Antes que nada quiero agradecer el tiempo que dedican a leer este mi segundo relato después de un año que había pausado la publicación de varios que tengo pendientes por publicar, por cuestiones de trabajo no los he sacado a la luz, espero que los disfruten al igual o más que los otros que ya he publicado.
Continuando con el relato de Yesi, la bella chica que conocí en una entrevista de trabajo, paso unas semana después de lo sucedido con Alberto, habíamos continuado en contacto y un día me manda un mensaje pidiéndome el favor de llevarla a revisar una casa de su hermano que tenía en renta en la segunda ciudad más grande del estado, la habían desocupado los inquilinos que la ocupaban, por un momento pensé que esa era mi oportunidad de algo más cercano con ella, mi imaginación voló al pensar que iríamos a una casa vacía, lejos de nuestra ciudad de residencia, pero a la vez me venía a la mente la experiencia que pasó a Alberto con ella, lo menos que quería era meterme en problemas tóxicos por la calentura de un momento, ella me insistió en que le ayudara, le di el beneficio de la duda respecto a su extraño comportamiento tóxico a que ella necesitaba dinero y vio que con Alberto no iba a obtener nada, más que meterle la verga.
Con esa premisa de poder apoyarla y disfrutar de la compañía de tan bella chica le dije que si la llevaría (Como ya les comenté en el relato anterior ese es mi gran defecto, no puedo negarme ante una princesa), no entendía porque me pedía apoyo, si bien ella podía ir sola o quizá con algún otro "Amigo", pero sería un buena oportunidad en una ciudad distante para disfrutar de tan hermosa compañía, así que quede de pasar por ella al otro día a su casa.
No me creerían si les dijera que el outfit de ella para esa ocasión era impactante, con su edad y su físico casi cualquier prenda juvenil le quedaba perfecta (cabe mencionar que aquí donde vivo casi siempre hace calor ya que estamos en centro del país y si es primavera/verano el clima esta antojable para salir de la ciudad), cuando la veo acercarse hacia mí no puedo creer lo bella que se veía, traía una minifalda de tela ligera negra con estampados florales a medio muslo con vuelo, sandalias que permitían admirar su pies al natural con uñas limpias y bien cuidadas con un barniz acorde a su vestimenta, de su blusa algo muy ligero era una blusa de una tela translúcida de hombros descubiertos, y si… esa blusa permitía ver mucho de sus grandes tetas, traía un brasier de media copa que en algún momento pensé que iban a salir los traviesos ojos de sus nenas que eran retenidos por aquella prenda de encaje color blanco que dejaba muy poco a la imaginación.
Ella sabía sacar provecho a su atributos, y desde que la vi ese día más desee el poder hacerle el amor a aquella hermosa y joven chica, yo traía las ganas a flor de piel, mi verga ya estaba más que húmeda de tanto segregar liquido preseminal casi al instante de ver su atuendo y al sentarse a mi lado y cuando nos saludamos en su llegada con un beso en la mejilla, ahí mismo la hubiera robado un beso y poseído cuando sentí el contacto de nuestros rostros para ese saludo coloquial de beso en nuestras mejillas puedo decir que sentí un shock eléctrico que me puso cachondisimo y nervioso a la vez, aquella hermosa chica de 23 años me puso nervioso aun cuando yo soy mayor que ella, me hizo retroceder a mi época de la universidad cuando las compañeras me ponían mas tembloroso que una gelatina.
Tomamos carretera una tramo de autopista de 30 minutos de viaje y cuando faltaban pocos kilómetros para llegar a la ciudad que íbamos ella me indico una salida, era una carretera con muchos paisajes rurales de cultivos y granjas, era menos transitada con paisajes campiranos e idílicos como para poseerla en algunos de esos campos al aire libre rodeados de la naturaleza. ella puso música alta de una canción que le gustaba y cantaba la canción en voz alta moviéndose al ritmo de la música abriendo su ventana y sacando la cabeza para que el viento la refrescara en ese día tan caluroso, cuando ella se asomaba por la ventana yo podía admirar sus piernas que me permitía ver al estirar su cuerpo, la vista que tenía de ella me tenía mas que sensual, pero procure ser prudente y no cagarla como mi amigo, la verdad es que tenía miedo de que le saliera lo toxico, yo pensé que en ese viaje ella me iba a sacar algo del tema de Alberto, pero nada, ella guardó silencio al respecto y yo también.
