Me dices que no tengo que comparar, pero de verdad, ¡tu verga es muy gigantesca!
Me considero una mujer pequeña y delgada, no trato de comparar, pero tu miembro es hermosamente y sorprendentemente grande, tenemos que aceptarlo.
¡Aprendí a tenerte dentro de mí porque cuando iniciábamos, no sabía qué hacer con tanto!
Quiero decirte que cuando me coges es maravilloso tener esa sensación de plenitud, y en ocasiones ni siquiera soy capaz de moverme tanto pues llenas cada espacio, cada rincón cada pared estrecha en mí, ni siquiera es necesario buscar el punto exacto para disfrutar, tú lo llenas todo y lo que más me encanta es abrirte las piernas lo más que pueda para disfrutar de tu vergota hinchada dura y venosa soy realmente muy feliz cuando me coges, siento que me pierdo, vuelo y me satisfaces como nunca antes en mi vida lo había sentido, ¡ni siquiera sabía que yo era multiorgásmica! ¡Oh por dios! ¡Eres mi amante perfecto!
-¡Me gustaría hacerte sexo oral! -Te dije- ¡quiero verte disfrutar papacito!… guíame”
Comencé por hincarme frente de ti, tu estabas sentado en la orilla de la cama, ¡ya con una erección estupenda y brillosa! Lo único que quería era saborearte, olerte, sentirte dentro de mi boca, yo ya llevaba el cabello recogido con una coleta, podías tirar de ella para hacerlo a tu ritmo…
Comencé por juntar mucha saliva y escupir la cabeza, ¡oh! ¡Tus ojos de deseo eran tan lujuriosos! ¡Tan excitantes! Con mis manos comencé a mojarla toda, te di unas jaladas bien húmedas, subía y bajaba con presión y ritmo en ella, pude sentir como se te hinchó más, quitaste mis manos y la tomaste desde la base, me la embarraste en toda mi cara, así… ¡Bien húmeda me la azotaste y frotaste en mis labios! ¡Después me la ofreciste ya en la boca, pude olerla! ¡Que delicia! ¡Ya estaba mojadita de ti también, con ese fluido transparente, lechosito y babosito abrí mi boca y me la dejaste ir hasta dentro! ¡Ay papito! ¡Fue tan rico!
Con la otra mano jalaste mi cabello, metías y sacabas la verga a tu placer, ¡hasta la garganta! ¡Te gusta profundo y a mí me fascina sentir como me ahogo con tan grande y delicioso miembro! Me haces gemir de ahogo y placer, la baba espesa comienza a salir en forma de hilos, mojada toda, lo haces de forma más acelerada, me haces llorar del ahogamiento, los ruidos de mi garganta son tan excitantes, ¡no puedo evitarlo me vuelves loca de placer! Me miras fijamente a los ojos, no paras de gemir, de calentarte más y más…
La sacas y así toda, escurriendo besas mi boca con toda esa saliva espesa, succionas mi lengua, y me das una cachetada ruda y caliente, me la vueles a meter toda! Hasta la garganta, otra vez la tomas de la base y ahora la mueves un poco en circulo, la sacas y metes varias veces, la azotas en mi cara una y otra vez… ¡Siento como se hinchan mis pezones ya de tanta humedad que escurre sobre de ellos, no puedo con tanto! ¡Mi pucha ya está hinchada y húmeda! ¡Quisiera que me la metas por ahí!
¡No puedo parar de llorar, de cogerte con mi boquita ya me cansé de tanto mamarte! ¡Pero no puedo parar tampoco me ahogas de tanto placer! Empiezas a gemir, jalas más rápido mi cabello, ¡estás por terminar! ¡Uff! ¡Siento tu leche caliente hasta la garganta, ese sabor exquisito! ¡Ese sabor saladito y delicioso! Mmmm me trago casi todo, lo demás sale por las comisuras de mis labios, llega a mis senos, me los embarro…
¡Ufff con mis dedos lo vuelvo a meter a mi boca, los chupo, me los trago todos, me besas como nunca, exhalas de placer en mi boca, con tu respiración acelerada y húmeda agradeces con un beso profundo, me encanto sacarte toda mi leche! ¡Gracias por guiarme a tu placer, a nuestro placer!…
¡Completamente tuya!