Esta historia comienza contándoles que soy un perdedor, me llamo Pedro tengo veintidós años y vivo solo con mamá. Soy el raro, solo tengo amigos en línea, amigos de videojuegos, me masturbo con Hentai y cuando me obligan a salir con mis primos termino siendo la burla de todos. Sobre todo si hay chicas.
—¡Diles de tu récord en el free fire!–dicen para molestarme.
—¡No no, diles de qué dibujo japonés estás enamorado!–termino con la cabeza abajo y sin decir una palabra.
Me pareció raro que Paty una de las más bonitas del edificio me escribiera, me invitó al cine. Yo como el idiota que soy le lleve flores solo para descubrir que era una broma orquestada por mis primos para burlarse de mi baja mi autoestima aún más. Así que regrese a casa, en el sillón la miseria escurría por mis ojos, mis primos subieron todo a un grupo de whatsapp así que vente mi teléfono lejos. Mi madre regresaba de trabajar.
—¿como te fue en tu cita? –pregunto pero en cuanto me vio corrió a consolarme—¡hijo! ¿Qué pasó? –como pude le platiqué de la broma, me dijo que iría a reclamarles pero la detuve—solo vas a lograr que se burlen más de mi, nunca voy a tener novia, nunca voy a besar a nadie, nunca voy a tener sexo…
Mamá me miró sin saber qué hacer o pensando en como hacer que me sintiera menos miserable. Se recogió el cabello con una liga, se acercó a mi y me dijo casi llorando conmigo. —Pues vamos, solucionemos al menos parte del problema.
Me seco las lagrimas y acercó su boca a la mía, debo decirles que mamá a sus 42 años aún es muy guapa, us lentes y siempre viste bien por su trabajo de secretaria. Pude oler su perfume y mirar sus ojos reflejando mi tristeza. Me besó, un beso tierno sobre los labios.
—¿quieres aprender a besar? –dijo y metió su lengua en mi boca, yo estaba sorprendido.
—¡mamá!
—¿qué, no te gusta? –pregunto y mecolvio a besar moviendo su lengua dentro de mi boca, se sentía rico y raro por ser mamá.
—es rico mamá, yo nunca…–me cerró la boca de un beso y luego se escurrió hasta la alfombra para sobar mi verga sobre el pantalón.
—no vas a tener sexo pero al menos vas a saber que se siente que te la chupen
—¡¿en serio?!–dije mientras ella bajaba mi cierre y moviendo mi ropa interior sacaba mi verga, la miro un momento mientras comenzaba a jalarla para ir se pusiera dura y luego me miró—cierra los ojos que me da pena que me veas.
Obedecí solo un momento, en cuanto sentí que la saliva de la boca de mamá cubría mi verga abrí los ojos, la mire chupar mi verga, era ella la que tenía los ojos cerrados mientras me succionaba la verga, podía ver sus labios rodeando mi verga. Esa sensación era tan delirante. Se tomó un respiro para decirme muy seria—De esto ni una palabra a nadie nene, ya de por si me estoy ganando el infierno–hizo una mueca y volvió a chupar mi verga, cuando se cansaba sólo besaba la punta y ocupaba su mano para masturbarme.
—¡hhha mamita esto es delicioso!
—ya verás que pronto conocerás a alguna mujer bonita que te quiera ¡chom! ¡Slup!
Mis piernas estaban tensas y sabía que estaba por venirme, solo que mamá no dejaba de chupar mi verga, apreté los ojos y sentí como mi semen salía… o entraba, porque mamá succionó todo mi semen. Chupó y chupó hasta que nada más salió. Cuando sacó mi verga de su boca una gota blanca de semen estaba en la punta, ella la chupó y tragó. Lego se levantó muy seria y me dijo que pusiera la mesa para cenar. No hablamos de nada hasta la mañana siguiente, entró a mi habitación y yo me masturbaba recordando como su boca succionaba mi verga.
—¡Hijo! ¿En que quedamos? –dijo ya vestida para ir a trabajar.
—perdón mamá–aunque no sabía bien en qué quedamos. Pase el día oliendo sus panties y mirando su ropa interior. Por la noche cenamos normal y ella se fue a dormir, nunca cerramos puertas por eso me a visto masturbarme más de una ocasión, así que entre a su habitación no se muy bien a qué y levante las sábanas. Mire su culo solo con una tanga metida entre sus nalgas y sin pensar le metí mano a su culo. Ella despertó de un respingo.
—¡¿Que carajos haces?! –pregunto prendiendo la luz y dejándome ver que solo llevaba esa tanga, mire sus pechos rebotar con unos pezones grandes.
—¡perdón mamá es que no dejo de pensar en ti!
—¡Sabía que era un error! ¡Te me vas a tu cuarto ya! –miró abajo y vio mi verga dura, ahí se dio cuenta que estaba desnuda y se tapó.
—¡Mierda! ¿Qué voy a hacer contigo?
—solo una vez y ya mamá lo prometo.
—¿una vez que? ¿Estas loco? –puse mi acostumbrada cara de idiota y me quede inmóvil.
—¡hay hijo! ¡Seguro que voy a arder en el infierno por tu culpa! –salió de la cama y se arrodilló frente a mi, se recogió el pelo y me miró con enojo y fastidio—solo esta vez y ya, si vuelves solo a insinuar cualquier cosa, te quito la play, el Xbox, el celular y la tablet. ¿Me oíste?
—Si mamá
—¡puta madre! –exclamó y me comenzó a chupar el pito, pero ahora con furia, le urgía que terminara todo esto. Quise tocar sus pechos pero me quito las manos enseguida y me las puso en la espalda, que bueno que prendió la luz porque verla era lo que más me gustaba me esforzaba por no cerrar los ojos pero era imposible, me chupaba la verga muy rápido.
—¡hazlo despacio!–dije y solo ahí se tomó un respiro para gritarme—¡solo acaba de una maldita vez! –siguió chupando y yo sentía que me venía, quería sentir como los tragaba pero ella sacó mi verga para masturbarme y que acabara en el piso, yo trataba de que mi verga entrar de nuevo en sus labios, agarre mi verga para tratar que entrara de nuevo en su boca, pero en el forcejeo comencé a soltar chorros de semen que cayeron en su cara. Soltó mi verga y puso cara de sorpresa.
—¡Pedro! –solo me dice por mi nombre cuando esta muy enojada conmigo, tres disparos de semen cayeron en su cara antes de que se hiciera para atrás, pero igual el semen restante le cayó en sus tetas.
—¡¿Que carajos cres que soy?! –soltó sin poder abrir los ojos, pues tenía los párpados llenos de semen y luego guardó silencio, escurría, un poco entró a su boca, la cerró rápidamente y se quedó seria. Yo miraba su rostro con esa leche espesa que tiraba casi a diario al escusado. Severo mejor en la cara de mamá.
—¡Sal de aquí! –dijo, mientras a tientas se quitaba el semen con la sábana. Cerró su puerta y puso seguro por primera vez en la vida.
Al día siguiente volvió a amenazarme con la play, el Xbox y mis libros de Hentai, yo puse cara de regalado pero cuando regreso de trabajar me encontró con todo apilado sobre la mesa, la play, la tablet y todo lo demás.
—¿y ahora que? –pregunto dejando caer su bolsa al piso
—No los quiero mamá, solo te quiero coger a ti
—¿Estas loco?