Como ya les dije a mi hijo le detectaron hyperspermia, su cuerpo produce cantidades enormes de semen y tiene que evacuar todo eso, en el caso contrario le produce dolor y una inflamación en la zona genital, vamos que se le hinchan los testículos. Como ya les expliqué en el relato anterior, ayudé a mi hijo el primer día de tratamiento, pero la doctora, amiga mía del hospital donde yo trabajo me dijo que la situación puede durar unas semanas. El problema es que en 3 días tenía que irme de viaje.
―Pero profesor mi hijo está enfermo y no puedo dejarlo solo mucho tiempo.
―Lo siento mucho Manuela, pero la conferencia va a durar más de lo previsto, serán 6 días más el viaje un total de 7 días. ¿No puedes llamar a ningún familiar o amiga para que se ocupe de tu hijo? El viaje es realmente importante y como yo no podré ir necesito que vayas tu y consigas la mayor información posible.
―Está bien profesor, iré.
―No sabes cuanto te lo agradezco Manuela.
Tenía un problema por delante, el viaje que en teoría iba a durar 2 días finalmente durara 7. Es mucho tiempo, no sabía a quién dejarle mi hijo sabiendo que tendrá que masturbarle cada día pues el solo no puede. Tenía 4 opciones por delante:
Mi madre, la abuela de mi hijo. Ella es viuda pues mi padre falleció hace 9 años y desde entonces no me ha vuelto a hablar de ningún otro hombre, dice que con su edad ya no necesita a nadie más y que nadie podrá sustituir a mi padre. La relación de mi madre con mi hijo es muy buena puesto que es el único nieto que tiene, las demás son nietas, las dos hijas de mi hermana, y por lo tanto siempre le ha tenido un afecto especial.
Mi propia hermana. El único problema con mi hermana son sus hijas, mis dos sobrinas. Son muy buenas chicas y se llevan muy bien con mi hijo pues siendo jóvenes pasaron mucho tiempo juntos, pero visto que mi hermana tendría que masturbar a mi hijo no sé muy bien como se lo tomarían mis sobrinas y no quería causarles ningún tipo de trauma. Bien es verdad que en nuestra familia no hay tabús como en otras, somos una familia más abierta, pero aun así esa opción me tenía un poco asustada.
Mi vecina Carmen. Con Carmen tengo muchísima confianza, ya me ha pedido favores muy grandes y yo a ella y siempre hemos estado ahí la una para la otra así que sé que nunca me diría que no sea la situación que sea. Carmen tiene 50 años, siempre ha sido una hermana mayor para mí, nos llevamos solo 4 años de diferencia. Vive en frente de mi casa por lo que si necesitara cualquier cosa de casa ella lo podría coger sin problemas.
Mi compañera de trabajo Marta, la doctora que diagnosticó a mi hijo. Es una mujer divorciada y sin hijos por lo que estaría sola en casa con mi hijo y no habría ningún problema. Además, confío mucho en ella por eso le dejé examinar a mi hijo y como es uróloga sabría perfectamente como resolver cualquier empeoramiento de la enfermedad y sabría muy bien qué medidas tomar exactamente.
Por eso finalmente decidí que Marta se ocuparía de mi hijo el fin de semana y mi madre el resto de la semana visto que Marta tiene que ir a trabajar al hospital.
―No te preocupes querida tu hijo estará en buenas manos, sabes que lo cuidaría también el resto de la semana, pero tengo que estar en el hospital así que sería difícil, lo siento.
―No tienes por qué sentirlo, es normal que tengas que ir a trabajar y lo entiendo perfectamente por eso solo necesito que le cuides el fin de semana y mi madre hará el resto.
―¿Tu madre? ¿Sabrá lo que tiene que hacer?
―Supongo que sí, le explicaré todo y si no es capaz de hacerlo también están mi hermana y mi vecina así que no hay ningún problema.
―Bueno pues ya sabes que en cualquier caso de emergencia pueden llamarme.
―Gracias, te debo una.
―No digas eso, es un placer poder ayudar, y más si es algo así que me puede ayudar a mi también a liberar tensiones y cambiarme las ideas.
―Jaja ya sé que hace mucho que no… Así que supongo que te vendría ver algo así de vez en cuando.
―Bueno pues el sábado por la mañana lo puedes traer a mi casa antes de irte de viaje.
―Gracias guapa, hasta luego.
