¡¿Qué pasa aquí?!
Se vieron interrumpidos mientras culeaban sobre mi cama. Vi como una cabellera rubia extrañamente familiar se escondió tras las sábanas dejando a mi esposo descubierto y claramente sorprendido.
Salí de ahí, furiosa hacia la planta baja. Mi esposo me siguió hasta que logro detenerme en la sala. Tomo mi mano y me trató de tranquilizar. Estaba desnudo con su verga seminerecta. Yo estaba claramente ofendida aún que con ninguna razón por que venía culeando con otro hombre.
No pude más y me recosté en su pecho mientras lo abrazaba. Mi esposo me recordó lo bien que me veía y ágilmente alzo mi falda. Quise interrumpirlo pero me tomo con fuerza y me beso apasionado. Llegó a hacer contacto con mi vagina llena del semen de Alonso.
Metió sus dedos, los puso a la altura de su rostro, sonrió y me dijo eres una tramposa. ¿Ves para que eran los anticonceptivos?
Te conozco, se que eres una puta, pero siempre serás mi puta. Me dijo sonriendo como un cómplice. Metió sus dedos embarrados en mi boca. Yo automáticamente me prendí. Y los chupe dejándolos limpios. Total el semen de Alonso ya había estado antes en mi boca.
Caí de rodillas y comencé a mamar su verga, tenia el sabor de la vagina de la puta con la que estaba culeando mi esposo. Me incorpore nuevamente y susurré al oído de mi esposo.
¿Quieres hacer un trío con la puta que escondes arriba?
Mi esposo sonrió y me devolvió el susurro.
Creo que ya se te adelantaron, me dijo. En ese instante sentí un par de senos que se apoyaban en mi espalda y unos brazos que nos rodeaban a mi esposo y a mi.
Me sobresalté y volteé rápidamente, y para mí sorpresa me encontré con unos ojos azules preciosos y ese cabello rubio que ahora viendo su cara todo encajo.
Pamela se estaba culeando a mi esposo en nuestra cama. Era mi esposo quien la retiro del festejo de la empresa. Yo estaba aún razonando en encajar las piezas, cuando Pamela se inclino frente a mi esposo a meterse su verga en la boca. Mi esposo la recibió gustoso tomándola de sus rubios cabellos. Vi a Pamela y tuve un pensamiento fugaz, Que trasero más bonito que tiene Pamela.
Mi esposo tomo mi mano y me invitó a unirme, yo un poco confundida me incline y busque mi lugar. Mientras pasaba mi lengua había momentos que topaba los labios de Pamela o su lengua, esto me comenzó a exitar y trataba de ser más intensional en estos roces.
Mi esposo con panorama preferencial lo noto rápidamente y unió nuestras cabezas, yo abrí mi boca para sentir por primera el beso de una mujer. Nuestros labios se entrelazaron y nutras lenguas bailaron juntas ambas con el sabor de la verga de mi esposo. Pamela veía a mi esposo tratando de agradarle en todo momento. Yo veía a Pamela pues está experiencia nueva me tenía a mil.
Mi esposo nos llevó a la habitación. Me recostó y abrió mis piernas e invito a Pamela a lamer mi concha junto a el. Sentir esas lenguas que me limpiaban el semen de Alonso me tenía muy excitada. Mi esposo se colocó detrás de Pamela. Metió su verga y comenzó a bombear, mientras ella seguía lamiendo mi vagina. Yo gemía como poseída.
Mi esposo dejo su posición, me tomo de la mano, se recostó y me hizo cabalgarlo. Pamela poso su vagina frente al rostro de mi esposo quedando frente a mi. La verga de mi esposo resbaló en mi con mucha facilidad y con su lengua lamía la vagina de Pamela.
Ella me miró, hipnotizada por esos ojos azules sin dudarlo me abalance a sus labios para darle un húmedo beso. Movía mis caderas con fuerza mientras metía mi lengua en la boca de Pamela que a causa de la mamada de mi esposo ya no respondía mis besos por sus gemidos y gritos.
Mi esposo volvió a cambiar de posición puso a Pamela recostada y a mi en cima de ella formando un 69. Puso su verga en la entrada de Pamela y comenzó a bombear, sacaba su verga y me la metía en la boca para volverla a meter en la húmeda y rosada concha de Pamela. Pamela me estaba dando un oral con su lengua en mis labios vaginales y clítoris.
Que trasero más rico tienes Pamela. Dijo mi esposo. Quiero comérmelo. Complemento.
Pamela dijo, nadie lo ha hecho antes por favor ten cuidado.
Mi esposo puso verga en mi boca, automáticamente supe que debía de dejarla muy húmeda para que penetrara a Pamela por el culo. Lo hice con gusto y con el encanto del sabor de la vagina de Pamela, pues estaba en primera fila de lo que iba a acontecer.
Puso su verga en la entrada del culo de Pamela.
Despacito por favor le dijo Pamela. La cabeza de la verga de mi esposo había desaparecido ya en el ano de Pamela y poco a poco resbalaba desvirgando su apretado hoyito. Pamela gemía con dolor y placer. Mi esposo ya adentro dejo que se acostumbre y empezó a bombear. Pamela se arqueaba del dolor y excitación pues yo también estimulaba su vagina con mi lengua y dedos. Pamela no resistió más y le pidió a mi esposo salir.
Mi esposo saco la verga del culo de Pamela y volvió a meterla en su vagina. Entre los dos nos estábamos culeando a Pamela. Mi esposo se comenzó a mover más rápido, se iba a venir. Pensé que la iba a sacar y meterla en mi boca, pero para mí sorpresa dejo toda su leche adentro de la vagina de Pamela.
Yo limpie la vagina de Pamela del semen de mi esposo, hasta que ella se reincorporo, me acostó y entrelazó sus piernas con las mías. No sabía que pasaba hasta que sentí su vagina chocando con la mía. Era una sensación totalmente nueva y excitante.
Me invitó a mover mis caderas buscando fricción entre nuestros labios vaginales. Mi esposo disfrutando del hermoso espectáculo que le brindamos.
Acabamos casi al unísono, con fuerza con gemidos con nuestras vaginas pegadas.
Estaba exhausta, había Sido una noche con demasiadas cosas. Le había cuerneado a mi esposo con un hombre y con una mujer. Pero había algo que me faltaba.
Me venció el sueño, nos recostamos en la cama los 3 y nos quedamos dormidos. Se que mi esposo volvió a tener relaciones con Pamela a medio de la madrugada o eso me pareció la verdad no estaba consciente de la hora. Estaba enojada con mi esposo pues aunque disfrute mucho me había vuelto a cuernear.
Por lo que mi venganza aún no está terminada.
Continuará…