Compartí casi dos días perfectos con mi cuñado

0
33028
Tiempo de lectura: 8 minutos

Mi cuñado estaba de viaje de negocios en Las Vegas y luego volaba a Miami para encontrarse conmigo un día jueves por la tarde, ya que yo había llegado a Miami en la mañana. Mi hermana llegaría el sábado por la mañana para luego dirigirnos los tres a Orlando, por lo tanto, tenía que estar junto a mi cuñado durante 2 noches y un día.

Como hace 10 años que conozco a mi cuñado tenemos una relación muy buena y he podido compartir varias veces las vacaciones juntos. En el hotel reservamos una habitación para los dos y solicitamos camas separadas, cuando llegué por la mañana me comentaron que tenían solamente con cama matrimonial, no teniendo otra alternativa accedí a quedarme. Disfrute durante todo el día de la piscina y el jacuzzi hasta que a las 18 h llego Claudio. Al llegar a la habitación se sorprendió que hubiera una cama matrimonial y le comenté que no había otra, tampoco le dimos demasiada importancia.

Decidimos prepararnos para salir a cenar y disfrutar un poco de la noche ya que era mi primera vez en USA y el conoce bastante toda esa zona, restaurantes, cafés, discos, etc.

Ya que era pleno verano y la temperatura rondaba los 34C grados decidí ponerme una minifalda muy cortita como todas las que uso y una remerita de lycra sin corpiño, zapatos de taco y así estaba lista para disfrutar de una hermosa noche. Cenamos, tomamos un café en un lindo lugar caminamos por South Beach y nos fuimos a dormir, todo muy normal y super respetándonos el uno al otro, para lo cual yo siempre me cambiaba en el baño y el hacia lo mismo como siempre, dormimos en la misma cama, pero manteniendo una distancia prudencial.

A la mañana siguiente habíamos decidido desayunar en el hotel, luego ir a la playa, luego almorzar en algún Mall y de paso hacer algunas compras y por la tarde volver a la playa para luego irnos al hotel y prepararnos para la noche.

Nos fuimos con el auto hasta las playas de South Beach, playa muy hermosa y llena de gente linda, chicos muy bien formados, hermosas mujeres y muchas ganas de tomar sol y disfrutar del ambiente.

En esas vacaciones estaba decidida a hacer topless, cosa que había comentado con mi hermana y no había puesto objeción a hacerlo, inclusive hasta quizás ella se anime. Llegamos a la playa alquilamos unas reposeras y decidimos acostarnos a tomar sol, con el correr del tiempo comenzó a llegar cada vez más gente y a mi alrededor todas las mujeres hacían topless. Claudio de repente me dice:

–¿Por qué no haces topless? ¿no era que ibas a aprovechar este viaje para hacerlo?

–Si por supuesto, pero quería esperar a que estuviera Marta, sola no me animo.

–No seas tímida mira que lindo día de sol, aprovéchalo, además todas las mujeres lo están haciendo.

Por lo tanto, me convenció y me quite la parte de arriba de la bikini. Al principio me dio vergüenza estar así en ese lugar y más delante de mi cuñado, pero a medida que pasaban los minutos me acostumbre, inclusive nos fuimos al agua a bañarnos y ya me había olvidado que estaba con mis tetas al aire.

En un momento me comencé a pasar bronceador y me di cuenta que Claudio me miraba, sentí una sensación extraña ya que realmente me gusto que me mirara y hasta mis pezones se pararon pensando en esa situación.

Al mediodía nos fuimos al Aventura Mall a almorzar algo y luego a pasear y hacer algunas compras. Me encanta la ropa interior por lo tanto al llegar a Victoria Secret quede fascinada con la ropa, entramos y comenzamos a mirar las prendas. Claudio es un especialista en comprar ropa interior y tiene muy buen gusto ya que en cada viaje le compra ropa a Marta y le lleva de regalo.

