Con dos amigos en una habitación de hotel

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Hola, soy Isabel, tengo 65 años y soy una ama de casa a la que le encanta divertirse. En realidad, estoy disfrutando de un estilo de vida de tipo matrimonio abierto y cornudo. He vivido toda mi vida para hacer realidad todas mis fantasías sexuales, ya que solo se vive una vez y no tengo intención de perderme nada. Llevo cuarenta años casada con mi marido, pero eso nunca ha sido un obstáculo para disfrutar de todo, incluso, al contrario.

Como mis anteriores historias esta ocurrió hace varias décadas, exactamente unos días después de lo que me sucedió con el hijo de Eva. Había quedado con German, en un hotel, German era un amigo que había conocido un día en que para emputecer a Eva la llevaba por una superficie comercial. Como yo era casado, pero entre nosotros se había establecido una especie de pacto para ayudarnos a desarrollar situaciones morbosas que nos hicieran disfrutar a los dos.

Tal y como habíamos convenido él había reservado una habitación en un hotel discreto de las afueras de la ciudad, lejos de los sitios por donde solían moverse nuestras amistades, cuando llegué al hotel, me presenté como la señora García, nombre que habíamos escogido debido a una serie de televisión que se había emitido en España unos años antes. Me dieron la llave y entre una vez dentro me quité el vestido y me quedé con un conjunto de ropa interior blanca y me dispuse a esperarle.

Cuando poco después llamaron a la puerta, y pregunté quién era me respondió:

-Cariño, soy yo.

Al ir a abrir, procurando que no se viera desde fuera que estaba en ropa interior, me encontré con que mi marido de mentira iba acompañado de otro hombre, que como él estaba muy bueno. Tras cerrar la puerta me lo presentó:

-Cariño este es mi amigo Sergio, Sergio esta es la amiga de la que te he hablado.

No sé si debería haberme enfado con él por traer un amigo a nuestro encuentro romántico, jajaja, pero me lo tome como una sorpresa, algo a lo que según las reglas no escritas de nuestra relación él tenía derecho.

En aquellos tiempos, aunque muchos jóvenes de hoy en día no se lo creerían, la práctica del beso en la mejilla como forma de saludo y presentación se estaba comenzando a normalizar, y era muy común hacerlo simplemente dándose la mano, pero en este caso fue German quien me dijo:

-Venga daros un beso en la boca.

Y así lo hicimos, me encantó su forma de besar, cuando terminamos Sergio dijo:

-Tío, llevas razón en que tu amiga esta buenisma, apetece tirársela ya mismo.

-Todo se andará, dijo German, per ve poco a poco.

Nos sentamos en el sofá, y allí me contó cosas de él al parecer compartían muchas cosas, se ve que las amantes también, en ese momento no pude contenerme la tentación de preguntarles:

-¿Y a vuestras mujeres también?

Como te he dicho otras veces, dijo German, mi mujer es una reprimida, solo follamos con la luz apagada y la suya también, aunque tendría cierto morbo hacerlo cada uno con la mujer del otro.

Sergio asintió con la cabeza, y fui yo la que les dijo:

-Quizá pueda ayudaros, a cambio de una cosa, pero este no es el momento, el asunto es que vosotros aquí estáis vestidos y yo desnuda y eso, puse un tono picante a mi voz, no puede ser.

A continuación, llevé cada una de mis manos a sus pollas y comencé a acariciárselas por encima del pantalón hasta que estuvieron bien duras, después, una vez logrado mi objetivo les desabroché los pantalones a los dos y dejé sus pollas al aire, entonces dije:

-Que pollas tan deliciosas, no se merecían estar encerradas.

Se las acaricié un poco para que se mantuvieran bien duras y dije esta vez:

-Solo de pensar que me voy a comer este par de maravillas se me hace la boca agua.

Y procedí a darles besitos, y después me puse a metérmelas en la boca de manera alterna, entre ellos no parecía haber problemas de celos, así que seguí dándoles a los dos placer con mi boca, hasta que German dijo:

-Esto es fantástico, pero creo que es hora de que Sergio vea lo puta que eres, vámonos a la cama.

Los llevé cogidos de la mano, Sergio se desnudó rápido German se quitó la camisa, pero no pudo aguantarse las ganas, con el pantalón apenas bajado, se puso detrás de mí, me atrajo hasta él y desde atrás, los dos de medio lado, metió su polla dentro de mi coño y comenzó un movimiento, yo comencé a gozar, pero no me olvidé de mis deberes, le pedía a Sergio que se sentara a mi lado y me dispuse a ocuparme de su polla y le dije:

-Cariño me encanta tu polla, de que me ocupe de ella.

