Susana y yo llevábamos juntos cinco años ella es una mujer realmente ardiente en la cama con un metro sesenta y cinco de altura y buenas curvas culazo talla noventa de pecho exhibicionista practicamos el naturismo y los dos vamos completamente depilados yo un metro 82 de altura con presión normal un pene normalito.
Desde el principio de nuestra relación platicábamos el sexo anal y una de las cosas que anhelaba era penetrarme a mí con el tiempo me dejé y después de probar pequeños dildos los compramos un arnés en el que se podían intercambiar dildos de distintos tamaños.
A mí no es una cosa que me volviese loco pero ella realmente le ponía muchísimo jugar con aquello.
Haciendo las funciones de macho yo me dejaba penetrar y también chupaba aquellos penes como decía ella era su putita.
Todo aquello de la intimidad de nuestra cama, aunque ella sí que tenía fantasías de entrar en el mundo swinger con algún intercambio de parejas o algún hombre, fantaseando en nuestras sesiones de sexo para mí no eran más que calentones de momento.
Su sala con veinticinco años y yo con tres más no teníamos hijos ni teníamos intención de ello por lo que todo nuestro tiempo era para nosotros.
En el puesto de trabajo de Susana conocí a una compañera de muy buen ver 55 años así como mi mujer de buenas curvas y la mar de simpática.
Con mi mujer se llevaba muy bien y en el trabajo eran poco más qué íntimas, se aproximaba el cumpleaños de mi mujer y como alguna vez que otra la había regalado lencería y casualmente coincidir con Lucía compañera de mi mujer una gran superficie donde había una tienda exclusiva de lencería.
Tal y como era Lucía enseguida se acercó y me preguntó para quién era la lencería, si tenía un amante, se le engañaba a mi mujer etc. todo en plan sarcástico yo me puse rojo sinceramente porque ella era como muy divertida en ese aspecto.
Luego ya retomó más cosas más en serio y me aconsejo a un modelito que otro.
Para luego más tarde ofrecerse como modelo para que viese el efecto de dichas prendas ya que sus cuerpos casi eran iguales.
Evidentemente rechace la invitación a pesar de que insistió un par de veces más, luego cambió la estrategia y me enseñó otro conjunto, este me lo podías regalar a mí y vérmelo puesto en privado, y luego quitármelo.
Me parecía demasiado descarada así que también me daba un poco de miedo que estuviese tanteando me.
El día del cumpleaños sucedió comimos por hoy y al atardecer quedamos con Lucía y su marido para tomar algo ya que ella le quería hacer un detalle y mi mujer invitarles algo.
Yo me encontraba algo tenso y sin ninguna duda Lucía lo notaba el marido de esta era un tipo más alto que yo y corpulento mediría cerca del 1,90. Aunque el aspecto muy agradable y al igual que su mujer divertida.
En uno de sus paseos al baño Lucía vino tras de mí y me comentó que sabía que no le había dicho nada a mi mujer y que eso significaba que las puertas podían estar abiertas para algo entre los dos.
Yo no supe que contestar pero automáticamente sentí su boca pegada a la mía y su lengua en mi interior correspondí de la misma manera mientras ella me tocaba el paquete y una de mis manos la llevaba a su entrepierna.
Fueron dos minutos nada más pero fueron realmente explosivos.
Unos días después Lucía y yo nos acostamos.
Desde luego no me sentía contento de mi actuación pero aquella mujer me había llevado a su terreno y sucumbí aquella relación.
Fue la quinta vez que queramos y esta vez fue en su casa ya que mi mujer había coincidido en turno libre con el de Lucía.
No había peligro ya que Pedro el mayor de esta no estaría en todo el día.
A las 10 de la mañana ya habíamos echado un par de polvos y conciliamos incluso el sueño poco antes de comer Lucía trajo un arnés.
Mira lo que tengo, qué te parece, yo no contesté mientras está se lo colocaba en su cintura y un dildo más pequeño se lo introducía en su vagina blandía aquel pene como si fuese suyo mientras me decía si me apetecía probarlo.
Yo no sabía que decir y mucho menos confesar que de mis prácticas sexuales con mi mujer lo había probado.
Anda ven aquí enséñame como la chupas, aquella mujer sabía mandar incluso su tono de voz fue más duro de lo normal así que comencé a hacer una felación a aquel dildo.
Venga no te hagas el estrecho seguro que no sabes hacer mejor, claro que le puse a ganar y al rato vi como cogía un bote de lubricante y comenzó a untar aquel consolador me hizo colocar de a cuatro y sentí como sus dedos traspasaban mi esfínter mientras yo le decía que lo hiciese con cuidado.
Lucía entre risas me dijo no me digas a estas alturas que eres virgen porque no me lo creo la chupas de miedo.
Me penetró lentamente y sentí la totalidad de aquel miembro en mi interior y poco a poco comenzó aquel movimiento de meter y sacar mientras me cogía de las caderas y me decía palabras sucias.
