El hijastro de mi compañera Andrea y yo

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Llegó la Nochebuena y mi familia lo celebró, pese a que no seamos una familia normal, jajaja, como una más la noche del 24 cenamos en casa de mis cuñados, parecíamos en una celebración normal, pese a que mi hijo follaba con su tía y yo con su hijo el sobrino de mi marido, entre mi hijo el mayor y yo nos intercambiamos algunas miradas en las que telepáticamente los dos teníamos en mente nuestro objetivo para el año que iba a comenzar, que mi sobrino y su madre tuvieran relaciones, pero no es noche.

De otro lado, en los días previos a Nochebuena había coincidido en la pescadería con la mujer que mi hijo pequeño había visto desnuda el día en que iniciamos nuestra relación, pero no había tenido la ocasión de iniciar un conocimiento accidental.

Como en el trabajo me debían un día decidí cogérmelo el día 26, esa tarde estaba sola en casa, cuando me llamo mi compañera Andrea para decirme que les había sobrado un trozo de carne hornada, y me lo ofrecía y me dijo que, si quería el hijo de su marido, de una relación anterior de este, Chus vendría a traérmelo a casa, acepté un poco por compromiso, le di mi dirección y esperé que llegará el chaval, sabía que tenía más o menos la edad de mi hijo pequeño, los dos habían cumplió los 18 años hacia tiempo. Andrea contaba que era un chico tímido con el que le costaba conectar.

Mientras le esperaba una idea se fue desarrollando en mi mente, me lo hacía con mi hijo que era de su misma edad, según Andrea se trataba de un chico muy tímido, igual encontraba la manera de hacerle un regalo de navidad muy especial, me puse un vestido corto y muy escotado, recordando que Andrea creía que algunas veces el chico la miraba las tetas, y esperé su llegada, cuando llegó vi que evidentemente tenía aspecto de tímido.

Le invité a pasar y noté como el chico, me miraba las tetas, aquí comprobé que lo que Andrea pensaba no era paranoia, le llevé hasta el salón y le invité a sentarse, mientras yo iba a por la bandeja con el turrón, cuando se lo serví procure agacharme lo máximo posible para que tuviera una buena visión de las tetas, dejé la bandeja sobre la mesa y decidí ir directamente al grano y le pregunté:

-¿Te gustan mis tetas?

Él se quedó sorprendido y algo asustado, yo le intenté tranquilizar y le dije:

-No te preocupes, es algo normal, ya eres un hombre, y es normal que te gusten las tetas de las mujeres, aunque sea de dos viejas como Andrea y como yo.

Y tras decir esto me bajé las hombreras del vestido y me bajé el sujetador, dejando mis dos tetas al aire. Él se quedó alucinado su cara reflejaba a la vez deseo y temor, yo viéndole así me puse detrás del sillón en que estaba sentado, y le dije:

-Relájate, cariño.

Comencé a masajearle los hombros para que se relajara y luego me agaché un poco más, su cabeza se hundió entre mis tetas, lo que le gustó y le tranquilizó, así le tuve hasta que vi que estaba relajado, entonces con la voz más dulce que pude le pregunté:

-Mi bebe ¿Te gustan las tetas de mama?, ¿Quieres chupárselas?

El en ese momento no se hizo de rogar y alzando su cabeza llevó sus labios hasta uno de mis pezones y se lo metió en la boca y comenzó a chupármelos, se le notaba que, en esto, al menos era su primera vez, me los mordió un poco, yo de forma dulce le iba dando instrucciones y poco a poco me los fue chupando como hace un bebe con su madre, era algo delicioso, no pude evitar echar una mirada a su polla y me demostraba que a él también le estaba gustando, estuve así un rato, luego tuve que sacarle mi pezón de su boca, para ir bajando con mis manos por todo su pecho hasta llegar a su polla que estaba creciendo y para la que su pantalón era una prisión. Se la acaricié y le dije:

-Se te ha puesto la polla durísima no es bueno que esté encerrada, y además esta vieja quiere disfrutar viendo tu cuerpo desnudo.

