Hace unos años, cuando yo tenía 19 años, después de pandemia, comencé a querer conocerme un poco más. Desde que era una niña, me gustaban las niñas, sentía la necesidad de besarlas, pero me confundía porque también me gustaban los niños. Cuando fui creciendo, solo me relacioné con hombres, pero siempre existió esa excitación y curiosidad por las mujeres, así que un día, soltera y caliente me descargué una app de citas.
No soy el tipo de persona que utiliza estas apps, porque siento que vulnera mi privacidad, pero tenía tantas ganas de estar con una mujer que no pude resistirme, y así, pasando y pasando perfiles, me encontré con Karla.
Al ver sus fotos, tenía fotos en top donde se notaban sus enormes senos y no pude evitar imaginarme chupándolos, me excité más. Le di like y para mi sorpresa, era un match. Comenzamos a hablar y ambas estábamos en negación, decíamos que éramos heterosexuales con curiosidad de tener sexo lésbico, lo que nos hacía hetero curiosas.
Karla me enviaba foto de sus tetas cada noche, y le dije que no podía esperar para chupárselas, así que, esa misma noche tomé un Uber, ella sin pensarlo me dio su dirección y nos vimos.
Karla me estaba esperando con un babydoll divino, vino, chocolate, y sobre todo, con una ropa interior divina que solo de pensar lo que estaba debajo se me hacía agua, y no la boca.
Empezamos a ver una peli, porque Karla estaba un poco nerviosa de besarme, así que la tomé entre mis manos y la besé, el beso se hizo más y más intenso y fui bajando por su cuello hasta sus tetas, por fin, esas hermosas tetas en mi boca, comencé a chuparlas y Karla se retorcía de placer, gimió mi nombre y eso hizo que me excitara aún más, fui bajando por su abdomen y al llegar a su entrepierna, besé su vagina por encima de la ropa, a lo que ella me gritó "¡Chúpamela ya!".
Rodé su panty hacia un lado y no podía creerlo, una vagina rosada, húmeda, solo para mí, era la primera vez que me comería una vagina y era una inexperta, pero con mi lengua comencé a lamer su clítoris y a chupárselo mientras que toda mi boca y mi cara se empapaba con sus jugos, Karla me pedía más, y más, y yo más y más le daba, metía mis dedos, y su deliciosa conchita se ponía cada vez más caliente y húmeda, Karla se retuerce y deja caer sobre mí su delicioso orgasmo, me mira a los ojos y me dice "Mi turno".
Karla, empieza a quitarme la ropa interior y me dice "Tienes una vagina preciosa, y ahora es mía" y comienza a chuparme el clítoris de una manera salvaje, de solo acordarme ya me estoy tocando. Karla continúa con sus dedos y su lengua en mí, no podía resistir mis gemidos así que no me importó gritar, le propuse hacer un 69 y ella accedió, me lamía todo, desde la vagina hasta el culo, metió su dedo en mi ano y siguió chupando mi clítoris, estaba extasiada. Tuve el mejor orgasmo de toda mi vida y el motivo fue una desconocida de la app de citas.
Karla no quería parar, nos fuimos a la ducha y ahí seguimos chupándonos el coño como si fuese la última cosa que hiciéramos en la vida. Me dijo que sus padres estaban fuera y que llegarían en la madrugada, le dije que no me importaba. Ella me interrumpió y me dijo "No saben que me gustan las mujeres" respeté eso y procedo a vestirme, pero las ganas eran tantas que Karla no dejó que yo pasara de la sala así que me metió a la cocina, me subió mi falda y me la mamó de nuevo, me dijo "Un toque de chocolate", y puso chocolate sobre mi clítoris y lo chupó, "Karla, nos pueden pillar, ahh, ahhhh" y en eso se abre la puerta de su casa y era su papá, nos ve en la cocina y se toca el pene, se puso erecto, pero le dice a Karla que va a distraer a mamá y que regresa pronto. Karla se queda en shock y me dice que mejor paremos y que me acompaña al Uber. Acepto.
Llega el Uber y para mi sorpresa, Karla se sube conmigo, "¿Qué haces?" Le digo. "Tengo que hacerte venir". Karla le pide al conductor que nos ignore y le pasa unos billetes para que acepte lo que ella quiere hacer. El conductor le pregunta que a qué se refiere y Karla le responde "Quiero que la llevemos a su casa, luego tú me regresas a la mía, mientras yo hago venir a mi mujer" El conductor se ríe, acepta y dice que sí.
Karla me sube la falda y comienza a mamármela en el asiento trasero del carro, jamás tuve sexo en público y menos con una mujer, intenté frenarla pero es que esa mujer me encanta y cómo podía negarme a semejante mujer? Karla me la chupó todo el camino, luego se sentó encima de mí y comenzamos a rozar nuestros clítoris, el conductor se estaba masturbando. Nos reímos y seguimos. Llegué a casa, me despedí de Karla con un beso y subí.
Desde ese día no hablamos más hasta que cada una tenía novio. Nos presentamos con la pareja de cada una y decíamos que éramos mejores amigas. Pero éramos amantes, nos veíamos solo para hacer el amor. Terminamos con nuestras parejas, nadie se enteró y hasta el sol de hoy, Karla sigue siendo mi amante y hemos hecho el amor en lugares inimaginables. No estoy enamorada de ella, estoy enamorada de su vagina preciosa y mía.