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Mi suegra me espía
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Hola, esto es algo real, yo vivo en Buenos Aires, y en ese entonces tenía 40 años, lo mismo que mi esposa, no tuvimos la suerte de tener hijos, pero no fue un inconveniente en nuestra relación, por cuestiones de la vida, tuvimos inconvenientes financieros como muchos en nuestro bendito país y perdimos nuestra casa, y tuvimos que acomodarnos en casa de mi suegra, ella era una mujer de 65 años, gorda, con grandes tetas y gran culo, en pocas palabras, una mujer como cualquiera a su edad, que tranquilamente uno la veía como una abuela del montón, era viuda desde los 60 y si bien conmigo nunca tuvo mucha afinidad, llevábamos la convivencia lo mejor que podíamos.

Con mi esposa trabajábamos lo más que podíamos, ya que necesitábamos vivir en otro lado, si bien mi suegra nos decía que nos quedemos todo el tiempo que sea necesario, nosotros necesitábamos nuestro lugar, en ese momento sufro un accidente laboral y pierdo el dedo índice de la mano izquierda, fue algo muy traumático para mí, ya que no solo tenía que pasar todo el tiempo en casa de mi suegra, sino que me sentía inútil y sabía que me costaría volver a trabajar como antes.

Una mañana me levanto como todos los días y mi esposa ya se había ido a trabajar, así que desayunamos con mi suegra, ella nunca charlaba mucho conmigo, pero ese día yo tenía la necesidad de hablar, y tocaba cualquier tema, pasada la mañana nos sentamos a almorzar y continuamos hablando, ella se suelta un poco más conmigo, y en uno de los temas le pregunto porque no busco pareja después de enviudar, ella me dice que ya estaba grande, y que no le molestaba estar sola, entonces le pregunto qué es lo que extraña de cuando estaba su marido vivo, ella me responde que no mucho, solo su compañía y el sexo, pero no era algo que la volvía loca, la tarde siguió como cualquiera y la noche también.

Ya en la cama con mi mujer, yo la acariciaba para tener sexo, pero me decía que estaba cansada, y así un par de noches, yo la verdad estaba caliente esos días, pero me la aguantaba como podía, una de estas mañanas me levanto temprano y voy a darme una ducha, mientras me enjabonaba se me para la pija y trato de que se me baje con el agua un poco más fría, pero en un momento me percato que por una abertura que quedo entre la pared y la cortina del baño me estaba espiando mi suegra, yo me hice el boludo y seguí duchándome, cuando termino y salgo de la ducha, ya no estaba, así que me visto y voy a desayunar con ella como siempre, no dije nada de que la había visto espiándome.

Pero sabía que algo estaba pasando, almorzamos como siempre, pero le comento que me voy a volver a duchar porque tenía mucho calor y que estaría un buen rato bajo el agua, así que voy nuevamente a la ducha y dejo la cortina entreabierta para que ella pueda espiar, y que yo pueda verla cuando lo haga.

Me empezó a duchar, pero está vez estoy atento a escuchar la puerta, siento un pequeño ruido y me doy cuenta de que ella entro, empiezo a enjabonarme hasta que se me para la pija, la enjuague y enjabone varias veces para que ella la vea bien, y en un instante abro de golpe la cortina y la sorprendo, ella no sabía que hacer, le pregunté porque me espiaba, y ella quedó muda, comenzaron a caerle unas lágrimas, entonces le dije que no se haga problema, que después de 5 años de viudez es natural, y que esto quedaría solo entre nosotros, para todo esto yo seguía desnudo y mojado, ella me agradeció y me dijo que no va a volver a pasar.

Pero ahí mismo mi cabeza fue para otro lado y no sé porque agarre su mano y la puse en mi pija, ella quedo pálida, pero a la vez no la soltaba, entonces le digo si hace mucho que no agarra una, y me dice que la última fue la de su marido, me dice que la mía es un poco más grande, y muy suavemente la empieza a pajear, al verla así, se me pone dura como una piedra y haciendo presión en su hombro con una mano hago que se arrodille, ella lo hace sin problema, y en ese instante me la empieza a chupar, lo hacía muy bien, incluso mejor que su hija, se ve que tenía muchísima experiencia, me lamía desde los huevos hasta la punta de la pija, para luego tragarla toda, yo estaba muy caliente y lo disfrutaba mucho.

Mientras acariciaba sus tetas grandes y caídas, la levanté, le agarre la mano y la lleve a su habitación, en el trayecto me decía que eso estaba mal, pero no le hice caso, la senté en la cama y le dije que siguiera chupando, y así lo hizo, ahí me di cuenta que a pesar de tener mal carácter, era muy sumisa en el sexo, le baje la parte de arriba de su vestido y deje sus tetas al aire, agarre sus pezones y los empecé a apretar, eso le encantaba, solo sacaba mi pija de la boca para decirme que siga, que no pare, en ese instante la recosté en la cama y comencé a chuparle las tetas, eran grandes y blanditas, una delicia, cada vez que le mordía los pezones daba pequeños gemidos.

Realmente lo estábamos disfrutando los dos, me subo en ella y pongo mi pija entre sus tetas y le digo que se las apriete, era increíble, me dice que su marido nunca se lo había hecho, y que le gustaba, le digo que cada vez que sale la pija le pase la lengua, y ella obedece, en esa posición estiro mi brazo y comienzo a acariciarle la concha por sobre el vestido, se sentía caliente, así que lo levanto y meto mi mano dentro de su bombacha de señora que traía, y siento una mata de pelos y en medio su concha mojada y caliente, empiezo a meter mis dedos y ella gime más fuerte.

Así que no aguante más, me levante, saque su bombacha y comencé a chupar su concha, no paraba de mojarse, cosa que me sorprendió para su edad, cada gemido se hacía más fuerte cada vez que pasaba mi lengua en su clítoris, hasta que empieza a estremecerse, señal de que esta por acabar, y así lo hace, dando unos sonoros bramidos, yo seguía chupando y me pide que pare un poco hasta recuperar el aliento.

Unos minutos después, apoyo la cabeza de mi pija en la entrada de su concha, y me pide que lo haga despacio, ya que hace varios años que no la cogían, voy presionando muy suave, y mi pija entra sin ningún problema por lo mojada que se encontraba, estaba muy caliente en su interior, y cada golpe que daba, mi pija llegaba hasta lo más profundo de ella, y gemía como loca, yo realmente estaba disfrutando de mi suegra, la hago subir sobre mí, y que cabalgue mi pija, lo hacía lento, pero por su peso, era muy profundo, prácticamente no salía mi pija en su movimiento, y yo aprovechaba para chupar sus tetas, ella solo gemía y me decía que no pare.

Y no pensaba hacerlo, así que le dije que se ponga en cuatro, ella se bajó de mí y obedeció, yo me puse atrás y comencé a chupar su concha y su culo, ella no daba más de placer, y cada vez levantaba más el culo, así que de una sola estocada clave mi pija en su concha, ver todas sus carnes chocando en mi me generaban un morbo y una calentura increíble, así que después de un rato, me salí de su concha y pase la cabeza de mi pija por la entrada de su culo, ella dio un pequeño salto, y me pidió que lo haga suave y despacio, y así fue, empecé a presionar despacio mi pija, pero lo tenía muy cerrado, así que se lo volví a lamer y de a poco fue aflojando.

Intente nuevamente y esta vez pude abrirme camino, cuando entro la cabeza, ella comenzó a dar quejidos de dolor, así que la deje quieta para que se vaya acostumbrando, luego la sacaba y la volvía a meter, cuando ya casi no se quejaba comencé a meter más, hasta que entro por completo, ya entraba y salía sin ningún problema, y ella solo gemía, y entre gemidos se la escuchaba decir “que rico”, era increíble el culo de mi suegra, mejor que el de su hija, a la cual no le gusta mucho que se lo coja, realmente lo estaba cogiendo a gusto, y mi suegra lo disfrutaba, yo no aguantaba más, pero quería que ella vuelva a acabar.

Así que pasé mi mano por su panza y comencé a frotar su clítoris, ella empezó a gemir como loca, hasta que acabo con un fuerte grito, yo estaba súper caliente, y en unos segundos acabe dejando toda mi leche en su culo, caí desplomado sobre ella, sin dejar de cogerla hasta que descargar la última gota.

Quedamos acostados y me dice que hace mucho lo deseaba, pero que sentía culpa de que soy su yerno, le dije que no se haga problema, que esto va a ser nuestro secreto, y que siempre voy a atenderla como se merece, ella me pide que no descuide a su hija, no se haga problema suegrita, yo tengo leche para las dos, y con usted tenemos que recuperar el tiempo perdido.

Así que todo ese tiempo que vivimos con mi suegra ella recibía toda la leche que no me sacaba mi esposa, y como sabía que era sumisa le hice un par de locuras, que después se las contaré, espero que puedan comentar.

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