Cuando estaba en el primer año de universidad, me encantaba ir los lunes y los miércoles porque me tocaba ver clases de Anatomía, pero no era la única. Todas las chicas del primer año babeamos por el profesor, abreviaré su nombre con RJP.
RJP era un hombre de unos 35 años, no era muy alto, media 1.70 cm aproximadamente, trigueño, con un cuerpo que parecía ejercitado, tenía un culazo que me hacía fantasear. RJP era conocido por sus dibujos, no utilizaba diapositivas, todo lo dibujaba, era un artista. El mejor profesor de anatomía.
Yo siempre llegaba temprano para sentarme en primera fila, y poder ver su culo mientras dibujaba. Por supuesto, como me encantaba el y sus dibujos prestaba siempre mucha atención, y respondía a todo lo que preguntaba, lo que a él parecía agradarle.
Un día, dijo que haría 5 preguntas, y para quienes respondieran daría una clase especial. En las primeras 4 preguntas levanté la mano, el me veía y sonreía, pero le daba oportunidad de responder a otros, eso me hizo enojar, así que cuando hizo la última respondí directamente sin dudar, y entonces acercándose a mí, y viéndome a los ojos con una sonrisa y tono provocativo
“Lo que es del cura va a la iglesia” -Dijo.
En ese momento sentí como el interior de mi vagina se humedeció y comenzó a palpitar, deseé que todos se fueran y el me hiciera suya allí mismo.
Nos quedamos luego de la clase, y nos fuimos al museo de anatomía de la facultad. Allí me pidió que lo ayudará con algunas cosas que usaríamos, así que fuimos hasta el depósito mientras los demás miraban los elementos del museo.
En el depósito, me pidió que revisara unas cajas que estaban al final, así que fui. Para mí sorpresa no había ninguna caja, entonces me giro para preguntarle dónde estaban las cajas, pero el estaba allí, justo detrás de mí, con su cara de lujuria.
“La novilla acudió al llamado” -dijo.
Me tomó por la caderas, juntando su pelvis con la mía, podía notar su erección, y me puse muy caliente. Me empujó hacia un estante que estaba más atrás, y metió su lengua en mi boca, dándole vueltas a mi lengua, excitándome cada vez más . Comenzó a apretarme las nalgas, y luego con una mano, recorrió el interior de mi muslo hasta llegar a mi entrepierna, yo me estremecí y gemí, él sonrió y metió su mano dentro de mi tanga mientras me besaba.
-Aaahh -gemí
-Te gusta lo que hago -respondió
-Sigue, sigue -respondí llena de lujuria
Metió un dedo sutilmente en mi vagina que estaba muy húmeda.
“Eres una buena alumna, estás muy lista para mi” -susurro en mi oído
Comenzó a mover su dedo en círculos en mi interior, y yo dejándome llevar por el placer comencé a gemir.
-Aahh, si. Ahí, ahí me gusta, aahh.
-“Quiero darte más”
-Siii, dame más, ahh. Te quiero dentro de mí, ahora.
Sacó su dedo de mi vagina, desabrochó su pantalón, y liberó su miembro bien erecto y palpitante frente a mí, sentí que se me hizo agua la boca. Con un movimiento rápido me embistió y yo gemí de placer al sentirlo dentro de mí.
Comenzó a bombear su pene en mi vagina, que entraba y salía con facilidad porque estaba muy muy lubricada con mis fluidos. Comenzó a aumentar el ritmo.
-Si, dame duro, duro
-“Te gusta duro? Eres una novilla muy golosa”.
Comenzó a embestirme más duro, y yo le apretaba sus nalgotas porque me estaba dando mucho placer, eso parecía excitarlo aún más.
Sentía que estaba a punto de estallar de placer, nuestra respiración comenzó a acelerarse, estábamos llegando al clímax, comenzó a darme más rápido hasta que no aguante, ahogué un gemido, pero mi cuerpo se estremeció, y luego sentí como él se estremeció y ahogo un gruñido, sentí un líquido caliente en mi entrepierna, él también había acabado.
Después de acomodarnos fuimos con el grupo y vimos la clase especial.
Ese día, fue el primero de tres encuentros.
