Fui por cerveza y terminé con una insaciable madura

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T. Lectura: 8 min.

Hola, está fue una aventura inesperada que tuve el fin de semana pasado.

Me presento, todos los que conozco me llaman Outis, soy de Colombia, tengo 30 años y soy alguien promedio en todo sentido. En fin, aquí la vivencia.

Era viernes y había quedado con un amigo de salir a tomarnos algo y jugar ajedrez un rato. Llegué al bar que normalmente frecuentamos y me hice en la barra a esperar que llegara mi amigo, saludé al barman, de tanto frecuentar se podría decir que somos amigos, así que conversamos de cualquier pendejada.

Mi amigo no sé porque demoraba, así que lo llame y resulta que había olvidado decirme que le tocaba trabajar tiempo extra así que no podría llegar.

Juro que pensé en irme en ese momento, pero al final decidí quedarme a tomar una cerveza más.

Estaba hablando con el barman que siempre me atiende respecto al partido de básquet que estaba sintonizando, cuando otro barman me pasa una cerveza diciendo que la enviaban de una mesa del otro lado de la barra, levantó la mirada y estaba una mujer muy arreglada y muy sexy, por acá la llaman catana (después supe que tenía 42 años) le agradecí con la mirada y le hice un guiño de ojo en señal de complicidad.

Luego de un rato, y en señal de agradecimiento pedí una cerveza para mí y una copa de Ron que era lo que tomaba la mujer de la mesa.

Le dije al barman que yo los llevaría y fui a entregárselo.

Outis: -Hola muñeca, te agradezco la cerveza y te igualo invitándote a un ron. Dije mientras le dejaba la copa en la mesa.

Claudia: -Gracias, por el ron y por lo de, muñeca. ¿Y cómo te llamas? Porque le pregunté al camarero y me dijo que Outis.

No pude evitar reír.

Outis: -En realidad no es mi nombre es un apodo. Desde siempre me han llamado así mis amigos. Así que si gustas puedes llamarme así y empezamos a ser amigos mientras le picaba el ojo.

Claudia: -Ok Outis será, mucho gusto me llamo Claudia.

Outis: -Hola Claudia, cómo estas muñeca, te importa si me siento, y así empezamos a conocernos

Claudia: -Claro dale, con confianza

Outis: -y que me cuentas de vos, ¿vienes muy seguido?

Claudia: -Algo, vivo cerca de acá así que suelo venir cuando no quiero quedarme sola en casa.

Outis: -a qué bien, yo también, aunque casi siempre vengo con un amigo, se podría decir que es el punto medio de los dos entonces nos vemos acá para conversar o molestar.

Claudia: -si ya te había visto en otras ocasiones, pero nunca te había hablado porque estabas con alguien siempre

Outis: -si, a qué mal de haberlo sabido hace tiempo lo habría mandado para la porra para que te me acercaras antes…

Ambos reímos y hablamos vanidades, sobre nuestros trabajos y demás.

Ya con varios rones encima, pues empecé a tomar lo mismo que ella y ver qué estaba realmente sexy, decidí lanzarme a ver si terminaba bien la noche. Empecé a acercarme más a ella con la excusa de hablarle al oído por el ruido y a poner mis manos en su pierna.

Le empecé a decir que estaba muy linda y a morder el lóbulo de su oreja. Ella empezó a sobarme la pierna y poco a poco nos fuimos metiendo mano, ella sobaba mi pene sobre el jeans y yo fui metiendo mis manos en su falda hasta llegar a su vagina.

Outis: -vaya parece que alguien está húmeda, que rico.

Claudia: -jummm y que esperabas teniéndote cerca y mordiéndome la oreja.

Outis: -así entonces si le muerdo esos labios tan sexy, como se pone mmmm

Claudia: -Tendrás que averiguarlo, eso sí tendrás que hacerte responsable si lo haces.

La mire fijamente y le di un beso lento en los labios, lo que no esperaba es que acto seguido ella me comiera la boca con desesperación y vaya que sabía hacerlo, nuestras lenguas empezaron a jugar en su boca mientras yo jugaba con su clítoris bajo la mesa.

Claudia: -uff espera un momento voy al baño porque me tienes…

Se paró y cruzó frente a mí y pude ver sus nalgas y con esa falda si que se veían apetecibles, así que no aguante y le di una pequeña palmada. Ella se sorprendió y me sonrió.

Aproveche que fue al baño y pague la cuenta al barman. Una vez que regreso cruzo está vez frente a mí y vi sus pechos, no eran grandes, más bien medianos pero se veían bien puestos.

Outis: -muñeca, no sé si quieres algo más, o si mejor te invito a un trago en mi casa.

Claudia: -mejor en la mía, está más cerca y mañana tengo que trabajar así que no puedo amanecer en un apartamento que no sea el mío.

Outis: -ok mucho mejor, te sigo entonces.

Salimos del bar, yo pasé mi mano por su espalda reposando en sus nalgas.

Al llegar a su apartamento se veía que era una mujer con buen poder adquisitivo, era un apartamento unipersonal, de 2 alcobas y comedor, muy bien decorado.