Íbamos a velocidad moderada con tal de disfrutar tan bello paisaje de campos verdes con árboles a los costados de la carretera con una sombra refrescante que se antojaba a detenerse para desnudar a mi joven pasajera y besar todo su cuerpo desnudo ahí mismo, no me urgía llegar a ningún lado para poder seguir admirando la vista del cuerpo de esa joven compañía que me tenia ardiendo por dentro. Llegamos a una zona donde ya empezaba la urbanización y pude mirar algunos moteles de muy mala calidad que supongo utilizaban los obreros y campesinos de la cercanía, no niego que por un momento me vi entrando con ella alguno de esos lugares pero yo hubiera preferido un lugar mejor, de cierta forma iba viendo si alguno de ellos podría usarlos si es que se me daba la oportunidad.
En su plática mientras cantaba y me contaba un poco su vida, no se si para limpiarse del tema vivido con Alberto, pero me confio de sus relaciones anteriores, no se con que objetivo hasta ese momento pero pues me decia que mas de uno de sus novios anteriores eran tipos casi modelos, con autos deportivo y cosas que la verdad a mi punto de vista, empezaba a sentir un poco cauteloso.
Siguiendo sus instrucciones con cierto incertidumbre de mi parte llegamos a la casa que íbamos a visitar nos bajamos y entramos en una casa deshabitada, les juro que ahí tuve ganas de tirarla en el piso arrancarle sus calzones y revolcarnos como animales, sacar sus tetas y pegarme en ellas hasta ponerlas rojas, mamar su conejito que yo me imaginaba húmedo de alguna manera, hacerla gemir hasta terminar. Pero la cordura me contuvo ya que no tenía ni un mueble y estaba todo el piso polvoso por el tiempo sin habitar. Estuvimos revisando el inmueble y yo conteniendo aquellas ganas bestiales de tomarla por la espalda y pegarle mi falo en sus nalgas para que sintiera el fuego que me cargaba en la verga, terminamos la inspección para retiramos del lugar, hasta ese punto internamente yo me reclamaba el no haberle hecho nada ni en el viaje ni en la casa como me imaginate todo ese tiempo, como les dije previamente, desde que la vi llegar con ese atuendo yo transpiraba lujuria y sexo, me conozco, es como cuando dices hoy me cojo a tal persona porque me la cojo, ese había sido mi plan desde que se planeo el viaje. Por lo que me sentí un poco frustrado porque ya íbamos de salida de nuevo a nuestra realidad y no había logrado ni una caricia o un beso, pero otra parte de mi me decía que era mejor no meterse en problemas con una chica tan sensual.
No niego que me sentía frustrado por regresar con la manos casi vacías, ya que de mi parte no hice ninguna insinuación sexual ni nada que la “molestara”, pasamos por algunas calles de la ciudad cuando ella me dijo que era muy temprano para regresar que si la invitaba unas cervezas, le dije que sí, aunque yo no conocia ningun lugar de esa ciudad, sobre una gran avenida busque algo que pareciera un bar o algo similar, de repente sobre la avenida vi lo que parecía un bar o cantina en una plaza pequeña, el lugar no era desagradable y con un ambiente jovial. con gente de todas las edades, me sentí halagado al ver que más de uno de los presentes volteaba a vernos llegar, una chica tan joven con su maduro acompañante, pedimos unas micheladas y nos sirvieron algunos platillos de botana, seguía en su charla de sus novios jóvenes de gym casi modelos acaudalados, etc., a lo cual de mi parte pues yo lo veía como presunción de su parte y pensaba que era como su barrera para que yo no le tirara la onda como se dice coloquialmente.
Entre su plática, jugadas de futbol en las pantallas (jugaba la selección nacional), consumimos las cervezas que refrescaban ese día tan caluroso, levantábamos nuestras bebidas para chocarlas y brindar y decir salud por sus novios, por nuestra amistad y por lo que sea que imaginamos en ese momento entre risas de mi jovial y bella invitada, cuando ella se paro al tocador pude nuevamente admirar su bella figura que también no pasó desapercibida por varios de los ahí presentes que la desnudaron con la mirada, yo estaba con el ego elevado de que ella fuera mi compañía pero a la vez de nervios debido a que mientras más pasaba el tiempo mis ganas de hacerle el amor seguían creciendo y por lo que intuía es que para ella yo solo era un “amigo” de los tantos que podría tener y quizá más jovenes segun sus comentarios.
