Volví los días siguientes y efectivamente Ricardo le siguió dando verga a mi madre hasta el día domingo, pude observarlos coger varias veces, mi padre solo se quedaba en la primera planta y escuchaba sus fuertes gritos y gemidos de placer.
No se me quitaba esa mezcla de enfado y excitación que me daba al verlos coger, por un momento me daba ganas de entrar y reventarle la cara a Ricardo y parar todo eso, pero también entendí que era la vida privada de ellos y no debía meterme en como arreglan sus problemas, aparte, me parecía que a mi padre le gustaba escucharla coger e imaginarla, porque en las veces que fui, él no se acercaba a verlos, los veía yo solo.
Cabe decir que la cogió en casi todas las posiciones que existen y en todas se la comía sin condón y siempre se venía dentro de ella, me dio envidia ese tipo.
En una de esas vi que mientras descansaban, conversaban algo que no podía escuchar, ella movía su cabeza en señal negativa, él como que le insistía por algo y ella seguía negándose con sus gestos, finalmente ella se puso a pensar y de pronto se puso en 4 y pego su mejilla en la sabana.
Él se puso tras ella con la verga bien parada, escupió en sus manos y le empezó a meter un dedo, ella no decía nada, solo recibía el dedo y minutos después él le coloca la punta de la verga en la entrada del culo, volvió a escupir, la cogió de las caderas y empezó a empujar.
Al parecer no entraba, con una mano le empujó la espalda contra la sábana para que no se moviera y con la otra se acomodó bien la verga y empezó a empujar más fuerte.
Ella tenía la mirada perdida esperando ser penetrada cuando de pronto el empujo con más fuerza a lo que ella dio un grito de dolor “¡Aaay mi culo!” Y como sea se libró, se puso de costado agarrándose el culo con una mano y con la otra se tapaba la boca.
Él se reía, y le dijo que apenas pudo penetrarle la cabecita. Ella se sentó de lado en la cama y se echó a llorar, él se enfadó y al rato ella le pidió perdón por no poder satisfacerlo de esa forma.
Él la levantó, le abrió las piernas y empezaron nuevamente a coger, se comían la boca y ambos se movían rítmicamente.
Mi madre definitivamente era una mujer muy ardiente y necesitada de sexo, lo podía ver por la forma en que se movía en su encuentro sexual, no solo estaba siendo satisfecha, sino que se le notaba que lo daba todo para satisfacer a su amante.
Que suerte tenía ese tipo de tenerla en ese momento y sin compromiso, siguieron varios minutos y nuevamente él se vino dentro de ella.
Después de eso, definitivamente tenía que hacer algo para comerme ese culo.
Muy bueno tu relato
Interesante tu relato y muy explicito, en el hospital también vi varios casos y lo mas interesante es que siempre te dejan con esa espinita de sentir esa emoción de que alguien te observe y no te des cuenta.
Espero sigas publicando mas anécdotas.
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Ufff q ricura d mami tienes ehh sabes me gustaría conocerte y conocer a tu mami y entablar una amistad sin molestarte claro cualquier cosa estamos hablando