Buscando entre los diferentes modelos encontré un hermoso conjunto de corpiño y bikini cola less y decidir irme al probar a ver cómo me quedaba.

Me puse el corpiño y comencé a mirármelo en el espejo, de repente escucho a Claudio que me dice en vos alta: Mostrame como te queda… y sin pensarlo abrí la puerta y le mostré, él me dice: Hermoso que bien te queda, estas divina. Probate la bikini así vemos el conjunto completo. Cierro la puerta y decido probarme la bikini, cuando la abrí nuevamente vi la cara de Claudio y me di cuenta que estaba casi desnuda ante su mirada. Estas divina me dijo te queda perfecta, no dudes en comprártela.

Me cambié, salí del probador y fui directamente a la caja a pagar ese conjunto que también me quedaba.

Después de almorzar y de hacer algunas compras decidimos ir a la playa ya que el día estaba hermoso, ni una sola nube y la temperatura era de 33 C.

Volviendo desde el mall hacia South Beach bordeando la costa decidimos estacionar el auto en un parking para poder acceder a la playa. Estacionamos y comenzamos a caminar rumbo a la entrada para poder ingresar a la playa, la misma esta bordeada por unas plantas de altura considerable lo que no permite mirar absolutamente nada, llegamos a una escalera de madera e ingresamos a la playa.

Oh sorpresa… era una playa nudista, y ninguno de los dos había leído ningún cartel o aviso al respecto, nos miramos con Claudio (mi cuñado) y nos sorprendimos ante el espectáculo. Luego dijimos ¿qué hacemos? ya estábamos allí, habíamos estacionado el auto y la verdad que no teníamos ganas de salir de nuevo a buscar otro lugar. Vimos que algunas personas caminaban por la playa, las mujeres solo con su parte de debajo de las bikinis y los hombres con trajes de baño diminutos. Ante esto decidimos ingresar ya que Claudio usa trajes de baño de competición (o sea muy chicos y ajustados al cuerpo) y yo tenía un bikini muy diminuto colaless.

Caminamos por la playa aproximadamente 100 metros para buscar un lugar un poco más alejado, sin tanta gente alrededor, allí nos instalamos en la playa. Acomodamos unas lonas en la arena y nos sentamos cómodamente a mirar el espectáculo alrededor.

Mujeres de todas las edades, sin ninguna vergüenza sobre sus cuerpos, gordas, flacas, etc., algunas eran jóvenes y hermosas con cuerpos como modelos. Los hombres igual a las mujeres, sin ninguna vergüenza con cuerpos feos y algunos dignos de mirar.

Comenzamos con Claudio a mirar la gente que pasaba y a comentar lo que veíamos, como yo no tengo demasiada vergüenza con el hablamos sin ningún problema. Imagínense que mis miradas se centraban en el tamaño de los miembros masculinos que pasaban por delante mío, la verdad es que algunos eran dignos de mirar y hasta me atreví en algún momento a pensar en más de uno en estado de erección. ¿Se lo imaginan?

La gente nos miraba con cara rara ya que nosotros estábamos con nuestros trajes de baño y si mirábamos alrededor solo la gente que se iba o llegaba estaba vestida, así que decidir como a la mañana hacer topless y ponerme a tomar sol. Después de media hora le comenté a Claudio, que loco que era esto de estar en una playa nudista y compartíamos que quizás sea la última vez en que íbamos a estar allí, a lo cual Claudio dijo: ¿Por qué no nos quitamos toda la ropa? En principio dije: ¡Ni loca! y luego de pensar en la situación y de conversar con él de que esto iba a ser un secreto entre ambos decidimos quitarnos la ropa.

Imagínense la situación, quitándome mi diminuta bikini delante de mi cuñado para quedarme completamente desnuda…

Al hacerlo me di cuenta que Claudio me miraba con disimulo. Luego Claudio se quitó su traje de baño y tal como imagine descubrí que estaba muy bien dotado. El paso siguiente fue ponerse protector solar ya que hay lugares en los cuales uno nunca se broncea y así fue como nos quedamos en la playa tomando sol.

Primero nos pusimos boca abajo mientras que conversábamos de cualquier cosa para tratar de olvidar que estábamos desnudos, cuando ya nos dimos cuenta de que no soportábamos más el sol de espalda decidimos darnos vuelta a tomar sol de frente y la verdad que no podía controlarme para no mirar a mi cuñado acostado al lado mío en la playa en un día hermoso de sol y todo desnudo, pensaba en lo bien que gozaría mi hermana cuando cogían en forma descontrolada como suelen hacerlo. Su pija era increíble, tenía un buen tamaño de largo y de grosor a pesar de estar en estado de reposo.

Luego de casi 2 horas decidimos ir al mar. Otra nueva experiencia, pararse y caminar unos 20 metros hacia el agua, juntos y desnudos, llegar a la orilla y sentir que el agua estaba fría. Instantáneamente mis pezones se pusieron duros y parados lo que llamo muchísimo la atención de Claudio. Entramos al mar y la sensación de sentir que las olas y el mar nos pegaban en todo el cuerpo fue increíble, saltamos las olas, conversamos nos reímos y en más de una oportunidad debido a la fuerza de las olas nuestros cuerpos se rozaron con lo cual sentía esa pija y me comenzaba a molestar, ya que en realidad tenía la sensación de que me gustaba.

Llegada las 6 pm nos fuimos al hotel, nos bañamos y salimos a cenar, la pasamos bárbaro, en un restaurant muy lindo, la comida excelente y nos reímos de nuestra experiencia en la playa nudista a la tarde, de más está decir que es un secreto entre nosotros dos solamente. Luego nos fuimos a bailar y nos pedimos unas copas para tomar, primero unas cervezas y luego unos tequilas.

Bailamos primero algunos temas movidos y separados y luego bailamos agarrándonos de las manos hasta que llego el momento de que nuestros cuerpos se juntaron, entre movimiento y movimiento sentía que Claudio se estaba excitando cada vez más hasta que en un momento sentí que Claudio tenía su pija que le explotaba en su pantalón, bailábamos y nos refregábamos, lo agarre por atrás a la altura de la cintura y lo acercaba cada vez más a mí, sintiendo su miembro pegado a mi conchita ya no pudiendo soportar más.

Sentía que él me abrazaba por atrás y bajaba sus manos a la altura de mi cola cosa que me excitaba muchísimo. Al darme cuenta que la situación se estaba descontrolando decidí irme al tocador. Y cuando baje mi diminuta tanga descubrí que estaba mojada, ese baile, sus manos, su cuerpo y demás hizo que me excitara y me mojara toda.

Cuando volví del tocador nos fuimos de regreso al hotel para dormir y finalizar así un día muy agitado.

La verdad es que nos fuimos riendo en todo el camino pensando todas las cosas que habíamos hecho en todo el día. Yo estaba cansada y bastante alegre por las bebidas que había tomado. Al llegar al hotel entramos en la habitación, Claudio fue hasta el baño y yo me senté en la cama, me saque mis sandalias de taco alto y espere a que llegara mi turno para ir al tocador. Cuando volví me encontré a Claudio con su slip y pasándose crema post solar en el cuerpo, porque realmente el sol había estado fuerte y nuestra piel estaba colorada e irritada.

Le comenté: Que buena idea, yo también me voy a pasar un poco de crema porque me está ardiendo todo el cuerpo. Mi cuñado contesto: ¿Queres que te pase yo por la espalda? y la verdad que estaba tan cansada que decidir acceder a su petición y decirle que sí.

Claudio apago todas las luces y dejo solamente encendida una lámpara de pie que había en una punta de la habitación, con lo cual todo estaba casi en penumbras, encendió el equipo de audio y eligió una música muy suave y romántica.

