La sumisión de mi esposa Erika ante Julio

6
7501
Tiempo de lectura: 9 minutos

Como habíamos dicho anteriormente… En la tarde regresamos por las muestras, nos interesaban más las pruebas serológicas que si tenía el colesterol alto o el azúcar baja… como sea, las pruebas tardarían 3 días y eran costosas pues las hacíamos privadas para evitar tanta pregunta mezquina, pero era una inversión que vale la pena para nuestro disfrute.

Pasaron precisamente esos 3 días, mi esposa fue por los resultados pues yo tenía turno, al parecer todo salió negativo y una vez más nos comprobaron que, aunque estén en condiciones de calle no necesariamente tenemos que relacionarlos con una ETS, pero es mejor prevenir. En la noche fuimos a comunicarle las noticias y ponernos de acuerdo la noche en que sería, aunque no le agradó mucho esperar pues hasta dos semanas después ambos podíamos coincidir en días libres así que aprovechamos eso.

Según recordamos esas dos semanas de espera eran full nervios sabiendo lo que se aproximaba… más que Julio nos había dicho en qué condiciones iba a esperar mi esposa, ya saben haciendo honor el vivir en la calle, llegados el susodicho día comenzamos a alistar las cosas, mi esposa se había hecho un enema por si acaso, se alisto con una mini de cuerina pegada, tanga negra, una blusa transparente negra, y un brasier negro, y un buen labial rojo… algo típico pero efectivo además no le iba a durar mucho lo arreglada.

Pasamos por la tienda 24/7 y como seres eternos ahí estaban los dos sujetos, se comieron con la mirada a mi esposa pero una vez mas paso de largo pues teníamos un asunto que atender con Julio y su compañía de vagabundos, llegamos a la exconstructora, nos encontramos con Héctor y Antonio pero se abstuvieron de besarla para no regar maquillaje pues Julio la quería intacta, así que sin perder tiempo fuimos a su “madriguera” aunque para ellos es “casa”, y ahí estaba él, sonriendo de oreja a oreja viendo como llegábamos, durante la plática pudimos observar como algunos vagabundos se iban acercando poniéndose cómodos, finalmente Julio nos mostró donde se iba a coger a mi esposa.

Solamente nos cruzamos la calle, los vagabundos que habían llegado se fueron con nosotros y nuevamente se pusieron cómodos… sin perder tiempo Julian empezó a besar a mi esposa y ella correspondiendo el beso…

Julian le decía a mi esposa lo bien que olía con sus cremas, a diferencia de él que era olor a sudor en todo su cuerpo y a orines en su entrepierna, mientras la besaba él iba quitando poco a poco la poca ropa que mi esposa traía, hasta que finalmente la dejó sin nada a vista de los demás vagabundos…

Julian entonces dijo: Veras… ahora eres mi privilegio y aunque les duela a los demás no podrán tocarte… te dije que iba a tener sorpresas para ti –dijo viendo a mi esposa

-¿Qué sorpresas? –preguntó mi esposa

-Es una forma de desquitarme… por lo que estuvieron cogiéndote y yo no participar, esta vez le daremos vuelta a esto –dijo sonriendo

-Algunos o bueno casi todos te han deseado pero ese deseo será su problema y su condena –dijo viendo a cada vagabundo

-Pero si se la quieren sacar no hay problema, pero el que la toque las verá conmigo –dijo Julio en forma de amenaza.

Eso último nos dio a entender el dominio que tenía el sobre los demás, excepto claro con Antonio que era como otro “al mando”.

Dejaron de hablar y en efecto había vagabundos que estaban sentados con los penes de afuera no eran los mas agraciados visualmente, pero si que tenían erecciones, Julio continuó besando a mi esposa, llegados a un punto ella empezó a quitarle la ropa hasta dejarlo sin nada… y mi esposa sonriendo bajo hasta hincarse frente a él y vaya sorpresa nos llevamos los dos…

Mi esposa se detuvo en seco al ver que su pene o mas bien la cabeza de su pene tenía bastante esmegma por lo que no se había bañado… mi esposa no sabía qué hacer, yo menos… Julio cortó el momento diciéndole: Eres enfermera seguramente limpias muchas vergas, es más, se las has lavado con la boca a Antonio y Héctor… espero esas mismas atenciones, tienes que ser una buena enfermera…

Mi esposa poco a poco se fue acercándose a los huevos para empezar a chupar pero yo notaba que se quedaba un buen rato ahí, sabía que ella no quería lamer el esmegma, además de todos los pelos de sus huevos, por lo que cedió para vencer…

-¿Y si lo limpias con mi culo? –preguntó ella.

