Apuesta perdida, vicio ganado

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Soy Susana mujer de Marcos y compañera de trabajo de Lucía que está casada con Pedro una pareja de cincuenta y tantos esto es mi versión sobre el relato de mi marido lo que en su momento no sabía.

Con Lucía al poco tiempo de empezar a trabajar hubo una química especial de compañeras por su simpatía y tal vez por su edad me confíe algo más de la cuenta.

Cuando nos cambiábamos ella solía decir que mi marido estaría contento del cuerpo que tenía y yo a su vez le decía que ya estaba estupendo para la edad que tenía los dos cuerpos como ya dijo mi marido eran casi similares en talla solo que el pecho de Lucía estaba algo más caído y evidentemente su cuerpo no era tan terso.

Algo que también me llamaba la atención es que ella siempre utilizaba una lencería realmente sexy ya que yo para el trabajo procuraba más la comodidad.

Un día de esos quedamos las dos a cenar y a medida que íbamos bebiendo yo y ella fuimos contando cosillas de nuestra vida privada, ella me contó que ellos practicaban el sexo prácticamente a diario en lo que nosotros prácticamente lo mismo poco a poco fui contando intimidades entre ellas que me gustaba desde siempre sodomizar a Marcos y que mis fantasías eran intercambios de parejas o tríos con otros hombres.

Lucía me contó que ellos alguna cosilla habían hecho y que siempre estaban dispuestos a más.

La verdad que fui yo la que me di cuenta de que tal vez por efecto del alcohol había hablado más de la cuenta.

A los días Lucía seguía reiterando que le parecía muy morboso mis gustos y sí a mi marido le iban las pollas, yo como es obvio y porque él no accedía a intercambios ni tríos no lo veía así.

Lucía directamente me preguntó sí yo que atrevería a engañar a mi marido con una mujer con un hombre o con una pareja, mi respuesta no aclaraba gran cosa ya que ni yo misma lo tenía claro.

Lucía me dijo que pensarías si mi marido se acostarse con otra mujer o una pareja.

Mi respuesta fue que no varía muchas gracias si no había contado conmigo y que entonces posiblemente le pagase con la misma moneda.

Déjalo Lucía le dije creo que es una conversación demasiado profunda y sin mucho recorrido.

Mi compañera de trabajo se acercó y me dio un suave beso en los labios, comentándome que le encantaría probar conmigo y con mi marido y por supuesto como macho alfa su marido.

Yo no quise seguir con la conversación hasta que me preguntó que me parecería tener una verga de 18 centímetros y bien gorda en mi interior.

Intenta ignorar sus palabras y cuando nos despedimos para ir a casa, porque no hacemos una apuesta.

Yo seduzco a tu marido si lo consigo tenemos tú y yo una tarde en mi cama en la que tú simplemente te dejas hacer y sí quieres participas, se consigue que tu marido pruebe a mi macho tú también lo pruebas y a partir de ahí ver sí los cuatro podemos estar juntos pero esto solo sería decisión tuya.

Me fui a casa pensando en todo lo que Lucía me había propuesto y tengo que reconocer que fui bien caliente esa noche lo hicimos a tope y por supuesto me despaché bien con el culo de Marcos.

No tengo claro que es lo que más morbo me daba mi compañera de trabajo madura o el pollón que decía tener su marido o posiblemente ver enculado al mío todo aquello me traía muy caliente.

Estuvimos varios días sin coincidir en el trabajo y cuando lo hicimos había cierta tensión yo no sé si quería que me preguntase para darle una respuesta o a su vez tenía miedo de que sacas el tema.

En el vestuario cuando nos cambiamos no salió nada referente aquella apuesta camino de casa así que Lucía me dijo que la perdonase por el atrevimiento para hacer aquella apuesta tan alta.

No mira si es que soy yo la que tal vez soy más clásica y desde luego tú y tu pareja lo tenéis más claro por vuestra experiencia y yo y tal vez mi marido simplemente seamos una pareja con fantasías no realizables, cuando me lo propusiste fui muy caliente a casa y tuvimos muy buen sexo como casi siempre.

¿Y si perdemos la amistad entre nosotras? ¿o si sale algo mal en mi matrimonio?

