Economista y prosti: Segunda inauguración (2 – final)

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Tommy, sabedor de lo inminente, se quedó filmando en panorama. No pasó mucho y Sebastián comenzó a lanzar sus chorros dentro de mí. ¿Por qué me gusta tanto? Yo gemía y murmuraba: “más, mas, quiero más”.

Sebas se dirigió a Tommy y le dijo: “Acerca la toma”. Y cuando Tommy puso el celular cerca de mi concha, Seba se salió de mí… un chorro delgado y continuó de leche se escurrió desde mi interior a las sábanas, registrado en pantalla, y Sebastián y yo, instintivamente quedamos acostados, de frente.

Nuevamente Tommy puso la cámara fija, y al salir, dijo, simplemente como comentario: “haré nueva propuesta”.

Salió, el grupo estaba muy muy excitado, tanto mi segundo ofertante como los dos que no habían calificado.

A ellos se dirigió Tommy, dándole a cada uno una de mis tarjetas de economista. “Si desean contactar a Sofía, aquí tienen su tarjeta”… él mensaje era evidente, algo así como que estaba implícito que si me llaman y pagan, me pueden tener.

Y lo complementó (más tarde se lo dijimos a Seba): “Hoy es un día especial, por eso se ha puesto un límite de tres horas, pero en realidad Sofía atiende a satisfacción del cliente, ya sea tres horas, toda una tarde o todo un día, aquí o en nuestra casa de campo”.

Las consultas fueron instantáneas, acerca de la casa de campo, acerca del no límite de tiempo, que si era posible hacer de todo… ”casi todo, nada de mal gusto, nada escatológico o violento, a lo sumo alguna nalgada”… Las sonrisas eran totales.

Mientras, acostados uno frente al otro, lo cual me encanta y a futuro les haré un breve relato especial aconsejando esta posición, nos recuperábamos con Sebastián.

Me pidió y accedí como buena putita, que lamiera como un gatito la leche que había escurrido a la sábana, luego, frente a frente, nos besábamos (nadie se cansa de besar), él me acariciaba los pelitos de mi pubis y yo le acariciaba la cara y le pellizcaba sus pezones, mientras él no decaía en acariciarme las tetas.

Cuando nos dedicamos él a mordisquearme los pezones y yo a acariciarle la verga, se hizo evidente que íbamos a excitarnos nuevamente. Caricias y chupadas de verga, lo pusieron en pie de guerra nuevamente.

Se la chupé más y ya estaba listo.

–¿Quieres ponérmela?

–Sí, divina.

Me tendí de espaldas, y él se trepó en misionero. Antes de ponérmela, me la restregaba en mis labios vaginales y en mis pelitos. La sensación me ponía loca. Abrí mis piernas, las levanté y las crucé por encima de su espalda, atrayéndolo hacia mí.

Su verga encontró mi camino lubricado y deseoso, y sin dudar, la metió hasta que sus hermosos huevos se dieron contra mi cuerpo. Ni un milímetro de verga quedó afuera. Comenzó un sabroso vaivén, besándome, mordiendo el lóbulo de mis orejas siempre atenazado por mis piernas.

De pronto amplió el recorrido de su vaivén y comenzó un mete saca frenético que me llevó al un orgasmo riquísimo, temblaba y apretaba aún más mis piernas alrededor de su espalda. Sé que grité, le clavé las uñas en la espalda, y siguió, siguió, hasta dejar su leche de nuevo en mí.

Se salió, cayó leche que recogí de la sábana con mis dedos y la llevé a mi boca. Me aseguré de que quedáramos bien en cámara y le limpié la verga con mi lengua, mientras con una mano hacía señal de que se acercaran los espectadores.

Encantados, en segundos estaban en el dormitorio, aplaudiéndonos y ambos nos reímos.

En voz muy baja, le susurré algo al oído. Asintió y miró su reloj.

–¿Soy tu dueño por una hora más verdad?