Yo tomé aire al escuchar esas palabras, mi pene se puso aún más firme y ya no digamos Julio que se puso como loco…

Mi esposa se puso en cuatro, frotó su clítoris con la mano invitando a Julio a que la penetre analmente, Julio al ver eso se agachó para brindarle un largo y exquisito oral… pasaba la lengua por todos lados, la nalgueaba, le escupía, le decía mil y un cosas respecto a ella y a su culo, a sus tetas, en fin él iba a saciar toda su sed por cogérsela.

Después de estar un rato así no solo mi esposa estaba mojada, yo ya tenía bastante liquido preseminal en mi glande por lo que opté sacármela además que la erección ya molestaba adentro del pantalón, Julio me vió y dijo riendo:

-¡Ja ja! Te encanta que se cojan a tu mujer a sus 40 tendrá ya el culo flojo si termina cogiéndose a todos aquí. –A lo cual procedió a poner su verga en el ano de ella… Y empujó un poco e introdujo su cabeza fue fácil por tres motivos, la primera por la baba que había dejado, lo segundo por el esmegma viscoso y tercero por la forma de su pene en forma de cono, es decir, la cabeza era delgada pero el resto de su verga era gruesa.

Y como yo estaba atrás de ellos pero aun lado tenía la visión del culo de mi esposa y así poder ver como la penetraban, Julio metía y sacaba su verga del ano de mi esposa lentamente… podía ver como iba quedando el esmegma alrededor del ano de ella, y cuando finalmente se acomodó empezó a bombear más rápido y lo mas profundo que podía.

Mientras tanto mi esposa fruncia la cara y gemía a la vez, pues como dije la verga de él era más gruesa que la mía por lo que tenía que acostumbrarse, y así fue a los minutos ya mi esposa empezó a disfrutar y dejarse llevar por el éxtasis del momento, pasaron los minutos las nalgas de mi esposa ya estaban algo rojas por las nalgadas, los demás vagabundos viendo emocionados pero a la vez con ese picor de no poder participar, mientras que Julio se sentía el rey.

Tal vez y digo tal vez porque sinceramente no recordamos, pero probablemente hayan pasado unos 10 minutos desde que habían iniciado y Julio se detuvo, saco su verga, pensé que ya había acabado, pero la sorpresa fue mayúscula cuando suspiro y vi que empezó a orinar en las nalgas de mi esposa.

Ella al sentir todo ese liquido caliente intento gatear hacia adelante y el la detuvo de la cintura, dejé de tocarme para intervenir pero mi esposa me hizo seña con la mano para que esperara, Julio casi en lo último de la orinada volvió a penetrarla de golpe seguramente dejo algo de orina adentro del culo de ella, luego se separaron, Erika acostó a Julio en el suelo y ella procedió a acomodar la cabeza en la entrada de su ano y procedió a sentarte de a poco hasta que ya no se veía la verga de Julio y comenzó a subir y a bajar hasta que finalmente acabó adentró de ella.

Julio sacó su verga del culo de mi mujer, le dio vuelta a ella y se la metió de golpe en la boca para que le hiciera un oral… Por primera vez esos vagabundos me habían ganado, me habían sacado la delantera con mi esposa porque jamás me había hecho un oral después de un anal… Ella estaba como poseída mamando y mamando… Y así finalizo la primera noche.

Para la segunda noche (que no fueron consecutivas) ya teníamos la idea de cómo iba el asunto con Julio, para el solo era coger a como dé lugar y sin importar qué con mi esposa, sabidos de eso nos encaminamos directo al lugar, y nuevamente Julio nos esperaba ansioso, nos tomamos un par de cervezas para luego continuar con el objetivo: cogerse a mi esposa.

Hoy la cantidad de vagabundo era menos tal vez 4, y como la vez anterior nos cruzamos la calle para ir al escenario de la primer noche, mi esposa Erika y el vagabundo empezaron a besarse, poco a poco le fue quitando la ropa, en cuanto a mi esposa pues quitarle “la ropa” al vagabundo, a diferencia de la vez anterior hoy si tenia relativamente “limpia” su verga por lo que esta vez sin ningún problema mi esposa se alzó a darle una maravillosa mamada desde la cabeza hasta quedar debajo de sus huevos, ver su lengüita, sus labios con brillo rosado sobre esa verga y huevos peludos era indescriptible y totalmente excitante.

