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Mi hijo y la madre de su amigo
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Tiempo de lectura: 9 minutos

Hola, me llamo Clara, tengo 54 años, estoy casada, tengo tres hijos, dos chicos y una chica y trabajo como limpiadora en un centro público. Físicamente soy rellenita, aunque dicen que tengo unas buenas tetas y un buen culo.

Los que hayan leído mis anteriores relatos saben que, desde hace un tiempo, tampoco tanto tengo relaciones sexuales con mi hijo mayor, además de otros chicos de su edad, le prometí ayudarle a tener relaciones con mujeres mayores sui le apetecía y lo estoy cumpliendo. El por su parte me pidió que me lo hiciera con uno de sus amigos, y lo hice por supuesto, la cosa resultó satisfactoria, pero me chocó que durante las mismas el chico me llamara varias veces mama.

Lo hable con mi hijo después de follar y entre los dos decidimos que al menos había que conocer a esa señora, pese a las reticencias del amigo de mi hijo, al final consiguió averiguar que era una señora cincuentona, como yo, divorciada y con unas buenas tetas.

A mi hijo le picó la curiosidad por follar con ella y yo por supuesto me comprometí a ayudarle, ideamos un plan yo debía de atraer a su amigo a casa, y tenerle entretenido, lo cual además de fácil me parecía muy agradable, y a la vez, lo más difícil, con el móvil apagado, pero por supuesto lo logré.

Por su parte mi hijo debía de ir a por la madre de su amigo que se llama Mar, esta es la historia de lo que les pasó, según me lo contó mi hijo:

Llegué a casa de la madre de mi amigo y esta, como yo esperaba me contestó por el telefonillo que su hijo no estaba, le dije que tenía que entregarle una cosa y me dijo que subiera, lo hice y me abrió la puerta una mujer muy sexy, llevaba un vestido muy sexy que dejaba al descubierto una parte muy importante de sus tetas y de sus piernas, le di lo que llevaba para su hijo, unos apuntes de clase y me preguntó si quería tomar algo, le dije que una cerveza y me invitó a que me sentara en el salón.

Al poco rato volvió y me trajo la cerveza y ella se sentó conmigo mientras me tomaba otra, me dio las gracias por ser amigo de su hijo, al parecer tuvo miedo cuando entró en la universidad de que con su timidez no hiciera amigos, pero al final no había sido así y se consideraba agradecida con nosotros, me pregunto por novias y si sabía si su hijo salía con alguna chica, aquí me puse un poco nervioso, no le podía decir que su hijo se estaba follando a mi madre en ese momento, respecto a mí, decidí probar suerte y le conté que las chicas de mi edad no me interesaban, que prefería a las mujeres de su edad, ella puso cara de interés y dijo:

–¿Pues sabes una cosa? El sexo me interesa mucho y lo hago con hombres, algunas veces varios a la vez y mujeres también, por favor eso no se lo digas a mi hijo, pero con un chico de la edad de mi hijo, nunca lo he hecho.

Eso me animó a atacar me lancé contra ella y la besé apasionadamente, ella me lo devolvió y dijo:

–Para ser tan joven besas muy bien. Pero mejor besémonos de pie

Por supuesto hice caso a su sugerencia, nos volvimos a besar apasionadamente y antes de que me diera cuenta la tenía arrodillada ante mí, lo que me proporcionaba un primer plano de sus tetas que me parecieron aún más impresionantes, y rápidamente, sin darme tiempo a reaccionar me bajó los pantalones y el short dejando mi polla al aire, cuando la vio exclamó:

–Esto es una buena polla y todo lo demás son tonterías

Y se lanzó a chupármela con una gran ansia, se la notaba que era experta, además de estar hambrienta, su boca se tragó mi polla y comenzó a moverse de una manera divina, no obstante, cuando me iba a correr paró y me dijo:

–Jovencito mejor sigamos en la cama.

Y de la mano me llevó a su habitación, una vez allí me hizo sentarme en la cama, puso una música muy sexy, mi madre dice que es de una peli llamada “Nueve semanas y media”, allí con un baile erótico se quitó el vestido, llevaba un conjunto de lencería amarillo, se bajó las copas del sujetador dejando al descubierto dos tetas impresionantes:

–¿Te gustan?, me dijo

Por supuesto que me gustaban y así se lo hice saber con un movimiento de cabeza, ella se arrodilló ante mí y se introdujo mi polla entre sus tetas y comenzó a moverlas, apretándoselas con las manos, con todo ello mi polla se puso a mil, yo temía que me iba a correr, pero al cabo de un rato ella paro y dijo:

–Jovencito ya hemos calentado mucho a tu polla, ahora toca que tu calientes a mi coño.

Y se tumbó en la cama con las piernas bien abiertas, su coño estaba completamente depilado, se la notaba que se lo cuidaba mucho, me arrodillé al lado de la cama, y agachando mi cabeza, metí mi lengua en su interior, sus gemidos me demostraron que estaba acertando, entre ellos dijo:

–Que bien lo comes so cerdo, se nota que lo haces con frecuencia.

Seguí comiéndoselo y ella gimiendo a tope, noté como la venían varios orgasmos, que yo me tragué y ellas se mostraba encantada de que lo hiciera, hasta que se corrió por tercera vez y dijo:

–Nunca me imaginé que un jovencito comiera tan bien el coño, está visto que tendré que meter a alguno, entre ellos tú, en mi lista de amigos y amigas especiales.

–¿Te lo haces con mujeres también?, le pregunté

–Por supuesto amor, dijo ella, ¿Tu madre tiene pareja?

La contesté que sí, que seguía casada con mi padre, aunque no la conté nada de lo que hacía con ella, aunque la idea de un dúo lésbico de mi madre con esa mujer comenzó a rondar en mis fantasías.

–Lástima, dijo ella, podíamos ser muy buenas amigas, pero dejemos de hablar y sigamos con lo nuestro, túmbate sobre la cama.

Lo hice, ella abrió la mesilla sacó un paquete de condones y añadió:

–Me da que mi hijo me está cogiendo condones, ¿tendrá ya alguna amiguita?, Ojalá no debe seguir siéndolo virgen mucho más, ¿Tú sabes si está con alguna chica?

Por supuesto no le iba a decir que estaba con mi madre, así que le dije que no ella, sacó el condón del paquete y me lo puso en la polla, que al sentir su mano sobre ella se puso aún más dura, después se puso encima de mi e introdujo mi polla dentro de su coño, era un coño muy calentito y la muy zorra se notaba que estaba acostumbrada meter pollas en él, sabía moverse muy bien, además tener esas pedazo tetas encima de mi resultaba increíble, no pude contenerme las ganas y comencé a acariciárselas. Ella me decía:

–Que bien las sobas amor, me encanta como lo haces.

Sus palabras aumentaban mi excitación y continue acariciándoselas, mientras ella gemía sin parar y marcaba un ritmo delicioso, mi polla estaba llegando al límite, y no pude aguantarlo más, por lo que me corrí, ella al notarlo me dijo:

–Lo haces muy bien amor, decididamente si tú quieres vas a ser uno más de mis novios, eso si mi hijo no puede enterarse de esto, que iba a pensar de mí.

Le prometí que no, ella se bajó de mi aproximo su cuerpo a mi polla y me dijo:

–Normalmente no hago lo que voy a hacer con los tíos que follo, pero tu estas siendo muy especial.

Y mientras decía esto me quitó el condón y sacando su lengua comenzó a lamer los restos de mi semen, me la dejó bien limpia, pero lo que no había previsto es que ante su lengua mi polla recuperara su dureza, al verlo exclamó:

–Caramba, ya te has recuperado, pocos de mis amantes lo hacen

–Si, tu lengua la ha hecho ponerse dura de nuevo, dije yo.

–Pues sigamos follando, dijo ella, pero ahora déjame a mí ponerme más cómoda.

Y diciendo esto se puso a cuatro patas encima de la cama.

–¿Quieres que te la meta por el culo?; dije yo impresionado

–¿Sabes hacerlo?, Dijo ella con cara de asombro

–Por supuesto la respondí.

–Ya veremos, me contestó, pero de momento el asunto es que me la metas desde atrás en el coño.

Me dio el paquete de condones, se le veía que estaba segura de que yo sabía cómo utilizarlo, y la demostré que sí, primero besé con delicadeza los cachetes de su culo, después restregué mi polque misa él y finalmente introduje, en posición de rodillas, mi polla dentro de su coño y comencé a moverme al ritmo que he aprendido con mi madre sus gemidos me demostraron que estaba acertando, mientras que la visión del primer plano de su culo hicieron que mis ganas de penetrar en su agujero trasero aumentaran, mi polla se encontraba otra vez en la gloria y yo procuraba utilizar todo lo aprendido con mi madre y las otras maduras que últimamente pasaban por mi polla.

Ella no cesaba de decirme:

–Eres fantástico, debes tener más experiencia que muchos de los otros que han pasado por esta habitación.

Sus halagos hicieron que mi excitación aumentara, me contuve hasta sentí como se venía de nuevo, y poco después me corrí yo también, me salí y me tumbe a su lado, ella abandonó su postura de cuatro patas y se tumbó a mi lado, nos besamos de nuevo, me preguntó si su hijo me había contado cosas de ella, lo primero que me advirtió es que él desconocía su actividad sexual, esta debía de seguir siendo parte de nuestro secreto.

Luego me explicó que era divorciada, además de mi amigo tenía una hija llamada Lidia, me señaló una foto de la habitación y se parecía mucho a su hija, ¿Sería igual de puta?, era divorciada su marido la dejo por otra mujer más joven y como una especie de prueba comenzó a hacerlo con los amigos de su marido y luego a probar muchas cosas que surgían. Pero después añadió.

–Ya hemos descansado bastante, vamos a seguir con lo nuestro.

Me volvió a pedir que me tumbara en la cama, yo pensaba que quería repetir nuestro primer polvo, pero me lleve una sorpresa, cuando se puso de rodillas, pero de espaldas a mí, lo que, aunque me quitaba la visión de sus tetas, me permitía tener un primer plano de su culo, que resultaba alucinante.

Me volvió a poner otro condón, y bajando acopló mi polla a su maravilloso coño, y comenzó a subir y bajar, yo no podía dejar de pensar en o tonto que debía de ser el padre de mi amigo para desperdiciar semejante manjar, lleve mis manos hacia su trasero y comencé a acariciárselo, mientras ella subía y bajaba a un ritmo delicioso, sabía lo que se hacía, mi polla estaba a punto de estallar, pro entonces ella paraba en muchas cosas me recordaba, follando a mi adorable mama, de repente la oí decir:

–Sigue así mi niño.

–¿Se lo haría también con su hijo?

Seguimos follando hasta que no pude aguantar más y de nuevo me corrí, ella se salió y que quitó el condón en esos momentos cogió su tanga y me limpio con él la polla.

–Así cuando lo lavé pensaré en ti, me dijo.

No pude aguantarme las ganas de preguntarle si se lo hacía con mi amigo, puso cara de horror.

–¿Acaso te lo haces tu con tu madre?, me preguntó.

La expresión de su cara hizo que me abstuviera de confesarle que sí, referí decirle que no, aunque la idea de que ella y su hijo lo hicieran se me paso con la cabeza e hizo que mi polla se recuperara, cuando ella lo vio, se quedó asombrada y olvido por completo de que estábamos hablando.

–Ya la tienes otra vez pidiendo guerra, jajaja, me dijo, nunca me había pasado con ningún hombre, pero por mí que no quedé.

Se tumbó en la cama y me propuso una nueva postura, ella se tumbó en el borde de la cama de manera que su coño quedará así y me pidió que me pusiera un condón y que me la follara de pie. Nunca lo había probado de esta manera, ni siquiera con mi madre, aunque en nuestra próxima follada desde luego lo íbamos a probar.

Una vez que tenía el condón colocado me acerqué a su coño y se la introduje, ella comenzó a gemir con gran intensidad, yo quería volverla loca de placer, y parecía que iba por el buen camino dados sus gemidos.

Era una mujer extraordinaria, y quería que formara parte de mi vida, y si se dejaba, y seguro que la convencería de la de mi madre, la seguí penetrando, mientras ella seguía gimiendo, note como se corría, ese era mi deseo, pero mientras mi polla aguantara, quería que lo hiciera muchas veces, y seguí entrando y saliendo de ella, aguantándome las ganas de correrme, pero ante una diosa como ella quería que mi corrida durara todo lo posible, pero mi aguante tenía un límite y terminé por correrme, cuando me salí ella me pidió que me tumbará a su lado para quitarme el condón, antes de hacerlo me beso y me dijo:

–Eres de los machos más potentes que he probado nunca.

Después me quitó el condón y nos volvimos a besar, viendo la cantidad de semen que me había salido añadió:

–Menuda cantidad de semen debes de producir, con la cantidad de leche que has soltado esta tarde se podría alimentar una familia, jajaja.

Yo le di las gracias por sus halagos, y la volvía besar en la boca, la dije que, si repetiríamos, ella me dijo que por supuesto, que siempre que yo deseara ella sería mía, pero, me volvió a insistir, que no debía de contarle nada de lo que hacíamos a su hijo, no estaba muy seguro de cumplir esta parte, en mi mente se estaba empezando a desarrollar la idea de que mi amigo disfrutara de su ardiente madre.

Ella se volvió a poner a cuatro patas y me dijo:

–Te has ganado el premio supremo, puedes hacérmelo por el culo, si quieres.

Claro que quería, llevé mi mano a mi polla para que la acariciara y la pusiera dura de nuevo, y mi polla ante el premio que le acababan de ofrecer reaccionó y se puso otra vez durísima, ella me pidió que me pusiera un condón, la verdad es que los farmacéuticos le deberían de estar agradecidos a esta señora y no me extrañaría que entre ls que se la follan hubiera farmacéuticos o farmacéuticas, una vez que lo tenía puesto, me puse detrás de ella, tenía un primer plano de ese objetivo tan maravilloso, así que fui arrimando mi polla a él, y se la metí de golpe, la facilidad con las que entro me demostró que estaba acostumbrada a ello.

Así que me puse a moverme en su interior, si había tenido otras experiencias por ahí yo debía de demostrarle que lo podía hacer igual o mejor que los otros, quería volverla loca de placer, sus gemidos, una vez más esa tarde parecían demostrarme que iba por el buen camino, sentí que se corría varias veces, en un momento dado introduje, como había hecho con mi madre y alguna otra, mis dedos en su coño, le tenía que parecía una charca, así que me decidí a masturbarla, ella me daba las gracias mientras seguía gimiendo intensamente hasta que finalmente me corrí, solo sentí que mi leche fuera a parar a un condón me hubiera encantado que regase su culo.

En ese momento ella miró el reloj que había sobre la mesilla y dijo:

–Por desgracia me parece que tenemos que terminar mi hija no tardará en venir y ella no sabe la clase de madre que tiene.

Llevaba razón, pero me hubiera encantado conocerla, en la foto, como ya he dicho se la veía cierto parecido con su madre y aunque siempre me habían atraído las mujeres mayores, no descartaba hacerlo con las chicas de mi edad, cosa que mi madre me insistía, siempre después de que folláramos.

Pero de momento era sólo una idea en mi cabeza, me vestí ella me acompañó hasta la puerta, venía completamente desnuda.

–Me voy a duchar, me dijo, la próxima vez lo haremos juntos.

Y me volvió a besar, se colocó en la puerta en una posición donde no se la podía ver desde el exterior, salí y cerró la puerta, bajé en el ascensor, al salir del portal me crucé con una chica más o menos de mi edad que llevaba una falda cortísima y muy ajustada, la reconocí rápido era Lidia, la hermana de mi amigo, tenía un culo fantástico, pero no era el momento de decirla nada.

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