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Cogiendo con mi suegro en el cumpleaños de mi novio
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Era el cumpleaños número 26 de mi querido novio, estábamos todos los de su familia ahí reunidos, pero mi vista se fue directamente a su atractivo padre que ya cuenta con 55 años y de nombre Jorge, un hombre con una estatura normal, musculoso, cabello bien rubio a pesar de su edad y ojos marrones, una verdadera belleza de hombre maduro que excita a cualquiera.

Le entregué el regalo a mi novio (un reloj dorado que él quería hace bastante tiempo) en gratitud a esto me dio un beso apasionado enfrente de todos y yo me fui a sentar al lado de su padre. Pasaron unos minutos y mi chico se puso a dialogar con sus amigos, mi suegra estaba en la cocina con sus hermanas y yo me quede conversando con Jorge.

-Por lo visto a mi hijo le ha gustado mucho su regalo- dijo Jorge para iniciar una conversación.

-Lo vio en una joyería hace tiempo y hoy he cobrado mi salario así que por lo tanto decidí regalárselo.

-No lo malcríes tanto querida, el hombre es quien debe hacer regalos a la mujer.

-No lo malcrió, se lo merece.

-Él es muy afortunado de tener una novia tan hermosa y generosa como tú- cuando dijo esto una de sus manos fue directo hacia mi muslo desnudo, pues, tenía puesta una pollera negra con un gran tajo en la pierna.

No hice ademán ni de moverme para sacar su mano, me acerqué más a él y le susurré al oído:-Él es tan atractivo como su padre.

Le puse mi mano cerca de su pelvis y Jorge me lambió un poquito la oreja haciendo que me estremezca de placer.

Jorge me acaricio por unos segundos más el muslo hasta que metió su mano por debajo de mi pollera para dirigirse a la zona de mi vulva, mire hacia la cocina y vi que su esposa ya venía para la sala de estar.

-Necesito ir al baño- le dije esperando que entienda la indirecta y me siga, hizo lo que yo esperaba y en unos minutos se abrió la puerta del baño para darle paso a Jorge y cuando entro le puso llave a la puerta.

-Para que nadie nos moleste a mí y a mi querida nuera- me dijo.

-Estoy con mucho deseo de que me hagas tuya- le confesé.

-Ya me había dado cuenta, mi cielo, siempre te sientas a mi lado y te levantas la falda hasta el otro día apoyaste tu hermoso trasero en mi miembro.

-Me alegro mucho de que entiendas mis indirectas- le respondí acercándome a él.

-Mi hijo va a ser muy cornudo hoy, igualmente desde hace tiempo ya lo es- fue su respuesta mientras me agarraba de la cintura y me apretaba contra su cuerpo.

-¿Qué quieres decir?- le pregunté sorprendida de que supiera mi secreto.

-Cuando te quedaste a dormir el otro día te vi en la cocina a la madrugada, te estabas besando apasionadamente con Alexander y luego se pusieron a follar deliciosamente contra la pared y ahora vas a coger conmigo.

-Está bien, lo vamos a hacer y los cuernos de mi novio crecerán mucho más.

(Alexander es el hermano menor de mi novio, cuenta con 18 años y hace el amor muy rico).

Mi suegro no me dejo seguir hablando, me metió la lengua en mi boca para silenciarme con un apasionado beso que he disfrutado mucho.

Me libere del beso casi sin aliento, pues, mi querido suegro besaba tan rico que te hacía temblar las piernas, era puro fuego.

-Provocame como lo hiciste en la sala de estar- me susurra.

Me levanto la falda hasta la altura de mi abdomen dejando todas mis blancas nalgas al descubierto, me apoyo en el inodoro y levanto mi trasero en dirección a Jorge, lo empiezo a mover de una manera muy provocativa.

-Dame unas nalgadas papi- le digo con voz sensual y bajita.

Él me empieza a dar unas tremendas nalgadas que suenan muy fuertes y yo empiezo a gemir de la satisfacción, cada nalgada es más fuerte que la anterior y eso a mí me encanta.

Sentí sus manos acariciando mi trasero y dándole nalgadas hasta que él me bajo mi braga, me abrió el culo con ambas de sus manos y me metió su dedo con mucha saliva, exploro en mi interior con la ayuda de su dedo y luego escupió con mucha abundancia en mi agujero antes de meter su cálida y rápida lengua.

Con su mano libre lo siguiente que hizo fue abrir mi vagina, encontró mi clítoris y me la empezó a acariciar suavemente, al mismo ritmo que me estaba chupando el trasero, iba muy sincronizado, empecé a frotar mi culo contra su cara dejándole la boca llena de mis fluidos que él iba saboreando a la vez que me penetraba más a fondo con su lengua.

Cuando mi trasero quedo totalmente estimulado y con mucha humedad Jorge dejo de lamberlo.

Se quitó los pantalones junto con la ropa interior, agarro ambos de mis senos y con una embestida hundió su pene dentro del agujero de mi culo.

Empezó a moverse en mi interior, a masajearme frenéticamente los senos y me daba unas lambidas en mi nuca mientras su pene me embestía rápidamente y mi humedad se hacía cada vez más abundante a la vez que mi placer también crecía.

Bajo mis manos hacia mi cintura y luego me levanto para voltearme hacia él, quede en frente de Jorge, me puso contra la pared del baño y mis piernas quedaron atrapadas en su cadera.

No dejo de penetrarme, en vez de eso sus embestidas se volvieron más profundas, su rostro estaba a centímetros del mío.

-Mi bonita nuera- me dijo para luego atrapar mi boca en un ardiente beso.

Dejo mis labios para besarme en el cuello y dedicarse a llevar mis senos a su boca.

Luego de unos minutos él ya había aumentado bastante la velocidad y yo supe que estas eran sus últimas embestidas, aún sentía su verga palpitando de las ganas de acabar.

Me dejo en el suelo con delicadeza.

-Abre tu hermosa boca- me dijo, yo obedecí y una gran cascada de semen fue directo a mi garganta, algunas gotas de esperma quedaron en mis labios.

-Ahora debemos volver a la fiesta y quiero que le des un beso a mi hijo con tus labios llenos de mi leche, quiero que el cornudo pruebe mi sabor- fue lo que me pidió antes de que saliéramos del baño y ambos fuimos a la sala de estar.

Volvimos a la sala de estar, mi suegra estaba comiendo una porción de pastel y mi novio se encontraba bebiendo un poco de cerveza.

-Mi amor- le dije y me senté en sus piernas, le di un abrazo y luego un beso en la boca tal cual me pidió Jorge.

-Tienes un sabor que no había sentido nunca en tus labios ¿qué es?- me preguntó.

-Es mi nuevo labial sabor a coco- le respondí.

Seguí sentada encima de mi novio hasta que la fiesta termino y luego nos fuimos a dormir.

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