Mariana era una chica muy linda y amable, tenía un buen cuerpo, su piel era blanca, sus pechos grandes y sus caderas bien formadas, sin duda un encanto de chica que se llevaba la mirada de los hombres.
Cuando ella cumplió 19 años fue a la universidad en otra ciudad alejada de sus padres en un departamento que alquilaba, era pequeño, pero con todas las necesidades, en ese tiempo ella descubrió el sexo gracias al contenido que podía hallar en internet, preguntándose como se sentiría su primera vez.
Ella encontró un muchacho que si bien le trató bien durante la época de colegio, ahora llegado a la universidad él quiso aprovecharse del vínculo para tener relaciones con Mariana. Este chico llamado Marco era de piel bronceada, con actitud de chico malo, era un grosero en ocasiones y solo le importaba el mismo. Logró convencer a Mariana para tener su primera vez, fue un horror para ella, Marco no supo editarla y estimularla, ella no estaba tan lubricada cuando Marco entró en ella sin precaución, haciendo movimientos bruscos y llegando a eyacular dentro del condón, antes de que Mariana sintiera un orgasmo, lo que hizo que la primera experiencia de Mariana sea fea. Y aunque a Mariana no le gustó lo que pasó después fue lo mejor, Marco se alejó de la vida de la chica una vez cometido su fechoría.
Mientras estudiaba ella llamó la atención de dos chicos mayores que ella, ellos eran amigos, estaban por terminar la universidad, ellos se conocieron en la cafetería, cuando ella estaba comiendo sola y solo había espacio disponible en su mesa, el par de amigos se sentaron junto a ella y de ahí hubo una bonita camaradería entre los tres.
Los dos amigos de nombres Carlos y Sebastián eran chicos altos y tenían buena apariencia física, Carlos sobre todo tenía un cuerpo marcado debido a sus entrenamientos de baloncesto que le hacían verse muy bien. Sebastián no se quedaba atrás pues su rostro era delicado y bien formado, parecía modelo
Los días pasaban y ellos se volvieron mas cercanos solo que se produjo una tensión amorosa entre los tres que usaban sus tiempos libres para verse dentro del campus, también salían a dar vueltas por la plaza de la ciudad, solían llegar a fiestas los tres juntos e iban al cine entre otros sitios, lo que hizo que se vuelvan muy pegados.
Mariana parecía feliz con los dos teniendo sentimientos encontrados por los dos al mismo tiempo, algo que para ella era especial. Un día algo pasó, por motivos del baloncesto Carlos no pudo salir una tarde con Mariana y Sebastián, en ese día ellos llegaron a besarse liberando algo de esa tensión romántica entre los dos, fue un lento y suave beso de amor. Días después Carlos se enteró del beso y fue a solas contra Mariana a reclamar lo sucedido, la pequeña discusión se calmó cuando Mariana tomando la iniciativa beso a Carlos de la misma forma, haciendo que él se relaje y disfrute del momento.
Pasando días del suceso hubo una plática entre los tres en donde se dijo sobre los besos, la plática fue intensa, sobre todo por el rechazo social que esto provocaba, también se habló de lo moral o inmoral que era ese amor que sentía Mariana por los dos al mismo tiempo, y que ambos sentían por ella. Fue una discusión acalorada de si era o no bueno, pero llegaron a la decisión que si ellos aman y son amados no debería haber problema, con la condición de que cada uno respetara la relación del otro.
Y así fue, a simple vista para la gente ellos tres parecían inseparables amigos, que se apoyaban mucho mutuamente, sin embargo, en privado Mariana disfrutaba de dos relaciones a la vez con sus dos amigos, dos relaciones que eran separadas y escondidas de los ojos de la sociedad. Para ella fue lindo, cada uno la trataba bien pero de distinta forma, y cada uno de los chicos tenían su porción de felicidad óptima, todo funcionaba de maravilla, hasta que Sebastián quiso dar el siguiente paso, quiso ir a la cama con Mariana.
Mariana sabía que eso pasaría, que debía dar ese paso y aún estaba algo traumatizada de su primera experiencia, pero sabía que esta vez le iban a tratar bien, aunque ella no sabía si debía darle el privilegio a uno de ellos antes que al otro. Ella lo meditó muy bien y logró decidir algo, que si en verdad ellos querían una relación compartida como la que estaban viviendo hasta ahora ellos debían ser capaz de compartirla a ella en la cama.
Ella citó por individual a su casa a sus dos amigos les informo que sería una cita especial y que le gustaría que ellos se quedasen a dormir, cada uno aceptó. Ellos se extrañaron al ver al otro, pues no sabían que el otro iba a llegar. Fue una noche de cita normal, miraron algo en la tv, cocinaron, rieron y tomaron un par de cervezas para amenizar el ambiente, sin llegar a abusar de las mismas en ningún momento. Hasta que se hizo tarde, cada uno esperaba que el otros e fuera, puesto que la invitación fue para dormir y ninguno se esperaba que el otro también se vaya a quedar.
La noche cayó, Mariana se metió primero en la habitación para cambiarse de ropa, se puso ropa interior negra de encaje, y una bata para dormir, abrió la puerta para dejar pasar a los chicos, los cuales entraron un poco confundidos.
