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Follada en casa de don Genaro
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Sin demora, don Genaro y yo nos fuimos directo a su casa, pasamos por varios lugares importantes para mí, la zanja donde estuve con Humberto, la avenida donde Humberto me subió la falda por atrás frente a todos los autos, afuera del terreno donde vivo, todos esos lugares solo provocaron que me calentara aún más, recordé las sensaciones de cada una de esas experiencias eso sumado al vibrador con el que don Genaro me daba toques de vez en cuando muy ricos, me tenía muy cachonda, sentí que no quedaba mucho antes de que me diera un orgasmo, finalmente llegamos a su casa, se veía humilde de un solo piso, pero tenía un pequeño ante jardín muy lindo y cuidado, él abrió su reja que era del mismo tipo que la del terreno solo que un poco más pequeña, me puso la mano en el culo y me hizo pasar a su patio, yo entre meneándole mi culo, una vez dentro él me giró para mirarme de frente y me dijo.

-"Quiero mostrarle mi casa señorita, podría dejar mi mano sobre usted?".

Yo le sonreí y le dije.

-"Claro don Genaro, solo déjeme prepararme para su tour".

Apoye mi cartera en una silla que él tenía cerca de su puerta principal, busque mi peluca y mi antifaz, me los puse y luego me di vuelta para mirarlo, me baje los tirantes de mis hombros, bajando mi polera hasta mi cintura, me baje la cremallera de la falda y comencé a bajarme todo junto, pase toda mi ropa por mis pies sacándome todo, luego me quite los zapatos que tenía puestos, los deje en la entrada de su casa junto con mi ropa, quede completamente desnuda en su ante jardín donde cualquier que pasara me podría ver, pero estando con mi disfraz no tenía miedo, además si alguien nos viera, algún vecino o algo, podría pensar que don Genaro estaba con una prostituta o algo así lo cual normalizaba mucho más la situación, admito que el haberme desnudado así frente a él me provoco mucha calentura, lo mire y le dije.

-"Le pediré una cosa, a mí me gusta exhibirme como le dije, pero también mantengo en secreto quien soy, por eso me pongo la peluca y el antifaz para desnudarme en público, yo sé que usted le contó a sus amigos de mí y por suerte ellos ya me conocían, pero por favor no le cuente a nadie más lo que hago, mi plan siempre es pasar lo más desapercibido posible, si algún vecino nos viera ahora o le preguntan a usted que lo vieron así conmigo, por favor dígales que soy una prostituta, solo ese favor le quiero pedir don Genaro que me ayude a mantener mi secreto".

Él me miró sorprendido y me dijo.

-"Claro que si señorita, no le diré a nadie más, puede confiarme en mí, se lo conté a mis amigos para presumirles que tendría una cita con una joven muy bella, pero desde ahora me quedaré calladito".

Yo le sonreí, tomé su mano izquierda y le dije.

-"Entonces don Genaro, estoy lista para su tour, puede poner sus manos donde usted quiera y no olvide mi teléfono por favor que aún tengo mi vibrador puesto".

El tomo mis cosas, mi cartera y mi ropa, abrió su puerta un poco y las tiro hacia dentro de su casa, volvió a cerrar, me agarro las nalgas con fuerza, me giro colocando otra vez su mano en mi culo y con una nalgada suave me invito a conocer su hogar, por suerte don Genaro tenía en su patio una especie de camino de asfalto, así que no tenía mucho peligro de lastimarme los pies, empezamos a avanzar lentamente, yo le moví mis nalguitas en cada paso, él me rozaba con su mano derecha dándome ocasionalmente unas pequeñas nalgadas y pellizcos suaves en mis nalguitas, lo primero que me enseño fue un pequeño bebedero para pájaros rodeado por un arreglo de flores, se notaba que estaban muy bien cuidadas, era muy bello, don Genaro se notaba que estaba muy emocionado con la situación, me dijo.

-"Estos arreglos del patio siempre los mantengo cuidados, todos los días me levanto temprano para regarlos o quitarles alguna maleza".

Mientras me decía eso, don Genaro se acercó a mí y con su otra mano me tocaba las tetas suavemente, yo estaba muy caliente, era la combinación de una situación normal con una completa perversión, eso me volvía loca, me provocaba escalofríos y mucho placer, continuamos avanzando y llegamos a la parte trasera de la casa, don Genaro tenía un patio bastante grande la verdad, se veían más arreglos muy bonitos, pasto bien corto y cuidado, una especie de banca, y para entrar a su casa por la puerta trasera, tenía como una especie de balcón muy bonita, con otra banca y adornado con algunas otras plantas, me percate que había como una especie de cobertizo no muy grande en una de las esquinas, le dije.

-"Don Genaro, su patio es muy bello, se nota el cuidado que le pone en mantenerlo bien, pero me llamo la atención esa especie de cobertizo, que es?".

Él me contestó.

-"Ese es mi taller, todas esas bancas que usted ve aquí señorita, las construí yo hace años, gran parte de mi casa, tiene muebles que yo mismo hice, le mostraré sígame".

Me apretó el culo y me guio con fuerza hacia el taller, no era muy grande, pero se notaba que don Genaro si tenía talento para hacer los muebles, yo me quede sorprendida, estaba mirando todo y en eso, don Genaro me soltó por un momento, yo sentí como el vibrador subió de nivel, por la impresión me apoye en una de las mesas del taller y me tape la boca, me salió un gemido reprimido "aaa…", sentí como las manos de don Genaro estaban sobre mí nuevamente, él estaba detrás de mí, me beso la espalda muy eróticamente, me estremecí del placer, gemí con más fuerza "aaa… Mmm… rico…", yo me gire para ver a don Genaro de frente, me apoye en sus hombros mientras cerraba mis piernas por el placer, él me tomó por la cintura con fuerza, me enderezo y puso su cabeza entre mis tetas, me beso todo el cuerpo, yo solo pude dejarme llevar por el momento, don Genaro me estaba dando mucho placer y erotismo, él se separó de mí nuevamente, y bajo el nivel del vibrador al mínimo, yo lo mire mientras jadeaba y trataba de reponerme, él me giró para que le diera la espalda, me abrió el culo con sus manos y saco mi vibrador de mi conchita, lo dejo encima de la mesita, me volvió a girar para verlo y me dijo.