Luego llamé a mi madre para explicarle lo que le ocurre a mi hijo y preguntarle si podría ayudarme:
―Ay hija ¿y desde cuando tiene eso? ¿Le duele mucho?
―Pues desde hace unos días mamá y le duele bastante porque no puede masturbarse solo y le tengo que ayudar yo. Por eso te quería preguntar si te molesta cuidarlo a ti porque lo más importante es eso, masturbarle, ya es mayor y cuida de sí mismo el solo, pero no puede masturbarse solo y la doctora dijo que si no se masturba le creará muchos más dolores.
―Claro que no me molesta hija, además ya he visto a tu hijo desnudo desde que era un crío.
―Ya mamá, pero te lo advierto, ya no es un «crío», ha crecido y mucho, sobre todo allí abajo.
―Bueno no creo que sea nada grave, ya he visto algún que otro pene en mi vida no te preocupes.
―Yo solo te aviso de que es bastante más grande que lo normal así no te llevas ninguna sorpresa. El lunes por la mañana la doctora Marta lo dejará en casa y te dejará también su número de teléfono, en caso de cualquier problema llámame primero a mí que soy su madre y luego directamente a la doctora y te dirá que hacer ¿vale?
―Jaja ¿hija me vas a enseñar a cuidar de un chico? Si te he tenido que cuidar a ti y a tu hermana toda la vida hija no es nada nuevo para mí.
―Ya lo sé mamá, pero es que no me voy tranquila sabiendo que mi hijo está enfermo.
―No te preocupes que soy su abuela y le ayudaré en todo.
―Gracias mamá te quiero mucho, un beso y recuerda que el lunes cuando vayas a casa me llamas para saber cómo esta ¿vale?
―Vale hija un beso.
No estaba del todo tranquila, pero dejaba a mi hijo en manos de una uróloga y de su abuela así que me sentía un poquito más aliviada.
Llegó el viernes por la noche y después de masturbarle le dije:
―Bueno hijo ¿cómo te sientes?
―Pues mejor cada vez que me ayudas, pero a veces durante el día me duele bastante y los siento muy hinchados, intento hacerlo yo solo, pero no puedo.
―Como ya sabes tengo que irme de viaje una semana y te cuidaran la doctora Marta y la abuela ¿vale?
―Vale
―Si tienes cualquier tipo de dolor o lo que sea se lo puedes decir porque son las personas en las que más confío para cuidarte mientras no esté así que no tengas miedo ni vergüenza hijo. La doctora Marta ya te vio cuando te examinó y la abuela ya te ha visto desnudo cuando eras pequeño así que no tiene que asustarte ni nada.
―Vale mamá.
―Por último, no te olvides de avisar a tu abuela de que cuando te corres tu semen va lejos, como tienes tanto acumulado sale muy fuerte y va lejos, se me olvidó decírselo por teléfono así que encárgate de decírselo tu.
―Vale
―Bueno hijo pues duerme y mañana por la mañana después del desayuno te llevo a casa de Marta y me voy de viaje a la conferencia. Buenas noches y si tienes algún problema por la noche avísame.
―Vale mamá buenas noches y gracias.
Me fui a dormir tremendamente excitada por muchas cosas. Primero acababa de masturbar a mi hijo una vez más y por muchas veces que lo haga no consigo acostumbrarme al tamaño de su aparato, es muy grande y alucinante. Segundo porque sabía que iba a dejar a mi hijo con Marta todo el fin de semana y que hacía mucho que ella no tenía un pene en casa y mucho menos de ese tamaño. Y por último me fui a dormir intrigada por saber cuál sería la reacción de mi madre al ver el pene de mi hijo. No lo ve desnudo desde que mi hijo tenía 6 años y ha crecido mucho ahí abajo así que me gustaría ver cómo reacciona mi madre y si esa situación provoca que mi hijo se excite.
Desperté y desayuné con mi hijo y después de una buena ducha nos dispusimos a ir a casa de Marta para lo que iba a ser una semana bastante agitada.
Este relato es largo, pero explica varios detalles importantes que considero necesarios para entender y visualizar mejor el final. Para no alargarme más y complicar vuestra lectura, dejaré este aquí y contaré todo con más detalle en el próximo relato que publicaré muy pronto.
Por favor que sea rapido
Por favor, publica la siguiente parte, necesito acabar… y acabar de leer
Por favor, no tardes en subir la continuación está increíble y me pone mucho