Mi hijo pequeño y mi compañera Sara

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Alguno de los trabajadores de seguridad de mi edificio había definido a mi compañera Sara como una vacaburra fea pero con mucho morbo, y era cierto, es una mujer que aparenta una edad mucho mayor de la que tiene, es unos diez años mayor que yo, pero parecemos de la misma edad, con un cuerpo desproporcionado y unos rasgos nada armoniosos, pero resulta atractiva para muchos hombres, el que dijo eso de ella intentaba verla mientras se cambiaba, era viuda desde que hacía unos años, su marido había muerto en un accidente de coche.

Había tenido sus aventuras y un día cometió el error de contarme su fantasía, desvirgar a un joven, y eso encendió mi imaginación, se lo podía hacer con mi hijo el pequeño, él no era virgen lo había desvirgado yo no hacía mucho, pero si él no decía nada, jajaja, ella no lo notaria.

Y la oportunidad se dio un día mi compañera me contó que tenía que arreglar un armario en su casa, se estaba descentrando, y yo la ofrecí que mi hijo fuera a hacerle el arreglo, y se lo hizo, jajaja, ya que era bastante manitas, y amiga comprendería cuanto, jajaja.

A él le expliqué que si se hacía el virgen tendría fácil follar, y le puse como condición que tenía que contármelo todo con el máximo detalle, ya empezaba a aplicarle la misma política que a su hermano, si quería seguir follando conmigo. Y esto fue lo que me contó, la primera vez que nos quedamos solos antes de follar,

Llegué al piso de tu compañera, con mi caja de herramientas, y cuando esta abrió la puerta me encontré con una mujer que me atraía mucho, llevaba una falda gris, por encima de las rodillas, una blusa roja que mostraba una gran parte de sus tetas, y una parte de su sujetador rosa con figuritas, me mando pasar, me ofreció un refresco y tras una conversación normalita, aunque yo no podía dejar de mirar su escote y creo que ella me miraba con ganas me dijo:

-¿Sabes tu madre siempre me habla de su hijo como si fuera un niño?, Pero a mí me pareces un chico guapo, seguro que tendrás enamoradas a muchas compañeras de clase en la universidad.

Recordé tus instrucciones y me hice el tímido, y la dije que no tenía novia que las chicas me daban miedo, ella dijo:

-Eso te lo quitaba yo de un polvo.

Me volví a hacer el tímido, y ella me dijo:

-Bueno será mejor que te pongas manos a la obra. Porque si no se te va a hacer muy tarde.

Y me llevó hasta el sitio donde estaba el armario, era su habitación ella iba delante de mí, y yo estaba embelesado viéndola mover su culo, mi polla se puso dura. Cuando llegamos, me mostró el armario, el arreglo era muy fácil y lo hice en poco tiempo, mientras ella me trajo una cerveza y me dijo:

-Ya que estas aquí, me gustaría conocer tu opinión sobre el conjunto de lencería que llevó puesto, este fin de semana salgo con un amigo y no quiero que se desilusione cuando me desnude.

Y dicho esto se quitó la blusa sus tetas quedaron al aire tapadas solo por un pequeño sujetador que apenas tapaba una parte de ellas, después de manera lenta, con algo de baile se quitó la falda, unas bragas rositas de tamaño mediano quedaron a mi vista, en ese momento me preguntó.

-Crees que gustare a mi amigo.

Yo estaba nervioso y balbucee. Pero ella mirando mi pantalón dijo:

-Parece que tu polla me dice que si, y veo que no es la polla de un niño sino la de un hombre.

En ese momento ella me puso una mano sobre mi polla y se puso a acariciármela, esto hizo que me empalmara y ella al verlo dijo:

-Por lo que se nota aquí veo que realmente eres un hombre.

Me la siguió acariciando, mi polla creció hasta que casi no me cabía en el pantalón, ella al verlo sonrió pícaramente y dijo:

-Creo que es mejor que liberemos al pajarito de su jaula.

Y llevando su mano a mi cinturón me lo desabrochó, luego hizo lo mismo con mi pantalón y cogiendo mi polla con su mano la sacó del bóxer, después dijo:

-Decididamente esto es de un hombre, y de un hombre bien dotado, jovencito.

Se inclinó hacia mi polla, que mantenía sujeta con una mano y se la llevó a su boca, dando comienzo una mamada.

-Que polla tan rica tienes, dijo, ¿No me iras a decir que voy a ser la primera en mamártela?

Recordando las instrucciones de mi madre le dije que sí, ella se puso a chupármela, se notaba que, como me había dicho mi madre, no era la primera polla que chupaba, lo hacía divinamente, aunque que mi madre me lo hiciera me gustaba más, pero el caso es que ella me estaba haciendo pasar un rato divino. Aún no se como pero el caso es que sin sacársela de la boca me hizo levantarme para quitarme los Pantalones y el bóxer, quedándome completamente desnudo de cintura para abajo, ella se la sacó se quitó la blusa y la falda quedándose en ropa interior, y después saco sus enormes tetas del sujetador, aquí me volvió a preguntar:

-¿Nunca te han hecho una cubanita?