-"Quiero hacerlo por mí mismo sin ayuda del aparatito".

Entonces después de decirme eso, se abalanzó sobre mí, me chupo las tetas con fuerza y pasión, yo solo abrazaba su cabeza, gemía "aaa… don… Genaro… aaa… mas… mmm… despacio…", se notaba que él estaba muy excitado conmigo, yo me estaba volviendo loca del placer, me lo hizo todo tan rico, yo me apoyé en sus hombros para apartarlo un poco, le dije.

-"Don Genaro, usted es muy picarón, antes le había dicho que usted fue el primero en motivarme a dejarme tocar por extraños, pero quiero regalarle otras cosas también".

Él me miró algo confundido, yo subí mis manos hasta sus mejillas, me acerque a él lentamente, lo bese muy apasionadamente metiéndole mi lengua totalmente, la cruce con la suya mientras gemía, él siguió manoseándome completamente, fue un beso largo y apasionado, me separe de él y le dije.

-"Le regalé mi primer beso, desde que empecé con esto no había dejado que ninguna otra persona me besara, se lo doy a usted ese privilegio por ser tan lindo conmigo, también le regalaré otras cosas".

Metí mi mano por su pantalón para tomar su rabo, lo tenía duro y caliente, sentí como don Genaro respiraba agitadamente, cuando ya tuve su rabo en mis manos, desabroche su pantalón y deje libre su miembro para tomarlo con propiedad, lo mire y le dije.

-"Venga conmigo".

Lo lleve fuera del taller sin soltarle el rabo en ningún momento, ya estaba más oscuro y solo nos iluminaba la luna, lo lleve hasta el muro de su patio y le dije.

-"Tampoco había tocado el cuerpo de ningún extraño, eso también se lo regalo a usted don Genaro, ahora por favor continúe dándome placer".

Yo solté su rabo y él metió sus dedos en mi conchita, lo hizo con fuerza, yo gemí "sii… asi… mmm… aa… rico…", apretó mis tetas y me las chupo con delicadeza, yo bajé un poco mi cuerpo, abriendo más mis piernas, sentí como los dedos de don Genaro jugaban en toda mi conchita, empecé a moverme para sentir más placer, don Genaro era muy suave para hacérmelo, tenía un encanto en sus manos que no puedo explicar, pero me estaba encantando a cada segundo que pasaba, yo me gire para darle la espalda y levantarle mi culo, lo mire y le dije.

-"Cómame la conchita por favor don Genaro".

Él me abrió las nalgas y empezó a bajar, pero quedo a medio camino, yo lo miré y lo vi intentando bajar, le dije.

-"¿Está bien don Genaro?".

Él me miró y me dijo.

-"Discúlpeme señorita, pero no puedo agacharme así por mi espalda".

Yo me enderecé rápidamente, no quería que el momento se arruinara, así que me puse a ver a nuestro alrededor como solucionar el problema, me fije que la banca del balcón y el barandal del mismo, no estaban muy separados, así que tome a don Genaro de la mano y lo lleve al balcón, le indique que se sentara derecho, me puse delante de él, apoye mi vientre en el barandal, abrí mi culo con mis manos y se lo puse más cerca a la altura de su cabeza, entonces le dije.

-"Ahora si don Genaro, por favor deme mucho placer".

Estaba muy caliente, era la primera persona con la que interactuaba pidiéndole cosas para darme placer, siempre dejaba que las personas me hicieran lo que ellos querían, pero ahora era yo misma la que le rogaba a don Genaro que me diera placer con sus manos y su boca, él me tomó del culo y lo abrió nuevamente sentí como su lengua paso por mi conchita recorriéndola entera, el placer era muy intenso, la lengua rasposa de don Genaro abrió mi conchita al pasarla de arriba a abajo, yo me retorcí del placer, yo empecé a mover mi culo de izquierda a derecha y empujarlo contra su cara, me apoye con mi mano derecha en el barandal, levante mi torso girándolo un poco para ver a don Genaro, puse mi mano en su cabeza y apreté con fuerza mientras seguí moviendo mi culo, ya no pude aguantarlo más sentí como venía un orgasmo, seguí apretando con fuerza mientras gemí "sii… asi… me… vengo… que ricooo… aaaa", sentí el clímax llegar y empecé a temblar completamente, apreté mis piernas y me aferre con ambas manos al barandal, fue un orgasmo muy intenso, creo que fue así por la acumulación de excitación que tuve desde que me encontré con don Genaro en el boulevard, no pude sostenerme, mi cuerpo no me respondió bien así que me solté y caí sobre don Genaro, él me tomó de la cintura, abrió mis piernas y empezó a rozarme la conchita por encima, yo cada vez que sentía sus dedos, temblaba completamente, gire mi cabeza hacia él para darle otro beso mientras me masajeaba aprovechando lo que quedaba del orgasmo, nos besamos unos minutos, entonces don Genaro se movió un poco y yo quede sentada a su lado, jadeando y con las piernas abiertas, él me dijo.

-"Qué linda forma de hacerlo tiene usted, parece que le gusto mucho, señorita, incluso me salpico un poco a mí".

Yo me sorprendí con lo que dijo, lo mire, él tenía su camisa y su pantalón empapados, mire el suelo del balcón y vi una gran mancha de humedad, no lo sentí en ese momento, pero me dio un squirt, moje a don Genaro con mis jugos de placer, yo me sonroje un poco y le pedí disculpas, pero don Genaro solo me dijo.