Terminó el fútbol así como nuestras cervezas, por lo que decidimos ahora si regresar ya refrescados, abordamos mi auto y nos encaminamos hacia la salida de la ciudad para regresar a nuestra localidad. Precisamente cuando ya estábamos por entrar a la autopista que nos llevaría a nuestra ciudad origen, ella corta el tema abruptamente, se voltea hacia mí con voz muy firme y segura de lo que ella quería decir, me suelta lo siguiente que me sorprendió mucho:
Yesi: ¡Seguramente tú nunca le has sido infiel a tu esposa! ¿Verdad?
Puta madre, esas palabras me cayeron como cubeta de agua helada, creo que me puse de colores iniciando desde el blanco, amarillo rojo y obviamente supe por donde ella iba, por supuesto que sus palabras me hicieron ver como si fuera un monje casto, eran las palabras que espere desde que subió al auto. Inmediatamente interpreté eso como el reto o invitación a que yo diera el siguiente paso, como una “cachetada guajolotera” o poco le falto para decirme “no seas puto ¿no te gusto?” por mi falta de iniciativa. En cuestión de milisegundos mi respuesta se hizo más directa sin necesidad de palabras, creo que ya estaba de más responder esa palabras cargadas.
No pasó ni un segundo e inmediatamente cambié mi mano que estaba sobre la palanca de cambios y la coloque sobre su pierna, avance desde su rodilla moviéndola sobre la tersa piel de ella sin que ella se molestara en quitarla así que la dirigí hasta el interior de su entrepierna hasta alcanzar el interior con ayuda de ella para abrir un poco sus piernas para que mi mano alcanzara su objetivo, mientras conducía el auto, mi mano llego y palpo su entrepierna, sentí la textura de su prenda íntima, estaba ardiendo la panocha de la muy re-cabrona, le frote la palma de mi mano sobre la tela de su tanga blanca transparente, poco a poco sentí su humedad mientras mi mano derecha le hacia tocamientos sobre su pubis y con la izquierda conducía, sin pudor alguno ella llevaba la tela de su minifalda hasta arriba dejando al descubierto ese par de hermosas piernas, pasó un minuto después de su pregunta y que mi mano pasará a tomar la acción requerida para responder su pregunta que abrió la llave de la lujuria contenida durante bastante tiempo por mi parte.
Yo: ¿Por qué dices eso? No sabes de lo que soy capaz… (mientras acariciaba su panochita y la volteaba a ver).
Yesi: Por un momento pensé que nunca lo harías (con una mirada lujuriosa y sus labios rojos entreabiertos casi gimiendo al recibir mis caricias). Por fin te animaste… parece que esas cervezas te han animado…
La muy cabroncita sabía que me tenía en sus manos, ya que parte de esa desinhibición si fue un poco por las cervezas, pero un 95% fueron esas palabras que ella me tiro directo y con lujuria capaz de hacer pecar al más cuerdo.
Yo: La verdad si me gustas mucho pero no me gusta ser manchado con las chicas por mucho que me gusten y las desee (y es verdad), pero ya no aguanté mas las ganas.
La deseaba con todas mis ganas y aparte de mis liquidos y mi verga hirviendo, sentí que segregaba cualquier tipo de lujuria de todo mi ser (casi lo mismo que siento ahora mismo mientras detallo esta historia), solo me contenía la lucidez, respeto y consideración hacia ella ya que no es mi forma de ser un tipo acosador o abusador, mucho menos si no es consensuado, además sabiendo que era una chica que podria ser facil pero a la vez de armas tomar, temía que me fuera a armar una escena como a Alberto. La verdad que la frase de ella que detonó esto la vi como una autorización o invitación a pecar, dar el siguiente paso con ella y no desperdicie el tiempo.
Yesi: Si ya veo que me captaste muy bien, pero sabes, precisamente por como eres es que te dije eso, ya que has sido muy amable conmigo y siempre estás dispuesto a echarme la mano. En este viaje quería estar a solas contigo, pero en todo el día te has portado muy distante, pensé que no te gustaba.
Mientras yo seguía conduciendo y acariciando su vulva y clítoris que por cierto se veia deliciosa, depilada casi con un corte leve encima de su botón del placer, durante varios segundos logré introducir uno o dos dedos dentro de su panocha, con ayuda de ella que levantó un poco más la pelvis para permitir un libre acceso, que rico jugar con sus jugos en mis dedos, podía escuchar el sonido que provocaba el movimiento de mis dedos en su panocha húmeda.