La verdad es que yo sabía lo que era eso, pero como mi madre me había dado la instrucción de hacerme pasar por alguien completamente virgen, le dije que no, ella me pidió que me tumbara sobre la cama, con las piernas en el suelo, de manera que mi polla quedara en el borde, se arrodilló delante de mí, llevó sus tetas hasta mi polla e hizo que esta se situara entre ellas, después las apretó de manera que mi polla se quedó bien apretada entre ellas, como si fuera un coño. Me sonrío y me preguntó:

-¿Te gustan mi niño?

Aquí no tuve que mentirle, claro que me gustaban, era algo divino, ella comenzó a moverse como su fuera un coño o una boca y eso hizo que mi excitación aumentara.

-No sabes lo maravilloso que es para mí desvirgar a un macho como tú, vas a causar mucho furor entre las chicas, bien sean de tu edad, o las viejunas de la mía, jaja.

En esta postura estuvimos un tiempo hasta que ella dijo:

-Creo que es hora de que me desnude del todo.

Y levantándose se quitó primero el sujetador y luego las bragas, una vez desnuda me preguntó:

-¿Mi niño, alguna vez le has comido el coño a una mujer?

Otra vez recordé las instrucciones de mi madre y aunque había chupado el coño de esta contesté que no.

-La tía Sara te va a enseñar, me dijo.

Se tumbó en la cama con las piernas bien abiertas y me dijo:

-Ven aquí.

Lo hice, llevé mi boca hasta su coño e introduje en él mi lengua, mi madre me había enseñado a hacerlo, pero debía parecer que no sabía, así que hice que me dejaba llevar por sus instrucciones, pero lo que de verdad recordaba eran las enseñanzas de mi madre, le metí la lengua dentro de su coño y procuré lamer cada centímetro de él, ella comenzó a gemir de una manera muy intensa, mientras decía:

-Para ser tu primera vez lo haces muy bien mi amor vas a volver locas a muchas mujeres.

Yo seguí chupándoselo hasta que logreé que se corriera, y tragué sus líquidos que me encantaron, poco después ella se fijó en mi polla que estaba durísima, la cogió con su mano y la acaricio, me dijo:

-Ya es hora de que este pollon tan precioso disfrute de su primer coño, ven aquí mi amor.

Siguió con su coño bien abierto, me incitó a acercarme y poner mi polla cerca de mi coño, me lo agarró y acaricio, para ponerlo bien duro. Cuando lo hubo logrado abrió bien sus piernas, hasta ponerme una de ellas en mi hombro y me dijo:

-Mi amor aquí tienes mi coño bien abierto para recibir una polla tan deliciosa como la tuya, métemela.

Yo estaba impresionado, el asunto es que tenía ganas de meterla y un poco nervioso llevé mi polla hasta la entrada de su coño y la penetré, ella al sentirlo dijo:

-Muy bien mi amor. Pese a tu inexperiencia lo haces muy bien, como te he dicho antes vas a volver locas a muchas mujeres, quizás, si quieres te presente a alguna amiga, pero no le digas nada a tu madre.

Por supuesto no le dije que lo iba a hacer, jajaja, seguí moviéndome dentro del coño de Sara, me recordaba al de mi madre, pero en cierta manera era diferente, estuve moviéndome dentro de él, mientras ella gemía, y yo también, ella gemía cada vez más fuerte hasta que se corrió, en ese momento dijo:

-Eres un buen follador y la tía Sara te enseñara a hacerlo mejor, ya montaras a otras mujeres, y a mí más veces si te apetece. Pero ahora deja que la tía sea quien llevé el ritmo, túmbate en la cama.

Primero me quité la camisa para quedarme completamente desnudo y luego me tumbé en la cama, y siguiendo sus indicaciones junté bien mis piernas, ella se puso encima de mí y llevó mi polla hasta el interior de su coño y dijo:

-Deja que la tía Sara te de mucho amor.

Y comenzó a moverse arriba y abajo, demostrándome que sabía llevar el ritmo adecuado para volver loco de placer a un tío, además tenía sus tetas encima de mí, eran enormes no pude aguantarme las ganas y se las acaricié:

-¿Te gustan las tetas de la tía?, me preguntó mientras gemía.

-Si tía, le dije yo.

-Cariño pues no te cortes acarícialas todo o que te apetezca.

Estuve un rato acariciándoselas, pero de repente mi imaginación fue hacia su culo, le tenía encima de mí, a pocos centímetros de mi cuerpo, así que soltando sus tetas llevé mis manos hacia los acachetes de su culo y me puse a sobárselos.

-Que bien lo haces cariño, dijo ella si esta es tu primera vez no quiero ni pensar en cómo lo harás cuando tengas un poco de experiencia, pero entonces ya ni te acordaras de tu tía que te desvirgó.

No era verdad, ni ella me había desvirgado, ni me iba a olvidar de ella esto último se lo dije:

-No tía no me olvidare de ti te prometo venir a follarte mientras tú quieras.

-Eso espero mi amor, dijo ella, o eso o mándame a algún amiguito, me encanta la idea de desvirgar jovencitos.

Sara no era mi tía, pero el hecho de jugar a que lo fuera se había convertido en una parte de nuestra relación, y la idea de enviarle a algún amigo me daba morbo, así que la dije:

-De acuerdo tía, pero a condición de que me dejes mirar y me presentes a alguna amiga que folle tanto como tú.

Sara se dio la vuelta y siguió cabalgándome, ahora tenía la visión de su maravilloso culo, lo cual me resultaba muy morboso, y me respondió:

-Cariño nadie folla como yo, pero si, te presentare a alguna amiga que este muy salida para que te la folles, pero eso sí no le digas nada a tu madre.

Yo acepté la oferta, aunque la última parte no la iba a cumplir sí que tenía varios amigos que estarían encantados de que una madura les desvirgara, e incluso estarían dispuestos a pagar por ello.

Ella me siguió follando hasta que vi que me venía en ese momento se lo dije:

-Tía me corro.

-Tranquilo cariño, dijo ella, hazlo dentro de mí, pensar que la leche que entra en mi coño es la primera que manda un joven a ese lugar me da mucho morbo.

Tras sus palabras no tuve ningún prejuicio en correrme y un auténtico reguero de leche, como pocas veces salía de mi polla, salió derecho hacia el coño de Sara, llenándole con mi semen.

Ella se salió yo la hice una señal para que se acercara, ella arrimó sus labios a los míos y yo la dije:

-Muchas gracias, tía me has hecho muy feliz.

-Mi amor, dijo ella, para mí sí que ha sido maravilloso, cuando una folla con un joven siente rejuvenecer.

Pero en ese momento volví a pensar en su trasero, ese que acababa de ver moverse mientras me corría y le dije:

-¿Tía, me darías tu culo?

-Caramba con el chico tímido, dijo ella riendo.

-Es que contigo es muy fácil expresarse, le respondí.

-Bueno pues si el nene quiere inaugurar su polla por los tres agujeros el mismo día ¿Quién soy yo para negárselo?, dijo ella riéndose.

Y poniéndose a cuatro patas añadió:

-Aquí me tienes, soy toda tuya.

La contemplación de su trasero en esa posición tan especial me resultó espectacular, si había pensado en follarme ese culo, su visión en este plano hizo que mi excitación fuera en aumento, decididamente ese culo tan increíble debía de ser mío, ella apoyó sus brazos sobre la cama, hundió su cabeza y dijo:

-Aquí me tienes cariño

Aunque anteriormente me había follado el culo de mi madre, la idea de hacerlo con el de Sara me resultaba muy morbosa, me acerqué hasta él, me puse de rodillas, y de un golpe introduje mi polla, que en ese momento se encontraba durísima, dentro del divino agujero de esa diosa.

Ella al sentir mi polla en su trasero gimió de una manera muy intensa, no había rastro alguno de dolor, al contrario, parecía estar gozando a tope, ella dijo:

-Que bien lo haces amor, resulta increíble que esta sea tu primara vez.

En realidad, no lo era, jajaja, pero si pensar que ella me había desvirgado la resultaba agradable, ¿Porque la iba a llevar la contraria?

Mi polla comenzó a moverse hacia delante y hacia atrás, Sandra tenía un culo muy agradable para follar, así que comencé a moverme, sus gemidos me indicaban que ritmo debía de llevar para que ella disfrutara a tope, llevé, tal y como mi madre me había enseñado a hacer, una de mis manos dentro de su coño y comprobé que estaba muy húmedo, al sacarla, sin dejar de follar su culo, me llevé los dedos a mi boca y el sabor que se desprendía del coño me resultó muy agradable, mientras ella decía:

-Sigue mi amor, me estas volviendo loca de placer.

Sus palabras me excitaban, pero yo intentaba contener mi eyaculación, no quería que ese momento terminara. Disminuí un momento el ritmo, para contenerme y luego lo reanudé, esto me permitió resistir un poco más, pero finalmente no pude evitar correrme y mi leche inundo su culo. Cuando me salí, ella dijo:

-Voy a llamar a mi amigo ya follaremos otro día hoy contigo he tenido bastante.

Cuando salía de su casa, pensaba en la maravillosa tarde que había pasado y en lo bueno que es que sea tu madre la que te guie en el terreno sexual.

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1 COMENTARIO

  1. De nuevo,tu relato destaca por el morbo y el sexo que desprende.
    Un auténtico placer leerte,Klarisa.
    Sigue publicando, por favor.
    Saludos.

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