Sexo con mami

0
47007
T. Lectura: 4 min.

Mi nombre es Juan Pedro, tengo 29 años. La historia, que voy a contar es una experiencia verdadera de mi vida. Mi mamá es realmente muy atractiva, con grandes de pechos y un culo bárbaro, eso hacía que soñara con cogerla. Esta oportunidad vino a mí cuando fui a su hogar.

Un día ella estaba sola en la casa. Después de la cena, ella me dijo que si quería ir a su dormitorio a mirar una película. Acepté y pensé inmediatamente que esta puede ser la ocasión. Ella usaba una bata de color negro y blanco. Mi pene seguía erguido cuando ella se doblaba para escoger el cassette del piso. Tuve una vista completa de sus pechos. Ella vio que mis ojos veían sus pechos, pero fingió no haber visto nada. Ahora que la película estaba corriendo, ella se sentó al lado mío en la cama y comenzamos a mirarla. Las escenas eran un poco picantes, eso hizo que me encendiera más. Ella de vez en cuando me miraba.

En eso ella me dio una sonrisa traviesa y me dijo:

-¿Le gusto yo?

-¿De qué me habla madre? –contesté un poco avergonzado.

-Por cómo me miras creo que te gusto –expresó sin dejar de mirarme.

Sin contestar fui al baño y comencé a tomar una ducha. Cuando acabé abrí la puerta y salí apenas con una toalla alrededor de mi cuerpo. Ella me miraba, se levantó y vino cerca de mí, con un poco de sensualismo, ella se movió las manos en sus pechos. No podía creer lo que estaba viendo, pero eso no me detuvo.

Así que presioné sus pechos hasta que ella dio un quejido. Luego le di un beso en sus labios y me respondió bien, explorando mi boca con su lengua mientras me llevaba hacia la cama. Me quitó lentamente la toalla y se detuvo a observarme. Sin tomar un respiro se sacó toda su ropa hasta quedar desnuda ante mí. Sus pechos eran una locura, bien grandes, con un pezón que lo coronaba del tamaño de un dedo pequeño.

Viendo esto comencé a aspirar sus pechos y ella comenzó a gemir

-Oh… Aaaah… bebé, que bien se siente esto –exclamó con excitación.- Sigue por favor. No pares –mientras metía su mano en la vagina.

Estuve aspirando sus pechos por una hora y después fui hacia su concha mojada, que estaba llena de jugos. Ella giro sobre la cama hasta tener mi pene en su boca. Ya no aguantaba más, estaba en el cielo por la aspirada que me daba mi madre. Gritaba de placer.

-Madre, esto es increíble, no podré aguantar mucho más si sigue asiii, voy a terminar en su bocaaa. –dije casi llegando al orgasmo.

-Si hijo dele a su madre su leche caliente, que la necesita mucho. No se detenga que yo también voy a acabar –Eso hizo que llegáramos juntos al orgasmo.

-Si mami tome mi leche calentita. Tráguesela oh madre que lindo es esto.

-Si Juan Pedro, que lindo beba mis jugos ¡aaah! -expreso mientras terminaba de llegar a un orgasmo.

Sin perder tiempo le tome las piernas y las coloque sobre mis hombros, para poder así introducir mi pene en su concha. Cuando iba introduciendo solo la mitad (ojo mi amigo no es muy grande, más bien normal 16 cm), mi madre empieza a gritar:

-Oooh… Aaaah… bebé que placer me da su cosita, la verdad que necesitaba esto. No pare, siga así dándole fuerte a su madre.

-Si mami es genial sentir el calor de su vagina, es como si estuviera en un estuche especialmente hecha para mi pene -le dije mientras lo introducía hasta el útero de mi madre.

-Si hijo se me viene otra vez aaah… siii bebé deme duro, me va a dejar seca sacándome tanto jugo.

Yo sentía que mi verga era bañada por sus flujos que no paraban de salir. Era como si abrieran un grifo de la ducha. El placer era tanto que sentía que mis testículos iban a explotar y se lo hice saber

-Madre voy a acabar otra vez, déjeme terminar adentro suyo, sea buena

-Si hijo derrame toda su leche dentro de mami y hágala estallar otra vez –dijo con la voz media entrecortada.

-Mami lega su fin aahhh… estoy acabando en su interior, que placer estoy sintiendo.

-Siii bebé lo siento, siento su leche dentro de mi siii siga, siga que su madre está acabando, oohhh… aahhh…

Una vez que nos relajamos, me apoye en sus pechos y nos besamos apasionadamente.

Mi mente recorría todo lo que había pasado esa tarde y no podía creer la satisfacción que mi madre me había dado. Después de descansar unos minutos, mi madre me comienza a besar por todo el cuerpo, consiguiendo así otra erección. Sin demorar mucho tiempo la doy vuelta y empiezo a besar su ano. Esto hacia a mi mamá a respirar fuerte y empezar a calentarse.

-Oh hijo, esto me excita demasiado, ohhh… yo nunca lo hice por ahí, debe dolor mucho –dijo mirándome sobre su hombro.

-No madre, no le va a doler, lo voy hacer con mucho cuidado. Si le duele mucho yo paro, ¿está de acuerdo?

-Si pero prométame que va a detenerse si me duele.

-Si mami –le respondí sabiendo que esta no tenerla analmente no iba a detenerme.

Lubrique un poco más su orificio y coloque la cabeza de mi pene para comenzar a penétrala. Su ano era muy pequeño, así que me costaba trabajo introducirla, pero después de 4/5 movimientos finalmente mi barra ingreso a ese agujero pequeño.

-Oh Juan Pedro, despacio que me duele un poco –dijo con dolor.

-Quiere que pare madre –sabiendo que no me iba a detener.

-No, siga, pero despacio, hasta que se acostumbre a esa preciosura.

Estuve empujando centímetro a centímetro, sin apurarme hasta hacer tope con sus nalgas. Era increíble la sensación que tenía, era como si su ano me exprimiera de lo apretado que estaba.

Al ver que mi madre ya no se quejaba empecé a dar movimientos más fuertes, esto hizo a mi madre aullar.

-Si bebé, que bien se siente, siga dándole fuerte al ano de su madre.

-Si mami esto es sublime me está volviendo loco.

-Madre a donde quiere que acabe, dígamelo ya porque no aguanto más –le pregunte a punto de acabar.

-Démelo en la boca que quiere tener su sabor de nuevo, si bebé démelo quiero sentirlo en mi boca.

No termino de decir eso que tuve que sacar para llegar a su boca porque comenzaba a eyacular.

-Tome madre ahí va mi semen, aquí va su ración y espero que no sea la última –le dije mientras introducía mi glande dentro de sus labios.

-Si hijo deme todo lo que tiene por favor. Déselo a su madre que es una viciosa.

-Si mami voy a acabar ohhh… aahhh… gracias mami por cumplir una fantasía, gracias por darme tanto placer.

-No hijo gracias a usted por compartir su herramienta conmigo, gracias por sacarme tanto placer acumulado por mucho tiempo.

Después de terminar rendidos los dos, nos recostamos en la cama hasta quedar dormidos.

Cuando desperté creí que había sido un sueño, pero no, mi madre estaba desnuda en su cama con una sonrisa que hacía rato no le veía en su rostro. Luego de bañarme me fui a mi casa sin despertarla, porque la verdad no sabía que decirle, así que dejé la charla para otro día.

Loading

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí