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La vecina rica del N.º 3
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Thais es una señora de alrededor de unos 40 años, la cual vive en una unidad habitacional en la casa N.º 3, su aspecto físico es de una señora delgada con pechos no muy grandes, caderas un poco amplías y su trasero no es muy proporcionado. En cuanto a su personalidad es muy soberbia al igual que ser una persona muy jactanciosa en lo económico, pero también hay momentos en los que es conocida por emborracharse a un punto exagerado, está acción no tendría nada de malo salvo porque ha tenido encuentros íntimos con algunos vecinos jóvenes, pero que nunca se había atrevido a intentarlo con un chico virgen.

Al pactar con la apuesta estuvo dándole muchas vueltas a ese asunto, la charla se había suscitado el sábado lo que pasó fue una noche del día viernes de la siguiente semana, en la que Thais tenía la necesitada de tener sexo, por lo que intentaría ver si su marido sentía algo de pasión, por lo que entró al cuarto con una bata de baño y se la fue quitando lentamente, se subió a la cama para comenzar a coquetear lo besaba de una manera apasionada, por otra parte su marido la dejo de besar, para dormir, al notar que no iba a haber nada mejor se puso la bata de baño y bajo a tomar un vaso de agua para poder calmar las ansias que sentía.

Al ver por su ventana vio pasar a su joven vecino, sin dudarlo salió y le pidió ayuda con algo dentro de su casa, él accedió tan solo al ver como su bata cubría parte de su cuerpo de su vecina, en sí su vista brevemente se fue a la zona del pectoral de la agitada ama de casa.

Al entrar, Thais cerró la puerta, antes que el joven pudiera voltear vio que la prenda que esa mujer portaba se había caído, sus ojos miraron de arriba abajo a esa hembra completamente desnuda desde la oscuridad de la noche, una erección no se hizo esperar por encima del pantalón, Thais dirigió su mano a la entrepierna para sentarlo en el sillón, bajo el pantalón del chico para sacar su verga, inicio con una mamada en el momento donde el líquido seminal fue expulsado, al compás de unos cuantos gemidos.

Thais usaba su lengua para lubricar ese trozo de carne, el calor del ambiente hizo que se subiera encima de esa polla virgen en la posición de la vaquera, cuando colocó su vagina y dio el primer azote se excitó mucho al reencontrar la emoción que hace mucho no sentía, siguió bajando hasta que se tuvo un orgasmo con una pequeña corrida, al recuperar el aliento de esa experiencia, es cuando un dildo con la forma de pene sale de su humedecida vagina.

Al recuperar el aliento, se relajó sobre el sofá, la tranquilidad no duraría mucho, ya que escucho a una de sus hijas bajar por las escaleras, se apresuró a esconder rápidamente su juguete debajo de su sillón y se puso su bata para dormir, pero se trataba de su hija mayor llamada Isabel, a esta última le sorprende que su mamá aún esté levantada y le pregunta:

Isabel: ¿Qué haces aquí abajo mamá?

Thais: estaba viendo un video en mi teléfono, ya sabes que a tu papá le molesta la luz, y ¿tú que haces aquí?

Isabel: vine por un vaso de agua.

Thais inicio el camino a la cama mientras su hija tomaba su agua en la cocina.

Para Isabel hasta ahora tuvo un pretexto para que su mamá dejara de masturbarse no obstante eso no significaba que no le gustara al contrario en cierto modo parecía ser excitarte cada vez que tenía una aventura con algún vecino, en la mayoría de veces era una espía.

A la mañana siguiente todo fue un día completamente normal con la diferencia de que faltaban 3 días para la fiesta de su hija menor, Elvira. Salió de su casa para ir al centro a comprar algunas cosas, Thais caminaba entre las tiendas, aunque se encontró con Herí ella se ofreció a llevarla a una tienda más grande, cuando se dirigían a allá, se rompió el silencio con una pregunta:

Herí: ¿Ya te lo cogiste?

Thais: no, pero me masturbe pensando en él.

Herí: creo que deberías planear una estrategia

Thais: como si tuvieras una

Herí: ¿Y qué dirías si ya la tengo? –Al decirlo su voz lo decía con picardía. Esto hizo que impactara Thais no obstante dejándola pensativa. Herí al notarlo sonrió.– Estoy bromeando no tengo ninguna, solo te estoy tomando el pelo.

Al decirlo se río un poco, que para Thais reaccionó de manera molesta, mientras agregaba: ¡Qué mala eres! Al mismo tiempo Herí le dijo para que se aligera el momento: no te pongas tus moños, para que veas que no soy mala voy a ayudarte a regresar a casa con lo que necesitas.

Cuando iban de regreso Herí le comento un aspecto muy importante para la apuesta que la haría más emocionante.

Herí: qué te parece si quién se folle a ese virgen lo grave en video, tengo en mi casa unas mini cámaras que graban para tener una evidencia los datos se comparten a tu teléfono celular con la fecha y la hora del momento. Thais se sorprendió al escucharlo de Herí, pero estaba de acuerdo.

Cuando fue el tercer día. Durante la fiesta de Elvira, fue un poco cara, ya que sus padres quisieron consentirla este año, empero la familia también aporto a la celebración, dio inicio a las 4 y terminaría a las 8 de la noche, en lo único que estaban limitados era en bebidas, aunque Thais decidió salir por más cerveza, en lo que regresaba vio que el chico venía del centro y le pregunto que si no quería estar en la pachanga, el joven se sintió extrañado de lo que le estaba diciendo por qué nunca había tenido ese placer, él estaba arreglando, ya que regresaba de una salida, pero se dijo: estas cosas no suceden con frecuencia.

Le aviso a su madre por teléfono y se quedó, una cosa si era segura al momento de que él entró a muchos invitados les sorprendió verlo, sin embargo se pudo acoplar perfectamente al cumpleaños, pasadas las horas los familiares y unos invitados se empezaron a retirar, nuestro amigo virgen se quedó un rato más para ayudar a recoger la basura, a doblar las sillas del evento y quitarle los manteles de las mesas para que día de mañana se quite la carpa, Elvira e Isabel terminaron casadas, tanto que se fueron a dormir temprano al igual que el esposo de Thais.

El muchacho cuando terminó de acomodar la última silla se encontraba dentro de la carpa su vecina estaba en la casa la cual había ido al baño, el joven espero dentro de la carpa para despedirse, en eso escucho como alguien bajo los escalones, tenía los ojos perdidos en el su teléfono hasta que volteo a verla bajar con ropa de lencería muy sexy, se acercó lentamente hacia el joven, este se quedó anonadado al verla, lo toco justo en su entrepierna, mientras le decía: quiero que me cojas.

Por lo que pasaron a la sala donde el joven agarro uno de los manteles, lo extendió sobre el suelo, ella no pudo contener sus besos apasionados y con un deseo tan grande que de a poco a poco lo iba desnudando hasta que al retirarle su calzón, se encontró con su miembro viril semi erecto, se dirigió arrodillarse a mamarla, su boca bajaba y subía como toda una chupitos, la excitación del momento hizo que el joven, agarrara la cabeza de su vecina y la hundiera para sacarla, repitiendo la misma acción una y otra vez, hasta que se vino encima tenía su boca aún adentro así que se tuvo que comer sus mecos como toda una puta.

El joven al terminar se sentó en el sillón a la vez que ella le dio un beso en su boca y lo acompañó mientras platicaban un poco de lo que pasó.

Thais: ¿Te gustó?

Él solo pudo contestar: sé que eras mamona, pero no que mamaras tan bien.

Thais: muchas gracias es bueno saber eso… Pero todavía tengo ganas de más… En eso toca el miembro del joven, este crece tantito. Ante la sorpresa Thais respondió: al parecer no soy la única que quiere un segundo round. El joven preguntó: ¿No necesitaremos condones?

Thais: no hacen falta yo me operé de mi última hija por lo que no los necesitamos, a pesar de eso es mejor un bailecito para que tu miembro se recupere por completo.

Se para ponerse a bailar de manera sensual mientras la lencería se resbala de su cuerpo hasta estar como su invitado.

Al terminar ella lo miraba con una pequeña sonrisa pícara al ver que la polla de su vecino estaba lista, le pidió que mantuviera su espalda recta, mientras que ella estiró sus piernas por alrededor de su sillón, mientras que sus manos se apoyaban de él y comenzaba a montar su polla, durante las primeras embestidas que daba estaba marcando un ritmo lento pero firme, para dar un poco más de sí, pero su cadera ya no le molestaba para más de diez sentones, hizo un esfuerzo para subir y bajar con ese culito que no era pronunciado, empero, si sabía mover su cadera cada que bombeaba, hasta tener un segundo orgasmo más rico, para poder sostener mejor los movimientos que hacía.

Lo mejor es que seguía sobré el pene del virgen para cambiar de posición, donde sus pies tienen contacto con sus nalgas, mientras que sus manos siguen envueltas en la espalda, dio otros cinco sentones más, ambos trataron de controlar la excitación, si bien más ella que iba por tener otro orgasmo, de lo cual siguió moviéndose los suficiente en esta ocasión ella culminó de manera múltiple cuando descansaron el muchacho le indico que debía poner su vientre sobre el brazo del sillón dándole todo control de su vagina para que él comenzará a penetrarla dentro marcaba una velocidad lenta al principio, aunque un comentario por parte ella fue: házmelo más fuerte mi amor.

Es cuando comenzó a marcar un ritmo más acelerado con el fin de llegar más adentro escuchando los gemidos de la dama teniendo dos clímax. Al recuperar su último aliento le dijo Thais: vas a penetrarme una última vez, pero está vez quiero que lo hagas más fuerte. Es cuando mejor se van a la mesa de la casa pone una pierna recargada y la otra estirada en el suelo dejando bien abierta su concha que sigue estando todavía húmeda sus brazos se extendían por la mesa.

El joven al verlo le introdujo falo, manos de él separaban sus nalgas al mismo tiempo que meneaba sus caderas empujando dentro de los recovecos de la vagina de la vecina, de manera rápida, mientras que sus manos escapaban para tocar los pechos de Thais. Ella completamente excitada decía: Sigue así… Cariño… Quiero que lo hagas más rápido… ¡Métemela entera!

Siguió moviéndose hasta que el joven le indico que se vendría pronto. Thais exclamó: quiero que te corras en mi cara.

Thais se encontraba semi agotada y excitada, pero quiso dar lo mejor de sí para complacer a su visita dando la última mamada, este también estaba igual que su vecina por lo que se corrió en su cara mientras abría la boca al recibir esa lefa caliente.

Thais: estuviste genial para ser tu primera vez.

Vecino: muchas gracias creo que debo irme ya, si no me van a regañar

Thais: ándale. Pero ten mi WhatsApp para hablarte cada vez que se pueda.

Cuando se fue el joven ella en su celular vio los videos que grabó con las cámaras que su amiga Herí le dio para que pudieran ser válidas en esta apuesta. Mientras que en el cuarto de Isabel estaba desnuda con un dildo mientras se corría y se quedaba dormida de la excitación.

¿Continuará?

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