Yo: Gracias Yes… la verdad es que es muy placentero conocer a una chica como tu y tan ardiente.
Yesi: ummmm… que rico… aahhh (mientras ella abría totalmente sus piernas con la tanga a un lado de su vulva para no hubiere barreras en mis caricias dactilares.)
Aprovechando la humedad de su panocha, me lleve esos dos dedos a la nariz para oler ese rico perfume de hembra lujuriosa, su olor era exquisito e instintivamente lo lleve a mi lengua, la cual saque para poder palpar ese sabor tan rico de putita sabrosa. Me deleité con ese sabor en mis papilas gustativas.
Aunque la autopista es una de las más transitadas del país me fui a velocidad moderada para que con una mano al volante y la otra acariciando su cuquita. A partir de ese instante la formalidad de nuestra plática cambió, ya se había roto la cordura y cruzamos juntos la línea que dividía la amistad a la lujuria. mientras platicabamos cosas más íntimas.
En esa platica ya sin tabúes y la confianza que ella me otorgaba le confesé que desde que la vi por primera vez en aquella sala de recepción me había gustado y hasta fantaseado con ella, en especial ese mismo día que la vi llegar con ese outfit que desde que la conocí lo que me llamó mucho la atención de ella fueron sus hermosas tetas que se veian super ricas y besables, a lo que ella solo dijo.
Yesi; ¿Ah sí? ¿eso crees? Son naturales al 100%, no te quedes con la ganas de probarlas son tuyas mi amor…
Tardó más en decirme esa frase que en yo meter mi mano por el escote de su blusa, la palma de mi mano abarcó lo más posible de su grande y suave seno, el éxtasis me llegó cuando las yemas de mis dedos sintieron sus pezones ya erectos, la boca se me hizo agua literalmente al sentirlos y sacarlos de su escote, así íbamos por la carretera ella con las tetas al aire, vaya que eran tal como las había soñado, bastante grandes naturales con un pezón café, los dos pezones erectos hacia la carretera y solo cubriendolos un poco cuando algún vehículo nos rebasaba, algunos conductores en especial los de camiones de carga que llevan más altura podían ver un poco la escena dentro del auto, solo atinaba a tocar la corneta de su transporte, mientras mi corneta (verga) literalmente estaba segregando liquido, parecía que mi fantasía de varios días y ese día se estaba haciendo realidad.
Ya hablamos de nuestros anecdotas de que no me atrevia antes a rozarla siquiera y lo serio y formal que había sido con ella desde un inicio y como es que ahora ya le acariciaba sus partes intimas y ella extendió su mano para acariciar mi falo sobre mi pantalón y con sus finos dedos pasaba sobre el contorno de mi verga aprisionada tras la tela, soltando ella un comentario.
Yesi: Hmmm que rica y caliente se siente, ya la quiero dentro de mi, amor. (Mientras volteaba y me miraba lascivamente)
Yo: Es lo que he deseado desde hace tiempo Yesi, quiero cogerte.
Al decirle esto ella se acerco a mi mientras conducía me dio varios besos por el cuello y mejilla que me pusieron los pelos de punta, una corriente eléctrica me recorrió y baje aún más la velocidad para poder voltear y fundirnos en un beso de lengua muy corto pero cargado de toda nuestra sexualidad. Ella recostó su cabeza bajo mi hombro casi en el pecho mientras movía mi brazo para atrás de ella y poder seguir acariciando ahora sus nalgas que iban pelonas y solo las separaba una delgada tela de su tanga que por mi posición no podía admirar pero si sentirla con mis dedos, intentando meter un dedo desde atrás hacia su vagina como penetrandola.
Por su parte ella pudo abrir mi zipper y manipular mi calzón para poder liberar a willy que prácticamente ya venía bien mojado por la calentura de tantas horas al lado de aquella joven hembra, que al sacarlo solo dijo:
Yesi: Wow, se ve bien rica tu verga mi amor, esta ardiente, muy roja y húmeda… hmmm y sin pelo, eres un cabrón calentón. (mientras abría su boca y con la lengua acariciaba el glande de mi verga)
Yo: Es tu culpa Yesi, así me tienes desde hace días y hoy en especial.