–Sin dudas, dije.

–Mientras me recupero, creo que tengo derecho a compartirte…

–Si lo deseas… ahora soy tuya.

–Quiero que se la chupes a Dave (el otro que pagaría por mí, Dave, David).

Era lo que yo le había sugerido al oído. Miré a David, que asintió, miré a Tommy, y sonreía. Asentí con un gesto, y Dave se desnudó frente a todos.

Carlos, el amigo de mi suegro y de Tomás me lo había dicho al recomendármelo para la subasta: “es pijudo”.

La verdad, muy muy linda pija, creo que no menos de unos 17 o 18 centímetros, dura, de esas que apuntan hacia arriba, casi paralelas al vientre.

Se acostó y comencé un fino trabajo oral, delante de todos, y no me importaba. Lo lamía, chupaba, acariciaba, a veces lo masturbaba un poco, le chupaba y lamía las bolas. Con el desfile y el ver como Sebas me había cogido dos veces, sabía que Dave no duraría, por lo cual, viendo a Sebas casi erecto de nuevo, le dije a Tommy: “el culo amor”. Al instante, conmigo en cuatro chupando la poronga ( poronga, sinónimo vulgar del miembro masculino) de Dave, Tommy comenzó a aplicarme gel en el esfínter. Luego me lo dilató un poco con un dedo, dejándome lista y deseosa.

–¿Me harás el culo Seba?

–¡Ese culo es el sueño de cualquier hombre!

Sentí como apoyaba su verga y me la enterraba, mientras, ya en total confianza, Tommy abría mis nalgas. Comenzó a bombearme, ya con Tommy más alejado y comentando con los otros dos caballeros yo gozaba y seguía chupando la verga de David mientras Sebas me bombeaba el esfínter.

Cuando vi que Dave estaba por acabar, retiré su pija de mi boca y la dirigí hacia mi cara. Con toda la fuerza de una primera eyaculación, los chorros de leche impactaron mis labios, mi cara, hasta la frente. Chorreaba semen por mi cara y Sebas seguía bombeando mi culo. Pocas veces me sentí tan contenta y tan sexy (también me sentía muy puta, pues mi esposo y dos extraños me observaban a un metro, sodomizada y con la cara llena de esperma).

Sebastián descargó en mi interior lo poco que le quedaba y cayó rendido. Yo me limpiaba la cara y luego me llevaba el semen de Dave a la boca. ¡Sabía que tenía dos clientes nuevos!

Fui con Seba a la ducha, me duché junto a él acariciándonos y besándonos, y Tommy me avisó desde la puerta de la ducha que Dave se quedaría para su turno. Seba, exhausto, se despidió “hasta muy pronto”, aunque antes le comenté que futuros encuentros serían hasta que él se saciara, sin importar si eran horas, una tarde entera, una noche o un día completo.

Salí con el cabello mojado, la piel un poco húmeda, me sentía súper bien.

Dave estaba sentado en la cama, completamente despreocupado, desnudo, conversando con mi amor y con los otros dos asistentes a la subasta. Quiso pagarme, y le dije que después de terminar, ja ja.

Los otros dos señores, pidieron contemplar lo siguiente por pantalla, “para decidirnos” dijo uno de ellos.

Yo dije no tener problema con que me siguieran observando, y lo mismo dijo David.

Volvieron a la sala, quedamos Dave y yo a solas. Nos recostamos, yo fresca y con la piel un poco húmeda, me sentía en la gloria, (3.5 más 3.5 que ayudan).

El dinero ayuda, pero es que estaba disfrutando, me sentía admirada (suena un poco egoísta pero ¿a quién no le gusta ser admirada?), mi marido, gozaba, no hay dudas.

Y quería ganarme uno o dos clientes más, además de los dos ya asegurados.

Repetí con él un rato de juegos acostados de cola a la cámara, por cierto él me la acariciaba.

