Doctor juega con el culo complaciente de mi esposa Erika

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Ricardo ciertamente nos había sacado de una pequeña “rutina” con los vagabundos, aunque pensamos que él iba a querer pasar cogiendo a mi esposa pues no, o sea si, pero mas que eso en realidad le gustaba compartirnos ideas para ver cual llevábamos a cabo ya que vio que estábamos en buena disposición.

Y como siempre por respeto a los tiempos de lectura no escribimos absolutamente todo lo que sucede simplemente resumimos o contamos las partes mas importantes o lo que recordamos…

Continuando…

Y como Ricardo nos dijo él tenía planeada algunas ideas para nosotros para variar, entre ellas continuar con el exhibicionismo “pasivo” hasta que se vuelva algo común por ende continuamos repitiendo la formula varios días haciendo que mi esposa se exhibiera en una u otra calle y para ese momento fue ella quien decidió que ropa usar el cual fue un short negro normal y una blusa negra manga ¾ y tacones negros lo cual se me hizo raro pues la idea era exhibirse en cambio Ricardo no mostraba cara de extrañeza…

Llegamos a una calle que a diferencia de las que habíamos escogido todas las veces anteriores esta estaba menos transitada y con menos prostitutas, ahora si mi esposa se bajó del auto para irse a parar a media calle y Ricardo saco la mano por la mano mi esposa volteo y asintió con la cabeza…

Mi esposa empezó a quitarse la blusa, rápidamente levanté mi cabeza para estar atento vi que tenía puesto un brasier azul sin copas dejando sus pechos y pezones la vista y así quedo por unos minutos hasta que poco a poco fue bajando su short y desde el auto pude ver lo que traía puesto… era una pieza tipo bikini pero muy pequeño quedando el triángulo de tela que se forma en sus nalgas a media nalga cubriendo solo la mitad de su culo desde mi auto eso lograba ver…

Pasaron los minutos uno que otro auto se acercaba y ella les mentía diciendo que ya estaba esperando… y luego se regresó al auto pero yo me bajé antes para poder observarla bien y vi que traía el plug puesto, mi esposa me sonrió muy alegre y me regaló un gran beso que hasta la fecha han sido uno de mis favoritos y le dio las gracias a Ricardo, luego de eso nos fuimos a nuestras respectivas casas pero mi esposa no se cambió y se fue con esa vestimenta hasta llegar a casa… y como es tradición le pedí que se bajara así para que abriese ella la puerta, vio para todos lados y se bajó.

Obviamente habíamos quedado con Ricardo para mas actividades nocturnas… En una de nuestras reuniones nos propuso algo sumamente descabellado que realmente nos pusimos a pensar mucho sobre la situación ya que nos pedía algo en específico que prácticamente era romper una regla que ambos teníamos…y realmente lo pensamos muy bien.

¿Recuerdan que dijimos que no volveríamos a meternos con pacientes? Pues lo cumplimos, hasta cierto punto, lo cierto es que Erika aún se dejaba tocar de algún que otra mano larga, lo mencioné en el primer relato.

¿Entonces de que hablaremos hoy?

Una situación muy interesante y complicada a la vez, verán donde trabajamos suelen llegar varios médicos y más de alguno solo llega a ver que “pesca” con alguna enfermera, y nos aferramos a eso. Algunos doctores sabían que Erika y yo estábamos casados por eso mejor evitaban realizar comentarios (o al menos no frente a nosotros) pero siempre hay algún zafado.

Y justo Ricardo le había dado en el clavo, nos propuso una idea de exhibir a mi esposa en el trabajo con algún compañero o paciente (aunque Ricardo no sabía que mi esposa ya había estado con algún paciente). Cautelosamente aceptamos, pero no queríamos involucrarnos sexualmente con algún medico pues sería muy raro en el trabajo, además que ellos no son los más discretos que se digan… Y con nuestra experiencia hicimos parecer la idea sencilla aferrándonos a que ya le tocaba chequeo a mi esposa, es decir, una citología sobre todo por la alta vida sexual que llevamos.

Por lo que nos avocamos a uno de los ginecólogos que solían llegar a la clínica para agendar una cita y claro, buscamos al más “aventado” pues sabíamos que otros se negarían, la sorpresa del doctor fue mayúscula cuando llegamos a reservar un cupo con él (por cierto el consultorio de él no estaba en la clínica donde trabajamos pero siempre llega en la que nosotros trabajamos), nuestro objetivo además de la revisión era que alguien del trabajo conociera el cuerpo desnudo de mi esposa a petición de Ricardo y tener que encontrarnos con él en las jornadas laborales.

