Elección ¿buena o mala) (3)

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T. Lectura: 7 min.

Esta parte es continuación del relato que comienza con contacto con el sexo bisexual con una mujer y un hombre y a la madrugada terminó en casa de este hombre.

No sé si fue una buena decisión cuando Rebeca me despidió de su casa y acepté la invitación de aquel hombre para seguir la noche dejando mi coche en las cercanías de la casa de aquella mujer que me había llevado a experimentar mi lado femenino como ella decía.

Me sentía mujer había disfrutado no sé si más por el placer que por el morbo de ser poseído analmente y haber hecho sexo oral a un pollón de verdad.

Mi decisión de irme con la que el hombre solo fue mía profundizando más en mi sexualidad femenina o mi homosexualidad, no lo pensé pero sí creo que lo deseaba porque disfruté en el trayecto chupando aquella polla y luego en su casa desee más todavía pero mi macho alfa ya estaba tan rendido como yo.

A la mañana cuando me desperté y vi que me encontraba sola en la cama fui a la cocina donde cuando vi aquel macho completamente desnudo comencé a darle mi boca y sin dudarlo me tragué aquel pollón que enseguida comenzó a ponerse dura.

Me interrumpió para desayunar y aquello fue un desayuno erótico festivo compartiendo besos y pequeños bocados cada minuto que pasaba me sentía más hembra y quería que aquel macho me tratase como tal.

Se fue a la ducha y luego me invitó a hacer lo propio pero antes me dejó un conjunto de lencería y un camisón o salto de cama en el que se transparentaba todo.

Cuando salí mi macho estaba sentado en el sofá y yo me senté ahorcajada sobre él y comencé a comer su boca mientras sentía sus manos por todo mi cuerpo cuando ya mi grado de excitación era masivo comencé a comerme aquel pollón que ya estaba duro como una piedra , le pregunté sí quería fallarme o prefería usar el condón.

-Depende donde quieres que termine, donde tú quieras hoy soy todo el día tuya, me dio un condón que infunde con toda la maestría en aquel pollón.

Y poco a poco mirándole a la cara me senté hasta meterme el último centímetro mientras me daba la lengua con él.

Tenía mi ojete dolorido pero me podía más el morbo de sentirme mujer y deseada que todo lo demás era una extraña sensación algo que no podía explicar cabalgué sobre mi macho durante un un rato para luego ofrecerle mi cuerpo a cuatro patas este no se hizo de rogar y sin casi darme cuenta el filo de un solo golpe aquella Berga en mi interior.

Sus manos sobre mis caderas me presionaban lo justo y yo echaba mi culo para atrás para sentir sus pelotas chocan contra las mías sus caricias en mi espalda y en mi culo todavía me ponía más caliente.

Cerca de cuarenta minutos duró aquella follada y cuando ya no podía más por mi colorido ojete yo misma quité aquel condón y comencé a mamarla lentamente cogiéndome todo mi tiempo haciéndole sufrir de placer mirándole a los ojos como una auténtica puta y cuando sentí que se iba a correr dejé mi boca abierta y mi lengua fuera para recibir aquella leche como un río blanco que brotaba hacia el interior de mi garganta.

Aquel macho se convulsionaba y temblaba mientras se corría y yo disfrutaba viendo aquel macho ahora indefenso.

Los últimos restos de leche los compartí con aquel hombre como si quisiera agradecerme mi entrega y para mí fue un gesto de amor.

Después comenzamos a conversar sobre cómo el plan de Rebeca era conseguir feminizar a un chico y convertirlo en lo que habían conseguido conmigo siendo yo hasta el momento su obra cumbre.

Me dijo que él era bisexual preferentemente activo y dominante que le gustaban los chicos femeninos tanto como las mujeres y que podía pagarse travestis pero prefería amateurs no profesionales.

Me ofreció ser su hembra en la intimidad y darme unas buenas propinas y encargarse de mi vestuario.

Yo estaba en una nube un macho que había conocido la noche anterior me proponía algo así como ser su novia y en cierta medida su puta ya que pensaba darme dinero también cosa que sin ninguna duda lo venía mal aparte del sexo.

Me dijo que me lo pensaría y también que podría disfrutar del sexo con Rebeca y que no tendría que rendir cuentas sobre lo que hiciese fuera de casa, de la puerta para adentro tendría la vida como mujer para él.

Le besé apasionadamente en la boca y me fui a recoger las cosas del desayuno mientras me fui familiarizando con la casa él ya sabía que mi decisión estaba tomada.

-Qué prefieres que sea la señora de la casa o la puta de la casa, sin ninguna duda quiero tu lado de puta.

-Pues ya sabes yo haré de puta y tú de mí macho y si además me vas a pagar mejor todavía.

Aquella misma tarde tomé la decisión de irme a vivir con lo que el hombre como su concubina con todas las consecuencias y él aquella tarde me hizo una transferencia bancaria sobre lo que sería mi salario de puta.

Como el piso en el que vivía me pertenecía me vendría muy bien para pagar la hipoteca e incluso podría alquilarlo para liquidado antes con el préstamo.

Mi comportamiento no era muy normal pero a medida que pasaba las horas con aquel hombre me sentía más mujer más puta y deseaba de corazón convertirme en hembra.

Aquella tarde terminó el otro polvo y ya sobre el anochecer me acerco a mi coche y me fui a mi casa casi sin importarme que me viese alguien vestida de mujer.

Tarde una semana en preparar la mudanza y mi macho me puso profesionales para ayudarme al traslado.

Desde el minuto cero tenía mi armario con mi ropa y bien variada diferentes pelucas calzado abundante lencería y vestidos y minifaldas todo ello ropa muy juveniles y sexys.

Estaba claro que aquel hombre tenía dinero y una posición que yo tenía que preservar.

-Cielo te apetece que celebremos mañana tú mudanza aquí, tenía pensado en algo y me gustaría que aceptases, sí claro corazón lo que tú quieras, en serio, no lo dudes.

-Me gustaría que celebraremos una especie de boda como si nos casásemos, creo que sería interesante lo crees.

-Sí claro pero tal vez no tengas que hacer con algo más de tiempo, perfecto lo dejamos para la semana que viene.

La vida entre mi trabajo y mi entrega como mujer por las noches era de flipar deseaba llega a la casa y transformarme en hembra y no solo eso sino satisfacerse sexualmente a mi macho.

Le pedí saber cómo y sería la boda me dijo que Rebeca sería la que los casaría y que lo demás no me preocupase.

Aquel sábado ve vestí en casa de Rebeca lo único que igual de los otros fue unos buenos morreos y nada más después me vestí con un vestido de colegiala calcetas una peluca con coletas y unos zapatitos de tacón muy sexy muy femenina y juvenil adornado con un buen maquillaje uñas pintadas tanto de manos como de pies.

Me llevo a casa de mi macho y cuando llegamos había un buen surtido de canapés flores y varias cubiteras con distintas bebidas.

Era de imaginar que no seríamos solo los tres aunque pensé que me daba igual porque sería gente de confianza de mi macho.

A las ocho de la noche era digamos el bodorrio y un cuarto de hora antes tocaron al timbre.

Mientras tanto Rebeca había situado varias cámaras de vídeo.

Yo me he encontrado a mi excitada por todo aquel montaje sabía que no era más que una escena pero me sentía como una princesa.

Rebeca fue la que trajo a los invitados, tres hombres entre cuarenta y cincuenta y largos bien vestidos cada uno de ellos.

-Bueno bueno preséntanos a la novia comentó el mayor de ellos, aquí tenéis a mí hembra con la que hoy me voy a casar entre amigos.

Bueno bueno es como si fuese la frase de aquel hombre tu hembra y la de los demás, no me dio tiempo cuando aquel hombre comenzó a besar mi boca mientras me sobaba el culo y los otros dos hombres le llamaron la atención para que no me acaparase estos hicieron exactamente lo mismo e invadieron mi boca con sus lenguas entregándome yo algo que imaginaba mi macho quería.

Aquellos hombres también besaron al novio y enseguida procedemos a teatro de boda.

Después de lo que se podía parecer a una ceremonia nupcial Rebeca pronunció aquellas palabras.

-Podéis disfrutar de la novia.

Como resulta que como celebración iba a ser la diversión de los amigos de mi marido y los tres ya se estaban desnudando, ante mí tenía aquellos hombres completamente desnudos el más joven lucía ya una buena erección mientras el mayor se la machacaba con ganas y él de edad intermedia tenía su polla mirando hacia abajo.

Me senté en el sofá y esperé aquel se acerca el que primero lo hizo como si fuese por edad fue el maduro comencé con chupando sus pelotas y enseguida comenzó a gemir y agita su respiración mientras aquella polla creció hasta los 16 centímetros con un grosor normal.

Todos tenían prisa por que se la chupase pero tanto más por follarme y enseguida a que maduro se colocó un condón y la clavó hasta los huevos casi del tirón.

Ahora a cuatro patas ves estaba comiendo la del más joven era más gruesa y más o menos sobre 15 y 16 centímetros cada embestida desde atrás me hacía tragarme aquella polla entera.

Yo me esperaba el mamarla lo mejor que sabía y este en un par de ocasiones la sacó para no terminar.

Yo no sé si tenía prisas por terminar con aquella polla en mi boca que cogí aquel macho por las nalgas y lo dejé separarse hasta que derramó una buena cantidad de leche en mi boca todo aquello estaba siendo grabado en primeros planos tanto por Rebeca como por mi macho.

No tardó mucho más en pedir mi boca el más maduro y me regó con una buena cantidad de leche que recogí sacando mi lengua como buena puta mientras mi macho besaba mi boca para recoger restos.

-Bueno nena me toca a mí esta ya verás que es un poquito más grande y gorda, este se colocó de tal forma para que lo que comieses su pollo si no su culo venga zorrita quiero ver qué te han enseñado estos este era como un señorito y hasta que mi lengua no le sacó sus primeros gemidos no paró luego me introdujo aquella apoya la boca que ya babeaba y comencé a chupársela con ansia mientras me daba buenos pollazos y me advertía de que no me iba a librar de que me la clavase por el culo.

Mi macho también se acercó a chupar aquel pollón que me medía por lo menos diecisiete centímetros pero algo más gruesa que la de mi macho.

Mientras sentía como me untaban lubricante y algún dedo traspasaba mi esfínter.

Me puso boca arriba sujetando mis piernas contra su pecho y una vez que la tuvo a la entrada de mi ano, comenzó a ejercer fuerza y fue avanzando en centímetros de centímetros entró fácilmente imagino que por qué mi grado de excitación y mi respiración se acompasaron.

Mientras seguía comiéndome las pollas que me ofrecían aquellos amigos de mi hombre durante un cuarto de hora sentí como aquel pollón me llevaba y cuando se fue a correr mi boca a recibir aquella que he hecho un torrente de leche blanca y espesa salpicando mi cara mientras se reía esto para tu marido para que te lo limpie.

Después de aquello yo fui abajo del que me hizo el amor mientras los otros tres hombres ya estaban enzarzados los con otros y vosotros chupábamos apoya más gorda por vicio.

Después de comer los canapés y beber la cosa siguió el auténtico orgía que Rebeca grabó para posteridad.

Serían las tres o las 4 de la mañana cuando dejamos de follar y yo tuve placer de descargar mi polla en el coño de Rebeca para luego evidentemente limpiar mi propia leche.

Nueve o diez cargas de leche había probado aquella tarde noche y mi estómago rebosaba.

Aquellos machos se quedaron a dormir a mí me tocó hacerlo con el mayor mientras a mi marido le tocó con los otros dos Rebeca ya lo pintaba nada en aquella casa.

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