Después de dejar reluciente de saliva la cabeza, mi novia se lanzó a preguntar que por donde quería cogerla, esa pregunta agarró de inesperado a Julio, por lo que el procedió a acostar a mi novia en el suelo y empezó a penetrarla de misionero.

La verdad era bastante incomodo porque literalmente era en el suelo que solo era tierra, pero no le quitaba lo emocionante, mi esposa jadeaba y a los minutos tuvo su orgasmo, en eso Julio se detuvo y se levantó para orinar aun lado y eso llamó mi atención nuevamente, pero bueno después continuo penetrando a mi esposa, luego ella acostó a Julio y acomodo la verga de el en la entrada de su vagina y comenzó con unos sentones que mas que sentones sonaban como azotes, yo estaba como loco, mi esposa con su segundo orgasmo, se frotaba el clítoris.

Me encantaba ver como enseñaba todo su culo a los demás presentes hasta que Julio acabó adentro, y con eso sabíamos que otra noche más había finalizado, Erika y yo nos pusimos a pensar y reflexionar que realmente no era tan malo como lo planteábamos en nuestras mentes pues según nosotros estos encuentros iban a ser eternos o algo similar, pero a lo mucho 15 o 20 minutos prologando las cosas, pero eso no evitaba que ella quedase abierta de su vagina, después del encuentro solamente nos quedamos un rato mas charlando, hablando con Héctor y Antonio, ya que a fin de cuentas hacíamos este sacrificio extra por estar con ellos.

Antonio únicamente me decía que ya quería que pasase todo para que mi esposa vuelva a ser su puta, a lo que le conteste que no se desesperaba que a fin de cuentas el tiempo pasa rápido, él se rio y me dijo que para ellos es como que si nunca pasara y sinceramente ellos tenían razón de hecho hasta me sentí mal decirles eso… En fin después de un platica amena nos retiramos… no sin antes mi esposa besar a escondidas a Héctor y Antonio.

En la tercera noche el ambiente ya era más relajado, ya íbamos conociendo más a Julio, lo que le gustaba y lo que no, una actitud similar a Antonio solo que con un poco mas de poder sobre todo con el chantaje de por medio, en esta ocasión para no complicarnos no se puso nada de ropa, solo un suéter de lana que le llegaba a inicio de nalga, llegamos a la exconstructura y luego nos fuimos caminando a lo largo de la cuadra hasta la esquina de Julio, mientras caminaba el resto de vagabundos se la comían con la mirada o saludaban normal, algún que otro piropo, a fin de cuenta ellos ya sabían a que venía ella: a darle el culo a Julio.

Llego hasta donde Julio, él se levantó y se saludaron de beso, y nos pusimos a charlar un rato, entre tanta plática Julio nos confesó algo al parecer tenía incontinencia urinaria y nos preguntó que hacer al respecto, todo cayó en su orden… entendí porque las últimas dos veces había orinado mientras se cogía a Erika, y pues sinceramente mucho no podíamos hacer más que invitarlo a ir a un hospital de gobierno cosa que declinó.

Pero al final de cuentas le dijimos que si tenía ganas mientras cogía no había problema que se detuviera y ya… Después de eso se pusieron manos a la obra, esta vez fue ella quien tomó el asunto en sus manos, iniciando con otro beso apasionado y caliente, ella besaba y lamia los pectorales de Julio, pasando su lengua por sus bellos e indirectamente limpiando algo de sudor con su lengüita, como dije, pasaba sus labios y lengüita en sus pectorales bajaba al abdomen y volvía a subir, hasta llegar a su parte baja sacando su verga…

¡Sorpresa! Nuevamente su verga tenía algo de residuo de esmegma, en un rápido movimiento mi esposa amagó y se fue directamente a sus huevos el cual comenzó a lamer y a chupar con vehemencia, Julio suspiraba ante tal placer… en ese instante obviamente no sabía que pasaba por la mente de ella, pero en su mente la solución fue encubrir todo, con la saliva que se acumula escupió sobre la punta de la verga de Julio y lo masturbó regando el esmegma a lo largo.