Llegados el día de la consulta el doctor estaba algo nervioso, no sé si por la situación o por mi presencia, mi esposa pasó a cambiarse detrás de un biombo, mi Erika salió con una bata y procedió a sentarse en la cama ginecológica, ella se desabotonó la bata y el doctor procedió a tantear sus pechos, yo estaba pendiente y a la vez pasaba con el celular para que el doctor no sintiera esa presión, y continuó tocando los pechos de ella y por último presionó sus pezones… procedía la citología.

Mi esposa no abotonó su bata y se acostó, quedando expuesto todo su cuerpo, excepto sus pechos que la cubría la bata y subió sus piernas a las pierneras de la cama ginecológica, el doctor movió la pierneras a los lados exponiendo la vagina de mi esposa. Ahora se imaginan mi esposa casi sin ropa, con un compañero de trabajo abriendo sus piernas para exponer su vagina con un vello cuidado y recortado al estilo japones dejando así ver toda su intimidad para después coincidir con ese doctor casi todas las semanas en el trabajo.

El doctor dejó abierta de piernas a mi esposa y se fue a lavar las manos, se secó y se colocó guantes estériles en primera instancia solo observo los labios vaginales, y los aparto introduciendo un dedo en su canal vaginal para saber el nivel de lubricación, mi esposa se empezaba a calentar, a mí me sudaba la parte superior de mi labio producto de la excitación.

El doctor le dijo que se tranquilizara que era una respuesta de estímulo normal, y sacó su dedo, para luego proceder a introducir un espéculo abriendo así las paredes vaginales y visualizar el útero, realizó un segundo tacto y paso un hisopo para muestras, y únicamente encontró irritación, retiró el espéculo, hasta el momento todo profesional.

Mi esposa trataba de controlar la respiración para que no se notase la excitación, y se lamia los labios producto del nerviosismo, en vista de la irritación no se si era normal o no, pero el doctor en su dedo mayor vertió crema e introdujo su dedo, e hizo movimientos circulares para regar la crema por dentro… sacó su dedo y colocó más crema, y penetraba más profundo con sus dedos, sacando un poco sus dedos e introduciéndolo otra vez. Sinceramente aun nosotros siendo enfermeros no sabíamos si eso era normal o no, pero lo dejamos hacer sin decir nada. Habíamos cumplido el objetivo, que un compañero de trabajo conociera el cuerpo de mi esposa y por supuesto el examen ginecológico.

Días después, cada que nos encontrábamos con el doctor en el trabajo se sentía un ambiente de nerviosismo tanto de él como de nosotros, como que si hubiese pasado algo más, pero obviamente no fue así. Después el doctor era más amigable de lo normal y nos sacaba bastante plática, en nuestra experiencia sabíamos el trasfondo de todo. Contactamos a Ricardo después de eso y quedó fascinado, y más aun sabiendo que teníamos una segunda cita…

Llegó el segundo chequeo para ver la evolución sobre la irritación… Esta vez el ambiente era mas relajado y el doctor más tranquilo con menos nerviosismo que la primera vez, e invitó a mi esposa a que se desvistiera nuevamente tras el biombo y así lo hizo saliendo con la bata puesta, días atrás mi esposa había menstruado por lo que fue otra excusa que dio mi esposa para que el doctor la revisara nuevamente.

-Uhmm ok licenciada déjeme ver –dijo tomando la confianza de ser el de desabotonar la bata

-Ay no… aquí no –dijo mi esposa

El doctor que se llama Marvin quedó asustadísimo.

-Pe-perdon licenciada… -dijo el doctor

-Es que aquí no es necesario que me diga así, basta con Erika no estamos en el trabajo –dijo riendo

-Que susto –dijo el doctor

Continuando con lo que estaba haciendo apartó la bata de los pechos de mi esposa y los presionó para evaluar y si sentía algo de molestia pero era mínimo… Y mi esposa luego no se molestó en cubrir bien sus pechos quedando siempre con la bata puesta pero abierta.

-Muy bien Erika necesito que te acuestes y pongas las piernas aquí –dijo señalando las pierneras

Y mi esposa se puso en posición y nuevamente el doctor movió las pierneras para ver la vagina de mi esposa, se puso un guante estéril y metió su dedo índice y lo sacó para comprobar una buena lubricación, luego introdujo el especulo y ya no había irritación según él pero que siempre aplicaría la crema una vez más…

Sabíamos que no era necesario, él sabía que no era necesario pero disfrutábamos el momento por lo que dejamos que jugara, así que agarró la crema esta vez vertió más en sus dos dedos índice y mayor, y procedió a introducir sus dedos, nosotros seguíamos sin decir nada, sacaba sus dedos y ponía crema y volvía a meter sus dedos técnicamente estaba penetrando a mi esposa con la excusa de la crema hasta que el doctor creo que cayó en la realidad y rápido dejo de hacer lo que estaba haciendo, yo hacía un esfuerzo por no sonreír y mi esposa por no gemir.