Después de un cuarto de hora aproximadamente paramos y preparó algo de comer, los dos anduvimos completamente desnudos estar en la casa de aquella mujer casada compañera de él la mía y habiendo disfrutado el más de una ocasión del sexo con ella era todo surrealista y me sentía realmente cachondo.
Después de comer tuvimos otra vez eso le eché un buen polvo y luego me pidió penetrarme otra vez.
Evidentemente si antes no me había llegado ahora menos así que volvió a penetrarme primero boca arriba mientras me masturbaba y un poco más tarde me coloco de a cuatro.
En aquel momento hoy la voz de Pedro fuerte chillando a mi espalda quise salir corriendo pero Lucía me sujetaba fuertemente de las caderas.
Mira mi mujercita y yo pensaba que se la estaban follando y en realidad tiene al marica del marido de Susanita.
Lucía no sabía despegado de mi un solo centímetro y yo estaba completamente indefenso cuando Pedro me cogió del pelo haciéndome levantar la cabeza mientras me decía… Qué crees que dirá tu mujer por acostarte con su compañera de trabajo.
Yo permanecía sin saber que decir mientras para mi asombro Lucía comenzaba otra vez aquel movimiento adelante y atrás follándome.
Lucía comentó que no sería necesario que se enterase sí me disfrutaban los dos, Pedro se desabrochó el pantalón dejando caer hasta el suelo la prenda y luego cogiendo de ambos lados el elástico de su slip donde ya se apreciaba un buen bulto lo bajo hasta sus tobillos sacando pantalón y su slip.
Delante de mi cara a escasos centímetros tenía una verga que el estado de semi erección mirando hacia abajo ya media más que la mía asomando ligeramente la punta de su capullo que se encontraba cubierto.
Pedro pregunto a su mujer, qué tal la chupa y esta le contestó al instante creo que bien por lo menos la que tiene metida en el culo.
Qué dices chaval le llamamos a Susanita y le decimos que mi mujer te tiene de a cuatro follándote el culo o simplemente yo también disfruto de ti.
En mi cara se reflejaba el miedo por aquella situación destruir mi matrimonio por una infidelidad y encima con una compañera de trabajo de mi mujer que me tenía ensartado como le gustaba allí a hacerlo.
Lucía seguía moviéndose y me animo a disfrutar realmente de aquel juego ahora más real ya que se trataba de una de verdad.
Pedro dio un paso al frente y se colocó con la que el monstruo pegado a mis labios.
Bésala dale besitos y juega con tu lengua humedécela poco a poco y luego vete introduciéndotela siente su calor su sabor verás como es distinto que al de una goma más cálida real.
Mientras Lucía seguía con sus movimientos yo comencé a besar aquella polla de verdad según me la iba ofreciendo Pedro el tronco y luego aquel capullo que comenzaba a aparecer en su integridad mi lengua comenzó a pasarse por aquel pollón descubriendo como aumentaba en tamaño haciéndose descomunal tanto grosor como en largura, las palabras del matrimonio animándome me ayudaban a pasar el trauma de estar siendo follado por una mujer mientras me comía un pollón como mínimo de 18 cm y del grosor de un vaso de tubo.
Lucía salió de mi interior soltando el arnés me ayudó a comerme la polla de su marido sintiendo como su lengua se introducía en mi boca y mezclamos nuestras salivas.
Pedro comentó, aquí hay mucho amor también os beséis con lengua, Lucía enseguida le contestó, ya sabes lo que tienes que hacer si te da envidia.
Sentí como Pedro retiraba su gran pollón de nuestras bocas y comenzaba a besar a su mujer que se encontraba junto a mí mientras la mano de Lucía en mi nuca me atrajo hacia ellos momento en que su marido comenzó a besar suavemente mis labios apretando los suyos con los míos y poco a poco abriendo paso con su lengua al interior de mi boca.
Abrí mi boca y me entregué aquel beso con aquel hombre que ahora me sujetaba la cabeza con ambas manazas sintiendo hasta la campanilla aquella gruesa y Caliente lengua mientras la mía luchaba con la suya.
Sentía como mi pene ahora estaba en estado de semi erección, terminé tumbado en la cama boca arriba mientras Lucía se sentaba literalmente en mi cara para darme toda su lustrosa raja desde su ano hasta aquel chorreante coño en el que todavía estaban los restos de mi última corrida.
Sentí los dedos de Pedro penetrar en mi ya dilatado ano mientras mis piernas eran apoyadas contra su pecho y sobre sus hombros.
Tranquila nena tranquila lo haré suavemente, me dijo aquel imponente hombre, que va a desflorar un hombre de verdad.
Sentí la presión de aquel bollón queriendo traspasar el umbral de mi esfínter con la experiencia que tenía de ser follado por aquellos dildos no mostré resistencia y enseguida sentí como aquel cabezón comenzó a traspasar mi esfínter centímetro a centímetro sentía que me abría en canal mientras el coño húmedo de Lucía se restriega por mi cara sintiendo el sabor de lo que tenía que ser mi leche.
Durante diez minutos sentí como aquel pollón entraba y salía casi al completo lentamente haciendo de sentir el roce centímetro a centímetro a centímetro.
Después me la saco y tumbándose sobre mi cuerpo estuvo morreando un buen rato mientras tanto él como Lucía se felicitaban de mí desvirgación con una polla de verdad.
Lucía a cuatro patas y yo detrás de ella la misma posición mientras ahora Pedro comienza a follarme a un ritmo mayor a la vez que yo con mi lengua trabajo el dilatado esfínter de la mujer.
Sí sí sí qué rica lengua tienes como me gusta comentaba Lucía, mientras Pedro sus comentarios eran respecto a algo putita que voy a ser tragando por el culo su pollón.
Sentí un vacío tremendo cuando la sacó de golpe comenzó a regar las nalgas junto con la raja de Lucía para luego cogiéndome del pelo introducírmela en la boca para seguir escupiendo leche mientras me decía, traga putita traga saborea tu primera lechada de un buen macho.
Cuando terminó de echar hasta la última gota me dirigió la cabeza para limpiar el culo de su mujer hasta dejarlo sin ningún resto de aquella corrida.
Me fui a mi casa donde mi mujer estaba esperándome y para colmo de ganas de sexo así que me la folle y me follo con su arnés dándome sin ninguna duda más duro que nunca mientras comentaba que lo tenía muy abierta.
Unos días después Lucía me llamó para que fuese a su casa, yo le dije que tal vez sería mejor dejar de vernos ya que la situación era un tanto complicada, no te preocupes ,le digo a tu mujer que solo ha sido una vez, poco disfrutaste mientras te follaba mi marido, o como tragabas la corrida de este.
Si yo te digo que quiero que vengas a casa no es una sugerencia sino una orden.
Así que me fui hacia la casa de Lucía está me recibió con un conjunto de lencería que me la familiar el que había regalado a mí mujer.
Mi sorpresa no terminaba allí, en el salón sentado completamente desnudo se encontraba Pedro, bueno me imagino que habrás venido con ganas de diversión.
No contesté mientras tanto Lucía comenzó a deshacerse de mi ropa y una vez desnudo no se anduvo con demasiado rodeos, imagino que no habrá que decirte que es lo que tienes que hacer.
Mirando aquel hombre abierto de piernas en el sofá lo había mucha duda así que me puse de rodillas y comencé a mamar aquel pollón que tenía un sabor sin duda a una mezcla de flujos.
En aquella postura Lucía se paró mis piernas y comenzó a lubricar mi ano primero superficialmente y luego introduciendo algunos de esos dedos para luego ensartarme de un solo puyazo un dildo que me hizo dar un pequeño salto.
Está desde el principio me folló con dureza mientras yo gemía como una colegiala cinco minutos aproximadamente, después me coloco aquel macho boca arriba en el Charlotte mientras Lucía se ponía en cuclillas sobre mi cara y sujetaba mis piernas hacia ella dejando mi culo bien expuesto, Pedro colocó su verga en mí esfínter sentía aquel calor casi hasta palpitar aquel pollon.
Comentando este hoy te va a preñar tu macho, comenzó empujando y sin darme tiempo nada metió la totalidad de aquel pollón hasta que sus huevos chocaron contra mis nalgas y acto seguido comenzó a sacarla y a meterla casi en su totalidad sintiendo como aquel macho me hacía gemir.
No sé el tiempo que tardó ya que yo me entretuve comiéndome aquel coño recién follado y toda la cantidad de leche que había en su interior junto con todos los flujos que soltó aquella mujer, cuando sentí que aquel macho daba unos fuertes pollazos y sentí como su leche llenaba mis entrañas hasta que aquel pollón salió de mi interior.
Bueno ahora ya puedes irte a casa hasta el próximo día.
Tal vez le tengas que decir a tu mujer que le has sido infiel y que ahora te dedicas a poner la boca y el culo a tu macho alfa qué me dices.
Lucía añadió entonces, no crees que sería momento de confesar y liberarte de esta carga.
Me vestí y no dije nada mientras me iba hacia la puerta, Lucía me hizo otra pregunta, le perdonarías una infidelidad a tu mujer, como sentirías si supieses que se acuesta con otro hombre, podrías compartirlo, te imaginas comer una polla junto a tu mujer y ver como se la follan delante tuya tiene sus ventajas.
Podías proponerle un intercambio de parejas un trío con otro nombre y asumir tú papel de bisexual.
Me fui hacia mi casa con un auténtico mar de dudas apretando el culo para que aquella cantidad de leche no saliese ya llegué a casa y me dirigí al baño a vaciar mi recto.
Lucía me llamó al día siguiente evidentemente sabía cuando tenía que hacerlo porque sabía los horarios de trabajo de Susana y me preguntó directamente sí había pensado en todo aquello.
En quitarme la presión y confesar a mi mujer que había sido infiel y que le permitía a ella para hacer lo mismo.
Buenos se que es un poco confuso todo con este actuar maquiavélico de Lucia , pero espero hayas disfrutado la nueva experiencia con un pene real, luego cuenta con más detalles si te gustó. Saludos