Economista y prosti: Bi y enseño a Mary a venderse

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¡Hola! ¡Queridos lectores!

Pocos días habían pasado desde nuestro encuentro con Víctor y Mary, y el consiguiente debut bi mío y de Mary, y ya ambos me llamaron por teléfono diciéndome que les había encantado y que quisieran volver a Montevideo para otro encuentro.

En especial, Vic pretendía que Mary practicara más anal de tal manera que lo recibiera sin dolor y con placer, cosa que hasta ahora le resultaba difícil por el tamaño del poste de Cic.

Ellos debían atender su negocio y venir a Montevideo desde Piriápolis, unos 100 km, redondeando la distancia. Eso nos llevó a invitarlos una noche a casa, pues ya el fin de semana en el campo estaba ocupado con cuatro clientes en las dos mañanas y dos tardes. Reservando la noche de sábado a domingo para mi Tommy o algún cliente de último momento.

Lo concretamos para la tardecita noche de un jueves, saliendo a cenar y luego ir a casa, a lo que ya se imaginan.

Encantados compartimos una cena temprana, a eso de las 8 pm y en ese lugar cambiamos ideas, a futuro.

En especial sobre mi casi segura salida de la Asesoría donde trabajo, para tener mi propia empresa de Asesoría, no tanto a personas, sino más bien a Compañías de Uruguay y del exterior, a través de informes de coyuntura o de carácter estratégico. De pasa, la misma sede futura me servirá de lugar de prostitución. Para ello, que ya les contaré, en esos momentos había ya comprado una casa y la estaba haciendo refaccionar y adaptar.

Ambas vestidas de manera sugerente pero no escandalosa, varios caballeros que llegaban solos o acompañados de sus esposas, nos dedicaban rápidas y sugerentes miradas, a lo cual le dije a Mary

–¿Ves Mary? Estos son lugares en donde si te decidís podés levantar clientes, si es que te sigue gustando la idea.

–¿Que si me gusta la idea? Cada vez me atrae más.

–Hay dos en cena de negocios que nos miran. Cuando nos vayamos, saldremos Tommy y yo primero, y te daré un pico (aclaración, un pico es un beso rápido tocándose los labios), para calentarlos y Vic un momento después puede fingir ir al baño y dejarte sola unos minutos para flirtear.

Con clase y calidad seguro puedes ya comenzar a interesarlos. Discretamente, le dejé dos de mis tarjetas de visita con solamente mi putifono, para que llegado el momento se las diera como contacto.

Cenamos tranquilamente, conversamos de todo lo que se imaginan, y por último le pregunté a Mary que pensaba hacer si alguno de los dos señores la encaraba.

Le aconsejé que fuera simpática, que dijera que en realidad estaba en busca de darle más “picante” a su matrimonio, y que quizás podría considerar propuestas realmente interesantes, “que me motiven a tener sexo con alguien que no es mi esposo”. Pero eso solamente te si le hablaban, si demostraban interés a distancia, le dije que dejara una de mis tarjetas de visita sobre la mesa, bien visible al dejarla. Y que si alguno de ellos llamaba, yo haría de intermediaria. Esto le encantó pues le quita presión.

Llegado el final de nuestra cena, les dejamos dinero para pagar nuestra parte mientras ellos esperaban un café.

Nos levantamos, los saludamos, la besé brevemente en la boca, y le desprendí un botón más de su camisa, con lo cual sus tetas quedaban más expuestas. Sonriendo a los señores, nos fuimos Tommy y yo, esperando a Vic y Mary en nuestra casa.

Vic se ausentó al baño.

Nos contaron que ni bien nos fuimos, ellos, con cierta discreción redoblaron las miradas al escote de Mary.

Sonrisas iban y venían, seguramente ellos no estaban seguros si éramos dos parejas casadas, amantes, o prostis acompañadas de clientes.

Volvió Vic y al ver que no habían hablado, pagaron y se retiraron, momento en que Mary sacó una tarjeta de un bolsillo, se aseguró de que los otros señores la vieran, y la dejó sobre la mesa.

Con lo cual se marcharon a casa.

Antes de que Víctor y Mary llegaran a casa, mi putifono sonó y quien se identificó como Raúl, “que te vio cenando en XXX” preguntó si yo era la señora que había quedado sola al final de la cena.

