Esta es mi historia, me llamo Facundo, tengo 24 años y les quiero compartir lo que me paso hace ya casi 3 meses:
Yo quería acercarme y hacerme amigo de unos compañeros de la facultad, que eran los populares. Damián, que era claramente el líder; Pablo, el fachero; Daniel, el inteligente del grupo y Román, el más deportista del grupo.
Un día en medio de una clase paso algo sorpresivo, me hablo Damián para preguntarme una boludez sobre la clase, cosa que yo aproveché con empeño para acercarme a los pibes.
Después de varias ya había pegado onda con todo el grupo, era viernes y estábamos arreglando para salir por la noche.
Tipo 23 h nos encontramos para ir a un boliche, que conocía Daniel. Damián, ya tenía planes preparados para mí, era un boliche por el barrio de San Telmo que ellos solían ir, yo era la primera vez que iba.
Nos estábamos divirtiéndonos, ya bastante borrachos, Damián, que conocía al dueño, dice ir a la terraza, que el dueño le habilitó la llave.
Nos pareció buena idea, para poder fumar un poco de mariguana y descansar un poco los oídos de la música.
Entonces Damián abriendo con la llave, es el primero en entrar, seguido por Román que estaba armando un porro. Una vez sentados todos, charlando, fumando y bebiendo, de repente, Damián, se para y me dice: "si querés formar parte del grupo, hay una prueba que tenés que pasar si o si". La verdad me pareció una pelotudez y no me imagine de lo que se trataba.
Sin titubear Daniel me lo explica: ¡¡¡tenía dejarme penetrar por los 4!!! Primero pensé que era una joda, pero rápidamente me fui dando cuenta que era muy en serio.
Yo, la verdad, nunca había ni pensado en estar con un hombre, pero la verdad no sé, si por el alcohol, la droga o que, la idea me excitó.
El primero en bajarse los pantalones fue Pablo, el más callado del grupo, tenía una pija parecida a la mía, yo ya estaba bastante drogado y casi ni lo sentí, de lo cuidadoso que fue. Después siguió Daniel, era bastante alto y su pene hacía juego. Esta sí la sentí más, pero terminó muy rápido.
Fue el turno de Damián. El tardo horrores, me cambió de pose en pose, estuvo como si fueran horas, la verdad me dolió un poco, fue el que más larga la hizo y además me acabó al final en la boca.
Yo ya no daba más, un poco excitado y borracho ya que no paraban de darme whisky.
Y cuando me paro un poco logro ver que estaba Paula, mi novia. Es una morochas de metro 60 aproximadamente, salimos desde hace unos años. Tiene un culo de ensueño lo que hizo que a pesar de lo mal que nos llevábamos, todavía estábamos juntos. La verdad no entendía nada lo que hacía ahí, cosa que me entero más tarde. A todo esto, antes de terminar de comprender la situación, Román, que hasta ese momento había estado mudo, me da vuelta con fuerza, escucho el ruido del cinto y siento la hebilla fuertemente golpear mi culo. Me da vuelta y pone de frente y me dice: "ahora tengo muchas ganas de hacer pis, abrí la boca, sabía que eras una putita".
No sé bien porque, obedecí y la abrí. El líquido era abundante y muy caliente, me obedeció a tragarlo todo, con mucha violencia y amenazándome.
Eso no le alcanzó: riéndose, le dice al resto del grupo: "miren, al final era muy obediente la putita, veamos hasta donde llega su obediencia".
De un golpe Román me sienta en el suelo, yo me quedo inmóvil viendo como me caga encima…
Yo estaba en un punto límite entre excitación y vergüenza que no había podido reparar tanto en que veía Paula, cuando escucho su voz, que me dice:
-"siento asco y repugnancia hacia vos".
Al tiempo se acerca a Román, lo besa. Le agarra su enorme pene y se lo empieza a chupar para luego pedirle a Román, mientras yo era espectador de todo esto, todo defecto, y no podía ni moverme ni abrir la boca, amenazado por el cinturón y el resto de la banda. Hasta que Román, que no paraba de hacerla gritar, la llena de toda su leche…
Quede atónito…
La banda me mira con cierta piedad y me dice:
-ya sos parte de la banda
Y Paula, con una sonrisa:
– de ahora en más vas a ser la esclava de Román y mía.