-"No se preocupe por esto señorita, la experiencia que usted me dio fue una que no había sentido en muchos años, es usted muy bella y sensual".

Eso me llego al corazón la verdad, no dejo de ser un caballero en ningún momento, yo ya me sentí algo más recuperada, entonces le dije.

-"Don Genaro, nuestra cita aún no termina, así que sigamos divirtiéndonos, usted me traería mi cartera?".

Don Genaro se puso de pie y entro a su casa a buscar mi cartera, yo tenía algo planeado que sabía que le gustaría, subí mis piernas a la banca, quede de rodillas entonces junte mis piernas. Incline mi cuerpo hacia adelante dejando mi culo parado y mi hoyito abierto, en eso llego don Genaro con mis cosas, yo le empecé a mover mi culo sensualmente de izquierda a derecha y le dije.

-"Don Genaro, quiero que me ponga la colita por favor".

Él me miró extrañado como si no entendiera bien lo que dije, entonces le apunte a mi cartera, él la tomó y empezó a hurgar en ella, saco mi plug de zorrita, entonces yo le dije.

-"Ya tiene mi colita, ahora busque el lubricante, por favor y póngame la colita en mi hoyito".

El busco un poco más mi lubricante, encontró el pote y se puso de pie detrás de mí, yo entonces le dije.

-"Solo lubriqué bien mi hoyito y mi colita, sáqueme el taponcito lentamente y por favor hágalo con mucha delicadeza".

Yo seguí moviéndome mi culo como si le rogara el que me llenara el culo con el plug, entonces escuche como abre el pote, unto un poco de lúbricamente en mi hoyito alrededor de mi plug de joya, lo esparció bien, entonces comenzó a retirarme el plug lentamente, sentí que lo saco muy despacio, lo tomo y lo dejo dentro de mi cartera, puso la punta del plug de zorrita en la entrada de mi hoyito y empezó a apretarlo contra mi culo, yo sentí como mi culo se abrió un poco más, pero no era suficiente, entonces recordé al señor que me metió el plug en solo 6 segundos, como su técnica tan espectacular me había llenado tan rápido, no podía pedirle a don Genaro hacerlo tan bien como el señor, pero sí decidí intervenir para ayudarlo, le dije.

-"Don Genaro, por favor meta algunos dedos en mi hoyito para lubricarlo por dentro y abrirlo un poquito más".

Puse mis dos manos en mis nalgas lo más cerca que pude de mi hoyito, y las tire con fuerza para abrirme el culo lo más que se pudiera, cuando ya quedo abierto, le dije.

-"Ahora don Genaro, por favor póngame más lubricante".

Don Genaro me aplico más lubricante y metió un dedo en mi hoyito, yo sentí muy rico como él movió su dedo, me lo paso por cada rincón, luego lo saco aplico más lubricante y lo metió de nuevo, luego de un par de veces más, sentí como volvió a intentar meterme el plug, yo volví a abrir mi culo con fuerza, sentí como resbalaba en mi interior, pero aun así no entrada del todo, entonces sentí como don Genaro aplico más fuerza y entro de golpe, yo me sentí muy llena, solté mis nalgas, mire a don Genaro y le dije.

-"Ya me puso la colita don Genaro, ahora le daré una recompensa por ayudarme".

Me levanté, me puse de pie frente don Genaro, su ropa aún estaba húmeda con mis jugos y pude sentir húmedos mis pies, era como un pequeño charco que estaba bajo mis pies, sentir eso me calentó bastante la verdad así que me acerque a don Genaro, le abrí lentamente la camisa dejando su torso desnudo, le saque la camisa del todo y le deje en el suelo, luego comencé a quitarle su pantalón mientras él me acarició suavemente los brazos y las caderas, metí mis manos por sus caderas, sujete su ropa interior junto a su pantalón y comencé a bajarlos hasta el suelo, quede arrodillada frente a su pene, no era especialmente grande, pero si de un tamaño promedio, pude ver como palpitaba y se movía un poco, termine de bajarle el pantalón a don Genaro sacándoselo del todo, solo le quedaban puestos sus zapatos, lo tome de las manos, lo mire hacia arriba y le dije.

-"Por favor, siéntese don Genaro, ahora continuaré lo que dejé inconcluso en la escalera del boulevard, usted también es la primera persona a la que le hago una mamada desde que empecé a exhibirme".

Lo guie hasta la banca, yo quede arrodillada sobre el charco de mis jugos, él se sentó, se acomodó, yo me posicione frente a su pene, lo tome con mi mano derecha y empecé a masturbarlo lentamente, con mi otra mano busque mi dildo dentro de mi cartera, lo puse en la entrada de mi conchita y empecé a bajar mi cuerpo haciendo que llene mi vagina completamente, el sentir como mi conchita se abrió por dentro me volví loca, entonces acerque mis labios al pene de don Genaro y empecé a besarlo eróticamente de arriba a abajo, por suerte no tenía muchos pelos en esa zona, abrí mi boca sacando la lengua, empecé a lamer la base de su tronco lentamente, baje a sus bolas y las lamí suavemente, sentí como don Genaro se estremeció con eso, continúe masturbándolo lentamente, empecé a subir con mi lengua por todo su miembro, no deje ningún rincón de su pene sin que mi lengua lo hubiera saboreado, el pene de don Genaro palpitaba mucho, estaba muy caliente y le salía líquido por la punta, yo estaba encantada, no podía pedir más en ese momento, haciéndole una mamada a un hombre en su jardín mientras ambos estábamos desnudos completamente.

En un lugar donde si algún vecino se asomara por las ventanas que daban al patio podrían vernos en pleno acto claramente, llegue a su glande, baje toda su piel dejando al descubierto toda la punta de su pene, pase mi lengua por toda la base, el sabor no era especialmente bueno, pero la excitación hizo que el sabor y el olor me volvieran loca y me calentara cada vez más, era como si algo me convirtiera en una hembra animal totalmente entregada a darle placer al macho que tenía enfrente en ese momento sin dejar de disfrutarlo obviamente, lamí todo su glande lentamente subí hasta llegar a la punta, entonces subí y quede un poco más arriba de su pene, abrí mi boca lo más que pude, saque mi lengua y empecé a bajar introduciendo todo su pene en mi boca, al momento de ir bajando también mi cuerpo lo hizo y el dildo se me metió nuevamente hasta el fondo de la conchita, la mitad del pene de don Genaro estaba dentro de mi boca, mi lengua estaba totalmente loca con él, lo saboree totalmente, trague saliva y seguí chupándolo.

Decidí meterlo lo más que pudiera, seguí bajando y sentí como el pene llegaba a mi garganta, me provoco unas pequeñas arcadas, pero lo soporte, empecé a subir haciendo salir todo su pene de mi boca, solo para enseguida volver a chuparlo apasionadamente, su pene me cautivo en ese momento y no quería dejar de chupárselo nunca, entonces sentí como don Genaro comenzó a temblar y a quejarse un poquito entre jadeos, supe que venía su orgasmo, empecé a masturbarlo con un poco más de velocidad y aplique un poquito más de fuerza sobre su pene, también empecé a chuparlo más rápido, subí y baje mientras chupaba con intensidad, de pronto sentí como empezó a salir su semen dentro de mi boca, me la lleno completamente, yo me mantuve con su pene dentro intentando tragarlo todo, pero sus descargas eran demasiado, tuve que dejarlo salir y siguió saliendo en pequeñas cantidades, las cuales cayeron en mi cara, en mis tetas y en mis piernas, yo trague toda la corrida que quedo en mi boca y luego acerque mi lengua y empecé a limpiarle su pene mientras lo termine de masturbar sacando hasta la última gota de semen de ese orgasmo, don Genaro estaba jadeando mucho y se notaba exhausto, le seguí chupando despacio unos minutos para que se relajara y quedara limpio, me separe de su pene y le dije.

-"¿Le gustó don Genaro?, ¿qué le pareció mi mamada especial para usted?".

Él me contestó.

-"Fue grandiosa señorita, sin duda usted es una mujer especial, me ha regalado experiencias únicas que no olvidaré en mucho tiempo".

Yo le sonreí, mientras apoyaba mis mejillas en su pene y me lo pasaba lentamente por la cara, su pene había perdido algo de dureza, así que lo solté, me apoye en sus piernas, él me tomó las manos y yo me levante para apoyar mis pies en el suelo, pero no tanto como para que mi dildo se saliera de mi conchita, quede en la punta de mis pies agachada con las piernas abiertas, mi conchita quedo muy abierta entonces lentamente empecé a bajar y subir mi cuerpo mientras me apoyaba en don Genaro para follarme con mi dildo, lo hice mientras miraba a don Genaro a los ojos, le sonreí y le dije.

-"¿Cuándo me siento con ganas, tengo a este amiguito para darme placer, cómo se siente don Genaro?".

Él me contestó.

-"La imagen que tengo en este momento es impresionante señorita, ya me siento más relajado, pero aún estoy muy caliente por usted".

Yo continué moviéndome unos minutos, gemí suavemente con cada movimiento, pude notar como el pene de don Genaro se ponía duro otra vez, me aferre a sus manos, me levante totalmente quedando de pie, deje caer mi dildo al suelo, me incline hacia donde estaba don Genaro, lo bese y volví a tomar su pene con mis manos, cuando termine de besarlo le dije.

-"¿Está listo para el regalo más importante, don Genaro?, le he dado muchas cosas hoy, pero me falta lo más importante."

Él solo asintió entusiasmado, entonces sin soltar su pene que volvió a estar durísimo, lo ayude a ponerse de pie, comencé a caminar llevándolo detrás de mí, él puso su mano izquierda en mi culo y lo acaricio en cada paso que dimos, lo lleve hasta la parte donde estaba el pasto cortito, me detuve, me gire para verlo y le dije.

-"¿Nos tumbamos, don Genaro?".

Solté su pene y lo ayude a tumbarse sin que tuviera algún problema, yo me tumbe a su lado, lo abrace subiendo mi pierna izquierda sobre él, comencé a besarlo de nuevo mientras con mi mano izquierda tome su pene firmemente y comencé a masturbarlo de nuevo lentamente, subí y baje mientras sentí como su pene aún estaba algo pegajoso por el sudor, mi saliva y los líquidos que soltaba por su puntita, yo seguí besando a don Genaro el cual ya se había adaptado completamente a mis besos, porque juntaba su lengua con la mía, la movía apasionadamente, yo estaba loca con sus besos, la situación era ideal, no podía pedir nada más, el controlar y dominar la situación me estaba dando mucho más placer que dejarme llevar, comparaba en mi mente la vez que el señor me utilizo por 20 minutos, fue muy rico porque el señor me hizo varias cosas, pero el yo interactuar y conducir activamente me produjo mucho más placer, deje de besar a don Genaro, me levante y me arrodille entre sus piernas, de nuevo tuve su pene frente a frente para una nueva mamada de limpieza.

Abrí mi boca e introduje su pene nuevamente, pude sentirlo mucho más caliente que antes parecía como si fuera a explotar en cualquier momento, mi lengua recorrió todo su glande para sacarle cualquier rastro de líquido que tuviera, trague saliva y chupe como poseída, deje de chupar solo cuando baje por su tronco y llegue a sus bolas, las cuales también lamí y chupe mientras continúe gimiendo suavemente, golpeaba mis mejillas con el pene de don Genaro el cual solo estaba estirado disfrutando del momento, pude escucharlo respirar fuerte y temblar, estuve chupándole el pene unos minutos más, entonces me detuve, empecé a avanzar en 4 sobre don Genaro, cuando su pene ya estaba a la altura de mi conchita, lo tome por la punta y lo pegue a su cuerpo dejándolo recostado y estirado.

