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Tiempo de lectura: 4 minutos

Luego de mucha charla comenzó mi entrenamiento virtual, previo a nuestro encuentro. La dama me había ordenado comprar un plug anal el cual venía utilizando aumentando las horas hasta tenerlo puesto todo mi horario laboral. También pidió una jaula que debía guardar hasta nuestro primer encuentro. Se le sumaron pinzas para mis pezones que me ponía de acuerdo a sus pedidos.

Llegar a la mañana, arrancar poniéndome mi plug y enviándole una foto a mi dueña ya era mi nueva rutina. Luego el café y a ponerme a trabajar.

Los días pasaron y más allá de no vernos ganábamos en confianza.

Y sin esperarlo llegó el convite. Miércoles 19 h. Te de señoras. Mi labor, servirlas en todo lo que deseen. Llegué puntual, solo estaba mi dama, que con una hermosa sonrisa en la cara me dijo no tenemos mucho tiempo y hay que prepararte. Sácate todo lo que tenes puesto y veni a la habitación.

Sin mucha vuelta me puso una máscara de vinilo, medias de nylon, ligas y porta ligas, Pero sin bombacha, tenes que estar disponible por si alguna de las damas desea utilizarte soltó sin ponerse colorada. Yo sonreía, me parecía divertido, diferente, no lo esperaba y la sorpresa me gustaba. De un placar sacó una pollera de tablas, bien de colegiala, y completo con una chomba haciendo juego.

Exigió que me pusiera la jaula y le diera la llave. Hoy esto eso no lo vas a utilizar así que mejor que tenerlo bien guardado, no te parece?

No conteste, solo esbocé una risa nerviosa.

Tomó mi plug y me lo puso en la boca mientras terminaba de acomodar mi vestuario.

Una vez que estaba como ella lo deseaba me pidió que apoyara las manos sobre la cama y abriera las piernas. Saco el plug de mi boca, levanto la pollera tableada y lo enterró dentro de mi. Muy bien puta recalcó, se nota que hiciste tu tarea, ni chistaste, vas a tener que comprar algo más grande para continuar con tu entrenamiento anal, pero ya hablaremos de eso.

Me dio unos zapatos con tacos que con bastante dificultad trate de llevar.

Mírate al espejo ordenó, estás hermosa.

Me llevó hasta la mesa donde había apoyada una palmeta. Con vos sería dijo, manos apoyadas sobre la mesa, piernas abiertas y pecho también apoyado. Así me puse, tomó la palmeta levantó mi pollera y comenzó a spankeatme mientras me recodaba mis faltas. Fueron cinco de cada lado, comenzó suave y terminó bien intensa. Al Oído me dijo dos más de cada lado, estás las vas a recordar por un rato, te las vas a bancar. No dije nada, me agarré de la mesa y me dio una de cada lado, dolió, grité, se me doblaron las piernas. Ella solo espero a que me reincorporara y completo la faena.

Me salvó el timbre sus amigas habían llegado, charlaron un buen rato mientras yo servía te, café, tortas y demáses. Los tacos me jugaron una mala pasada y volqué un poco de té sobre uno de los platos. Mi señora lo vio y con cara seria dijo esto es inadmisible, anda a la cocina, tráele a la señora un plato limpio, luego apoya los hombros sobre la mesa, las manos por detrás de la espalda y espera a ser corregido. Así lo hice, y mientras todas disfrutaban de la merienda, la dama tomó una de sus tablas levanto mi pollera y me diciplino. Me dejó el culo ardiendo, fueron cinco tablazos en total. Y se retiró a continuar con su té. Me reincorpore, y me dijo, yo le di permiso para que cambie de posición?

No señora respondí y volví a mi lugar. La dama debe ser resarcida por su error, decidirá ella como debe realizar eso, mientras tanto espere en esa posición.

Continuaron con lo suyo, hasta que ella ofreció utilizar su nuevo juguete.

Mi dama trajo el cofre de los chiches, plugs, straps, vibros, tablas, palmeras y varias cosas más que no llegaba distinguir.

La volcada del te me costó diez palmetazos que la damnificada se cobró con la mayor de las ganas. Mi culo volvía a arder y esto era solo el comienzo. Me hicieron reincorporar y examinaron en detalle, levantaron mi pollera y reían con mi jaula, preguntaban si dolía. Si me excitaba, y qué pasaba si tenía una erección. Entre risas mi señora dijo, solo hay una forma de saberlo, hay que calentarlo.

Una de las damas consulto, la boca la puede usar no? Puede usar todo lo que deseen dijo mi dueña. La dama retiró su bombacha, se subió a la mesa y exigió que le diera placer, mire a mi dueña y con su ok, precedí a comerle con esmero la entrepierna. Siempre piernas firmes, abiertas y culo para afuera ordenó mi dama y así me posicione.

Del cajón sacó su strap y dildo, sabía perfectamente lo que se venía, la dama quería ser la primera en tomar lo que era suyo.

Se posicionó detrás de mí, sentí su dildo bajar por mi raya y con delicadeza comenzó a penetrarme. Su dildo venció mi esfínter y me sacó el primero de muchos gemidos. La otra dama reclamo inmediatamente mi atención hundiendo mi cara en su concha.

Mientras intentaba complacerla, el dildo se hacía lugar dentro mío. Por más que lo hacía con delicadeza se sentía profundo, intenso.

Sentí sus caderas rebotar contra mi culo, ya estaba hecho, era suyo y simplemente se retiró. La dama sobre la mesa tuvo un par de orgasmos, se reincorporó y siguió con lo suyo. Yo seguía en el mismo lugar, esperando que me permitieran reincorporarme. Se acercó otra dama levantó mi pollera y dijo miren el culo firme que tiene esta puta, totalmente envidiable, ellas reían y yo también.

Me ordenaron reincorporarme, y dos de ellas comenzaron a jugar con mi jaula, poniendo vibros a ver si lograban hace reaccionar a mi pene. Y claro que lo hicieron, por más frío que intentaba mantenerme, la erección vino, con ella la jaula de plástico comenzó a estirarse y cuando el lugar se acabó comenzó el dolor.

El dolor sacaba la erección y ellas volvían al ataque con el vibro. Me torturaron un buen rato. Luego me llevaron a la mesa y jugaron con mi culo, usaron diodos de diferentes largos y grosores, me sacaron gemidos, chillidos, muchos ruegos y algún que otro Amarillo con tamaños para los qué definitivamente no estaba preparado.

Luego continuaron con spank, suaves, delicadas probaron en mi cuerpo cuanto juguete había. Hasta que mi dama tomó la posta, ella subió la intensidad y en solo 10 minutos llenó mi culo de recuerdos que sin lugar a dudas van a durar un par de días.

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