La masturbé un poquito, y cuando estuvo durísima me la introduje en la boca, Sergio al sentirla dijo:

-Llevas razón German, tu chica la chupa maravillosamente bien.

El aludido su dejar de follarme respondió:

-Ya te dije yo que era muy puta y morbosa, por eso la adoro.

-Ojalá nuestras mujeres fueran así, dijo Sergio.

-Igual lo son y solo les hace falta descubrirlo, dije yo sacando por un momento la polla de Sergio de mi boca, si os animáis podemos intentar emputecerlas.

Pude ver en sus caras que la idea no les desagradaba, pero les daba miedo. En ese momento German dijo:

-Cariño quiero que Sergio vea cómo te mueves, así que cambiemos de postura

Le hizo una señal a Sergio para que se apartara, y en ese momento se salió de mi coño y se tumbó encima de la cama, después dirigiéndose a mí, me pidió:

-Cariño, quiero que Sergio vea como subes y bajas, ponte encima de mí

Lo hice de espaldas a su cara, sabía que a German le encantaba contemplar mi culo, mientras yo le cabalgaba, en ese momento yo pedí a Sergio que se subiera encima de la cama y se pusiera de pie, por supuesto lo hizo y cuando puso su polla cerca de mi boca yo la cogí con mis manos y la introduje en mi boca.

-Esto es alucinante, llevas razón en que tu amiga vale mucho

Esas palabras aumentaban mi ego de hembra folladora, así que seguí con la tarea, quería llevar a mis machos a correrse, ellos con sus grandes y duras pollas parecían querer resistirse a mis deseos, pero yo notaba como sus gemidos iban en aumento, Sergio fue el primero en correrse, y su leche inundó mi boca, en ese momento dirigiéndose a German afirmó:

-Ha sido la mejor mamada que me han hecho en la vida, gracias por dejarme compartir el sexo con tu amiguita.

-Ahora tienes que cumplir tú la tuya, dijo German, presentarme a la tuya.

-Oye ¿Qué soy yo?, pregunté sin dejar de cabalgar a mi amigo, si hacéis eso yo también quiero conocerla a ella y hacer cosas.

-Tendría mucho morbo, dijo Sergio.

La verdad era que este tipo de conversaciones me calentaba, y creo que no era la única, noté como la polla de German estaba a punto de estallar y cuando lo hizo llenó mi coño con su leche.

Mientras la polla de Sergio se estaba recuperando, yo decidí ayudarle acariciándosela, en ese momento este dijo:

-German, amigo, ¿Me dejas metérsela a tu amiga por el coño?

-Ya sabía yo que te iba a apetecer, dijo German riéndose, si ella está de acuerdo.

Claro que estaba, así que le pedí a Sergio que se tumbara en la cama, y yo como había hecho antes con German me puse encima, pero consideré que la primera vez debía de ponerme de cara a él, y al comenzar a jugar con su polla él dijo:

¿Sabes que resulta muy excitante ver cómo se mueven tus tetas mientras subes y bajas con mi polla?

-Me alegro de que te guste, le respondí.

En ese momento fue German quien protestó:

-Chicos vosotros follando y yo aquí viéndoos con la polla dura.

Miré a mi amigo de coño y vi que su polla estaba durísima, así que le hice una seña para que se acercará y me la metí en la boca y comencé a mamársela, en ese momento Sergio dijo:

-Definitivamente tu chica folla maravillosamente bien, te pagare lo que sea, y te daré lo que sea, pero por favor tienes que dejármela de vez en cuando.

-Oye que yo no soy un juguete, protesté, me encanta como follais los dos y os dejare que me lo hagáis si satisfacéis mis caprichos.

-Ya la oyes, pero si eres mi amigo debes de dejarme hacérmelo con tu amiguita.

-De acuerdo, dijo Sergio, pero quiero seguir disfrutando de este coño.

Se ve que tener conversaciones calentonas subía mi libido porque estaba teniendo unos orgasmos divinos, aunque no se si mis compañeros de folleteo se estaban dando cuenta, yo seguía empeñada en ordeñar sus pollas, así que seguí moviéndome hasta que Sergio dijo:

-Me corrooo

-Hazlo sobre su cara, le desafió German.

Y efectivamente Sergio se corrió en mi cara, German siguió follandome, hasta que vio que se corría y en ese momento me la sacó y dejó que su leche cayera sobre mis tetas. Estuvimos un rato recuperándonos, cuando se me paso en cansancio, mis manos fueron hacia la polla de nuestro invitado, y me puse a acariciársela. German parecía también recuperarse y llevando su cabeza a mi coño, dijo:

-Cariño, quiero agradecerte de una manera muy especial

Y llevando su lengua hasta mi coño comenzó a chupármelo, mientras su amigo al sentir mi boca sobre su polla dijo:

-Verdaderamente esta mujer es fantástica, ocúpate de conservarla.

Cuando German comprendió que mi coño estaba lo suficientemente caliente, sacó su lengua de él y desde atrás me la metió en el coño y volvió a follarme, en esos momentos me sentí en la gloria tenía dos buenas pollas solo para mí, así que seguí ocupándome de una con mi boca y la otra con el coño, hasta que Sergio dijo:

-German hagamos un cambio de postura tengo muchas ganas de metérsela a esta chica por el coño.

Se ve que German tenía muchas ganas de follarse a la chica de su amigo, o apreciaba mucho a este puesto que me la sacó y dijo:

-De acuerdo.

Yo que me daba igual cual tuviera en cada agujero m di la vuelta y cogí la polla de German con la mano y después llevando mi boca hasta ella, me la introduje en ella, y comencé una mamada; mientras su amigo al tener mi coño a su alcance arrimo su polla a él y de un golpe me la metió, haciéndome sentir un placer increíble, parecía que llevaba años sin follar de las ganas con que lo hacía, esto me provocó varios orgasmos.

Pero al parecer no era solo yo la que gozaba, puesto que al poco tiempo Sergio dijo:

-Me corro y me llenó el coño de leche.

Mientras yo seguía chupándosela a German, al que debía el que este trio, que aunque refería ocultárselo a ellos, era mi primer trio estaba resultando maravilloso, mi amor aguantaba pese a mis intentos de correrse, pero yo siempre he sido de las que no he permitido que una polla se vaya de mi sin regalarme todo su esperma se la seguía chupando con ansia, quería que se corriera en mi boca y por supuesto que lo hizo y esta se llenó de su leche.

-Oye German, dijo Sergio, creo que me has comentado que tu chica también lo hace por el culo.

-So cabron, dije yo, ¿le cuentas a todo el mundo lo que hacemos?

-No mi amor, dijo German, solo a Sergio, y eso porque es un amigo muy especial para mí.

De acuerdo, y volviendo a lo de mi culo, si Sergio follo por el culo, ¿Eso lo hacen tu amiga o tu mujer?

-No, dijo él.

-Entonces tendremos que emputecerlas, dije yo.

-Vale, dijo Sergio, pero ahora déjame probar tu culo.

Yo me reí y dije:

-Si es lo que quieres.

Me puse a cuatro patas, él se acercó a mí por detrás y se puso a acariciarme el culo, mientras decía:

-Desde esta posición esta aún mejor.

Restregó su polla contra mi culo para ponerla aún más dura, y una vez hecho esto me la metió, como mi culo estaba acostumbrado a recibir pollas no me ocasionó ningún dolor, al contrario, sentí un enorme placer, el comenzó a moverse dentro de mí en ese momento German dijo:

-Oye os estáis olvidando de que estoy aquí.

Se tumbó en el suelo, su polla estaba muy tiesa, yo al verla agache mi boca y me la tragué, conocía bien el sabor de esta polla y me encantaba, Sergio sin dejar de jugar con mi culo dijo a German:

-Joder chico, tu amiga folla bien por todos los lados, no sabes como tiene ahora mi polla dentro de su culo, no creí que se pudiera gozar tanto.

Pero en ese momento German tuvo un nuevo capricho:

-Cariño me gustaría mucho que mientras mi amigo te folla por el culo, mi polla estuviera dentro de tu coño.

-Jajaja, me reí yo, ¿Queréis que vuestras pollas estén juntas para que se rocen como si fuerais mariquitas?

-No es eso, pero tiene su morbo dijo German.

Por supuesto no iba anegarme así que German, aún no sé cómo, se puso encima de mí, mientras su amigo seguía ocupándose de mi culo, los tres gemíamos como verdaderos posesos, yo me sentía muy mujer complaciendo a mis dos machos, en esta postura tuve varios orgasmos, mientras ellos seguían jugando con mis agujeros, ellos por su parte también estaban a tope Sergio dio un fuerte gemido, y una gran cantidad de leche llenó mi coño, él dijo:

-Esto es fantástico, tienes que dejarme a tu amiga más veces German.

Mientras su amigo seguía debajo de mí que procuraba marcar un ritmo para que la polla de mi amor alcanzara el éxtasis y no tardó mucho en correrse, su leche inundó mi coño y creo que se mezcló con la de su amigo.

-Créeme, dijo Sergio mientras se duchaba, eres la mujer que mejor follade las que he probado en toda mi vida.

Yo le agradecí el cumplido.

Cuando los dos se hubieron vestido y abandonaron la habitación yo me quedé pensando en la tarde tan fabulosa que había pasado.

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