Hola, mi nombre es Fernando, como este es mi primer relato voy a dar un poco de contexto para que entiendan mejor la historia.
Soy de México, tengo 22 años, mido 1.70m, soy de tez blanca, soy lampiño (ósea no tengo o tengo muy poco vello), voy al gym y tengo un cuerpo delgado y definido, pero con unos muslos grandes y un buen culo por entrenar pierna, y sí, soy gay.
Mis padres están divorciados, pero llevan una buena relación, ellos siempre han sido muy abiertos sobre temas sexuales conmigo y yo desde muy joven tuve claras mis preferencias sexuales, sobre todo mi madre es muy abierta conmigo y le comparto muchas cosas intimas al igual ella conmigo, y un día me confeso que una de las razones por las que se divorció de mi padre fue por insatisfacción sexual al tener un pene pequeño (esto ya lo había supuesto puesto que por genética mi pene también es pequeño, mide 10cm en erección, pero esto nunca me ha acomplejado)
Actualmente tengo una relación con un chico negro llamado Gamal que es 3 años mayor que yo, es un refugiado que llego al país desde África buscando una mejor vida, lo conocí es un gimnasio cerca de mi casa y rápidamente nos hicimos buenos amigos al tener muchos gustos en común, el mide 2 m, un cuerpo bien formado y musculoso, es un chico bastante alegre y que disfruta de los videojuegos y anime.
Nuestra relación comenzó justamente el mismo día que tuvimos sexo por primera vez, un día saliendo del gimnasio y que mi madre no estaba en casa lo invite a jugar unos partidos de FIFA y pasar un buen rato. Llegamos a casa y estábamos jugando y pasándola muy bien, pero yo no estaba muy concentrado ya que estaba viendo su entrepierna debido a que se notaba su pene muy marcado y se veía de un gran tamaño, y al parecer Gamal notó que lo observaba porque pauso el juego.
Gamal: Dime ¿Por qué estas tan distraído?
Yo: No, no es nada, simplemente estoy pensando en algunas cosas.
Gamal: Se en lo que estás pensando, he notado como ves mi entrepierna con tanto deseo.
En ese momento yo me sonroje y Gamal río, después tomo mi mano y la puso sobre su pene que no estaba erecto aun y ya tenía un tamaño considerable, yo lo frote un poco y le hice una seña para que subiéramos a mi cuarto para tener más privacidad y el asintió con la cabeza.
Ya en mi cuarto me puse en cuclillas sobre mi cama y sacó a relucir su enorme pene negro, había estado con otros chicos antes, pero ninguno tenía uno tan grande y grueso, media 20cm en completa erección, a mí se me hacía agua la boca así que lo tomé con mis dos manos y empecé a lamer su glande, sabia delicioso y cada que metía un poco más en mi boca más me iba gustando más y más hasta que lo empecé a devorar como si fuera un rico postre.
Yo en este momento también ya tenía una erección y Gamal lo noto porque saco su pene de mi boca y me quitó la ropa a mí, donde incluso mi pene en erección palidecía al lado de la gran herramienta de Gamal, aunque esto a mí no me molestaba, con sus grandes músculos me tiro sobre la cama en posición de misionero y estaba comiéndome el culo de una manera que me hacía gemir y gritar de placer, mientras hacía esto también empezó a insertar sus gruesos dedos en mi ano y tocando mi próstata, lo cual me hizo sentir incluso mejor y sabía que pronto me iba a penetrar, así que lo hice a un lado y saque unos condones y lubricante de un mueble cerca de la cama.
Abrí un condón y se lo puse con mi boca, acerqué su enorme pene a la entrada de mi ano y él lo frotaba haciéndome desear tenerlo dentro, se puso lubricante y empezó a entrar de a poco, con cada centímetro que entraba yo me sentía en el cielo, cuando entro completamente me sentí lleno como nunca, así que el empezó a bombear mis entrañas metiendo y sacando su herramienta, con cada embestida yo sentía como me llenaba y su glande golpeaba mi próstata lanzando oleadas de placer por todo mi cuerpo y haciéndome gemir como nunca antes.
Yo sabía que estaba cerca de eyacular y se lo hice saber a Gamal que siguió bombeando incluso más fuerte haciéndome temblar y gritar, Gamal retiro su pene de mí, lo que me hizo sentir vacío, pero lo hizo para quitarse el condón y luego seguir bombeándome a pelo, con esto yo eyacule como nunca, fue tanto que llegó hasta mi cara y mi boca, al tensar mis entrañas debido a esto, Gamal empezó a bufar y se puso tenso descargando su semen en mi interior y haciéndome llegar al mayor orgasmo de mi vida.
Cuando Gamal terminó, saco su pene de mí y me hizo limpiar el espeso y salado semen que había quedado en la punta de su pene con mi boca, lo chupe hasta dejarlo completamente limpio.
Debido al placer que había sentido, en ningún momento note que mi madre ya había llegado a casa y nos estaba viendo por la puerta de mi habitación.
(Continuará)