Lucía fue tajante y si esto alimenta mucho más el placer en vuestra relación y descubrís los dos que podéis tener sexo con otra mujer con otro hombre y complementa vuestra sexualidad descubriendo ese placer de ser ambos bisexuales, además Marcos sin ninguna duda ya tiene parte del recorrido hecho.

Camino a casa y antes de separarnos le contesté que sí y sin mediar palabra beso a mis labios y en la confusión del momento abrí mi boca un momento que Lucía lo vio como una invitación y pude sentir durante un minuto su lengua luchar con la vida a la vez que sentí como me mojaba literalmente.

Fui contenta a casa caliente perdida me había gustado la cabeza con mi compañera de trabajo 30 años mayor que yo a estas alturas deseaba que mi marido me engañará y sucumbiera a mí compañera de trabajo y por supuesto a su marido.

El día de mi cumpleaños cuando quedamos con Pedro y Lucía yo ya sabía que lo intentaría aquel mismo día y cuando regresó del baño en el que había coincidido con Marcos lo supe así que cuando el otro de esas veces fui al baño ella me acompañó.

Por primera vez mientras nos besamos sentí como sus dedos entraban en mi encharcada concha y como primero se los llevaba a su boca y luego me los introducía en la mía, mira Susana las bragas que ya has puestas le ayuda a tu marido a elegirlas aunque el quise hacer de modelo él no se atrevió.

Del baño salí con mis piernas temblorosas por primera vez había sentido la caricia íntima de una mujer pero sobre todo él desafío de engañar o de pagar con la misma moneda a mi marido.

Fueron varias las veces que visitamos las dos del baño y eso que simplemente Marcos y Lucía solo habían tenido un pequeño encuentro.

La primera vez que se acostaron mi marido y ella y tuve la prueba me citó en su casa.

Yo como ella me había dicho no tenía que hacer nada que no me gustase con ella pero si en cambio dejarme hacer.

Me recibió con un salto de cama blanco transparente donde podía ver sus enormes tetas con un aureola muy oscura y grande su tanguita tapaba a duras penas aquella raja dejando sus grandes nalgas divididas por la tira del tanga.

Nunca habría supuesto que me llamase la atención una mujer pero me acerqué a ella y mientras mis manos acariciabas su culo me entregué a un beso cálido húmedo y largo con Lucía.

Está mientras había soltado mi falda que había caído al suelo y también manoseaba mis nalgas a su vez fue desabrochando mi blusa para dejarme el lencería llevaba un conjunto de encaje un rosa pálido que mi coñito ya se había encargado de engullir parte de la tela dejándola ya mientras mis pezones marcaban como pitones.

Me llevo a su habitación donde me tumbo suavemente la cama colocándose encima continúo besándome y yo no pudiendo aguantar comencé a masa sus pechos a través de aquella final de la para luego extenderme de a que salto de cama y sentir la calidez de aquellas ubres con desesperación busqué amamantarlas mordisqueando aquellos pezones y haciendo la gemir de placer.

Ella no estaba dispuesta a perder aquella batalla y enseguida se hizo con mis pechos mientras me sujetaba con fuerza me torturaba con sus pellizcos y mordiscos en mis pezones que respondían con mayor dureza y de mi boca exhalaba suspiros y gemidos de placer.

Con maestría se deshizo de mi sujetador y antes de que pudiese darme cuenta su boca humedecía todavía aún más mi braguita sintiendo su cálido aliento en mi húmedo coño.

Yo estaba muy cachonda y completamente entregada cuando comenzó a desprenderse de mí tanga bajando lo lentamente mientras me miraba a los ojos deseando que terminase la maniobra para sentir su boca y su lengua en mi concha.

Se me hizo una eternidad cuando al fin sentí aquel calor como primero por fuera y luego penetrado me como un pene me daba que el placer tan rico.

No tarde el sentir las convulsiones de mi primer orgasmo y cuando todavía no me había recuperado del primero sentí el segundo quedándome casi sin fuerzas para nada mientras Lucía para recuperarme pesaba cariñosamente mi cara mis labios y mi boca agradeciendo yo el placer que me había proporcionado.

Cuando recupere el aliento coloque a Lucía boca arriba y desde su cara bajando por su cuello sus orejas hasta llegar a su pecho donde conseguí ponerla ya muy nerviosa mirando a los ojos fui bajando por su vientre su ombligo y comencé a besar sus inglés ella se contagiaba porque sabía porque deseaba que mi boca llegase a su coño.

Sentí un aroma que me era familiar tal vez el mismo que tendría mi marido cuando me había follada y por eso cuando comencé a saborearlo me supo muy rico mi lengua recorría su clítoris su concha y todavía fui más allá buscando su ano, algo todavía más íntimo en una relación el denominado beso negro que tanto yo como mi marido lo practicamos mutuamente.

Sin duda esto la hizo dar un pequeño suspiro y comenzó a respirar más fuerte jadeando mientras mi lengua se deslizaba por toda aquella raja lo dejando ni un rincón por lamer, no tarde mucho rato en proporcionarle su primer orgasmo mientras mis dedos machacaban su clítoris y mi lengua recorría la extensión completa de su raja y hurgaba en aquel esfínter conseguí darle su segundo orgasmo en el que pareció mirarse de gusto.

Continuamos aproximadamente una hora más dándonos el placer más rico que recordar mucho tiempo.

A estas alturas me daba igual lo que hiciese mi marido estaba dispuesta a acostarme con aquella mujer muchísimas veces y quería que me follase su marido.

Los encuentros fueron paralelos a los de mi marido con ella incluso llegué a limpiar las corridas de Marcos.

Y como Lucía era una auténtica viciosa también me dio en un par de ocasiones para limpiar la corrida de su marido cosa que también medio morbo y placer.

Me explico cuál era el plan para que Marcos tuviese el encuentro y por supuesto estaba muy de acuerdo sabía que caería casi con toda certeza.

La prueba esta vez era una webcam instalada estratégicamente en la habitación y aunque no pude ver grandes primeros planos sí que me di cuenta de que mi marido sucumbió para mamar y seas follado por aquel pollón.

Yo misma pregunta Lucía cuando me tenía que acostar con su marido y desde luego quería que fuese pronto.

Me arreglé lo mejor que pude un conjunto de lencería de color rojo con medias negras y una minifalda tacones y bien maquillada el encuentro Lucía quería que fuese yo sola con su marido pero había una condición más quería grabar todo aquello y tenía que darle mi permiso.

No lo dude un momento accediendo aquel capricho que además iba a suponer tener una copia de aquel encuentro.

Me dirigí a la casa de mi compañera de trabajo y amante toque timbre y evidentemente esperaba a Lucía o a Pedro los que abriesen la puerta, fue este iba con una camisa fina y un pantalón de pinzas zapatos negros y desde luego cuando lo vi mi chichi ya destilaba jugos.

Pero mi sorpresa fue mayúscula cuando detrás de sendas cámaras de vídeo había dos hombres vestidos ambos sobre los 50 años que hicieron un saludo con la mano.

Cierto es que Lucía me había pedido grabar y por supuesto a estas alturas no me iba a cortar.

Me acerqué a aquel hombre imponente mucho más alto que mi marido y grande me colgué sobre su cuello y sentí el grosor de aquella lengua cómo me devoraba mientras agarrándome por mi culo prácticamente me levantaba del suelo mientras podía ver de reojo como aquellos dos hombres filmaban primeros planos.

Mi calentón era mayúsculo iba a hacer sexo con el hombre que se había follado al mío y además todo aquello se iba a grabar por dos tipos.

Ser follada ya por otro hombre y encima exhibiéndome a otros dos aquello era él no más.

Frenéticamente quita la camisa del hombre y agachándome solté aquel pantalón donde en un slip diminuto había un buen bulto morí casi con rabia y baje la prenda para descubrir aquella verga ya completamente tiesa, se me hacía la boca agua y comencé a pasar la lengua como si de un helado se tratase y cuando ya la tenía completamente humedad comencé a trabajarla no me entró gran parte en mi boca pero sí que la mamé durante un buen rato comiéndome sus pelotas y comportándome lo más puta que podía.

Por su parte Pedro estaba ejerciendo de macho alfa y enseguida me puso en mi sitio arrancándome casi la ropa me desnudo y me tiró sobre el sofá donde puso sus pelotas en mi boca para que yo se la chupase algo que no me entraba en la boca y que me obligaba a introducirme enteras.

Zorra tienes que ser tan puta como tu marido a ti también te gusta por el culo, sí claro vengo a que me folles por todos mis agujeros, en aquella postura el sentado prácticamente sobre mi cara sentí como restregaba su culo y pude hacer otra cosa que buscar su hoyuelo con mi lengua ya que él me lo ofrecía.

Sí así me gusta puta igual que tu maridito te gusta comer pollas y culos te voy a dar toda mi leche en tu boca cómo le va al marica de tu marido.

Yo estaba completamente entregada a aquello además las satisfacción de saber que todo aquello estaba siendo grabado todavía me ponía más cachonda.

Cuando me la clavó en el coño sentí que me llenaba todos los rincones y sacándola y metiéndola era como si me taladrase tuve dos orgasmos con aquella verga mi interior hasta que tumbándome de malas maneras boca abajo y abriendo mis nalgas comenzó a hurtarme con sus gordos dedos mi esfínter sin demasiados miramientos los introdujo y los movía.

No tardó mucho en colocarse un condón y sintiendo como oprimía mi ano yo misma al círculo para que el capullo traspasase mi esfínter, sentí dolor al principio pero más me podía mi morbo y comportarme como una auténtica puta ya que aparte de ser follado por aquel maduro estaba siendo grabada por dos hombres y me imaginaba seas follada también por ellos.

Sus embestidas eran fuertes creo que él quería hacerme sufrir para que no olvidase quién era el macho y yo estaba deseosa de que me lo demostraste.

Estuvo como un cuarto de hora dándome por el culo mientras me frotaba mi clítoris y sentía orgasmo tras orgasmo cambiándome varias veces de postura.

Cuando sacó aquel pollón de mi culo sentí un gran vacío y que automáticamente retiré el condón y comencé a manar aquel pollón mientras esperaba aquel torrente de leche que me imaginaba no se hizo de rogar mucho sentí como todavía sus venas hinchaban mucho más y dándome auténticos pollazos comenzó a eyacular como buena zorra abrí la boca sacando mi lengua para que se viese como aquel torrente de leche se deslizaba hacia mi garganta viendo como por ambos lados aquellos hombres asomaban sus cámaras.

Mamé durante un buen rato aquel pollón hasta que casi no me quedaban fuerzas.

Estaba desquiciada demasiado caliente para terminar allí y como si alguien no habría dicho lo que tengo que hacer me acerque a uno de los cámaras desabrochando su pantalón bajé su slip y comencé a chupar aquella pollo mientras él desde arriba me grababa su otro compañero lo hacía desde otro ángulo no paré hasta que aquel se corrió inundado mi boca no era la polla muy grande pero soltó una buena cantidad de leche.

A gatas como una zorra me acerqué hasta el segundo cámara e hice lo mismo este la tenía más gorda no mucho más larga y con un par de buenas pelotas ya destilaba líquido preseminal que recoge con la punta de mi lengua mientras miraba hacia la cámara comencé a comerme aquella lo más puta posible pasando mi lengua por sus pelotas y lo largo del tronco de aquel pollón para introducirlo entero una y otra vez cuando me anunció su corrida abre mi boca sacando mi lengua otra vez para que recorriesen hasta mi garganta aquel torrente de leche.

Después me dirigí a Pedro haz conmigo lo que quieras fóllame como quieras trátame como una puta ofréceme a quien quieras soy toda tuya.

Aquello se desmadró sobre madera fui follada constantemente por los tres hombres mientras procuraban no perder detalle de aquellas escenas perdí el conocimiento prácticamente de tanto orgasmo y tragué torrentes de leche al final Pedro se corrió en mi culo mientras los dos hombres lo hicieron en el interior de mi coño, Pedro en aquel momento me dijo que ya estaba bien y que me alargas a mi casa sudorosa con el olor quedaba asco llegué hasta mi casa dónde sentí que había hecho de buena puta mientras me duchaba.

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