Le respondí que no, que ella es una querida amiga que llegaría en poco rato a mi casa, y que seguramente te habría dejado caer mi tarjeta por descuido.

Raúl preguntó si podría volver a llamar para hablar con ella y le dije que sí, si es que quería consultarla por algo.

–Es que me gusta mucho, pese a ser casada, dijo Raúl.

–Casada pero quizás busca algo en especial dije, sé que mañana de mañana estará en Montevideo, antes de volver a su ciudad.

Y eso fue todo.

Llegaron a casa Mary y Vic, los puse al tanto de la llamada, y lo tomaron como algo sensacional, se acercaba el emputecimiento tan deseado por ellos.

Sugerí si Mary que rey tomar la iniciativa, asintió también asintió Vic.

Llamé al número registrado en mi putifono, y dejé que Tom hablara, por si contestaba una dama, ¡nunca se sabe! y mejor prever.

Respondió Raúl, y Tommy simplemente le pasó a Mary.

La timidez de Mary y la prudencia de Raúl, hicieron que la conversación fuera larga. Pero mientras Vic y Tommy me desnudaban delante de Mary, la negociación fue avanzando.

Mary dijo que le extrañaba como la miraban, Raúl hacía hincapié en su belleza y su busto, pero decía que le extrañaba que estuviéramos acompañadas, ambas damas. Mary respondió que éramos parejas muy amigas, que la amiga Economista era definitivamente más osada, y que incluso permitía que los caballeros le hicieran regalos.

La pregunta inevitable llegó: –¿Y tú aceptarías regalo?

–Hace tiempo que lo vengo pensando, me cuesta decidirme… aunque mi marido aceptaría que lo haga si me atrae la idea, y realmente te me atrae…

Finalmente, acordaron una cifra, importante, muy importante, pero no cercana a la mía.

Y entonces Raúl insistió en saber que lo hablado era cierto, que realmente te ella se entregaría, y que era liberal. Y Mary estuvo inspirada; le dijo que se mantuviera a la orden y que lo llamaría en diez minutos, si es que él estaba solo. No estaba solo, pero lo acompañaba se amigó y no habría problemas.

Cortaron la llamada, y los hombres dejaron de manosearme ya desnuda y desnudaron a Mary. Mary me entregó el teléfono para filmar y convinimos que no filmaría caras.

llamé nuevamente, por videollamada y al responder Raúl filmé a Mary montándose a Tommy y metiéndose la verga de mi marido, me dediqué a filmarle las tetas. Y corté. Volví a llamar, solamente te llamada de voz.

Combinaron para la mañana siguiente, pues Raúl no podía liberar la noche. Irían a determinado hotel, cerca del cual yo dejaría a Mary.

Emocionada, eufórica, se dedicó Mary a cabalgar a mi Tommy, mientras yo disfrutaba de esa enorme poronga que tiene Vic, que me la metió en cuatro para que pudiera besarme con Mary.

Nos llenaron de leche a ambas, y nos dedicamos cada una a chupar la concha de la otra y a besarnos, intercambiando semen y flujos.

Llegado el momento del descanso, los caballeros se dedicaron, ambos, a chupar el culo a Mary, mientras yo me retiré del dormitorio un momento.

Era evidente que el culo de Mary sería el próximo centro de atención, buscando que pueda gozar sin sufrir.

Tommy y Vic la ensalivaron, y le fueron haciendo un comienzo de dilatación primero con uno y luego con dos dedos, Mary se retorcía de goce hasta ahí.

Fue el turno de Tommy, la ensartó hasta las bolas, pero su tamaño no era suficiente para prepararla a disfrutar del poste de su marido sin sufrir.

Y fue mi turno cuando Tommy se la sacó y le acabó en la boca para que ella tragara, aparecí yo. Como si fuera un joven de ébano, una hermosa verga de silicona salía de mi entrepierna. De color negro, larga y gruesa, es el último regalo que me hice en un porno shopping de Paris.

Podríamos decir que es un “strap on” pero sin necesidad de arnés. La verga se prolonga hacia atrás, en un cilindro del cual salen dos protuberancias de unos seis o siete centímetros de largo.