Claudia: -vivo sola por si te lo preguntas, siéntate cómodo, en la nevera debe haber cerveza o licor, yo voy a ponerme algo más cómodo.

Outis: -así te ves rica, no tienes que ponerte nada, por el contrario si quieres te ayudo a quitar.

La jale hacia mí y la bese nuevamente mientras sin ningún reparo le agarraba las nalgas

Claudia: -Tranquilo que ya no harás, es solo que no estoy acostumbrada a sentirme así de mojada como tú me tienes.

Entro a uno de los cuartos, mientras yo sacaba una cerveza de la nevera.

Al regresar quedé sin palabras, por dios que mujer, en verdad no la había detallado tanto pero era una belleza.

Regreso usando una pijama roja de esas de satín tipo vestido con bata, se le veía el punto duro de los pezones y unas piernotas, al llegar junto a mi la hice dar una vuelta mientras la contemplaba desde el sofá.

Outis: -Por Dios, eres belleza en su máxima expresión.

Claudia: -gracias

Se acercó a mí y comenzamos nuevamente a besarnos sin perder tiempo, poco a poco la hice quitar la bata y ella me hizo quitar la camisa que tenía puesta yo.

Fui bajando por su cuerpo hasta llegar a su cintura luego pase mis manos por su espalda hasta llegar a sus nalgas y apretar las, ella subía su mano por mi pecho, hasta llegar a mi cuello, la hice subir sobre mí y fui besando su cuello hasta llegar a su pecho y morder sus pezones aún con la pijama puesta, dio un leve gemido mientras le mordía el pezón, quite la tira de su pijama y bese su pezón ya sin la tela de por medio, jugaba con mi lengua alternado entre cada uno de sus senos mientras con mi mano subía poco su pijama, vaya sorpresa al sentir que no tenía nada bajo la pijama.

Outis: -vaya que tenemos aquí, pero si no traes nada debajo, que rico.

Fui besando su cuerpo lentamente mientras bajaba hasta llegar a su vagina, olía delicioso, y seguía húmeda.

Pase mi lengua por su clítoris que estaba duro y mojado por su humedad mientras ella gemía.

Pasaba mi lengua entre sus vulva y sus labios y la introducía, como si la estuviera penetrando.

Claudia no dejaba de gemir.

Claudia: -si que rico, si sigue así, hace rato que no me comen la vagina así de rico.

Cada vez se mojaba más y yo seguía entregado a darle placer con mi boca, esa vagina se merecía que me tragara todo lo que podía dar, ella apretaba mi cabeza con sus piernas mientras me tomaba del pelo como intentando que me tragara más su vagina y yo le apretaba con las manos los pezones.

De un momento a otro empezó a gritar

Claudia: -Dios Outis sí, sí sigue así que me voy a venir dios.

Mientras gemía y gritaba soltó un chorro de su fluido el cual no desaproveche y recibí todo con mi boca mientras ella seguía apretando mis cabeza y temblaba.

Claudia: -Dios, de haber sabido que sería así desde la primera vez que te vi te habría invitado a mi mesa, uff deja recupero el aire, bebé.

Yo me incorpore sobre ella y la bese.

Claudia luego de recomponerse se quitó la pijama y pude verla totalmente desnuda, se veía que era una mujer con un gran físico y se cuidaba mucho en el gym.

Claudia: -ven déjame quitarte esto (refiriéndose a mi jeans) y te agradezco por semejante orgasmo que me diste.

Se arrodilló frente a mí y me soltó la correa y bajo el jean, con todo y bóxer, liberando mi pene, el cual salto de una al sentir que lo liberaron.

Claudia: -voy a tener que recompensarte por tan rico sexo oral que me distes, así que espero lo disfrutes.

Outis: -todo tuyo ricura, para que lo disfrutes no es mucho pero es con todo gusto ( debo confesar que no tengo un gran pene es promedio entre 12 y 15 cm, pero si es algo cabezón, lo cual no sé porque pero suele gustarle a las mujeres con las que he estado)

Claudia: -así está bien, lo importante es lo rico que la vamos a pasar con el, además esa cabecita de champiñón se ve toda rica.

Mientras me daba besos en la cabeza y empezaba a pasar su lengua por todo el prepucio.

Yo me puse cómodo en el sofá recostándome.

Claudia para estar más cómoda, tiro un cojín al piso y se arrodilló sobre el y empezó a darme uno de los mejores orales que he tenido en mi vida.

Se tragaba toda mi verga, me mordía suavemente la cabeza, bajaba por toda mi verga hasta llegar a los testículos y metérselos en la boca mientras me masturbaba con la mano.

Por dios que bien lo chupaba, tuve que hacer un esfuerzo para no venirme tan rápido, aunque de poco sirvió pues al poco tiempo estaba por estallar.

Claudia lo debió notar porque me dijo.

Claudia: -ven vamos dame todo eso, quiero saber a qué sabe tu semen. Mientras me besaba la verga y con la mano me acariciaba los testículos.

Outis: -aquí tienes ya no aguanto más es todo tuyo.

La tome de la cabeza e hice que se lo trabara todo mientras sentía como soltaba un chorro de semen en su garganta. Claudia sintió algo de arqueo en la garganta, sin embargo no se lo saco y espero que soltará todo.

Al sentir que ya no me salía más, tomo algo de aire y me limpio con la boca toda la verga, que aún seguía como hasta de bandera.

Claudia: -ven vamos a la cama, que quiero que me lo metas ya.

Me tomo de la mano y me hizo parar, dirigiéndome a su cuarto, dejando atrás toda nuestra ropa.

Al llegar a la cama se recostó, mientras nos besábamos y yo me subí sobre ella en la típica posición del misionero, su vagina seguía tan húmeda, que fue fácil penetrarla sin necesidad de guiar mi verga, Claudia gemía mientras yo la besaba y penetraba lento, pero profundo.

Le besaba el cuello y le decía al oído, lo rica que estaba con cada penetración, ella pasaba sus manos por mi espalda o me jalaba del pelo o apretaba las nalgas.

Le di vuelta, quedando ella sobre mí, sin dejar de penetrarla, enseguida ella siguió el ritmo empezando a cabalgarme, mientras yo era ahorra quien le apretaba las nalgas y seguía el ritmo de la follada, en algunos momentos le levantaba las nalgas y hacia un mete y saca rápido e intenso mientras ellas gemía.

Claudia: -Si que rico, sí, vas hacer que me venga otra vez.

Outis: -Así que rico, eso quiero, vente, mojarme la verga con tus fluidos.

Claudia: -ahí papi que rico, si dame a si. Me vengo, me vengo Dios ahhh.

Tuvo otro orgasmo intenso, sentía en mi verga como apretaba su vagina mientras se venía y yo le chupaba los senos y mordía sus pezones.

Claudia: -Papi tienes como buen aguante que rico, yo ya llevo varios orgasmos y tu aún no te vienes, que bien porque quiero que me des en cuatro.

Mientras se baja de mí y se ponía en cuatro, recostada sobre la cama y levantando el culo, que vista tan rica la que tenía, sus nalgas abiertas y su vagina choreando fluido.

Procedió a chuparle nuevamente la vagina, ahora en esta posición, teniendo a mi merced todo, desde su vulva hasta si culito, el cual se veía rosadito y apretado.

Claudia no debajo de gemir mientras yo me comía toda su vagina y daba especial atención a su culito, lo cual como que entendió mi intención porque de una me cortó.

Claudia: -se siente muy rico, pero no, ni se te ocurra pretender que me vas a dar verga por el culo, no, no eso duele mucho.

Outis: -aún no lo has probado conmigo, prometo ser gentil.

Claudia: -no, ni de riesgo, de pronto en otra ocasión, que esté preparada porque eso duele mucho. Mejor dame verga otra vez que mi vagina quiere sentir como la partes en dos con esa verga tan rica que tienes.

Puse mi verga en la entrada de su vagina y como me pidió se la enterré de un solo golpe, Claudia grito entre placer y dolor al sentir como mis testículos chocaban con sus nalgas, empecé un mete y saca intenso y fuerte, casi salvaje, pues sabía que no duraría mucho y quería sacarle un nuevo orgasmo.

La agarraba duro de la cintura mientras la penetraban sin compasión y le decía lo rica que estaba, como me encantaba su cuerpo o le daba nalgadas, las cuales parecían gustarle.

Claudia: -así vamos así, dura vamos duro, estoy que me vengo otra vez vamos dame duro, vente conmigo, si lléname.

Outis: -así eso quieres, que te lo Eche dentro, sí

Claudia: -si papi sí vamos lléname, hazme tuya déjame tu semen dentro.

Outis: -tus deseos son órdenes, ten lo que quieres es para ti.

Grite mientras le apretaba la cadera y la penetraban profundamente, gruñendo mientras descargaba toda mi corrida lo más profundo que podía, dentro de ella.

Hasta quedar rendido y desplomarme sobre ella.

Cuando ya había soltado toda mi corrida quedé tirado sobre ella mientras la abrazaba y sentía como mi verga perdía erección y se salía de su vagina, al pararme pude ver cómo le salía semen y caía sobre sus sábanas. Me acosté a su lado y la jalé sobre mi para besarla.

Outis: -que rico, y pensar que me quería ir cuando mi amigo me dijo que no podía llegar, de lo que me hubiese perdido. Espero se repita.

Claudia: -papi si me prometes que siempre será así, cuando gustes bebé. Me dejaste acabada, pero muy satisfecha.

Nos besábamos mientras yo le agarraba más nalgas y al poco tiempo nos quedamos dormidos.

Al otro día desperté y salí a la cocina por agua, al regresar al cuarto la vi dormida totalmente desnuda, y admire su cuerpo, mi pene fue poniéndose erecto, así que me acerque mientras la besaba, para volver hacerlo, pero eso espero sea otro relato, si este les gustó.

Estoy abierto a sus comentarios, opiniones y sugerencias. Muchas gracias por leer mi primer relato.

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1 COMENTARIO

  1. Felicitaciones !!! Muy buen relato.
    Y muy afortunada Claudia por recibir tantas atenciones a cambio de una cerveza..
    Espero ansiosa tu próximo relato.

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