Disminui la velocidad para que ella pudiera atender mi verga y que no tuvieramos algun percance, fue un poco complicado conducir y sacar de su prisión al ogro llorón, pero una vez fuera, ella se encargó de mimarlo, lo abarcaba con su palma mientras con su dedo pulgar jugaba con la cabeza embarrando mi líquido preseminal por la cabeza de mi verga ya erecta, roja y con las venas palpitando por las caricias de aquella hermosa chica, cuando la carretera estaba un poco libre ella se agachaba engullir mi falo, su lengua recorría el tronco y jugaba con el ojete de mi verga, yo no podía verla por ir pendiente al frente de la carretera, la sensación era muy placentera cuando jugaba su lengua por todo el glande, la posición era muy dificil pero mientras ella se agachaba a hacer su faena, yo estiraba la mano para poder meter mano por la espalda baja entre su pantalon, la calentura de saber que Yesi llevaba esa tarde una prenda muy sexy la muy putita llevaba una tanga de hilo que se le metia en el culo, mis dedos palmaron un poco de sus nalgas lo cual se sentia una piel suave y tersa, ambos ardiamos de placer.
Antes de llegar a nuestra ciudad y muy cerca del parque industrial donde nos conocimos, hay una desviación hacia un pueblo mágico, el cual es un camino más tranquilo y que me podría servir para hacer más tiempo y probar más de ella, así que encamine el auto por esa carretera, haciendo una parada en el acotamiento de la carretera, quería probar esas tetas que mi boca le urgia probara esas turgentes tetas y saborear la punta de sus pezones, sabía que en el momento que mi boca probara ese pezón y jugará con esa bubi, ella iba tirar cualquier resistencia que tuviera.
Ella se saco un poco de onda al levantar la cabeza porque no había visto que me había desviado por ir haciendo su trabajo en mi verga. Me acerqué a su cara cuando la levanté y nos fundimos en un caliente beso, nos devoramos y solo se escuchaban nuestros sonidos bucales de aquella pasión controlada por gran tiempo.
Ahora tenia a mi alcance con mis manos libres sus dos grandes tetas, pellizcando sus pezones, le bese el cuello y baje hasta su escote donde me prendí de uno y otro pezón, parecía bebe lactante mientras ella solo gemía y se movía sobre el asiento al sentir mi lengua sobre sus senos y sus manos acariciandome la cabeza para que me pegara más a ellos, mi lengua parecía una serpiente entrando y saliendo de mi boca haciéndola gemir y humedecerse en su tanga, en un momento le dije quiero sentir tu panocha, ella solo sonrió sabiendo la ganadora que me había orillado a ser infiel, con la cabeza y ojos expresivos solo acepto indicando con su gesto de “aceptación” y lujuria, metí la mano derecha entre los pliegues de su pantalón pasando por la fina tela de su tanguita la cual ya había sentido los hilos en que se clavaban entre sus nalgas así que esta vez al sentir la humedad de su vagina la bese mientras la dedeaba y ella al sentir los movimientos de mi dedo indice sobre su clitoris y el entrar y salir de mi dedo en su vagina ya super mojada solo me mordio el labio inferior muy sensualmente y gimiendo al compas de mi metida de dedos, cuando saque mi mano inmediatamente la lleve a mi boca chupe mis dedos para saborear aquellos liquidos de mi joven amiga, el sabor era sin igual, no voy a decir que mejor o menos que otros, simplemente el sabor de ella, de mi puti amiga. En un momento después volví a meter mi mano para que juntos saboreamos el sabor de sus líquidos que escurren de su gruta, fue delicioso besarnos y saborear de mi mano en conjunto su elixir sexual.
Para ese momento ya me importaba poco aquella escena tóxica que tuvo con mi amigo, tenía ante mí a aquella chica que vi por primera vez hace unos 15 días en una sala de espera para la entrevista.
En esos momentos ardientes y viendo mi interés, ella me decía que le ayudara con algunos gastos, yo sabía que eso debía ser así, se lo hubiera dado sin que me lo pidiera o diera un favor sexual. Hicimos algunos planes a futuro, compra de ropa etc., donde me expuso lo putita que era. Inmediatamente arranque el auto y me dirigí por la carretera que conduce hacia el pueblo mágico en busqueda de un lugar intimo para saciar nuestra sed de sexo. Mientras conducía ella acariciaba mi falo como al principio y mientras lo mamaba a veces interrumpía la faena para pedirme que le comprara algo que vio en cierta tienda, ante aquella tortura que le digo un “Swordfish-azo” haciendo referencia a una pelicula donde presionan a un hacker con oral por parte de la bella actriz.
