La sobrina de mi mujer, toda una experta

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Bueno al grano. La familia de mi mujer, es bastante grande (son cinco hermanas y un hermano), Ya todas casadas y algunas con nietos. Un día celebrando el cumpleaños de la tercera hermana (la que sigue a mi mujer en edad) como es habitual nos juntamos todos para cenar en casa de ella (cuando nos juntamos todos somos más de 30). A mi lado se puso la hija pequeña de mi cuñada de 26 años.

No es que sea guapa, mide 1;60 y es algo regordeta, pero a mí siempre me han querido mucho y soy algo así como el consejero de la familia (varios trabajan para mí en mis empresas, desempeñando diferentes labores), está en particular no, no quiere trabajar para la familia y hasta la comprendo (ya se sabe, en ocasiones basta que trabajes para la familia, eres el que más trabaja, el último en cobrar y a veces trabajas sin cobrar) aunque en mi caso procuro que esto no sea así.

Aquella noche la fiesta se alargó más que de costumbre. Eran las dos de la mañana y lo estábamos pasando tan bien y era sábado, por lo que no teníamos que madrugar y la noche se metió en conversaciones y cubatas. Pese a que ya había marchado la mitad de la familia y ya había suficiente espacio en la mesa mi sobrina en vez de cambiarse se quedó a mi lado.

No sé si sería la bebida o que, lo cierto es que mi sobrina me puso una mano en la pierna y sin mirar para mi continuaba en la conversación de los demás y al poco me tocó la entrepierna, entre risas y conversaciones, pronto retiró la mano y yo creí que había sido un acto involuntario, asique decidí probar si había sido así. Al poco fui yo quien le puso la mano en la pierna y comencé a subirla hacia su entrepierna, ella ni se apartaba ni hacia nada por evitarlo.

Decidí dar un paso más y refregarle mi mano en su entrepierna, lo cual ella acepto separándose de piernas y permitiendo que la magreara. Por supuesto no nos mirábamos y continuábamos nuestras conversaciones como si nada. Tuvimos que interrumpir nuestra sesión pues su padre (mi cuñado) se vino a sentar junto a nosotros, pues se habían formado tres corros diferentes de conversación y a él le interesaba más la que manteníamos nosotros.

Al poco mi sobrina se levantó y tardo un rato en venir (más tarde me enteraría que se había ido a masturbar al servicio). Este día quedó la cosa así. Al día siguiente después de superada la resaca, yo estaba confundido, no sabía si lo que había sucedido era fruto de lo que habíamos tomado o había sido buscado (la verdad que habíamos acabado todos un poco borrachos). Lo dejé pasar, mi sobrina y yo siempre nos veíamos, pero en familia, yo observaba que me miraba de forma especial, aunque tampoco me percaté en aquellos momentos pues tanto ella como sus dos hermanas siempre mi habían querido mucho.

Y llegó la oportunidad de celebrar un nuevo cumpleaños. Tengo que decir que la familia de mi mujer siempre celebra todos los cumpleaños, porque es la escusa que tenemos para reunirnos todos y cenar juntos, unas veces en la casa de unos y otra en la de otros, aunque casi siempre es en la mía, pues es una gran casa con un comedor en que entran más de 50 personas. También tengo que aclarar que al ser muchos de familia, celebramos todos los cumpleaños de los que lo celebren en el mismo mes.

Por ejemplo, el cumpleaños de mi mujer es en junio y en ese mismo mes es el de una sobrina de mi cuñada la pequeña, el de un cuñado y un hijo de otra sobrina, por lo que buscamos un sábado (siempre sábados), que nos venga bien a todos y celebramos todos juntos.

Ese día se hizo en mi casa pues era el cumpleaños de mi hija, de un cuñado y de un amigo de toda la familia, que, aunque no era de la familia es un gran amigo de todos nosotros. La mesa estaba puesta solo faltaba sentarnos y yo observé que mi sobrina no se sentaba, estaba esperando a ver dónde me sentaba yo, para ponerse a mi lado, yo lo hice pegando a mi hijo y ella se sentó a mi derecha.

Al poco me dijo que, si le cambiaba el sitio que de ese lado no le gustaba. Me lo dijo al oído, yo accedí y ella se sentó a mi izquierda, aprovechando que yo me levantaba para ir a la cocina, no por nada sino por disimular, ella se cambió de sitio para comenzar a hablar con mi hijo, como disimulando, yo regresé y me puse a su lado. apenas habíamos acabado de cenar y ella me puso la mano en la pierna, al poco me magreó los huevos ¡eureka, no había sido algo debido a lo que habíamos bebido, sino que mi sobrina lo buscaba!

Yo por mi parte hice lo propio y comencé a magrearle la entrepierna, ella se abrió todo lo que pudo y creo que tuvo un orgasmo, eso sí muy bien disimulado, pues observe como sus músculos se contrajeron y después se relajaron. Tenía un jersey largo por lo que se lo colocó para que no se le viese el pantalón mojado y se fue a uno de los servicios. Yo creo que a hacerse una paja. Yo estaba con mi polla a tope. Al poco regresó y un poco después vi como con disimulo acercó mi cubata a la orilla de la mesa, al oído me dijo “tíramelo por encima, porque tengo el pantalón mojado y se me nota mucho”.

Así lo hice en un momento de la conversación le di un manotazo a mi cubata y se lo tiré por encima, ella se retiró, pero estaba empapada por el jersey y los pantalones, con lo cual tenía la justificación apropiada para que no se le notase la corrida. Mi mujer la llevó a su habitación y le dio ropa, por supuesto todos se rieron de mi diciendo que era “un manirroto”.