Luego lo induje a un 69, tratando de ser bien visible chupando esa vergota, y al final, casi diría que me le senté en la cara, para que me lamiera bien mis partes íntimas.

Una vaquerita inversa fue la continuación natural. Sonreí a la cámara y mantuve bien vertical su verga, mientras me sentaba suavemente en aquel tronco. Maravillosa sensación sentir como me estaba entrando, y sentir que finalmente me entró toda. Alguien fuera de la habitación exclamó “¡Qué bien!”

Comencé a subir y bajar sobre el miembro de Dave, cada vez más eufórica.

No demoró en hacerme sentir primero uno y luego dos dedos en mi culo, aún semi dilatado.

Atiné a decirle: “Gel”, y sentí como me aplicaba una cantidad generosa.

–Ahora, me ordenó.

Presta, elevé mi cuerpo hasta que su pija salió totalmente de mi concha, y dejé que su mano colocara el glande en la entrada de mi más apretado agujerito.

Sentí que estaba en posición y comencé a bajar mi cuerpo. Entraba, casi sin dolor, interminable, hasta que al final, estuve sentada sobre él, piel con piel.

Ahora era él quien hacía un mínimo sube y baja, que yo acompañaba. Me sentía en otro mundo, eufórica, con fuego en el culo y expuesta a dos extraños y mi marido en pantalla gigante, con el culo dilatado y gozando.

Ni pensé en decirle que no me acabara en el culo, yo misma lo deseaba esta vez. Y lo hizo, una eyaculación que sentí tibia y deseada. Al salirse, sentí mi esfínter reacomodarse y fruncirse varias veces, pero adaptado , sin dolor.

Dave acariciaba mis tetas con algo de leche que quedó en su verga. No paraba de alabar mis tetas y mis pezones. Por supuesto, le acariciaba esa hermosa verga y también le decía cuánto la disfruto.

Finalmente, con la verga erguida me dijo: “te voy a coger parado, subida a mí”. Un shock, ¡nunca me lo han hecho!

Hice señas a Tommy y los demás de acercarse.

Dave se puso contra una pared, su poste enhiesto parecía esperarme. Los espectadores ya estaban a un metro.

No esperé, me colgué del cuello de David, crucé mis piernas alrededor de su cintura y sentí que su verga buscaba mi abertura. Tommy no resistió la tentación y con una mano guio la verga de Dave a mi raja del amor.

Con todo mi peso colgando del cuello de Dave, mi propio cuerpo llevó la verga hasta el fondo de mí. Solo atinaba a jadear.

Tomándome de las nalgas, Dave me hacía subir y bajar, no es fácil disfrutar del paraíso. Tommy ayudó y fue él quien me tomó de las nalgas y me hacía subir y bajar, liberando a David para que me acariciara las tetas. Ahora sí, mi cliente y yo, lo disfrutábamos.

Sentí un cambio de manos en mis nalgas, era un invitado que respondió a una seña de Tom… y un par de minutos después el otro. Tommy es un genio… casi casi se podía darlos por fidelizados antes de hablar.

Sentí nuevos chorros de leche en mi interior. Un largo “ahhh” de Dave marcó el fin de su polvo.

Lentamente te entre Tommy y otro, me levantaron y David pudo sacar la verga de mi concha, con el consiguiente derrame ja ja.

Tommy y los ya casi amigos salieron. Quedamos solos con Dave y como corresponde nos mimamos largo rato, no faltaron caricias de tetas y bolas, oral, besos bien profundos, conversación para conocernos un poco, ¡al fin y al cabo era la primera vez que nos veíamos!

Me preguntó por nuestras familias, me contó de que quizás alguna vez trajera a un amigo, y me aclaró que “pagando por supuesto”, pues me veía capaz de estar con dos hombres a la vez.

Le encantó cuando le dije que ya he estado con tres brasileños.

Y conversamos acerca de sus posibilidades de liberar un día completo entre semana , o un sábado o domingo para ir al campo. Le encantó mi criterio de que el costo implica que estaremos juntos hasta total satisfacción del cliente.

Y luego de ducharnos juntos, dimos por terminado el encuentro, previo pago de mis honorarios, ¡obvio! 7k en total, una maravilla.

Sorpresivamente al salir, vi que Tommy estaba todavía conversando con uno de los otros dos hombres.

Nos despedimos todos de Dave y me sumé, en bata transparente ja ja, a la conversación de Tom con… ¿cómo llamarlo? Manuel. Manuel resultó ser el recomendado de Tiburón Blanco, que desde que vino fue solamente para conocerme, y como dijo Tommy, Tib ya le dijo a Manuel que sin importar la subasta, el arancel sería de 3000… a lo cual accedí inmediatamente, diciéndole que “los amigos de Tib son mis cogedores” y todos nos reímos de la ocurrencia

–Me ha encantado todo lo que vi y lo que veo dijo Manuel, refuriénsose a mi bata transparente, pero creo que por hoy has hecho demasiado y debes estar agotada. ¡De lo contrario me quedaría! Además, voy a querer hacer uso de esa potestad de quedarnos hasta satisfacción total cuando fijemos un encuentro.

–Ya has conocido el lugar, le respondí. O si prefieres un tiempo tranquilo en el campo, también nos gusta mucho hacerlo.

Ya se lo dijimos a todos. Cuando me eliges, es hasta satisfacción total, y como has visto me entregó totalmente. Y créeme, no finjo para nada.

Fui y soy totalmente fiel a Tommy, la única persona a la que amo, pero mis clientes no son clientes, los considero de una manera especial, y diría que en cuanto a sexo no hay diferencias con lo que hacemos con mi gran amor.

–He visto tu entrega total, me percaté de tu orgasmo y vi vibrar tu cuerpo y oí tus gritos y gemidos de placer. Ahí lo interrumpí y para gratificarlo abrí un poco mi bata y tomando sus manos la llevé a mis pechos.

–Sé que me comprendes, agradezco que me dejes descansar hoy, pero quiero que conozcas al menos mis tetas, quiero que me las chupes, mira mis pezones como están de solo oírte, dije abriendo totalmente te la bata. Y era cierto, los pezones estaban bien levantados.

Me las chupó y jugó un rato, con ellas, nos besamos y cuando cerré mi bata le dije que esperaba que muy pronto nos llamara para concretar.

–¿Muy pronto? Quiero que fijemos ya mismo día y hora, puesto que el arancel está acordado.

–Sorprendida y encantada, le dije que dispusiera, que adaptaría mi agenda.

–Es que visto lo visto, y con las referencias de mi amigo Tib, quisiera algo muy especial, que no sé si podrás satisfacer.

–Tu nos dices, seguro tiene solución. Y llevé nuevamente sus manos sobre mis pechos.

–Bien, quisiera algo que no sé si es correcto, quiero pasar una noche solos, y si tiene costo extra no habrá problemas.

–Ayyy Manu, (me seguía acariciando los pechos y yo estaba con toda la excitación del día en mi cuerpo). No habrá costo adicional, es lo prometido, tarifa plana. Y te contaremos algo. He pasado alguna noche con invitados, pero siempre ha estado Tommy cerca. Si él está de acuerdo, esta vez estaremos solos tú y yo, en nuestra “luna de miel” totalmente solos aquí, es una de las finalidades de tener este lugar tan práctico. Y la siguiente visita iremos los tres al campo, ¿me lo aceptas?

–Claro que acepto desde ya! Y veré cómo voy organizando esa ida al campo.

–¿Qué opinas amor?

–Sabía que tarde o temprano alguien te pediría eso, y me alegra que sea con un amigo de Tibu. En lo que a mí respecta, ¡adelante! Pero sepan que me gustaría recibir algunas imágenes en casa.

Y, por favor Manuel, no te limites, disfruta chupándole las tetas un poco más.

Lo saben ustedes, y yo lo sé, mi marido es un ser amoroso, que se merece todo mi amor y más.

Manuel chupo un poco más mis tetas, abrió mi bata, acarició mis pelitos y mi concha y definitivamente decidió irse. Agradecido y prometiendo contarle todo y agradecerle a su amigo Tib la recomendación.

Y así dimos por terminada la inauguración de mi nueva Oficina de Consultoría y Sexo, ja ja.

Eufóricos nos fuimos a casa, y pese a mi cansancio, tuvimos una más de tantas noches de sexo marital.

Como siempre, gracias por leerme, por seguirnos. Les prometo contarles cómo fue esa noche a solas con Manuel.

Un beso.

Sofía.

707 A , 60 B

8 COMENTARIOS

    • Antonio: Permitírtelo? Será más bien un placer deseado y espero que compartido. Debo agradecerte de alguna manera toda tu gentileza!
      Espero no defraudarte.
      Besos.
      Sofía.

  1. Hola Sofía:
    Bravo, bravíssimo y 100 veces BRAVO !!!!
    No tengo palabras para agradecerte por tu relato final de tu inauguración !
    Imagina tener el privilegio de leerte al atardecer, mientas la fresca brisa del Caribe acaricia mi rostro, una espectacular Luna Llena se asoma en el horizonte y para rematar, recibiendo un oral casi tan placentero como los que relatas !
    Inigualable experiencia que espero se repita con futuros relatos
    Besos, 😘

    Lauro

    P. D.
    Ya había comentado otros relatos anteriores desde Punta Cana 😉

    • Lauro: ciertamente, Punta Cana debe ser el lugar ideal para dar y recibir un oral, contemplando la puesta de sol y viendo aparecer la luna. Me imagino perfectamente, sin ropa, disfrutando del sexo!
      Gracias por tus palabras siempre tan gentiles. Ciertamente te habrá más relatos, y como sabes, siempre me esfuerzo en darles lo mejor de mí a quienes me tienen.
      Ya leerás más y ojalá quedes satisfecho.

      Un beso húmedo
      Sofi.

    • Hola Wisinuy! Y como siempre tú eres muy gentil con mi relatos y conmigo, lo tomo como gentileza, personal.
      Ya cumplimos con Manuel lo de estar una noche a solas, y se los relataré próximamente. También les haré una puesta al día de cómo marcha mi nuevo trabajo independiente.
      Muchos besos para tí.
      Sofi.

  2. Hola Miguel! Pues creo que lo interpretas bien. Mi entrega es total. Por eso puedo estar a éste nivel. Realmente, no concibo eso de que esto no y aquello tampoco, pero si lo quieres entonces sí y me pagas más. ¡Nó! Desde que probé con consentimiento de Tommy, mi consigna fue ser la mejor (sin límites) y la más cara, porque lo valgo y se justifica.
    Respecto a mi trasero, algo especial debe tener ja ja…todos se desesperan por hacérmelo, y si me tienen, pues que aprovechen. Orgullosamente puedo decir que hasta hoy he tenido 34 hombres dentro de mi…y todos repiten y prácticamente al irse dejan pactado el siguiente encuentro. Y por lo general siempre nos hablamos después de dos o tres días sin vernos, no me molesta que me llamen, más bien me gusta.

    Te envío un beso grande y te agradezco tus comentarios siempre positivos.
    Sofía

  3. Hola Sofi! Es un placer que compartas tus experiencias sexuales con todos tus lectores que por lo leído lo disfrutas al máximo con todos tus clientes, no toda dama de compañía tiene la entrega que nos muestras en tus relatos.
    Concuerdo con el afortunado Sebas, que “ese culo es el sueño de todo hombre”, y tú lo entregas para que uno goce, no todas se dejan comer la concha y el culo a placer.
    Leí en uno de los comentarios que hay la probabilidad de que nos deleites con tus atributos.
    Esperando con ansias ese gran momento.
    Besos.

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