Me llamo Carlos, soy de México distrito Federal, tengo 31 años, soy moreno mido 1.79 m, soy un hombre admirador de la belleza femenina, me gustan sobre todo las mujeres de 25 a 45 años, ya que las mujeres maduras tienen mayor experiencia en eso del sexo.
Este relato que les voy a contar sucedió hace algunos años cuando yo estaba presentando mi servicio social en SHCP, ahí conocí a una chica que al igual que yo hacía también su servicio.
Fue una tarde de junio del año 1996 cuando estábamos en pleno trabajo de captura cuando llegó María una chica de 19 años con un cuerpo muy lindo y un rostro angelical era su primer día de servicio, yo ya llevaba más de 3 meses ahí, nos presentaron y al instante hubo química entre nosotros, nos quedamos mirándonos mutuamente hasta que sin más salió un muy ahogado “hola” de mi parte. Ya que ella es una mujer muy hermosa, no tiene un cuerpo escultural, pero lo que tiene son unas piernas muy bien torneadas (parte del cuerpo femenino que me encanta), a mí me había encargado mi supervisor de servicio que fuera yo quien le diera una buena explicación de todo lo que tenía que hacer ella ahí.
Estábamos sentados frente a mi terminal, empezando yo a explicarle cuando empecé a ver como se empezaba a acariciar ella sus piernas debo decirle que se sentía un poco de frío estaba lloviendo afuera, me sentí un poco incomodo por la situación pero en eso siento que ella ya estaba frotándome mi pierna derecha que pegaba a la suya, subía muy lentamente hasta mi bragueta para encontrar mi pene que ya se estaba poniendo duro en esos momentos, yo le correspondí acariciando su pierna izquierda ya que ella tría puesta una minifalda que apenas si le tapaba algo de su tanguita.
Ella astutamente bajo el zipper de mi pantalón y sobre mi trusa empezó a masajearme la verga yo ya estaba a mil, mientras empecé a hacer a un lado su tanga para encontrar esa panochita húmeda y caliente, ya estaba muy mojada, empecé a juguetear con su clítoris ella respondía con unos muy leves gemidos, pues todavía había personal en la oficina, ya que la mayoría se quedaban a trabajar hasta las 5:30 de la tarde, en eso le digo algo al oído:
–María que te parece si vamos a que te muestre toda la oficina, para empezar, vayamos al almacén donde esta toda la papelería.
Yo sabía que a esa hora ya no habría nadie, pero como todos teníamos una llave para entrar por lo que necesitáramos le guiñé un ojo a mi supervisor y él entendió de inmediato ya que en otras ocasiones tanto él como yo habíamos hecho lo mismo con otras compañeras de trabajo.
Entramos estaba completamente obscuro, encendí la luz, y nos fuimos hasta el fondo del almacén ahí ya se encontraba esperándonos un sillón amplio empezamos a besarnos y acariciarnos por encima de nuestras ropas, empecé a subir poco a poco su mini para meter de nueva cuenta mis dedos a que jugaran con su clítoris ella hacia lo mismo bajándome el zipper del pantalón para que sacara mí ya erguida verga en esos momentos.
Empezamos con el tradicional cachondeo de desnudarnos mutuamente, nuestras boca y lenguas jugaban como locas, cuando ella ya me había sacado mi camisa completamente empezó a lamer cada parte de mi cuerpo, iba bajando muy lentamente hasta llegar a mi verga y me decía “papi que rica verga tienes esta enorme no se si me entre en mi boquita” a lo que respondí “métela muy despacio amor veras que entra toda” y así lo hizo.
Empezó a lamer la cabeza de mi verga, luego todo el falo hasta llegar a los testículos eso me mata es muy rico que den unos ricos lengüetazos ahí, empezaba a meter poco a poco mi verga dentro de su boca hasta que se la metió toda (23 cm) casi podía sentirle su campanilla con la punta de mi pene.
Empezó a mamar muy rico cuando sentía que me iba a venir intenté sacar mi verga de su boca, pero ella lo impidió me pidió que terminara en ella que quería tragarse todo mi semen, y así lo hice empecé a mandarle chorros de semen a lo que ella sin chistar se tragó completos hasta lo que habían caído en sus tetas enormes esos los recogió con los dedos y luego los chupo.
Ahora me tocaba a mi probar sus jugos ya su vagina estaba muy mojada por la masturbación que ella misma se había hecho mientras se tragaba mi verga.
Cambiamos de posición y quede enfrente de esa vagina deliciosa con apenas unos cuantos vellos. Empecé a besar sus muslos muy hermosos y duros, por cierto, paseaba mi lengua sobre de ellos mientras con mis manos acariciaba sus nalgas y jugueteaba con su ano, me fui muy lentamente hacia su concha ella mientras se acariciaba sus senos y jugaba con sus duros pezones.
Empecé a lengüetear es vagina que emanaba deliciosos jugos, empecé primero por sus labios, luego con el clítoris, mientras con mi mano derecha empezaba a hurgar con dos dedos esa cuevita tan rica, ella solo decía “así papi sigue no pares hazme tu putita” “cógeme como quieras papi dame toda tu tranca por cualquiera de mi agujeros”.
Ya estábamos muy calientes me pongo de pie y la acuesto sobre el sillón le abro las piernas y empiezo a jugar con la cabeza de mi verga contra sus labios ella pedía que ya la penetrara y lo hice acto seguido, de un solo golpe hasta el fondo cuando ella sintió mis huevos chocar contra sus nalgas me dijo bruto me vas a partir en dos, no importa no lo saques cógeme papacito hazme sentir una golfa, empecé con mete y saca.
Bombeaba aquella panocha tan deliciosa, cuando me pide que se lo haga anal, se volteó para ponerse en cuatro patas y ella misma con su saliva y sus jugos de la vagina se lubrico ese deliciosos ano, me dirigí hacia eso agujero tan estrecho y muy lento lo empecé a introducir solo se alcanzaba a escuchar un leve gemido por parte de ella, me pedía que lo hiciera despacio.
Y así era iba penetrándola por el culo muy lento y cuando sentí que podía entrar toda mi tranca la deje ir de un jalón empezamos con movimientos suaves mismos que por la excitación se fueron haciendo más rápidos y frenéticos estábamos a punto de venirnos al mismo tiempo cuando ella se pone de rodillas ante mi verga y me pide que se los dé de nueva cuenta en la boca, le empecé a mandar chorros de caliente semen ella se los tragaba.
Luego cuando dejaron de salir me tomo de la verga y se la llevo a la boca quería probar su sabor de su culo y de su panochita, terminamos fundiéndonos en un beso muy cachondo, nos vestimos muy pronto porque si no pensarían mal de nosotros (jajaja como si nos fuera a importar) salimos del almacén no sin antes que ella me dijera “de hoy en adelante seré tu esclava sexual me cogerás cuando quieras y como quieras papi” yo solo pude responderle con una sonrisa y un beso.
Llegamos al lugar donde empezamos a trabajar y nos dedicamos a ello.