Me senté en el borde de la cama y bajé los breteles de mi remerita para que pudiera pasarme la crema por los hombros. El comenzó a pasarme la crema muy suavemente y yo comencé a disfrutar la frescura de la crema sobre mis hombros y espalda, me olvide de quien era el que lo hacía y decidir disfrutar del momento, llevada por la situación sentía como Claudio me levantaba la remera de la espalda para poder pasarme crema más abajo, debido a que me sentía incomoda con la remera en el cuello me la saque dejando todo mi torso desnudo dispuesto a disfrutar de sus caricias.

Sin darme cuenta Claudio comenzó a pasarme crema por todo el cuerpo, él estaba sentado en la cama atrás mío, sentía como sus manos rodeaban mi cintura y comenzaban a subir por delante mío, yo estaba en un estado de placer total, cerré mis ojos y me entregue a lo que sentía, él dándose cuenta del momento y llevado por sus sentidos volcó un poco de crema en sus manos, rodeo mi cuerpo y comenzó a acariciar mis tetas con una suavidad que nunca había sentido, sus manos giraban alrededor de mis pechos, los apretaba, sentía sus manos, mis pezones se pararon y empezaron a gozar como nunca, sentía como su respiración se incrementaba en mi cuello y me comencé a mojar toda entre mis piernas.

De pronto sentí sus labios que besaban mi cuello, luego mi mejilla y más tarde mis labios, sus manos no paraban de acariciar todo mi cuerpo, buscaban la manera de entrar por debajo de mi minifalda, cosa que no era difícil ya que era demasiado corta, sentí como sus manos llegaban por entre mis piernas. Sus dedos recorrían la forma de mi tanga e intentaban entrar en la zona prohibida.

Sin poder contener el deseo abrí mis piernas lo suficiente y besé a Claudio metiéndole mi lengua y comenzando a jugar con la suya, sus manos pudieron hacer lo necesario hasta lograr llegar a mi concha empapada de flujo y de placer.

Nos acostamos en la cama y comenzamos a desnudarnos, nuestras manos recorrían nuestros cuerpos, los besos eran descontrolados mis manos recorrían su torso, sus brazos, sus piernas tratando de llegar a lo que tanto ansiaba. De pronto encontré lo que buscaba, mis pensamientos de la tarde mientras estábamos en la playa desnudos se confirmaron, su pija era increíble, su grosor era increíble y su largo admirable, con mis dos manos una al lado de la otra todavía se sobre salía su cabeza que era hermosa.

Decidí bajar a conocer personalmente ese trofeo, comencé a lamer su cabeza y a sentir su flujo pegajoso y con un gustito que me encanto, increíble era la cantidad de flujo que salía de esa pija, me la puse en la boca y la entraba y la sacaba con cierta velocidad, pensaba : no aguanto más, que ganas de tenerla adentro, en eso Claudio me giro y comenzó a chuparme, su lengua recorría mi concha y estábamos haciendo un 69 espectacular.

Deseosa de gozar me di vuelta, puse a Claudio boca arriba y me subí encima de él, abrí mis piernas, lo bese y despacito sentí como esa pija se metía dentro mío, por un momento pensé: Esto no lo voy a soportar, luego de un par de movimientos mi concha estaba lista para la batalla final nos vimos en forma alocada, sus manos recorrían mis tetas y mi cola, su boca chupaban mis pezones y perdí el control y la cuenta de los orgasmos que tuve, goce y grite como nunca, ¡que placer!

Sintiendo que podía acabar me decidí a chuparla toda hasta que ocurrió lo esperado, acabo en mi boca toda su leche fruto de un día espectacular.

Luego no recuerdo más nada, nos abrazamos y nos dormimos hasta el día siguiente. Este es un secreto que tengo con mi cuñado y del cual nunca voy a olvidarme, con el tiempo decidí contárselo a mi hermana y mi sorpresa fue que a ella no le molestó en absoluto.

Loading

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí