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Geraldine
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Hola a todos, este es mi primer relato, no sabía muy bien cómo empezar, así que comenzaré por el principio.

Les cuento que fui criada en una familia muy conservadora, tuve una infancia normal y feliz, aunque con muchas restricciones, en mi adolescencia todo era pecado, estaba en una escuela religiosa, y todo debía ser de acuerdo con sus mandamientos, así que crecí prácticamente entre cuatro paredes, cuando termine el secundario y comencé a trabajar, pude librarme de gran parte de todo lo vivido anteriormente, pero muchas otras las tenía muy arraigadas dentro de mí, al ponerme de novia, creía que debía llegar virgen al casamiento y hacía todo lo imposible para desalentar a mi novio cada vez que quería sexo, luego de un tiempo y aconsejada por varias amigas me decidí, y por fin tuvimos sexo, yo siempre muy convencional y recatada, fue todo muy rápido y yo sentía culpa en todo momento, realmente no estaba preparada, con todo esto que les cuento, se imaginarán que no duro mucho el noviazgo, así que decidí seguir sola por un tiempo.

Ya con la cabeza puesta únicamente en mi trabajo, me decidí ir a vivir sola, así que alquile una pequeña casa, que con el tiempo y mucho esfuerzo pude comprar, el tiempo pasaba y puedo decir que nunca llegó la persona que creía indicada para mí, tenía algunos que otros noviecito, pero nada me duraba, el tiempo corría y yo ya estaba con 28 años, realmente me replanteaba si así sería el resto de mi vida, sola, aburrida, amargada, realmente era un espanto, y yo no colaboraba mucho, me vestía con ropa muy grande, no me pintaba, yo era el perfecto ejemplo de lo que una mujer no debe ser.

Una mañana al salir de casa como todos los días, veo una mujer salir de la casa del vecino, la saludo con buenos días, y sigo mi camino al trabajo, sin darle importancia, ya en el colectivo pienso para mí misma "mira el vecino, parece que se separa de su esposa y tiene pareja nueva", pero solamente eso, ya que no era muy sociable, y no me gustaba meterme en la vida de los demás, esto empezó a ocurrir varias veces en la semana, se ve que la chica trabajaba a la misma hora que yo, y por eso me la cruzaba en la mañana, uno de esos días que llovía bastante, me la cruzo en la parada de colectivo, noté algo extraño, pero no le di importancia, cuando subimos solo quedaban 2 asientos en la parte de atrás (que los odio, parece que estas en una licuadora, agarra un pocito y saltas hasta el techo) nos sentamos y me empezó a conversar, ahí pude notar que era lo extraño, no era mujer, era una chica trans, yo como una estúpida me sentía muy incómoda, tantos años de crianza conservadora con mi familia y religiosa en la escuela, me hacían verla como que era el diablo en persona, ella ponía la mejor de las ondas, y yo con contestaciones secas y boludas, la verdad que al recordarlo me siento una idiota total, así fueron pasando las mañanas, a veces coincidíamos en el asiento y a veces no, yo de a poco fui soltándome un poco más, y ya no la veía como bicho raro, ella me comentó que se llamaba Geraldine, que tiene 35 años, que se había mudado a la casa de al lado (nunca supe que mi vecino se había ido), y que venía de Buenos Aires, de a poco había cambiado mi concepto, y la veía como alguien agradable, con quien podía conversar, ella hablaba de todo, y había algunas cosas que me hacían ruborizar.

Una tarde estaba sentada en la puerta de mi casa esperando al plomero que nunca vino, cuando ella llega, me ve y me pregunta que estaba haciendo ahí, le comento que tenía toda la casa inundada, que se me habían tapado los desagües y que estaba esperando al plomero, me dice que espere unos minutos que me iba a dar una mano, al ratito viene con un alambre grueso, lo mete en los desagües y los destapa, yo no lo podía creer, estaba re agradecida, me ayuda a sacar toda el agua y me dice que cuando necesite ayuda la llame, le digo que me cobre y se niega rotundamente, entonces le digo que cuando quiera la invito a cenar, que de alguna manera quería agradecerle lo que hizo por mí, me dice que si quiero mañana nos juntamos a cenar y a charlar de todo, claro le digo, así que al día siguiente prepare una rica cena y la espere, cuando llega viene trayendo una botella de vino, yo tomaba alcohol, pero no dije nada porque si ella lo hacía no tenía ningún inconveniente, así que empezamos a cenar y a hablar de todo, me sirve una copa de vino y le digo que yo no tomo, me dice que si nunca había probado que lo haga, que a veces está bueno probar cosas nuevas, una parte de mi cabeza decía que sí y la otra decía que no, pero en ese instante deje llevarme y acepte, daba pequeños sorbos y realmente no me parecía para nada rico, así fue pasando la cena,

Hablábamos de todo, hasta que ella me pregunta de porque no me pintaba y usaba la ropa tan grande, le hago un resumen de mi vida, y ahí ella entiende el porqué, pero no conforme con eso me dice que me va a mostrar algo, saca muchos cosméticos de su cartera y me dice te voy a mostrar cómo te ves arreglada, yo en un primer momento le dije que no, pero se ve que ya había empezado a hacer efecto el poco vino que había tomado, así que termine aceptando, al rato saca un espejo de su cartera y me muestra como estaba, tenía pintado los ojos, las mejillas, los labios los tenia de un rojo muy intenso, realmente había cambiado mucho mi aspecto, aunque para mis adentros me decía a mí misma que me veía como una puta, en pocas palabras me veía muy femenina, y nunca me había pasado, me gustaba, pero era algo nuevo para mí.

Ella me dijo "Te ves espléndida", y la verdad, nunca nadie me lo había dicho, yo estaba re feliz, así que seguimos hablando y tomando, ya entrada la noche me dice que se va, así descanso, al despedirnos le digo que le agradecía lo que hacía por mí, que el hacerme ver más femenina era algo impagable, así que me dice que esto es solo el principio, que yo soy una mujer muy hermosa, y que ella va a convertirme en todo lo que soñé y no tuve la oportunidad de hacerlo, realmente esas palabras me hicieron llagar al cielo, nos despedimos, pero al hacerlo ella me da un beso en la boca, yo quede paralizada, al ver mi reacción me da otro, pero seguro que por el efecto del alcohol esta vez se lo respondí, entonces ella me besa apasionadamente, yo respondía y no quería que se detenga, sabía que eso no estaba bien, pero algo en mí no quería parar, en un abrir y cerrar de ojos, estábamos en el sillón matándonos a besos.

Yo con mi nuevo aspecto, me sentía toda una mujer fatal, en cuestión de minutos, me había sacado la remera y chupaba mis pechos como toda una experta, y realmente lo era, me estaba brindando mucho placer, jugaba con mis pezones como nunca nadie lo había hecho, los lamia, los chupaba y los mordía, yo no quería que parara, hasta que siento como su mano acaricia suavemente mi concha por sobre la calza, en ese momento estaba entregada a que ella hiciera lo que desee, y así lo hizo, lentamente fue bajando mi calza junto con mi bombacha (porque en ese momento todavía usaba bombacha de vieja), y sin dejar de chupar mis tetas comenzó a frotar suavemente mi concha.

Estaba completamente paralizada del placer que estaba recibiendo, ya estando toda desnudita, comenzó a bajar muy lentamente besando mi vientre hasta llegar a mi concha, la cual nunca la había depilado, aun así ella continuó y comenzó a lamer con mucha suavidad, yo me sentía en las nubes, sabía muy bien cómo hacerlo, subía y bajaba, lamia hasta lo más profundo que podía y se detenía a jugar con mi clítoris, no tardó mucho en sacarme el primer orgasmo de toda mi vida, yo no entendía lo que me pasaba, era una electricidad que corría por todo mi cuerpo y terminaba en mi concha, di un alarido de placer, no sabía lo que me estaba pasando, pero me encanto esa sensación que nunca había experimentado con ninguno de mis novios, en ese momento supe que estaba teniendo sexo de verdad, ella seguía sin parar y yo me encontraba en un trance de placer.

Cuando por fin se detuvo, le pedí unos instantes para recuperar el aliento, entonces ella comenzó a besarme todo el cuerpo, ni bien estuve lúcida, ella se acomodó entre mis piernas y comenzó a penetrarme muy lentamente, sentí un pequeño dolor, y solo había entrado la cabeza de su pija, ahí supe que su tamaño era mayor a los que había probado, a medida que ingresaba, sentía que llenaba toda mi concha, ese dolor había pasado a placer, muy lentamente lo metía y sacaba, y cada vez que lo hacía lo metía más profundo, cuando vio que la había metido toda, empezó a moverse más rápido, yo no aguantaba mis ganas de acabar, y lo hice dando otro alarido más fuerte que el anterior, yo estaba toda mojada, y ella seguía, sentía como mis jugos corrían por mis piernas, ella en ningún momento se detuvo, y cada vez lo hacía con más fuerza, yo estaba fuera de este mundo, y nuevamente siento venir otro orgasmo, mis jugos no paraban de salir a chorros y ella empieza a emitir unos sonidos graves, a los pocos segundos siento un chorro de líquido caliente en mi interior, al instante ella se sale de mí, y puedo ver una enorme pija goteando leche, prácticamente me desvanecí de lo exhausta que estaba.

Cuando me despierto al día siguiente, estaba sola en el sillón, me mire y realmente me sentía una puta en toda la extensión de la palabra, entre a bañarme aterrorizada, sabía que podía haber quedado embarazada, ya que no me había cuidado, me pase todo el día llorando, a la tarde cuando siento que tocan la puerta, abro y era ella, la hago pasar y le recriminó que se había abusado de mí, que lo que hicimos no era normal y que podía estar embarazada, ella intenta calmarme, me dice que me tranquilice, y me da muchos puntos de vista, que es algo normal por ser mi primera vez con estar con alguien como ella, y empezó a preguntarme que si lo había pasado mal, si alguna vez había sentido así, y a todo lo que ella me preguntaba yo solo le daba la razón, en cuanto a lo del embarazo me dijo que ella no podía tener hijos, por eso nunca los tuvo, yo más calmada, le dije que esto no puede volver a pasar, ella me dice que está bien, pero que yo era una mujer hermosa y es una pena que este encerrada en un trauma de mi infancia, que tendría que cambiar, y se dio la vuelta y se fue.

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