Me habían enviado por algo a sala de profesores, esto pasó en la Universidad, cuando llegué a ella me encontré con algo que nunca imaginé, regrese al salón para entregar lo que me pidieron y pedí esta vez permiso para ir al baño, pero en lugar de ir a él, me fui directo a sala de profesores de nuevo.
Era una de esas horas en las que todos los profesores están en clase, a excepción de una profesora, una gordibuena muy deliciosa y carnosa, con unas tetas grandes muy jugosas y un culo muy bien formado y redondo, igual de grande. Su piel es blanca y su cabello castaño, por la forma en que se estaba masturbando al centro de la sala en un sofá supe que no era la primera vez que lo hacía, se veía tan confiada y excitada con los ojos cerrados por el placer.
Me saque la polla y me vine casi de inmediato cuando comencé a masturbarme yo también, había olvidado mi celular en el salón por lo que no pude tomarle fotos o vídeos y no quise arriesgarme a ir por el al salón, en primera porque ya no podría salir y en segunda porque podría tener la mala suerte de regresar y ya no encontrarla masturbándose.
Mi profesora, de nombre Annie, se estaba metiendo su mano entera en su coño, pude distinguir que ya estaba muy pegajosa y jugosa su mano tanto que creaban unos cuantos hilos de sus jugos de coño cuando ella la sacaba y luego la volvía a meter. Estaba ya muy mojada y por segunda vez me volví a correr pero aun así continúe masturbándome cada vez más rápido, aparte mi profesora se estaba frotando con la otra mano sus ricas tetas y dándose de azotes en ellas también, por su piel blanca se podía ver a claridad el color rojo en ellas por lo rosadas que ya estaban, continúe masturbándome desde el otro lado de la sala mirando a mi profesoa porque estaba claro que en ningún momento se había dado cuenta de mi presencia, ni siquiera cuando entre a buscar lo que me pidieron en mi salón.
Me estaba poniendo cada vez más caliente y excitado, aún después de haberme corrido ya dos veces, era tanta la perversión que sentía en ese momento que estuve a punto de acercarme a mi profesora y hacer con ella lo que quisiera, pero en ese su celular sonó, era una alarma, yo salí de inmediato de la sala antes de que se diera cuenta, por desgracia no pude ver cuándo se puso de pie o si es que traía bragas o no, pero cuando vi que ella salía de la sala yo entre.
Me acerque al lugar en donde ella estaba en el sofá, y para mi fortuna ese lugar estaba mojado, además había un pequeño charco de su corrida o squirt espeso, era algo blanquizco o transparente, sin dudarlo lo lamí hasta limpiarlo, el sabor es inexplicable pero muy delicioso, también vi que había unas cuantas gotas de su corrida en la mesita de centro frente al sofá y la limpie con mi lengua también.
Al terminar y estando a punto de salir, sonó el timbre de cambio de hora, en ese mismo instante regreso Annie, mi profesora, cargando una pequeña bandeja y un trapo, se sorprendió al verme allí y yo le invente lo que se me ocurrió para que no supiera lo que hice, ella me dijo que tiro sin querer su café, inventando lo claramente, por lo que por eso ahora iba a limpiar la mesa. Yo no dije nada más por tratar de ocultar mi erección aún muy dura que traía y me fui de vuelta a mi salón.