Entonces puse mi conchita sobre su pene estirado, eso provoco que el tronco del pene abriera los labios de mi conchita rozándose directamente, pude sentirla muy caliente y palpitante yo estaba muy excitada, así que empecé a rozarme directamente con su pene, me moví de atrás hacia adelante, la sensación era sublime, además la brisa tocaba mi cuerpo constantemente estar teniendo sexo en el jardín de don Genaro era exquisito, sentí como él llevó sus manos a mis tetas para sobarlas complementando mis movimientos, yo levante mi cabeza mirando al cielo y me deje llevar por el momento, gemí eróticamente, cada movimiento de roce de su pene con mi clítoris me mojaba cada vez más, ya no pude aguantarme más quería que don Genaro me penetrara con su pene, no pretendía llegar tan lejos, pero en ese momento mi mente estaba totalmente nublada solo quería terminar la experiencia por todo lo alto, así que deje de rozarme y me acerque a don Genaro para decirle.

-"Don Genaro, esta señorita necesita que usted la llene completamente".

Entonces en 4 empecé a avanzar por su jardín, volví al balcón, busque en mi cartera unos condones que tenía por si pasaba algo como eso, sabía que en algún momento la calentura podría más que mi voluntad y los compre para mantenerme segura, los saque con la punta de mis dientes tome una de sus esquinas y volví gateando hacia donde estaba don Genaro el cual aún estaba tumbado, pero con su pene muy levantado, lo ayude a pararse, cuando ya estaba de nuevo de pie, lo ayude a arrodillarse, le costaba un poco estar arrodillado por su espalda, pero me dijo que quería hacerlo igualmente, yo abrí el condón y lo puse en su pene acomodándolo bien luego le di la espalda, me puse en 4 y le empecé a menear el culo de manera muy erótica, pidiéndole instintivamente que me follara, sentí como puso su mano en mi nalga derecha acariciándolo y también sentí como levanto mi colita dejándola caer sobre mi espalda.

Yo seguí moviendo mi culo activamente de pronto sentí como algo se colocaba en la entrada de mi conchita, detuve mis movimientos al instante y me quede esperando, mi cuerpo temblaba, estaba nerviosa por lo que estaba por suceder, me llego un sentimiento de miedo fugaz, quise detener todo en un momento, no podía creer que estaba en 4 en el patio de un hombre mayor, entregándole mi conchita de la manera más sucia y desvergonzada era algo impensable cuando empecé con mi exhibicionismo y por supuesto era algo que no hubiera ideado en ningún escenario, mi corazón latía muy fuerte mi respiración se aceleró.

Cuando estaba por detener todo por miedo, comencé a sentir como el pene de don Genaro entro en mi vagina, abrió la puerta de mi conchita y entro totalmente, yo solo pude gemir "aaaa… mmm…", cuando entro del todo sentí como mis preocupaciones y miedos se fueron de golpe, todo ese miedo se esfumó y solo quedo el deseo de seguir hasta el final, el pene de don Genaro me lleno más de lo que yo creía, no se comparaba con el dildo obviamente, pero lo compensaba con el calor que emitía y las palpitaciones que tenía ocasionalmente dentro de mi conchita, empezó a moverse lentamente, yo sentí todo intensamente, me retorcí del placer, más que el movimiento era la situación el lugar las circunstancias lo que me estaba dando el placer total, don Genaro se movía delicadamente llenándome y luego retirándolo sin sacarlo del todo, yo seguí gimiendo.

Empecé a moverme un poco para aumentar el ritmo, sentí como don Genaro me agarro de la cintura con fuerza, entonces comencé a moverme más rápido y más duro, chocando mis nalgas con su pelvis y haciendo los famosos aplausos jejeje, estaba en un movimiento desenfrenado me aferre al pasto con fuerza y aumente el ritmo cada vez más para tragarme el pene de don Genaro con más intensidad, ya no ocultaba mis gemidos fuertes, mientras estaba chocando con don Genaro sentí como el de pronto me soltó y su pene salió de mi interior, yo me sorprendí, mire rápidamente para atrás y vi que don Genaro estaba de espalda quejándose en el suelo, yo me asuste mucho, me puse de pie y me gire rápidamente para ayudarlo, le pregunte si estaba bien, él me contestó.

-"Si no se preocupe señorita, es solo que sus movimientos y mi vieja espalda no me dejaron mantenerme más tiempo en esa posición, le pido disculpas por no cumplirle".

Yo me sentí algo mal la verdad, me había emocionado de sobremanera y don Genaro había quedado algo delicado de su espalda, todo porque quería sentir su pene cada vez más dentro y más intensamente, lo ayudé a ponerse de pie, le pedí disculpas muy apenada, él me tomó las manos y me dijo.

-"Señorita por favor no se disculpe, usted le ha dado a este viejo una experiencia increíble, yo me disculpo con usted por no poder seguirle el ritmo, espero que no se decepcione de mí".

Yo me acerqué a él abrazándolo suavemente, nuestros cuerpos desnudos en plena noche, mientras el viento nos rozaba el cuerpo, era una gran sensación, yo empecé a mirar alrededor para ver cómo podríamos seguir haciéndolo ahora que la espalda de don Genaro estaba delicada, entonces él me dijo.

-"Señorita, si quiere puedo traer la silla que tengo en mi entrada, así usted puede apoyarla aquí y quedaría a mi altura estando yo de pie".

Cuando me dijo eso, recordé la silla donde apoyé mi cartera, lo cual me dio una idea mucho mejor y más excitante, le sonreí y le dije.

