Hola amores. Quiero contarles de un amiguito muy guapo portador de una hermosa polla que me folló inesperadamente comenzando una nueva y linda relación en mi vida. Estábamos los dos en un su casa bebiendo una cervezas como amigos, creo que él no sabía de mí, o sea, de mis preferencias, aunque al parecer tenía sus sospechas por lo que pasó.
Conversábamos y quise ir al baño, él me siguió como para desaguar también, al entrar como de broma me tomó por detrás y me pegó su bulto en las nalgas. No me quité ni dije nada, él empezó a empujar por encima de la ropa y me abrazaba fuerte, mientras reía nervioso. Puso sus manos en mi cintura y me bajó el pantalón y la trusa, de inmediato puso su pene en la zanja de mi trasero y lo colocó en la entrada de mi orificio anal.
Todo esto pasó tan rápido que yo estaba paralizada por la sorpresa y la emoción hacía saltar mi corazón, esperando lo inevitable y deseado con gran ilusión, o sea, ser penetrada por Chucho. Puso saliva en su pene y me lo empezó a meter poco a poco, yo me hice la novata sin experiencia, que no sabía qué hacer y simplemente me dejé hacer.
Entonces, me dijo al oído, -Ay putito, sabía que te gusta la verga-, respondí con un gritico de mujercita trans caliente, abriendo mis nalgas con ambas manos.
Como tenía unas semanas sin ser cogida mi ano estaba muy apretadito y sensible, le dije –Ay Chucho, me lastimas un poco-, él me sacó lo que había clavado de su pito y le puso más saliva, entonces, volvió a intentarlo y esta vez entró toda su herramienta de macho hasta el fondo de mi ser, me dolió, pero aguanté ya que mi colita hambrienta de ser perforada no estaba dilatada, aguanté el dolor hasta que mi ano se dilató alrededor de esa polla deliciosa.
Comenzó a moverse sacando su verga y metiéndola, taladrando mi culo sin piedad, pues lo hacía con fuerza, su ritmo se aceleró en un par de minutos y me cogía con gran velocidad. Mi ano aún tardaba en dilatarse completamente a su grosor, pero yo aguantaba e instintivamente lo abría y empujaba mi trasero hacía atrás.
Comenzamos ambos a gemir con fuerza y yo comencé a sentir un enorme placer acompañado de un raro ardor, pero contuve unos griticos en la garganta, quería soltarlos y que todo el mundo supiera que me estaban follando de lo lindo.
Chucho me siguió cogiendo unos minutos más y de repente explotó dentro de mí. Sentí que tocaba el cielo, unas pequeñas explosiones en mi entresijo y su semen tibio inundó toda mi intimidad. Así parados como estábamos, nos quedamos quietos y gozando de lo mejor que puede pasar en el mundo que es el amor.
Su pene se puso flácido, lo sentí muy bien, pues estaba muy atento a todas las nuevas y maravillosas sensaciones con este hombre. Me la sacó escurriendo de su propio semen, me acomodé la trusa y pantalón y salimos a cenar.
Yo deseaba tomarlo de la mano, pero él parecía olvidarlo todo y hacer como si ni hubiera pasado nada. Más tarde, me fui a casa y desde luego, casi no pude dormir pensando en esa tarde.
Cada día me convencía de que había elegido el mejor camino del amor, dando mi culito para ser perforado por una deliciosa polla. Ciao amiguitas, ojalá les guste.