Nunca había visto a mi esposa con el rostro tan desencajado y fruncido ante el sabor de la verga de Julio al momento que se la llevó toda a la boca, hemos de admitir que en ese instante jamás pensamos en hacer tal cosa pero era todo o nada, y hasta el día de hoy es algo que sigo admirando de ella, y como decía… su rostro de asco fue enorme pero continuo mamando y haciendo arcadas del feo sabor y podía ver algo de ese aspecto característico del esmegma en una de sus comisuras de su boca, pero si se detenía no iba a poder continuar.

Hasta que en un movimiento rapaz rozó la comisura de su labio se quitó ese pedacito de esmegma dejándolo en el tronco del pene y engulléndolo con su boca en el proceso, y para acabar rápido por último lamió directo el glande para retirar otro pedacito de esmegma, seguido de arcadas por el asco… era algo dantesco ver tal escena pero a la vez reventaba de calentura, tenía que sacar mi verga a enfriarse y así lo hice.

Después de dejar limpia y reluciente la verga de Julio, procedió a levantar a mi esposa y la sentó sobre una cubeta, y comenzó a lamer todo su coño mientras pellizcaba los pezones de ella, le decía lo buena que estaba, lo rica que era, etc… Se imaginarán lo descantado que estaba, mientras hacía eso le preguntó a mi esposa:

-¿Te gustó la sorpresa que te tenía? Esta vez la tenías que limpiar toda, puta. Si lo haces una vez lo harás otra vez, dijo riendo.

Mi esposa no contestó nada.

En ese mismo instante mis neuronas hicieron sinapsis y se imaginó el escenario en el que mi esposa “practicaba” lo dicho por Julio en sus turnos ¿Y cómo? Limpiando con su boca las vergas de los encamados, pero regresé a la realidad.

Mientras eso pasaba por mi mente, Julio continuaba haciéndole un oral esta vez regalándole un beso negro y dando lengüetazos, luego bajo a mi esposa y la arrodillo para que ella continuara mamándosela, al parecer el sabor se había esfumado porque esta vez no hizo muecas de asco, pero a mitad de la mamada Julio se separó de ella y se fue a orinar, al parecer esos movimientos le habían estimulado la vejiga, una gota de orina aun salía de su orificio y ni le dio tiempo a mi esposa y se la volvió a meter en la boca.

Luego Julio procedió a colocar de perrito a Erika penetrándole en su vagina de una forma suave y delicada, mientras le besaba la espalda y le sobaba el cabello, luego paso a ser más rápido y frenético, se podía escuchar el choque de su pelvis en las nalgas de ella, se detuvo y poco a poco fue calzando el glande en el culo de mi esposa hasta penetrarla en su totalidad y continuó con el mete y saca, finalmente acabó adentro, procedió a sacar su verga del ano de mi esposa para que limpiara el resto de semen en su verga y así lo hizo, pasando su lengüita retirando todo.

Un hilo de semen salía de su culo por lo que Julio giró a mi esposa para mostrárselo a los pocos que nos acompañaban esa noche, mi esposa abriendo sus nalgas tenía que mostrar su culo a cada vagabundo presente, en evidencia que su culo había quedado “bautizado” en nombre de Julio.

Después de eso, como siempre nos pusimos a platicar con él a manera de que cediera sus hostilidades.

Al final de tanta charla y ver lo dispuesta que era mi esposa nos permitió frecuentar a Antonio y a Héctor sin problemas, pero que pasase donde él a visitar también y pues pensándolo bien… ya se había cogido a mi esposa revés y derecho, se orinó un poco adentro de su culo, terminó adentro de su vagina, la beso, la abrazo, etc… ¿Qué más daba seguirse rehusando?

Por lo que aceptamos y este asunto así quedo, era como quitar un peso del cuello y espalda, son de esos momentos en que uno se siente hasta más liviano… Pero antes de retornar con Antonio y Héctor nos dimos una pausa y no regresamos al lugar en dos meses, bueno si regresábamos para ver como estaban o llevarles algo de comer o bebida, un oral de vez en cuando…

Loading

6 COMENTARIOS

  1. Si imagino el asco que te debió de darte… pero todo fue por un bien mayor.
    Julio solamente estaba inconforme con la situación.

    Vaya no sabia que era tu fetiche… En lo general nosotros no tenemos ninguno en especifico, creo.

  2. Como disfruto tus relatos, cada que me meto a la pagina busco con ansias una actualizacion de ustedes, muy rico todo

    • Gracias por darle seguimiento a nuestras historias, y si he visto que comentas desde el primer relato, al igual que Barlovento.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí