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La cojo mientras habla con su marido (parte 3)
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¡¡¡Ay amor!!! ¡No sabés cómo estuvo la otra noche!

Sus palabras denotaban una excitación muy pegada a la liberación de alguna parte de su mente.

Le di un largo beso, agarré sus nalgas, abrí sus piernas y la senté arriba de mi falda.

-Te cuento… El otro día cuando me fui de acá llegué a casa, los niños no estaban porque Jorge les había armado salida con sus amigos, así que teníamos dos horas para nosotros en casa. Eso me enteré cuando entré al cuarto y Jorge me esperaba en calzoncillos en la cama con una sonrisa.

-Amor, no quise darte tiempo a que vinieras antes y te tentaras con bañarte. Así que sentate acá en los pies de la cama.

¡No sabía que hacer! Pensé que se le iba a pasar esa calentura e íbamos a tener otro tipo de sexo, pero verlo así me hizo juntar la fantasía con la realidad, en ese momento me dieron ganas de venir corriendo a abrazarte, pero como no iba a poder hacerlo, -me encogí de hombros y le dije-Bueno, vos lo quisiste.

Eso me pareció que lo excitó más porque se me abalanzó, ni siquiera me besó en la boca, sólo quería bajarme los pantalones y acostarme o acostarme y bajarme los pantalones, creo que estaba tan excitado que quería hacer todo junto.

Yo pensé que se iba a dar cuenta y que íbamos a terminar discutiendo, yo reconociendo que tengo un amante y él pidiendo el divorcio, sólo era cuestión de que me empezara a besar mi concha que estaba llena de tu leche. Quise hacer un último esfuerzo como para proteger todo, el matrimonio, los hijos, nuestra relación, que me muero si la pierdo. Entonces le dije, ta en serio dejame ir a lavarme un poco amor. ¡No! Me dijo fuerte ¿O es cierto entonces que tenés un amante?

En ese momento entendí que él estaba en lo cierto, sintiendo que limpiarme sería una prueba real de mi infidelidad, y que quedarme así como estaba, iba a ser para él un juego sobre mi infidelidad, que en su cabeza no existía. ¿Se entiende? Casi no me dejaba hablar, entre besos me seguís contando muy excitada todo lo que le había pasado.

Él en su seguridad de que no tengo amante, quería que yo actuara como si lo tuviera, cuando en realidad ésa es la verdad y él en serio se iba a tomar tu leche pensando que era un juego.

Así que me vi obligada a seguir el juego y para disimular mis intenciones de lavarme, tomé el mando de la situación, como cuando hablamos por teléfono y le dije, dejame lavar, no quiero que te tomes la leche que me dejó sólo para mí ahí adentro.

No sabés lo que lo terminaron de prender fuego esas palabras, casi en un sólo movimiento me tiró en la cama y en un segundo ya me había sacado el pantalón y los zapatos, me abrió las piernas y empezó a chupar todo desesperado por encima de mi bombacha. Entonces ahí, viendo y sintiendo que estaba tan entregado a la situación, absolutamente excitado le dije. ¡Pará amor! Primero sacate toda tu ropa y quedate arrodillado ahí en los pies de la cama, antes que te tomes la leche quiero que me huelas bien la concha para que sientas el olor de esa pija divina siento cada vez que se la voy a chupar antes que me coja toda.

-La puta madre Lucía, no sé a dónde va esto, pero estoy como loco.

-Si, lo sé, yo también, me encanta jugar así contigo, me gusta haber conocido esta faceta nueva de nosotros, siempre quise ponerte los cuernos y que vos lo supieras, y si encima te excita tanto. ¡Es un suelo hecho realidad!

Hizo un silencio que me incomodó un poco, pero al mirarle su pija ví que estaba demasiado dura para que no le gustara el comentario, así que seguí por más.

-Obvio que va a ser nuestro secreto, me encanta que compartamos secretos, como cuando de novios cogíamos y mis padres no sabían y lo hacíamos en cualquier lado ¿Te acordás? Bueno, ahora pienso que mis padres lo sabían, pero lo aceptaban, y lo mismo siento ahora con vos, me encanta que lo sepas, lo aceptes, ¡Y encima te excite más que a mí!

-Lucía por favor…

-Por favor ¿Qué?

-…

-¿Qué?

Ahí le di una pequeña cachetada, nada comparado con las ricas esas que me das vos, pero miré su pija enseguida que lo hice y estaba un poco mojada. ¡No lo podía creer amor! Me reí y eso generó con él una complicidad. Nos besamos fuerte, la excitación nos ganó a los dos, nos dijimos cosas lindas mientras nos tocábamos un poco, pero le corté los besos de golpe, me dio aburrimiento volver a hacerlo como antes, así que seguí explorando la nueva faceta. Le agarré la cara y él me quedó mirando, creo que hasta agradeció que lo hiciera. Él también debe de estar podrido de hacer siempre lo mismo.

Así que volví a la carga con la pregunta ¿Y cornudito? ¿Me vas a chupar la leche de mi amante? Aceptó todas las palabras que le dije sin quejarse, como si hubiera entendido al fin que todo era un juego, sin saber que todo era cierto.

-Dale, bajá y tomame todo lo que traje en la conchita para vos de mi macho.

Los ojos se le llenaron de excitación y alegría, bajó enseguida sin besar ninguna otra parte, derecho a ella y empezó a lamerme.

-Vos también estás toda mojada. -Me dijo.

Ahí me dio mucho miedo, pero ya estaba jugada, trataba de apretar mi conchita sin que él se diera cuenta, pero estaba tan desesperado por pasarme la lengua por todos lados que me fue imposible y sentí que todo lo tuyo empezaba a bajarme, entonces le dije.

-¡Ay si amor! Obvio que a mí me excita mucho todo lo que hacemos. Sobre todo, ahora después que sabés la verdad.

Seguir en el personaje real me daba más tranquilidad, pero a la vez me hacía más consciente que no iba a aguantar mucho más. Estaba muy nerviosa, aunque el personaje me ayudara a disimularlo. No pude controlarla más, o no quise, y me aflojé toda, mientras sentía que su lengua más que nunca me quería probar todos los pliegues de mi concha. Por dentro también pensaba, mirá lo que tenía que pasar para que me comiera con tantas ganas.

Así que ahí estaba toda floja mientras él cada vez más me tomaba todo lo tuyo.

-¿Amor te acabaste?

-Ay si amor, callate y chupame toooda.

En realidad, no me había acabado por lo nervios, pero después de sentir todo eso y los mil pensamientos en la cabeza, enseguida que terminó de limpiarme toda tu leche, me empecé a acabar en serio. Así que le agarré la cabeza y me la metí hasta el fondo. Y me descargué toda, toda amor, en cuerpo y pensamientos, mientras lo apretaba y sentía su lengua su respiración todo adentro de mi concha le dije toda la verdad.

-¡Si dale ahora sí tomate mi acabada lo otro era la leche de él que te dije que te iba a traer pedazo de cornudo! ¡comeme toda! ¡haceme acabar como lo hembra que soy!

Y ahí en medio de la acabada y los gritos me caí, me rendí, no pude más, fue una acabada increíble, porque siento que me acabé yo, o sea, la real y la esposa. Se me juntaron las dos mujeres sexuales que llevo adentro y se acabaron a la vez. Es lo que me pasa contigo cada vez que lo hacemos, eso lo sé, pero esta vez, al estar con mi marido, era muy distinto, fue mucho más excitante. De seguro porque fue la primera vez, no cambiaría nunca tu forma de coger por la de él, ni tu cabeza para estos temas. Nosotros ya cogemos en otra dimensión, pero esto fue como unir dos mujeres que me faltaba unir en el lugar de una de ellas. ¿Entendés?

Lo cierto es que cuando volví en mí, después de algunos s segundos, él estaba lamiendo suavecito mi pepa, como degustando más todavía de ella. ¡Me pareció que se había quedado con ganas de más!

Ronronée un poco y le dije, ta mi amor, ya te la tomaste toda, vení y abrazame cornudito, vení a chupar un poco de teta.

¡No dijo nada amor! ¡Nada! Se subió a mi lado y quietito me empezó a mamar, le dije que me iba a dormir porque entre tus polvos y su chupada habían sido mucho para mí, que él si no se había acabado se hiciera una paja mientras ya me dormía.

Me dijo que se había acabado, que no había aguantado cuando le metí toda la cara adentro de mí. Me sonreí, le di un beso, le dije que lo amaba y que me iba a dormir. Al darme vuelta le puse mi culo un poco parado para marcarle distancia y mientras me quería dormir sentía como se seguía pajeando. ¡Se ve que estaba muy caliente! Eso me excitó a mi también y me quedé haciéndome la dormida para escucharlo como se acababa solo, nunca habíamos hecho eso, yo ahí, inmutable ante mi marido con la pija parada, ¡nunca! Así que se excitación no me dormí hasta que se acabó y después se fue al baño a lavarse o bañarse, no sé, porque ahí sí que me dormí.

Cuando desperté ya estaban los niños y él hablaba con ellos muy alegre. Entré al comedor, me miró, se sonrió, me tiró un beso y yo fui a saludarlos porque nos los había visto en todo el día. Me encantó amor ¡Gracias! Ahora, venía pensando ¿te pone mal que haya hecho eso?

-No amor, me encanta, esa es la idea de tener un amante ¿te acordás? Gozar de tu sexualidad. Me encanta.

-Si lo sé, lo hemos hablado, por eso no quería dejar de venir a contarte. Y además otra cosa. Quiero dar un paso más adelante ¿Cuento contigo?

-Si claro, ¿qué paso?

Acto seguido empezó a besarme todo y dijo, ahora vamos a coger, mientras cogemos lo hago.

Por un momento me sentí raro, porque ya no dirigía la situación, al menos está vez, pero debo reconocer que yo había prendido a esa hembra, así que le seguí el juego para averiguar hacia dónde quería ir.

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Comentarios

3 COMENTARIOS

  1. Me gustaría saber si podemos hablar por otro lado para que me contés más a detalles que paso en ese momento aquí te dejo mi telegram **no se admiten direcciones personales en los comentarios**

  2. Si la hay, es una historia muy linda que aún hoy vivimos. Esto que estoy contando pasó hace 4 años. Así que imaginate. Abrazo y gracias por el comentario.

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