Soy Susana y tengo 48 años, casada de Roberto de 50 años, está triste y problemática historia ocurre cuando un día caigo en las provocaciones de mi vecino venezolano Abigail, un obrero ya mayor que supo llamar mi atención mostrándose muy seductor, amable y galante, pero que al poco tiempo fue un verdadero perro sexual.
Yo estaba felizmente casada sin muchos sobresaltos de Beto, una vida de rutina y comodidad, sin embargo a veces sentía que podía darle más aventura a mi vida y sentirme más viva.
Conocí a este chamo de 1.90 cm que llamo mi atención cuando un día después de verlo sucio y alborotado producto del trabajo de obrero me sonríe alegremente y me saluda, yo un poco confundida me doy cuenta que era mi vecino que hace poco se mudaba en mi edificio, bueno pensé tendré que ser educada y devolverle el saludo con una sonrisa. Al día siguiente ya en la noche lo vi totalmente cambiado con ropa bien vestida y con perfume que pude percibir muy rico en mi nariz.
Yo: que rico, parece que no solo es alto y y muy amable sino que un señor que sabe vestirse y de buen gusto, ya no lo veo solo como un obrero de baja clase sino alguien que mis ojos y nariz agradece jejeje
Abigail: holaaa hermosa, que gusto verla hoy… será que puedo compartir con usted unas arepas en mi casa?
Yo: uy, no esté quiere algo más, no podría dejar que la gente hable mal de mi y menos que mi esposo se entere de esto.
Cómo si me leyera lamente, dijo…
Abigail: no te preocupes, no hay nadie que pueda pensar mal aquí, además solo somos vecinos… por ahora (como que por ahora)… claro dijo el, pronto seremos vecinos y amigos… quizás algo más…
Yo: ja ja ja me reí nerviosamente pero de manera espontánea, me gusta ser seducida y sentirme deseada por tremendo hombre, un negro bien plantado pero a la vez alegre y seductor.
Yo: pues, está bien pero que sea rápido… no quiero que piensen mal…
Abigail: claro que sí, estaremos el tiempo que Ud. desee.
Estuvimos conversando, riendo, y contando nuestras vidas, la confianza fue subiendo, y las arepas continuaron con cervezas, las risas continuaron con abrazos y toques inofensivos, eso me hacía creer yo jeje pero la verdad es que me gustaba, no solo me gustaba me encantaba sentirme mujer, eso era lo que hace tiempo no sentía.
Abigail: y Susanita, como te trata la vida en pareja, es verdad que ya tu esposo no te hace sentir mujer?
Yo: queee… pero porque dices eso jaja o mejor dicho como así lo sabes, dije colorada y muy excitada producto del alcohol.
Abigail: jajaja se te nota, y repentinamente toca mi cintura acariciando mis grandes nalgas. (Soy nalgona es mi mejor virtud, por lo cual siempre me ha traído miradas y palabras de las calles)
Yo: mirando hacia abajo confundida pero demasiada excitada dije, creo que no es correcto lo que hace, sentías sus tremendas manazos sobre mis nalgotas.
De pronto siento un apretón y tremendo bulto en mi pancita, dios que rico se siente, sentía sus manos por todos lados, piernas, nalgas, raya del culo, espalda ufff que macho me dije en mis adentros, y es ahí que siento el beso con lengua que devuelvo con mucho entusiasmo, casi temblaba.
Abigail: bueno creo que se hace tarde para tu casa, quieres regresar o quieres una aventura conmigo tu decides, te lo digo ahora, si elegís continuar será por mucho tiempo, tendrás un cornudo de esposo pero sabrás lo que es un hombre de verdad… tu decides…
Yo: no sabía lo que pasaba, es en serio lo que me preguntó? Solos hazme tuya y cállate, pensaba… pero su mirada dominante me obligaba a decidir y decirlo…
Yo : quiero tener una aventura contigo…
Abigail: tendremos a Betito como cornudo en silencio?
Yo: jajaja pobre no lo llames así
Abigail: jajaja quiero saber si lo quieres hacer cornudo? Si quieres que yo sea tu macho y el tu cornudo.
Yo: hagámoslo cornudo…
Abigail: se sacó del pantalón tremenda vergota, era como el doble de mi esposo, y muy venoso, el grosor era grotesco y su negrura muy curioso, el aroma de verga se sentía tan fuerte que apestaba directo a mi nariz pero era tan delicioso porque con mi esposo no era nada similar.
Yo: que grande, quien diría que eres tan dotado, jaja espero poder aguantar.
Tuvimos el sexo más cochino que nunca pudiera alguien imaginar, me escupía la boca, me ahorcaba, me hacía oler su axila, mamadas que me atoraba, hasta se sentaba en mi cara con su culo peludo.
Terminamos después de muchos polvos abrazados en su cama como dos amantes que se quieren… juramos lealtad y una aventura para siempre.
Cada vez que nos veíamos a escondidas eran los mejores polvos, el cornudo de Beto mi esposo nunca sospecho nada, nosotros nos burlábamos de él mientras hacíamos lo nuestro.
Hasta que después de meses intensos me arme de valor y en una pelea di por terminada la relación…
Abigail: quiero que te quede claro, fuiste mi mujer, mi hembra y no te voy a detener pero eso sí, en lugar tuyo alguien pagará caro…no será tu esposo quédate tranquila.
Salí llorando de su habitación, los días posteriores eran tristes y el sexo con Beto era ridículo, su pene era muy pequeño a lado mi hermoso chamo. Pero me sentía además asustada a qué se refería con esa amenaza… hasta que lo descubrí.
Un día después de que mi hijo Joaquín fuera a su universidad a estudiar como cualquier día, su novia Marlene va directo a la casa del vecino…
Me sentía culpable y confundida… la hermosa Marlene de tan solo 22 años estaba con este negro feo, bueno no es feo pero no merece a esta niña, la novia de mi hijito.
Es por eso que con furia, y además celos de o reconocer, decido tocar la puerta a golpes…
Abigail: hola Susanita después de tiempo, salió en calzoncillos con tremendo paquete entre las patas en manos de Marlene.
Marlene: señora, que hace… Ud… no… disculpe…
Abigail: tranquila tu, pasa Susanita o quieres un escándalo aquí?
Ya adentro de su casa los tres entendimos que el era el amante de la novia de Marlene y que mi hijo un cornudo monumental .
Abigail: jaja y cuéntale Marlene que es lo que le hacemos a Joaquín…
Marlene: ya más segura al saber que era totalmente inofensiva para ella, al haber Sido amante de su actual macho.
Marlene: bueno señora Joaquín es un cornudo consagrado jeje hace ya un tiempo que le hago tomar leche de este señor, es una de sus locuras, como? Pues después de que me llena de leche al estar con su hijo lo primero que le digo es que me haga un oral, y este parece que ni se entera jajaja y no solo eso la comida de culo que le doy a Abigail se lo paso en besos a Joaquín… jejeje
Abigail: bueno te dije que no te iba a detener pero que alguien iba a pagar los platos rotos de esto. Te pregunto deseas que tú hijo siga de cornudo o quieres empeorar las cosas… tu decides!
Marlene: bueno señora, la idea no era que se entere pero Ud. decide…
Yo: mirando de lado a lado, muy triste respondí… hagan cornudo a mi hijo, pero ya no empeoren nada, no lo dañen y que no se entere por favor, ni él ni su papá…
Jajaja se escuchaba risas y besos de parte de la ahora pareja.
Muy buen relato ojalá tenga 2 parte