-"Excelente idea don Genaro, me alegra que usted quiera seguir complaciéndome, pero yo creo que no será necesario traer la silla hasta acá".

Me puse de rodillas frente a él, tome su pene y le hice una mini mamada nuevamente porque su pene se había puesto algo flácido, entre la caída y el reponerse había perdido la erección, así que empecé a besarlo y chuparlo mientras lo masturbaba con mis manos, estuve así unos momentos y su pene volvió a estar muy activo, entonces yo me puse en 4 de nuevo y empecé a avanzar por su patio en dirección a la entrada, mire hacia atrás y don Genaro seguía de pie en el mismo lugar, así que le hice señas de que me siguiera, yo avanzaba por su patio meneándole todo el culo de manera exagerada, moví mi colita eróticamente no quería que don Genaro perdiera su erección de nuevo así que lo provoque lo mejor que pude, entonces pasamos por su ante jardín y llegamos a su silla, lo ayude a sentarse en la silla, yo me di la vuelta a él, mirando a la calle y cuando él ya estaba acomodado, yo me acerque a él, junte mis piernas y abrí mis nalgas con mis manos, él me preguntó.

-"¿Quiere hacerlo aquí, señorita?".

Yo le contesté.

-"Claro don Genaro, lo haremos aquí mismo, de cara a la calle y disfrutándolo como nunca antes, así que acomódese bien y relájese porque ahora yo me encargaré de usted".

Entonces lentamente tome su pene y lo posicione en la entrada de mi conchita y comencé a bajar, la sensación del pene de don Genaro abriéndome en esa posición fue muy rica, me senté del todo en su pene haciendo que quede totalmente abrazado por mi conchita, entonces me sujete del paso brazo de la silla con ambas manos y empecé a subir y bajar lentamente, comencé a mover mi culo de izquierda a derecha mientras todo su pene estaba dentro de mí, subí y baje con fuerza, le estaba dando unos sentones muy ricos a don Genaro, mientras tanto yo miraba a la calle a los autos pasar, estaba teniendo sexo con él al lado de la calle, eso me excito mucho y empecé a gemir.

Pude sentir su pene muy caliente dentro de mí, continúe dándole sentones lo más que pude antes de que me diera el orgasmo, moví mi culo sobre él intensamente, como si estuviera haciéndole un baile sensual con mis caderas, seguí gimiendo como loca, pude sentir como ya venía el orgasmo y don Genaro me tenía agarrada de la cintura, tome sus manos y las separe de mí, pero sin soltarlas, me puse de pie dejando a don Genaro penetrándome, nos lleve hasta la reja de su casa, me sujete con ambas ambos a los fierros y me quede con el culo levantado mientras don Genaro seguía metiéndome su pene, yo lo mire gimiendo y le dije:

"deme… duro… rápido mas… intenso… deme… deme…", el subió el ritmo mucho y yo sentí llegar el clímax, me estremecí entera, don Genaro empezó a moverse más lento masajeándome por dentro para disfrutar más del orgasmo, yo estaba con la cara pegada a la reja con la boca abierta gimiendo muy suavemente, no pude sostenerme en mis piernas, solo temblaban, sentí que don Genaro abrió la puerta de su casa me tomo por la cintura aun penetrándome y me hizo separarme de la reja, yo le dije.

– "Por favor, esperé don Genaro no puedo moverme".

Pero el continuo llevándome, me guio hacia su puerta y me metió a su casa, yo estaba muy débil por el orgasmo reciente y casi no podía sostenerme en pie, don Genaro cerro la puerta detrás de nosotros y sin prender la luz me acomodo sobre una mesa, quedando todo mi torso estirado sobre la mesa y mi culito de pie a él, entonces sentí como don Genaro empezó a follarme nuevamente muy rico, yo volví a gemir.

Don Genaro no me dio descanso y continuo follándome muy rico, yo estaba extra sensible, pero no pude hacer nada para oponerme en ese momento, solo me quedo disfrutar del placer, don Genaro me comenzó a follar muy duro, el estar de pie le favoreció mucho el movimiento, la mesa temblaba entera, yo me aferre lo mejor que pude y entonces sentí como don Genaro comenzó a quejarse mucho y sentí como su pene empezó a palpitar totalmente dentro de mí, supe que había tenido otro orgasmo, el saco su pene y yo caí de la mesa sin fuerza jadeando del placer, sentí como caían gotas de la corrida de don Genaro en mi espalda, yo me gire hacia su pene, saque el condón lo empecé a limpiar muy bien, sacándole todos los restos de corrida y estrujándolo muy bien, estaba abrazada a sus piernas porque las mías no tenían fuerzas en ese momento, cuando ya lo había limpiado bien don Genaro se separó de mí y se sentó en un sillón, yo caí en el suelo y me quede jadeando unos minutos, pu sentir mi conchita palpitar por el orgasmo, vi como don Genaro se levantó en la oscuridad, encendió la luz y se fue hacia otra habitación, yo seguí tirada en el suelo, empecé a ver mi alrededor, vi varios sillones juntos y una linda mesita de té, yo estaba muy sudada y con tierra en el cuerpo, al estar desnudos en su patio en pleno suelo quedamos algo sucios, vi a don Genaro volver con dos vasos, los dejo en la mesa y me ayudo a levantarme, yo me senté en su mesa y él me dijo.

-"Señorita, le traje un poquito de agua, para que usted pueda beber algo".

Yo le agradecí y me tomé el agua lentamente, seguí sintiendo mi conchita palpitar, don Genaro se sentó a mi lado y puso una mano en mi pierna, yo lo mire sonriéndole, entonces él me preguntó que me parecía su casa, yo mire alrededor un poco más atenta, vi varios cuadros y figuras de porcelana muy lindas, se notaba que don Genaro mantenía su casa muy limpia, estuvimos conversando unos minutos de todas las experiencias que habíamos tenido esa noche, entonces don Genaro me dijo.

-"Lo pasamos tan bien señorita, aunque quedamos llenos de tierra y lodo".

Yo vi como él estaba muy sucio, después me mire mejor a mí misma y vi como también estaba muy sucia, incluso tenía tierra en la cara, note como estaba manchando la silla donde estaba sentada, me puse de pie rápidamente y le pedí disculpas a don Genaro por eso y le dije que lo mejor sería que me fuera porque ya era tarde y debía trabajar al otro día, cuando me puse de pie para buscar mis cosas, don Genaro me tomo del brazo me llevo hacia él, me abrazo desde la cintura y comenzó a besarme los pechos lentamente, yo me sorprendí mucho, le dije.

-"¿Don Genaro qué hace?".

No alcance ni a terminar de preguntarle, cuando sentí como metió sus dedos en mi conchita rozándola totalmente, yo me estremecí de nuevo, me sujete de él, él siguió manoseándome, y yo no pude separarme de él, no tenía mucha fuerza ya para resistirme además de que la sensación era tan rica que poco empeño le puse, pero aun así sabía que ya era tarde y debía irme, entonces don Genaro me llevo hasta su sillón, apago la luz nuevamente y me dejo caer hacia adelante, yo me sujete en su pared y mi culo quedo levantado para él, él me quito la peluca y después el antifaz, luego puso sus manos en mi culo y empezó a extraerme el plug de zorrita, me tiro un poco de saliva para que saliera más fácil, cuando ya logro sacármelo lo tiro al suelo, luego de eso me abrazo por la espalda, colocando su pene sobre mi conchita, rozándola con cada movimiento, él besó mi espalda, yo me aferre con todas mis fuerzas, me estaba dando mucho placer, yo me gire para verlo y le dije.

-"Don Genaro está muy rico, pero en serio yo debo irme a casa".

Él me contestó.

-"No se preocupe señorita, hoy puede quedarse a dormir en mi casa".

Yo me sorprendí con sus palabras, pero antes de que pudiera replicarle nada, sentí como el pene de don Genaro entro nuevamente en mí, hice un gemido "ooo… aaa", pude sentirlo distinto más duro y caliente, él me lo metió en su totalidad y luego lo saco repetidas veces, yo me estremecí, mis piernas temblaban por las sensaciones, don Genaro embestía mi conchita con delicadeza, pero a la vez sin detenerse, yo solo podía disfrutarlo y gemir fuerte.

Don Genaro me siguió follando sin tregua, yo solo me acomodaba para sentir su pene mejor, entonces sentí como venía un nuevo orgasmo, le pedí a don Genaro que me diera más duro para sentirlo intensamente, él me cumplió y me embistió con dureza y frenéticamente, yo sentí el clímax llegar, mi cuerpo se contrajo de nuevo, el placer fue mucho, mi conchita apretaba su pene y yo continúe gimiendo. Caí sobre el sillón exhausta, don Genaro saco su pene de mí, yo lo vi y vi como no tenía el condón puesto, mientras jadeaba, le dije.

-"¿Don Genaro, usted es un hombre de cuidado, me folló sin condón y si hubiera eyaculado dentro de mí?".

Él se alejó un poco más y se fue a otra habitación desde allá, me contestó.

-"Discúlpeme señorita, no pude detenerme al ver su cuerpo tan lindo, pero para lo siguiente me pondré condón, no se preocupe".

Yo me sorprendí, yo estaba exhausta y de verdad necesitaba volver a casa, no pretendía seguir con don Genaro, entonces lo vi volver con un nuevo condón puesto, yo le dije.

-"¿Siguiente? ¿A qué se refiere don Genaro?".

Él se acercó a mí nuevamente, me acomodo otra vez en 4 con el culo levantado y antes de que yo siquiera pudiera decirle que no, él me metió su pene en su totalidad, volví a dar un gemido. Él empezó a moverse nuevamente yo no tenía fuerzas para nada, don Genaro me dijo.

-"Estamos muy sucios, la invito a mi baño señorita, si quiere podemos bañarnos juntos".

Don Genaro me tomo de la cintura con fuerza, luego se acomodó sobre mi espalda y con sus manos sobre mis tetas me levanto, yo quede erguida, chocando mi espalda con su torso, sentí la respiración de don Genaro en mi nuca, él me besaba suavemente la parte alta de la espalda sin dejar de penetrarme, entonces me puso de pie y sin dejar de penetrarme me hizo avanzar por su casa, llegamos a una puerta, entramos y prendió la luz, era su baño yo le dije. Uuu… que rico… se siente… mmm".

Me metió a su ducha, él detrás de mí y abrió la llave, nos empezó a caer agua, yo puse mis manos en su pared, mis piernas no daban más y don Genaro continuaba follándome muy intensamente, no pude entender como seguía follándome sin eyacular ni cansarse y lo más importante sin perder la erección, sentí su pene más caliente y duro que nunca, don Genaro me tuvo bajo su ducha unos minutos, mientras me follaba me paso sus manos por el cuerpo, gran parte de la suciedad se fue, pero yo no pude pensar en nada más, la follada era increíble, don Genaro me tenía a su completa disposición.

Mi conciencia decía que debía irme a mi casa, que ya era suficiente por esa noche, pero en el fondo mis deseos más bajos me hacía no querer que esa noche terminara, quería seguir siendo follada por él, el momento de la noche en que yo dominaba la situación había terminado y ahora don Genaro era el que tenía el control de cada cosa, incluyendo mi cuerpo y mis sensaciones, él comenzó a masajear mi clítoris con su mano derecha mientras me siguió penetrando, eso me hizo sentir mucho placer, mi conchita estaba sensible y pude sentir un nuevo orgasmo llegarme, junte mis piernas y sentí el clímax llegándome, yo solo gemí sin reparos de nada, volví a temblar, don Genaro cerro la lleva del agua y saco su pene de mí, me ayudo a salir de su ducha yo ya estaba muy débil, no tenía nada de fuerzas estaba como zombi jeje, me puso una toalla y me seco un poco el cuerpo me llevo fuera del baño, yo camine muy lento apoyada en él por los temblores de mis piernas, entonces sin percatarme don Genaro me llevo a otro cuarto, el prendió su luz y vi que era una habitación, él me dijo.

-"Ahora llegamos a mi habitación señorita que le parece, ahora usaremos esto".

Yo le contesté.

-"Don Genaro, es usted un picarón y un hombre muy competente, me ha dado sensaciones muy ricas esta noche, la verdad es que debería irme a casa, pero no quiero dejar de sentir estas sensaciones que usted me ha dado, así que aceptaré su oferta de quedarme a dormir en su casa, pero le pido que me deje descansar unos minutos, si quiere puede seguir manoseándome todo lo que quiera, hasta que esté lista de nuevo".

Él me puso frente a él, me empujo suavemente, yo sin fuerzas caí sobre su cama, él se acercó, comenzó a recorrerme con sus manos, acarició eróticamente cada rincón de mi cuerpo por varios minutos, aún estaba sensible, entonces cada roce me hacía temblar, yo también lo acaricié a el, luego de un rato ya estaba lista para él así que le dije.

-"Don Genaro estoy lista, puede hacérmelo si quiere".

Él abrió mis piernas y puso su pene en mi entrada, él volvió a penetrarme, yo sentí como el abrirse me provoco otro mini orgasmo, gemí, empezó a embestirme duramente, yo solo me deje llevar, don Genaro me estaba dando la follada de mi vida, no pensaba que él tenía ese vigor tan potente, cruce mis piernas por su espalda y me aferre con fuerza mientras lo sentí penetrarme completamente, no sé si fue la sensibilidad del orgasmo reciente o mi excitación, pero sentí rápidamente como me vino otro orgasmo, yo le avise a don Genaro, él también jadeaba mucho parecía que tendríamos el orgasmo a la vez, entonces sentí que me llego el clímax, sentí salir un chorro de líquido por mi concha, había tenido otro squirt.

Quede con la boca abierta, jadeaba como perra en celo ya no podía más, me deslice por su cama y caí sentada en el suelo, vi como don Genaro se masturbaba y se quejaba, de pronto vi como eyaculaba enfrente mío, toda su corrida fue a dar sobre mi cuerpo, en mi cara, dentro de mi boca, mi pelo, mis tetas, quede cubierta de su esperma, yo ya no podía más, quería quedarme en ese lugar tirada, don Genaro me ayuda a levantarme y me tiro sobre la cama, se acostó a mi lado y me abrazo por la espalda en cucharita, yo solo pose mi cabeza en la cama y caí rendida sin energía ninguna, me quede dormida junto a él, cuando desperté ya estaba amaneciendo, yo me sentí como atropellada, mi cuerpo me dolía un poco en especial mis caderas y mis piernas, don Genaro estaba abrazado a mí, pero roncaba, se notaba que estaba descansado muy feliz.

Él se quedó detrás de mí con una mano en mi culo y su pene entre mis nalgas, yo me levante lentamente para no despertarlo, salí de la habitación, ya se podía ver mejor toda su casa, busque rápido mis cosas porque ya debía volver a casa, tome mi plug de zorrita, la peluca y el antifaz que estaban en el suelo, luego salí por su puerta trasera, tome mi cartera y mi dildo, saque mi ropa para vestirme, solo me faltaba el vibrador que recordaba que estaba en su taller, cuando tome mi cartera vi la hora en mi teléfono y eran las 7:30 am, yo debía llegar a mi trabajo a las 9, así que fui rápidamente al taller a buscar mi vibrador, entre y lo vi sobre la mesa principal, lo tome y lo guarde en mi cartera, estaba saliendo del taller y vi en el balcón a don Genaro de pie mirándome, me saludo muy animado.

-"Señorita ya despertó, quería agradecerle por la noche que me regaló, fue algo muy especial, usted es una mujer muy linda y buena por darle una noche tan especial a un viejo como yo".

Él se acercó a mí y me abrazó, pero esta vez sin manosearme, se notaba como un abrazo genuino, el de verdad apreciaba el que yo follara con él, eso me conmovió un poco, así que le correspondí su abrazo, se sintió muy cálido, me separé de él, tomé sus manos y le dije.

-"Don Genaro, yo también le agradezco a usted por dejarme entrar a su casa, la noche que usted me dio también fue muy especial para mí y recuerde algo muy importante, usted será el dueño para siempre de mis primeras veces, ya sabe que le permití hacer conmigo lo que no le permití a nadie antes, así que espero que pueda atesorar eso también".

Él me contestó.

-"No lo olvidaré señorita, esto lo guardaré por mucho mucho tiempo en mis recuerdos, solo espero que nos volvamos a encontrar en el supermercado".

Yo le sonreí y le dije.

-"Seguramente nos encontraremos de nuevo don Genaro, pero espero que para la próxima vez que nos veamos, no olvide lo más importante".

Él pasó su mano por mi pierna y subió hasta agarrarme la nalga derecha, entonces me dijo.

-"Esto no lo olvidaré más, señorita".

Yo me reí, le di un último abrazo apretado, él me agarró el culo con sus dos manos por última vez y me fue a dejar a su reja, yo me despedí de él con un besito en la mejilla y me fui rápido de vuelta a casa, tenía que llegar, ducharme e irme rápido, pero al menos estaba muy contenta por la experiencia que viví con don Genaro.

Acá termina esta anécdota, fue un poco larga, pero no quería omitir cosas de esa noche tan especial, así que puse todo jeje, espero que les agrade mi primera experiencia teniendo sexo con una persona desde que comencé con mi exhibicionismo, les mando un beso a todos.

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Solben
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