Y a continuación le bajé los pantalones, el mismo después de escuchar mis palabras se quitó toda su ropa quedándose desnudo ante mí, yo en ese momento agarré su polla y con mi voz todo lo insinuante que pude le dije:

-Estas bellísimo, si Andrea te ve así alguna vez, te deseara, y mucho.

Me senté a su lado de manera que su polla rozara una de mis tetas y con mi mano comencé a hacerle una paja, su cara me demostraba que estaba gozando, yo le pregunte:

-¿Andrea nunca te hace esto?

Él lo negó con la cabeza, yo puse su polla entre mis tetas y le dije:

-Eso es porque nunca te ha visto desnudo, como yo te veo ahora, pero si te viera seguro que le apetecería hacer lo que estoy haciendo yo ahora.

Me aprete las tetas, dejando la polla del chico entre ellas y me moví un poco, estaba masturbando al chico con mis tetas y el parecía estar disfrutando a tope. Él llevó una de sus manos hacia mis tetas, quería sobármelas yo me moví para que mi cuello quedara al alcance de su boca y él me besó el cuello, mientras yo continuaba acariciando su polla y comencé a hacerle preguntas:

-Dime mi niño, ¿Te gustaría que en vez de ser yo fuera Andrea la que te estuviera tocando tu enorme polla?

-Tú lo haces muy bien, pero yo he soñado con que Andrea me lo hiciera

-¿Y alguna otra mujer te gustaría?

-Si muchas, dijo él, pero Andrea me atrae y ahora tú también.

Seguí masturbándole hasta que de repente un río de leche salió disparado de su polla y fua a impactar contra mis tetas, llenándomelas de su leche, él se sintió un poco mal.

-Lo siento me dijo.

-Cariño, al contrario, a la piel de las mujeres le viene muy bien recibir el semen de un hombre, y si es de un joven potente como tu mejor.

No sabía si eso era verdad, pero me pareció lo más adecuado para ese momento, mi mano seguía sobre la polla del chico que antes de que me diera cuenta había recuperado todo su vigor, al verla así un poco asombrada dije:

-Mi amor parece que tu polla no ha tenido bastante, será mejor que nos vayamos a la cama.

Yo le di la mano y le conduje hasta mi habitación, cuando llegamos allí me quité el vestido, que había quedado arrugado y con algunas gotas del semen del chico, me arrodillé ante él, y le dije:

-Este pedazo de polla tan grande se merece una buena follada, pero primero déjame, que le dé un buen tratamiento con mi boca.

Lo primero que hice fue sacar mi lengua y ponerme a lamer los restos de semen que quedaban en su polla, la verdad es que estaban riquísimos, después me introduje su polla en mi boca, pero una vez que su polla estaba limpia me apetecía seguir chupándosela, y así lo hice, hasta que él dijo:

-Perdón señora Clara, pero si sigue usted así va a hacer que me corra en su boca, y eso es maravilloso, pero antes quiero probar su cuerpo.

Que después de lo que lo que habíamos hecho me tratara de usted me impresionó, estaba claro que a este joven había que pervertirle mucho más. En se momento el me hizo una petición:

-Vera Clara, me gustaría comerla el coño, pero es que nunca lo he hecho.

-Mi amor, dije yo, que lo quieras hacer la primera vez conmigo supone un honor, así que adelante, yo te indicaré como hacerlo,

Me abrí bien de piernas para que mi coño quedara bien abierto, él se puso encima de mí, con la cabeza junto a mi coño y abriendo bien su boca introdujo su lengua en mi almeja, se le notaba nervioso, pero era tan tierno, que resultaba delicioso, le fui indicando como y donde debía de poner su lengua para dar más placer a una mujer y el chaval demostró ser un alumno muy aplicado exploraba, con su lengua cada centímetro de mi coño e hizo que me corriera, cuando lo hubo logrado, le dije:

-Felicidades, cariño me has llevado al orgasmo.

-Muchas gracias a usted señora Clara, por haber sido mi maestra, ¿Sabe cuándo se ha corrido he notado como un líquido venía a mi boca y sabía muy bien?

-Lo primero no me llames señora, ni de usted, después de compartir el sexo llámame, Clara, y de tu, y de otro lado me encanta que lo hayas notado, vas a ser un buen follador si comprendes lo que sienten las mujeres. Pero ahora cuentan una cosa, ¿Le has visto el coño a Andrea, te excita?

El un poco nervioso me confeso que, sí que alguna vez la había visto las bragas y las tetas, y alguna vez a la que salía de la ducha desnuda, llegué a la conclusión de que el chico deseaba a mi compañera, quizá hubiera que empujarlos, pero eso sería otro día.

En ese momento subí la apuesta y le pregunté si era virgen, él me contó que cuando cumplió los dieciocho años su padre le había llevado de putas, pero, aunque una puta muy experta le había hecho correrse, su nerviosismo no le había permitido disfrutar de la sesión y que lo estaba pasando mejor conmigo, Eso me animó a ir hasta el final y le pregunté:

-¿Y te apetece follar conmigo ahora?

El me respondió que sí pero que le daba miedo, por su inexperiencia no estar a la altura.

Yo le besé dulcemente en la boca y con una sonrisa le dije que me encantaba ser su maestra, le indiqué que permaneciera tumbado boca arriba y yo me subí encima de él, por si el hecho de que le mirara le ponía nervioso me puse de espaldas a él, y me ocupe, poniéndome encima de que su polla entrar dentro de mi coño, en cuanto esta lo sintió su dueño empezó a gemir de una manera muy intensa, casi me daba miedo de que le diera un infarto, se le notaba que estaba disfrutando y mucho, y sus palabras me lo corroboraron:

-Clara esto es divino, nunca pensé que se pudiera gozar tanto.

Mantuve el ritmo, aunque sabía que debía de regularlo, no quería que se corriera rápido y pillara el complejo de eyaculador precoz. Pero en un momento dado consideré que había aguantado mucho, y me cambié, quería ver su cara mientras follabamos, y poner mis tetas a su vista, pero no fue solo a su vista, fue a su tacto, jaja, porque lo primero que hizo fue acariciármelas, lo hacía con ganas y eso me encantó.

Pero no se conformó con ello, sino que alzó su cara y me cogió uno de mis pezones y se puso a chupármelos, era delicioso, yo seguí cabalgándole, notaba como sus gemidos se intensificaban, animada le pregunté:

-¿Lo hago igual que la puta a la que te llevó tu padre?

-Lo haces mucho mejor, Clara, esto es follar de verdad

Sus palabras me encantaron, pensé que en realidad a los jóvenes los deberíamos iniciar las mujeres maduritas con ganas y no esas pelandruscas que solo van a por el dinero, seguí follando, me vine en un orgasmo brutal, pero seguí hasta que me corrí, y el llenó mi coño con su leche, en ese momento me besó dulcemente y me dijo:

-Gracias Clara por haberme iniciado de verdad.

Cuando me fijé en su polla la vi cubierta de leche y le pregunté:

-¿La puta esa te la chupó?

-Tú me la has chupado mucho mejor que ella, Clara,

-Y te la voy a volver a chupar ahora, mi amor le respondí

Y lanzando mi cabeza contra su polla, saqué mi lengua y me puse a chupársela. Esta vez me puse a lamer cada gota de su semen que cubría su miembro, su sabor era delicioso.

-Eso la puta no me lo hizo, me dijo.

Se la dejé bien limpia, y en ese momento me decidí a hacer algo más, puse su polla entre mis dos, después las apreté y su polla se puso rápidamente dura, pero antes de hacer algo quería que él aprendiera del cuerpo de una mujer, así que llevé una de sus manos hasta mi coño, y le expliqué como acariciarlo, el primero puso una mano sobre él y la fue moviendo encima, y la movió durante un rato, después introdujo uno de sus dedos en el interior de mi coño y, con algo de miedo, comenzó a moverlos ,la sensación fue deliciosa, era muy tierno ver como lo hacía, y me encantaba, así que decidí premiarle y le dije:

-Ya es hora de que vuelva a chupar esta polla tan deliciosa.

Y volví a introducir su polla dentro de mi boca, como si la anterior corrida no le hubiera afectado, al sentir mi boca su polla se puso nuevamente dura, se la chupé otro poco, para darle más consistencia, y después se la metí de nuevo entre mis tetas, su polla me estaba demostrando que tenía mucha más ganas de marcha, esto hizo que me cebará estaba disfrutando muchísimo al sentir como esa polla tan bella estaba durísima entre mis pechos, eso me hacía sentirme más mujer, me cebé en moverla y el resultado fue que él dijo:

-Me corro de nuevo.

Una nueva oleada de leche salió de su polla y en esta ocasión se depositó sobre mis tetas, lo cual hizo que me corriera nuevamente, pero en cambio él se sintió culpable de haberse corrido así, al sentirlo yo le dije:

-Cariño, esto no es nada malo, que un hombre se corra entre las tetas de una mujer es un honor que le hace, seguro que tu padre se corre entre las tetas de Andrea, y con curiosidad le pregunté, ¿Alguna vez los has visto follar?

El chico un poco avergonzado, pero no dejaba de ser un hombre al que le están acariciando la polla, me respondió que oírlos sí, pero verlos no. Le aconsejé que tuviera cuidado y cuando le pregunté si no le gustaría ocupar el lugar de su padre en la cama cuando lo hacía con su madrastra, con la cara un poco enrojecida por la vergüenza me confeso que sí.

Yo me reí le dije que era normal y volví a chuparle la polla, esta vez el chico no mejo que me la metiera entre las tetas, no quería correrse otra vez de la misma manera, así que en cuanto la tuvo un poco dura, me pidió que me pusiera encima de él y que le cabalgara, lo hice me puso encima de él e hice que su polla se introdujera dentro de mi coño, y comencé a moverme el comenzó a gemir de una manera muy intensa, parecía que las corridas anteriores no habían mermado la capacidad de su polla que continuaba dura como un palo.

Y seguí cabalgándole, me eche encima de él, de esta manera tuvo mis tetas encima de su boca, tenía ganas de que me las volviera a chupar, parece que el muchachito tenía gran capacidad para aprender y me estaba dando unos mordisquitos en los pechos muy excitantes, me estaba haciendo retorcerme de gusto, y fu en ese momento cuando mi mente tuvo una de sus ideas perversas, mirándole le dije:

-Cariño, ¿La puta te dejó que se la metieras por el culo?

El parecía incomodo hablando del tema, cuando se lo dijo a la putis, esta se negó dijo que por ahí era virgen, aquí yo dándome importancia le respondí:

-Pues yo no.

Y poniéndome a cuatro patas, como lo zorra que soy, añadí:

-Aquí tienes mi culo a tu disposición, mi amor, por si quieres estrenarte en él.

Por supuesto él se mostró entusiasmado, aunque un poco temeroso, pero mi ofrecimiento de guiarle terminó por romper sus temores, así que, poniéndose detrás de mí, sentí como su polla entraba en mi interior.

Al principio de una manera torpe, pero como ya he dicho aprendía muy rápido, siguiendo mis indicaciones, lo iba haciendo cada vez de una manera más apropiada, de la forma que a mí me gusta y tal y como les he enseñado a hacerlo a mis hijos, a mi sobrino y a los demás, esto hizo que me pusiera calentísima, mientras él también estaba muy excitado, oír como sonaba su polla chocando contra mi culo, era alucinante verdaderamente lo de estrenar jóvenes era algo maravilloso, mientras estaba en estos pensamientos él una vez más dijo:

-Me corro.

Y nuevamente un río de semen salió de su polla y llenó mi culo.

Era el momento de poner fin a nuestro encuentro, así que le llevé al baño para que se lavara y cuando lo hizo se vistió, nos dimos un último beso y él salió de mi casa cuando lo hizo, llamé a mi compañera Andrea para que supiera que el chico había cumplido el encargo, lo que no la dije era lo bien que lo había hecho, jajaja.

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