-creo que ya es hora de dormir chicos- dijo Mariana con una voz tanto seductora
-pero aún estamos los dos- predicó Carlos
-si pensé que era mi primera noche contigo- siguió Sebastián
-pues lo será si te quedas, a menos que quieras que solo sea la de Carlos- dijo Mariana mientras se sentaba al filo de la cama
-de ninguna manera he esperado mucho por esto- se lo veía avergonzado a Sebastián en su respuesta
-No me quedare atrás- concluyó Carlos
De esta forma los tres se recostaron en la cama, la misma era algo amplia por lo que los tres cupieron perfecto. Ambos chicos se sacaron la ropa quedando solo en ropa interior y quedando a los lados de Mariana quien estando en la mitad tomó la iniciativa, primero dando un beso suave a Carlos y después a Sebastián. Tomo las manos de Sebastián durante el beso dejándolos en sus pechos, el entendió esto y empezó a acariciarla, mientras tanto Carlos por la espalda empezó a besarle el cuello a Mariana y a frotarle su entrepierna con delicadeza sobre sus bragas que se tornaban húmedas.
Sebastián moviendo sus manos desde los pechos de Mariana llego a la bata para quitarla suavemente, tiempo que aprovechó Carlos para llegar a los labios de su amada, de este modo se dejó ver la piel pálida de Mariana sobre al cama. Carlos estaba agradecido por poder ver a su novia así, así que el procedió a quitarle el brasier a Mariana mientras la seguía besando, dándose cuenta que empezar a compartirla era algo que le estaba gustando, así los pechos desnudos de Mariana se vieron libres para el deleite de Sebastián quien aprovechó para lamerlos con suavidad y jugar con los pezones, Carlos había regresado a acariciar la intimidad de Mariana.
Sebastián también entendiendo que estaba compartiendo, hizo que Mariana cambie de lado haciendo que la espalda de ella choque contra su pecho, de esta manera ella quedó frente a Carlos, y bajando las manos Sebastián procedió a bajarles las bragas a Mariana lo que indicaba que él estaba ofreciendo la vagina de su novia a su amigo y Carlos aceptando el regalo se inclinó a lamer a su amada mientras Sebastián masajeaba los pechos. Mariana disfrutaba demasiado de lo que vivía en ese momento olvidando lo que sintió en su primera vez, estando muy mojada y excitada al igual que sus dos amantes.
Mariana se percató de que sus chicos estaban muy erectos, así que se alejó un tanto de ellos para colocarse en cuatro sobre la cama con la cabeza al filo de la misma. Ella insinuó que ya estaba lista para ser penetrada, así que ellos debían decidir. Sin pensarlo dos veces Sebastián se adelantó, Carlos aceptó que le ganaron pero no estaba celoso, él también estaba excitado. Así que ambos se quitaron sus últimas prendas quedando desnudos, llegando Sebastián por detrás y Carlos parándose frente a Mariana la cual, usando su boca introdujo todo el falo de Carlos en su boca para dar mamadas lentas y profundas. Sebastián introdujo su miembro en Mariana con delicadeza pero fue firme en introducir todo dentro de ella, así de esta forma empezando los movimientos que ambos disfrutaron.
Mariana controlaba su boca pues no quería que Carlos se viniera, caso contrario con lo que hacía con su culito, apretando su vagina y moviendo sus caseras para sentir la verga de Sebastián recorriendo su interior cálido. Esto hizo que Sebastián termine primero dejando leche espesa dentro de ella. Era turno de Carlos, para eso Mariana recostó a Sebastián y se volteo boca arriba con su cabeza mirando el miembro se Sebastiano para empezar a limpiarlo con su boca, al mismo tiempo que abría sus piernas y mostraba su bella entrada, la cual Carlos uso gustoso, empezando si momento, él fue con mas fuerza puesto que el semen y la lubricación hacían que se haga mas fácil moverse dentro de ella.
Mariana sentía la diferencia entre ambos, Sebastián era mas dulce y lento, pero profundo, mientras que Carlos era mas rudo y grueso dando ms ritmo al asunto, aunque diferentes Mariana sentía el mismo placer con ambos, porque eran dos estilos que le agradaban demasiado.
Carlos se movía con intensidad lo que hizo que Mariana por unos momentos deje el miembro de Sebastián para gemir y llegar al clímax junto a Carlos, llegando a emitir un sonido erótico que se quedaría gravado en la memoria de ambos chicos.
Una vez exhausto Carlos se colocó al otro lado de Mariana quien hizo lo mismo que con si otro amante, metiendo su miembro en su boca. Aunque Mariana aún no había acabado colocó cada miembro sobre sus pechos para masturbarlos, lo que hizo que ambos se hinchasen de nuevo, hasta que se vinieron sobre ella
-ahora huelo a ustedes, ambos me han marcado con su olor y seré de ambos para siempre- Dijo Mariana entre jadeos
Finalmente ella se recostó entre ellos sin ganas de limpiarse, puesto que le gustaba su nuevo aroma y a ambos chicos no les incomodó, de todas maneras ella amaba a los dos y los dos le amaban a ella.