Esas protuberancias se introducen en la vagina y el ano, de manera que todo el aparato queda totalmente te firme, encastrado al cuerpo de la dama que se “transforma en varón”.

Me vi al espejo y me encantó lo que vi, un “varón” rubio de hermosas tetas y con gran pija negra… le unté abundante gel con siloc… un compuesto levemente anestésico de uso local. Se vende libremente. Y me acerqué a Mary que me veía con ojos muy abiertos.

–¿Me vas a coger?

–Te voy a preparar para que realmente te disfrutes la verga de tu marido, él y tú se lo merecen.

Le puse más gel en el esfínter y sosteniendo un poco la verga de silicona con la mano, se la fui metiendo muy lentamente te, anestesiando o caso el orificio.

Cuando me miró y sonrió, supe que era el momento, y empujé a fondo, ¡me sentía macho!

Mary arqueaba la cintura y decía ¡sí sí, más! Pero ya estaba toda adentro.

La saqué y al momento la empaló Víctor, con sus más de 20 cm cero sufrimiento, y gozo total.

La cogió fuerte y gozosamente, hasta que la llenó de leche en el culo. La sacó y Mary sollozaba y reía y agradecía.

Nos besamos. Y pasamos a un buen rato de amor sáfico, ambas contentas, ella por satisfacer a su amado y yo por mi debut como “hombre” ja ja.

Aún había noche por delante. Una ligera ducha y volvimos a satisfacer a nuestros hombres y también a disfrutar entre nosotras, jugando con nuestras tetas a más no poder.

Un rato de sueño y Víctor volvió a Piriápolis, Mary volvería en bus después de debutar como escort con Raúl.

A las 9 de la mañana, la llevé a la terminal de ómnibus, donde se encontraría con Raúl para ir a un cercano “hotel por horas” (llamados telos) para su debut.

Vi que se encontraban y los dejé tranquilos. Todo el camino desde casa, le di recomendaciones y consejos, pues, lógicamente te, estaba sumamente nerviosa.

Además hicimos planes a futuro. Cuando yo dejé mi trabajo y tenga mi propia oficina de Asesoría y casa de citas, ella será bienvenida. Además, le comuniqué que ya un amigo propietario de un gran campo cerca de Piriápolis, se presta a cumplir con la mayor y más especial de las fantasías de Mary, que coincide con un desafío que ese hombre de campo me había hecho tiempo atrás.

Tres horas después recibí su mensaje: “Ya en el bus a Piriápolis, con xxx dólares en mi bolso y la concha ardiendo de tanta pija ja ja” “pero contenta y realizada”. “Te mando muchos besos y eres cada vez más mi ídola, me has ayudado a liberar mis instintos”.

A lo cual respondí que lo mejor estaba por venir, y vaya si es cierto.

Por lo demás me confirmó que Raúl se portó muy bien, pagó sin chistar y quedó totalmente satisfecho, pese al uso de condón pues no hubo tiempo de presentar análisis. Siguiendo mis consejos, acordaron que la próxima vez sería piel con piel.

Y hasta aquí, amigos y lectores queridos, lo que tengo para relatarles hoy.

En el próximo relato, les comunicaré grandes, enormes noticias laborales, ya las imaginan. Y también la venida de la pareja francesa para ver un cierto espectáculo, y como se amplió a algo que no esperaban ver y que los fascinó.

Besos…

Sofía.

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5 COMENTARIOS

  1. Hola Sofía me parece que te saltaste el relato a continuación de tu primer debut BI con María, que suspendíste para relatar el viaje a París, o Yo me lo salte!!!!!

    • Hola Miguel! Está completa la serie hasta el momento, busca bien en los relatos.
      Pero ya tengo que elaborar otro más!

      Te envío un beso muy húmedo.
      Sofía

  2. Adoré tu relato, me encantó como describes haber cogido a Mary. De seguro la pasaron de maravilla como solo tú lo sabes hacer. Saludos

  3. Hola Antonio!
    Te recomiendo que los próximos días estés atento a nuevos relatos. Contaré la inauguración de mi nueva oficina propia y la visita a Montevideo de nuestros amigos franceses, para verme con papá.
    Te envío un beso enorme, y no olvido tu gentil invitación a Quintana Roo!
    Besos
    Sofía

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