La primera fantasía de mi hijo (1)

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T. Lectura: 7 min.

Espero les gustara mi relato anterior que más que relato es parte de mi vida, ahora vengo para contarles la primera de varias fantasías que mi hijo me pidió hiciéramos. Le cuento desde el principio, recuerdan que buscaba la manera de que mi hijo me viera como mujer para que me hiciera suya, bueno así fue los primeros tres meses tuvimos sexo casi todos los días, si tuve más sexo en tres meses que en casi toda mi vida sexual, cada día que llegaba del trabajo me agarraba y hasta el día de hoy lo hace, pero esta más maduro, morboso y sexual que nunca.

Para continuar una noche de sexo desenfrenado cuando ya reducidos por el cansancio y entregada entre sus brazos descansando, me dice “mamá quiero hacer algo que no se si te gustará, tengo la fantasía de hacer un trio contigo y tía Mirtha, (Mirtha es mi amiga de hace más de 15 años que está casada, y le dice tía por cariño). Yo me levanté y me asombró mucho y lo único que se me ocurrió decirle fue “ya no te gusto, acaso no soy suficiente para ti, o es que ya no te sirvo”.

Él se ríe y me dice “no mamá, me encantas y me cargas loco y no paro de pensar en lo divino que me haces sentir, solo quiero que los dos disfrutemos, gocemos y nos abramos sexualmente (esa respuesta me desarmó y me dejó sin habla) quiero hacer un trio contigo y con ella para que la pasemos rico, ella está tan rica como tú, tiene buen cuerpo y está durita y ella es chévere, anímate mamá ¿o no te da morbo verme como ella me lo mamaria, o como ella te la chuparía mientras yo la penetro en cuatro patas y la usamos como nuestra perrita, dime que eso no te excitaría”.

Me quedé loca con todo lo que me dijo y bueno para no ilusionarlo solo le dije “vamos a ver”.

Al día siguiente no podía sacarme de la cabeza la propuesta de mi hijo, pensaba en lo que podríamos hacer y me mojaba toda, solo me imaginaba a mi amiga cuando me lamiera la vagina y ver a mi hijo cuando se la metía a ella, esa imagen era repetitiva hasta que no aguanté y la llamé para invitarla el sábado a casa y ver cómo le tocaba el tema.

Así fue la invité a que se tomara algo el sábado en la casa y en la tarde ella se apareció, saludando como siempre y nos sentamos en el cuarto para poder hablar, lo único que se me ocurrió para comenzar el tema fue decirle “amiga estoy en la crisis de los 40 (yo hoy tengo 41) quiero liberarme sexualmente”… Ella me mira y se ríe, entonces comenzamos la conversación:

Mirtha: Mercedes que tienes, mija cálmate.

Mercedes: es que quiero hacer todo lo que no hice, quiero hacer de todo.

Mirtha: vaina, estas como mi esposo (risas)

Mercedes: como así explícame.

Mirtha: bueno que se está poniendo verde he inventor, ahora quiere hacer tríos y que vayamos a una fiesta swinger imagínate tú, casi lo abofeteo cuando me dijo eso.

Mercedes: jajaja imagínate tu pues si yo ando igual, amiga y dime ¿a ti no te da curiosidad?

Mirtha: la verdad si, pero no me veo con gente que no conozco sin saber que puedan tener una enfermedad o algo… No de solo imaginármelo me da de todo.

Mercedes: jajaja si se debe tener mucho cuidado con eso, pero, y si tu conoces bien a la otra persona ¿te animarías?

Mirtha: Mirtha mira y dice: ¿me están pidiendo que hagamos un trio?

Mercedes: si quiero hacer un trio con ustedes, pero también quisiera que tu hicieras un trío con nosotros.

Mirtha: ¿con nosotros? ¿acaso tienes pareja?

Mercedes: si y la conoces muy bien, pero eso es sorpresa para cuando llegue el momento y claro si tu accedes a que hagamos el trio primero con tu esposo y después conmigo y mi pareja.

Mirtha: no salgo de mi asombro, pero déjame pensar a ver porque me bajaste la guardia y no tengo escusa porque a ti te conozco y te conozco bien, pero a tu pareja no la conozco y no se. Me gustaría complacer a mi esposo déjame pensarlo a ver y te digo.

Al poco rato ella se fue, y yo no me podía creer que se lo había dicho y más hacer un trio con su esposo, no sabía que sentir, pero igual me propuse seguir adelante porque quería complacer a mi hijo. Esa noche no le dije nada a mi hijo, solo salimos a cenar y después a casa para pasar una noche de desenfreno. Al día siguiente Mirtha me llama, me dice: “Mercedes si me llevo los niños con mi mamá ¿tu podrías ahora en la tarde?”. Me quedé fría y solo le dije “Si yo voy, a las tres estoy en tu casa”.

Ya eran casi las once de la mañana, le prepare el almuerzo a Diego (mi hijo), me duché y arreglé, le dije que saldría a casa de tía Mirtha él me miró y me dijo “¿qué vas hacer, a convencerla?” y le dije “si voy a eso, nos vemos en la tarde o en la nochecita”, él me respondía “bueno yo voy al cine por si acaso llegas y no estoy”. (Yo por dentro pensé, maravilloso)

Llegada la hora me fui a casa de Mirtha, llegué y saludé como siempre lo hago, y ella me dice: “él nos espera en el cuarto, ya está desnudo en la cama, está más excitado que nunca”. A mí me dio un ataque de risas y ella me dice “si mija desde que fuimos a la playa que te vio solo con el hilo no deja de pensar en cómo te lo haría porque anoche me lo conto todo, hasta yo me excité. Yo me puse más nerviosa, pero bueno vamos hacerlo amiga, vamos a soltarnos el moño”.

Las dos entramos al cuarto y él nos pidió que nos quitáramos la ropa entre las dos, que él quería vernos a nosotras acariciándonos y besándonos mientras él se masturbaba, ella y yo nos miramos y tomé la iniciativa, él se quitó la sábana de encima y se abrió de piernas mientras se acariciaba su pene.

Mirtha y yo nos empezamos a besar, ese fue mi primer beso lésbico, me encantó tanto que no pare de besarla en toda la noche, ella me quitaba la blusa y yo le soltaba la falda, mientras nos besábamos nos encerramos en nuestro mundo, nos explorábamos cada vez con más pasión, ella me agarraba las nalgas mientras su lengua jugaba con la mía dentro de mi boca, y yo la apretaba hacia mí para sentir como nuestros senos se entre mezclaban con nuestro calor corporal…

Ella me llevó a la cama dejándome boca arriba y empezó a besarme en una conjugación de labios y lengua por todo mi cuerpo, sentía como ese calor se adueñaba de mi ser, hasta que ella llegó a mi vagina y sentí su dulce lengua, su respiración y como sus labios me chupaban y se tragaban mis jugos, jamás sentí tal excitación en mi vida como la que había sentido con Diego, Mirtha me llevaba al extremo el sentir como su lengua entraba y salía de mi vagina me volvía loca sentir como sus dedos exploraban mi vagina y acariciaban mi interior me llevo a tener más de un orgasmo.

Su esposo al verme tan excitada me puso el pene en mi boca, sentía como él disfrutaba el que se lo estuviese mamando, me encantaba sentir como su pene duro entraba en mi boca, después de que Mirtha me hizo tener los orgasmos ellos se cambiaron de posición, ella me puso su vagina en mi boca posándose sobre mí y él se fue a chuparme la vagina, que excitación tan grande que dulce me parecía la vagina de mi amiga, no podía parar de chupársela, el escucharla a ella gemir me excitaba más y más…

Ella en medio de sus gemidos le dice “métesela y bésame mientras te la coges”, escuchar eso y sentir como él me penetraba toda me hizo tener otro orgasmo, estaba desbocada, sacaba fuerzas de donde no tenía porque quería más y más, él me empezó a coger más y más duro, después Mirtha se me quita de encima y me dice “ponte en cuatro patas que te vamos hacer nuestra perra”, eso solo hizo que me mojara más, no sabía de lo que me perdía, estaba extasiada…

Yo me puse en cuatro patas y él me penetró desde atrás, Mirtha de daba nalgadas y me agarraba por el pelo y me decía “así es que te querías sentir libre como una perra”, y me agarraba y besaba, mientras él me cogía más y más duro, hasta que ella lo paró, le sacó el huevo de mi vagina y se lo mamó, solo me decía “que vagina tan rica tienes perra”, y se la volvía a meter en mi vagina…

Yo estaba tan excitada que no me importaba lo que me decía, después ella se me puso de piernas abiertas frente a mí, me agarró por el pelo y me puso a que le chupara su vagina de nuevo, sentí como tenia los orgasmos, como los tuvo en mi boca, eso me excitaba más y tanto que sentía como si el huevo de su esposo fuese el mejor de los regalos, después ella me sentó y se puso en cuatro patas para que su esposo se la cogiera y ella mamármelo mientras él le daba por el culo.

Mirtha gemía más y más fuerte mientras me lo mamaba hasta que dejó de mamármelo y me dijo que fuera a probar su culo, yo me fui a donde él estaba, le sacó el huevo de su culo y me lo metió a la boca, (pensé que me daría asco, pero fue por el contrario, me encantó) después de mamárselo y dejárselo limpio, ella se puso a mamárselo también y entre las dos se lo mamamos hasta que se vino en nuestras bocas, y después nos besamos hasta que no quedó nada de semen en ellas.

Al terminar estaba extasiada, me había encantado, no lo podía creer, descansamos dos horas y nos tomamos algo y lo volvimos a repetir, pero esta segunda vez él me lo metió a mí por el culo y fue ella quien probó mi culo, y para cerrar con broche de oro nos fuimos a la ducha los tres y me pidieron que me arrodillara, pensando que se los iba a mamar, resulto ser que ellos me orinaron encima, cosa que nunca había hecho y que me fascinó sentir el calorcito y el sabor de su orina. Nos duchamos y al rato me fui a la casa, sin decirle a Mirtha quien era mi pareja y claro su esposo no sabía que ella después haría ese trío conmigo.

Al llegar a casa me volví a duchar aprovechando que Diego no estaba y me acosté a dormir, él llegó, pero era tanto mi cansancio que seguí dormida. Al día siguiente me paré temprano para hacer el desayuno y le dije que estaba cuadrando todo con Mirtha que no sabía nada todavía, que yo le avisaba, cuando le dije eso se puso contento y me dijo “te voy a premiar”, me levantó la falda del uniforme y me cogió en la cocina, estaba más que satisfecha, lo dejé en la universidad y yo me fui para mi trabajo.

Esa mañana Mirtha me dice: “¿buen día como te sientes?, jamás pensé que me encantaría hacer un trio con otra mujer y sobre todo contigo, eres espectacular, me encantó y quiero que se repita”. Yo le respondí que a mi también me había gustado mucho y me encantó en la forma en que me había hablado, eso me había excitado mucho, y le dije que me avisara cuando podía ella para que hiciéramos el trio, pero con mi pareja. Ella me insistió mucho que quien era mi pareja y le dije que era una sorpresa que se quedara tranquila que ella lo conocía muy bien, me dijo que me avisaba y yo seguí con mi día de trabajo.

Esa tarde ella me llama y me dice que su esposo tiene que viajar el domingo porque tiene una reunión en la capital y que el domingo quedaba libre desde las cinco de la tarde, que le llevaba los niños a su mamá y se iba para casa, le respondí que la esperaba sin falta, y así fue pase toda la semana soñando con ella y mi hijo, la experiencia con ella fue única, me había encantado.

Esa semana la pasé con mi hijo, como siempre entre nosotros, pero con la diferencia de que me abrí más para que me lo metiera por el culo, porque cuando el esposo de Mirtha lo hizo me había encantado, y a mi hijo por supuesto que le encantó, y así cuando llegó el viernes le dije “el domingo quiero que estés en casa a las 5 de la tarde porque te tengo una sorpresa”. Él me mira y me dice “¿qué sorpresa?” y le contesto, “espera y veras”.

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