A los pocos días nos vimos en la ciudad (no pongo el sitio, pues no quiero dejar demasiadas pistas), era mercado y aunque nunca suelo asistir a estos, ese día tuve que acompañar a mi mujer a la autoescuela (estaba sacando el Canet de conducir) yo paseaba haciendo tiempo y entré en un bar a tomar un café, vi a mi sobrina por los ventanales y salí, la invité a un café y después salimos juntos, como teníamos tiempo hablamos.

–A ver chica, que me tienes en ascuas. ¿Lo que pasó entre nosotros, ha sido solo por calentarte o quieres algo conmigo?

–¿A ti que te parece? –Me pregunto ella.

–Yo creo que quieres que te folle, pero…

–Pues eso… cuando tú quieras y donde quieras.

Yo me quedé a cuadros y a la vez excitado.

–Ahora por que no puedo que estoy esperando por tu tía, si no ya verías los polvazos que te echaba.

–Menos lobos, me conformo con que me heches uno bien echado, que a los tíos se os va la fuerza por la boca.

–¿Qué te parece si quedamos por la tarde aquí mismo?

–Estupendo ¿A qué hora?

–¿Te viene bien a las 4?

–Estupendo a las 4 estoy aquí como un clavo.

Mi sobrina ya era experta en estas lindes del folleteo, había tenido cinco novios, pero nadie le había complacido, ahora estaba saliendo con un tío que le sacaba medio cuerpo, aunque también sabíamos toda la familia que se había estado beneficiando a un hombre casado, lo que fue un disgusto para sus padres, pues fue el motivo de una ruptura matrimonial.

Después de comer, le puse una disculpa a mi mujer, sobre temas de la empresa y me fui. Llegué media hora antes, pero ya estaba allí mi sobrina, paré el coche y se subió, nos dimos un par de besos en las mejillas (siempre lo hacíamos toda la familia).

–¿A dónde vamos? –Le pregunté

–¿Qué te parece un hotel?

–No, los de los hoteles me conocen todos

–¿Que pasa que le sueles poner los cuernos a mi tía?

–Que va mujer, es por cuestiones de empresa, bien sea por reuniones, por traer clientes, por jornadas de trabajo o comidas.

–Pues tu dirás

–No vamos por ahí y lo hacemos en el coche.

–Puto coche –Dijo ella– Estoy hasta las narices de follar en coches.

–Creo que tengo aquí las llaves de uno de los pisos que aún no he arrendado –Dije yo. Busqué las llaves y allí estaban en el salpicadero. –Lo malo es que no está amueblado, tendremos que tumbarnos en el suelo.

–Es igual, siempre y cuando no sea en el coche cualquier sitio es estupendo.

Me dirigí a mi ese piso, aparque el coche y nos bajamos, era un segundo, le dije a mi sobrina que esperase un momento antes de subir (no quería que ningún vecino me pudiese ver, porque a mí me conocían, pero a mi sobrina no). Abrí la puerta y la deje abierta, en mitad del salón había unas mantas de esas que utilizan los de las mudanzas, las extendí en el suelo, al poco entró mi sobrina y cerró la puerta. Esta, tan pronto estábamos solos se me abalanzó encima.

Nos quitamos la ropa entre morreos, nos tumbamos y comencé a chuparle las tetas, las cuales eran de considerable tamaña y unos pezones hinchados que pedían una buena succión. ella comenzó a pajearme, mi polla estaba a mil. Le quité la mano para no correrme y me puse entre sus piernas a pasarle mi lengua por aquellos labios ya húmedos y un clítoris que se había dilatado más de un centímetro. Mi sobrina tuvo un fuerte orgasmo que casi me desnuca, pues apretó sus pantorrillas contra mi cabeza de forma exagerada, tuve que hacer fuerza con ambas manos para que no me ahogara.

Me incorporé y ahora yo de pie y ella de rodillas comenzó a hacerme una mamada de campeonato, comenzando a pasarme la lengua por el glande y bajando hasta los huevos, luego introduciéndose toda mi polla y mientras succionaba me pasaba la lengua por la parte inferior del nabo. Le dije que parase, pero no hizo ni caso. me agarró por el culo para que no pudiese sacar mi polla de su boca y así tuve una fuerte corrida. Me dejó exhausto. me tumbé a su lado y al poco ella me dijo:

–¿Te gustó?

–Me ha encantado

–Pues espero que no seas tan flojo como los novios que he tenido… Ninguno ha conseguido dejarme satisfecha

–¿Por eso cambias tan pronto de novio?, porque que yo te conozca has tenido lo menos cinco

–Esos los que conoces, pero me he tirado lo menos a otros tantos, el que más aguantó fueron dos seguidos, claro que todos los ligo en los pub y claro algunos ya están bien puestos de alcohol.

–O sea tú lo que buscas es un tío que te folle bien follada.

–Exacto.

–Pues con el que estás ahora parece que es con el que más has durado

–Pues si con… ya llevo más de un año. ¡Tenías que ver que cacho polla tiene!, y como solo nos vemos un par de veces a la semana (él trabaja fuera a más de 200 km), ese sí que cumple, no hay día que no me acabe follando tres veces en la noche.

–Con aquel caso que te encoñaste, también debía tener buena polla porque según me han contado estuviste tirándotelo una buena temporada.

–Se dicen muchas tonterías, la primera es que con aquel portugués cuando comencé con él ya estaba separado, yo no rompí su matrimonio, su mujer lo abandonó y se fue para casa de sus padres en Portugal. Pero no era con él con el que más follaba, era con él y su amigo, vaya unos tríos que nos formábamos en aquella casa.

–¡¡No jodas!! –Dije yo todo sorprendido.

Ella se río al ver mi cara,

–Si Charli ¿Que te crees que tu sobrinita es virgen y una estrecha?, yo tengo bien follado el culo, el coño y la boca.

–Cuéntame que te hacían…

Continuará.

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