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Familia ardiente (parte 4): La cena
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Para entender mejor este relato deben leer las partes anteriores.

Íbamos a cenar pollo frito con ensalada, estábamos todos reunidos hasta el primo Manuel se encontraba aquí con nosotros esta noche, yo y Martín estábamos abrazados y nos dábamos un beso cada unos segundos, lo típico que hacen los enamorados, él me murmuraba cosas bonitas en mi oído y yo le daba más besos como respuesta.

-Son la pareja más bonita- nos dijo nuestra hermana Violeta que estaba sentada al lado de Anselmo (nuestro padre).

-Gracias- le respondimos.

-En mi opinión son muy dulces, viven todo el día abrazados y a los besos- dijo Azul que se encontraba al lado de Manuel.

-Eso lo dices porque tú no tienes pareja- le contesto Violeta.

-Tú tampoco tienes- le respondió Azul.

-Lo que si tienes es un par de tetas bien bonitas- le dijo Manuel a Azul, luego le puso sus manos en sus pechos y se los agarró haciendo que las tetas se movieran.

-¿Quieres un beso mi bella prima?- le pregunto Manuel y ella no alcanzo a responder porque en cuestión de segundos él se había apoderado de su boca y ahora ambos se estaban besando con mucha lengua.

-Yo también quiero un beso papi- le dijo Violeta a papá.

-No tienes que pedírmelo dos veces- le respondió nuestro padre y empezó a besar con desenfreno a su hija.

Cuando todos terminaron con los besos empezó lo más ardiente de esta noche.

Martín le abrió el escote a Azul y las grandes tetas de mi hermana cayeron deliciosamente en la mesa y él se las llevó a ambas a la boca.

Luego Violeta se sentó a horcajadas sobre Anselmo y empezó a frotarse sobre él.

Mi madre se desnudó lentamente y yo me puse de rodillas ante mi hermano que sacó su verga para afuera.

-Chúpamela cariño- me dijo y yo así lo hice mientras todo el espectáculo erótico iba tomando sus riendas.

Le estaba rodeando con mi lengua la cabeza de la verga de Martín y de repente sentí una lengua deliciosa que ingresaba en el agujero de mi culo y me lo lambía con total frenesí, mire hacia abajo y a la que vi fue a mi madre estimulándome el trasero, me metí la pija de mi hermano entera en la boca, le toque sus testículos y empecé a moverme sobre el rostro de Mar.

Mi padre estaba sentado con las piernas abiertas y tenía a Violeta saltando encima de él haciendo que su pija entrara mucho más al fondo en su trasero, podía ver como los testículos de mi papá chocaban contra las nalgas de mi hermana que se movían rápidamente.

Manuel y Azul estaban haciendo algo increíblemente erótico, ya que él tenía una botella de leche en la mano y había derramado su contenido en las tetas de Azul.

-La compre especialmente para esto- dijo y ella respondió con unos sonoros gemidos al sentir su lengua.

Me corrí un poco en la boca de mi madre al mismo tiempo que había terminado de hacerle el sexo oral a Martín, agarro mis dos piernas para ponérselas en los hombros y empezó a penetrarme, como yo me encontraba tendida en el suelo las tetas se movían con cada embestida y mi mamá agarro ambos de mis pechos y los lambió por completos.

Giré mi vista hacia un costado mientras aún estaba siendo penetrada por mi novio y pude ver que mi primo Manuel le estaba dando bien duro por el trasero a Azul y ella tenía la cara contra la mesa, sus tetas estaban moviéndose deliciosamente y me entraron unas ganas terribles de chupar los senos a mi hermana.

Mi papá tenía a Violeta con el culo bien abierto y le estaba derramando el contenido de su lata de cerveza en el agujero de su trasero.

-Es la cerveza más rica- le dijo mi padre a Manuel, ya que estaban al lado.

Le volcó un poco más de bebida dentro y le dijo a mi primo que la pruebe y él así lo hizo sin dejar de penetrar el culo de Azul.

Luego Manuel y mi padre intercambiaron sus parejas, Azul lo llamaba papi a Anselmo durante el acto sexual y eso lo excitaba muchísimo porque aumentaba mucho la velocidad cuando sus hijas le decíamos así.

Mi hermano eyaculo dentro de mí dejándome bien satisfecha y mi madre se sentó rápidamente a horcajadas sobre él clavándose su verga, empezó a saltar sobre Martín y le dijo: -Yo también quiero mi dosis de sexo.

-Y la vas a tener mami- le respondió él llevándose un seno de ella a la boca.

Descanse durante unos minutos hasta que mi padre vino hacia donde yo estaba.

-Ya terminé con tus hermanas, ahora te toca a ti- me susurro en el oído dándome una lambida en mi cuello.

-¿Manuel también termino?

-Ya he terminado cariño- me respondió mi primo con la verga en su mano.

-Los quiero a los dos dentro de mí al mismo tiempo- les dije.

-Te vamos a cumplir el deseo- fue la respuesta de mi padre.

Me encantaba tener dos vergas dentro de mí, era una sensación única.

Mi padre empezó a penetrarme por el trasero y Manuel clavo su pija en mi vulva, así me estuvieron penetrando unos cuantos minutos hasta que sentí la doble eyaculación que tanto me gustaba.

-Vas a limpiar nuestros penes- le dijo mi padre a Martín que ya había terminado de coger con mi madre.

Mi hermano agarro esas dos grandes vergas que minutos antes habían estado dentro de mí y empezó a lamberlas a cada una, hizo el intento de meter ambas a su boca, pero no pudo, ya que eran grandes, igualmente las siguió estimulando con su lengua y a cada una se la metió entera dejándolas bien limpias.

Después de unos minutos nos vestimos todos y yo tome mi lugar inicial junto a mi novio, el pollo termino de hacerse y el resto de la cena transcurrió normal.

Nos retiramos cada uno a nuestras habitaciones, Azul y Violeta se fueron juntas y yo y Martín nos estábamos por ir cuando Manuel nos preguntó si podía dormir junto con nosotros esta noche, le dijimos que si y esa noche he dormido con dos hombres guapos en la cama, uno a cada lado y yo en el medio de ambos.

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