Mi suegra, gordita inesperada (2)

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Y llegó mi tan esperado lunes, mi suegro en el interior del país, mi esposa con mis hijos y mi suegra esperándome en su casa lista para una tarde de sexo y lujuria.

Pero como siempre que uno planea algo, las cosas no salen como uno desea. Mi mujer me dijo que iría como a las 7 pm a la casa de su mamá para que no se sintiera sola y yo pensaba llegar más o menos a esa hora.

No obstante, cuando uno quiere algo las ideas sobran, me acorde que tenía que hacer una diligencia que me tomaría normalmente medio día, pero lo dije a mi jefe que tendría que hacer unos tramites adicionales y me tomarían todo el día. Así que hice todos las diligencias en tiempo récord, medio día ya había terminado. Llame a mi suegra por teléfono y para no ser interrumpidos le dije que avisara a mi mujer que no iba a estar hasta las 6 a lo que me contesto:

S: Andrés esto no está bien

Y: ¿entonces, ya no voy?

S: OK yo le digo

Y: ¡estoy yendo para el almuerzo! Así que prepárese que tengo un hambre enorme

S: ok. Bye

Mi tímida y conservadora suegra todavía estaba con cargo de conciencia por lo que habíamos hecho y lo que iba a pasar después.

Llegue donde mi suegra como un rayo, me saludo amablemente con un beso en la mejilla y me hizo pasar al entrar la recorro con la mirada cada parte de su cuerpo, llevaba puesto un vestido ligero color celeste con negro hasta las rodillas (lo clásico) pero al parecer recién se había bañado puesto que el vestido se le pegaba mucho y se resaltaba sus enormes caderas. Mi suegra es de tez cobriza, ojos grandes y negros, cabello largo de color castaño con rayas rubias. Se me acerco y me dijo:

S: Andrés esto no está bien, no debemos, soy tu suegra

Y: (tocándole con mi mano su pierna) suegra, lo sé, no está bien, pero la verdad usted siempre me gustó.

S: cómo te voy a gustar, mi hija es más joven, más alta y tiene más senos.

Y: pero usted siempre me gustó, y tiene un trasero que siempre fue mi deseo (ya se lo estaba acariciando debajo del vestido)

S: ¿tanto te gusta mi trasero? Pero si soy una vieja

Y: pero lo tiene exquisito y lo deseo tanto, la deseo tanto a usted (esto ya se lo decía al oído).

Y besándole el cuello le decía “me encantas, me encantó hacerte el amor, me encantó penetrarte el culo, acariciar tus piernas, tu culazo, morder tus senos”.

Mi suegra se separó y me comenzó a besar desenfrenadamente.

Ya era mía. Y teníamos toda la tarde…

Continuará.

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