El doctor cerró las piernas de mi esposa, se quitó los guantes, quito las pierneras y quito los anexos de la camilla, al ser los últimos pacientes técnicamente ordenó y guardó absolutamente todo y se fue al baño según a lavarse las manos, y luego regresó a su escritorio, mi esposa astutamente seguía en la camilla, pero ya sentada en una pequeña parte en dirección al escritorio aun si cerrar su bata…

Y así estuvo mientras hablábamos con el doctor y sabíamos que el doctor se daba su “ojeadita” viendo a mi esposa, pasamos unos 20 minutos hablando con él ya que éramos los últimos pacientes y pues ya nos conocíamos, en eso mi esposa le pidió que le prestara el baño se bajó de la camilla para ir y a los 5 minutos regresó siempre con la bata abierta pero esta vez regresó algo agitada y le dijo algo que me agarró desprevenido tanto a mi como a él.

-¡Doctor! ¡Soy tonta! –dijo mi esposa

-¿Por qué dices eso? –le preguntó el doctor

-¡Es que se me olvidó que me puso la crema y cuando me lavé me la quité! –dijo llevando su mano a su frente en señal de decepción

-No te preocupes, no te preocupes volveré a armar la mesa –dijo el doctor poniéndose de pie

-No tranquilo no se complique aquí de un solo me apoyo en el escritorio –dijo mi esposa

Me quería desmayar ante tal cosa…

-Ummm está bien –dijo el algo dudoso por mi

Mi esposa y sé que lo hizo adrede, apoyo sus pechos en la mesa quedando su culo expuesto hacia el doctor quien se puso mas nervioso aun y mas aun cuando me vió pero yo trataba de disimular mi desenfreno de la excitación, se puso los guantes estériles y puso otra vez crema en su dedo mayor y de nuevo penetró a mi esposa…

-Espera que no logro ponerte bien la crema, quedas muy abajo –dijo el doctor

-Ah lo siento… -dijo mi esposa y metiendo su vientre y levantando mas su culo

El doctor nuevamente le dijo que no se podía poner la crema bien…

Por otro lado yo sentía que iba a eyacular ahí mismo, sentí que con el mismo roce de la tela del pantalón estimulaba mas mi glande. Me quede inmóvil, el doctor se me quedo viendo… por lo que traté de disimular y le dije que tenía que ponerse al revés de espalda a la mesa… Por lo que hice lo mas inhumanamente posible de ponerme de pie para ayudarle a mi esposa y seguir disimulando, que situación…

Ayudé a mi esposa a sentarse en el escritorio y la acosté despacio, y técnicamente le abrí las piernas para ayudarle al doctor a meter su dedo, sentía que no podía más… hasta todavía moví a mi esposa un poco mas al borde mientras le tenía las piernas abiertas yo estando a aun lado de ella vi en primera persona como nuestro compañero metía sus dos dedos, hasta que puso lo demás de la crema… El ambiente se estaba poniendo muy caliente yo quería que el doctor se bajara el zíper y se la metiera ahí mismo a mi esposa.

Después de eso Erika se incorporó y ya era hora de irnos, el doctor muy gustoso dijo que cualquier cosa le avisáramos o si queríamos mas chequeos o muestras de medicamento y le agradecimos, los tres estábamos flamantes de lo excitado que estábamos y mi esposa hizo otra de las suyas que casi nos vamos de espalda el doctor y yo, ella le dijo que se iría a cambiar.

-Si, está bien Erika vaya a cambiarse –dijo aprovechando los últimos vistazos

-Le dejaré la bata a un lado –dijo ella

Y cuando dijo al llegar a la camilla se quitó la bata estiró el brazo para dejarlo en la camilla quedando esta vez 100% desnuda y luego giró en dirección al biombo haciendo un breve recorrido, yo estaba rojo de la excitación y al doctor lo miraba con ganas de eyacular… creo que si no hubiese estado yo, va directamente a meterla la verga a mi esposa… Finalmente, mi esposa se cambió y nos despedimos, y nos recordó algo al decirnos: ¡Nos vemos en el trabajo!

Ya en el auto la situación seguía igual de caliente hasta que mi esposa empezó a temblar por lo que habíamos hecho y empezamos a reír pero producto de los nervios sabiendo que lo íbamos a volver a ver… Al llegar a casa le hablamos a Ricardo pusimos el alta voz y le contamos lo sucedido…

Y él nos decía que le había encantado todo lo que habíamos hecho y que si nos hubiésemos aventurado mas que Erika se hubiese cogido al doctor en el consultorio y pues tenía razón la oportunidad estuvo, pero fue mucho para procesar… Y bueno, en el trabajo cuando nos encontramos con el doctor es de puro nerviosismo y cruce de miradas e incluso de tensión sexual…

Y para agradecerle a Ricardo finalmente nos tomamos la confianza de invitarlo a cenar pero a nuestra casa…

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