escucharon las risas y comentarios al ir bajando, Martha despertó y me miro, “¿Miguel, en donde están todos? Pregunto sonriendo y estirándose.

“Juan y tu hijo se fueron a la cocina supongo…”, Le respondí con la boca seca, mi mente aun no podía creer lo que acababa de suceder, realmente era la primera vez que mi esposa estaba con alguien más sin mi presencia física ya que técnicamente estaba dormido y ausente.

“¿Y que hace Myriam en el piso?”

“Es una historia que algún día contare” Le respondí

Me pare de la cama y con la ayuda de Martha ayudamos a mi esposa a levantarse del suelo, se movía con dificultad, sus piernas temblando y escurriendo semen nuevo y había también marcas de semen ya seco, su cara tenía muestras del semen de Mario. Con cuidado, la subimos a la cama, se acostó desnuda solo con sus zapatillas puestas sobre la cama aun temblando por el cansancio. Cayo de inmediato en un sueño profundo. El sonido de las risas de Juan y Mario se escuchan a lo lejos en la cocina, la vida continuaba.

Martha entra al baño y se colocó una bata, acomodo algunas cosas que recogió del suelo y encuentra el plug anal de mi esposa, la cola de zorra no la vemos por ninguna parte, Martha con una sonrisa recuerda que Mario lo guardo como souvenir. Me lo entrega y como vio que de momento no supe en donde guardarlo ya que yo aún estaba desnudo tuvo una ocurrencia que hasta el día de hoy no sé cómo lo permití.

Martha decide que el plug anal no se perderá, me lo pide, se acerca a la cama, tomo el artilugio, lo limpia, le pone lubricante y se la introduce en el culo a mi esposa que yace en la cama profundamente dormida.

“Si estás de acuerdo lo pondremos en un lugar seguro. Se ira a casa como llego” Dijo con una carcajada.

Y sin más Martha me invita a bajar para tomar una taza de café, me visto rápidamente, me acerco a mi esposa para ver que respiraba con normalidad y bajo a la sala.

El aroma a café recién hecho inundaba la estancia, Martha me sirve una taza y tomo asiento en cualquier lugar, el café caliente me ayuda a despertar. La conversación continúa con las risas y comentarios sugestivos de Juan y Mario sobre lo que paso en la noche. Mi mente aun trata de digerir lo que paso con mi esposa al final, la escena que vi desde la cama me dejo un sabor agridulce, la curiosa combinación de emociones que generan el voyerismo, la traición y el morbo.

Mario se despidió ya que su esposa le había llamado varias veces durante la noche, simplemente nos saludó de mano y salió rápidamente, se fue justo como llego.

Al quedarnos los tres, Juan se río y dijo: “¿Ya dejaron a la señora ninfómana descansando?” Sentí un escalofrío por la espalda, el comentario de Juan me desconcertó, el jamás la había llamado de alguna forma incorrecta u ofensiva. Simplemente me pareció fuera de lugar ya habría tiempo para analizarlo, por ahora aun me sentía aturdido y cansado.

Juan nota mi semblante y quizá tratando de suavizar su comentario me comenta que la actitud de Myriam ha cambiado con respecto al sexo, que Martha había pasado un proceso similar. Y buscando la aprobación de su esposa ella estuvo de acuerdo.

“No te molestes amigo, simplemente pienso que Myriam en el futuro va a necesitar más que una polla, se de lo que hablo y eso me recuerda la opción del grupo Los Mandingo.”

Aun con la imagen de mi esposa usada prácticamente hace menos de una hora por Juan y Mario, intento mantener la compostura, bebiendo café. Juan, retoma el tema que había quedado inconcluso con la llegada de su hijo.

“Créeme los Mandingo son realmente intensos, no te van a sustituir ni quiere decir que no satisfaces a tu mujer, son un complemento a la vida que elegimos, sé que disfrutas tanto como yo ver a nuestras esposas gozar” comenta Juan, “Tenemos que organizar algo en conjunto, estoy seguro que Myriam lo va a disfrutar como Martha ya lo hizo” Tuve que admitir que la idea me excita y a la vez me aterroriza.

Continuará.

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Enrique1975
Escribir relatos y sumergirme en la creación de fantasías es abrir una puerta a universos infinitos, donde todo es posible. Si bien gran parte de lo que escribo coincide con mi vida personal en pareja en el tema cuckold, la fantasía, en particular, me permite jugar con la magia, creando escenarios donde la imaginación no tiene fronteras.

5 COMENTARIOS

  1. Hola, muy buenos tus relatos me tienen enganchado con ellos, cuando estará listo el capítulo 18? Tienes cronograma de publicación? Gracias muy buenos. Saludos

  2. Saludos ! (Roberto Bolaños) Me hizo mucha gracia tu comentario, cuando hay oportunidad vengo a actualizar y subir los relatos. Y si tengo el tiempo de contestar sus mensajes, son muy pocos los que comentan Lol! . Asi es que a mis pocos pero sinceros seguidores un abrazo.

  3. Estimado Enrique, has escrito a tiempo. Estuvimos a punto de reportarte como persona desaparecida! Sabrás entender lo conmocionados que estábamos tus seguidores por la ausencia de tus publicaciones jaja.
    Muchas gracias por esta entrega doble y por tomarte el tiempo para responder nuestros mensajes. Y ahora ya esperamos la entrega 18… Así de insaciables somos.

    Un abrazo

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