La carretera no estaba siendo muy transitada debido a que era entre semana, asi que practicamente ella ya iba con las tetas de fuera mamando mi falo, llegamos al primer motelillo que estaba cerca de la zona de aeropuertos, me meti donde la persona que atendió me indicó y cerró la cortina del garage de nuestro recinto asignado. Mientras apagaba el auto, ella aprovecho para juguetear rapido con mi verga en su boca y lengua, fue tan rico esa mamada rápida que casi me jala la vida, me acomode un poco y salí a pagar el servicio, solicitando un par de bebidas para la ocasión, los condones ya los tenia previstos previamente por que en mi mente me imaginaba este evento desde antes de ir por ella, ese había sido mi gran sueño.
Le abrí la puerta a mi amiga ella ya se había acomodado las tetas dentro de la blusa, la cual al salir del auto la rodee de la cintura atrayendola hacia mi para sentir su hermoso cuerpo junto al mío y repegando mi verga dura en su pubis besandonos ardientemente mientras nos abrazamos ella jugaba con mi lengua usando la suya, su respiración era agitada junto con la mía. Ya me andaba por desnudarla así que subimos a la habitación dando paso a ella por las escaleras para así poder admirar sus ricas nalgas que ya no había pudor por taparse al ir yo detrás de ella como perrito en celo, podía sentir el aroma de su panocha, el último escalón que ella pisaba la tome de las caderas y la detuve para que no avanzar y así a esa altura que tenía mi cara en sus nalgas, metí mi cara entre la tela de su minifalda, sentir sus nalgas en mi cara fue fabuloso, ella solo respingo y se sorprendió exclamando frases, como "Guau me asustaste" "De verdad que tienes ganas mi amor… me pones bien caliente" yo estaba que ardía, al aspirar aquel aroma de hembra ardiente y pensando que iba a poder disfrutar aquel cuerpo que se había entregado a Alberto días antes.
Después de unos segundos de disfrutar su aroma con todo y ropa, continuamos hacia la habitación, detrás de ella repegue mi verga sobre sus nalgas mientras abría la puerta y con la otra mano le rodeaba el torso para poderle acaricias una de sus bellas tetas, con mi verga en sus nalgas su cuerpo con el susurrandole al oido lo bella y hermosa que estaba y que si ya había comprobado que si puedo ser infiel. Ella solo soltó una risita malévola afirmando “ya veo que si Lalo, por un momento dude de ti”.
Entramos a la habitación abrazados yo caminando atrás de ella acariciando su vientre firme y terso, haciendo un recorrido con la mirada de lo que había en nuestra habitación asignada, el escenario era con lo típico, la cama bien tendida, una pequeña salita casi a la entrada, a un costado de la cama estaba un sillon tantrico para coger rico, y el baño el cual prácticamente solo está rodeado por un vidrio cilíndrico en el cual se podía ver perfectamente quien estuviera en la ducha, de ver el escenario y tener a esa rica jovencita calienta huevos.
Parados frente a la cama, nos abrazamos como amantes de hace mucho tiempo, nos besamos y acariciamos mutuamente mientras ella parecía que bailaba una danza sexy en mis brazos, nos miramos a los ojos en un juego sensual de caricias y besos.
Mientras ella cogía el control de la TV, para revisar los canales, dejando una de las peliculas porno tipica de estos lugares, yo estaba absorto del cuerpo de ella, no miraba la película, solo estaba para ella, con los sonidos guturales de la protagonista de la TV, metia mis manos por donde sus prendas me lo permitian la verdad que no había mucha complicación por lo diminuto de las mismas, desabrochaba todo lo que estuviera sujeto de su ropa mientras besaba y mordía levemente su hombro, cuello y nuca entre los jadeos de ella en mi oído.
Estábamos en ese ritual sexual del cachondeo previo, cuando fuimos interrumpidos por la encargada del lugar que nos avisaba la entrega de las bebidas solicitadas. Regresando donde estaba ella para continuar nuestro juego de seducción, nos desnudamos el uno al otro con sensualidad y sin apuros entre besos y arrumacos, le quite las ligeras prendas que ella llevaba pero no le quite su ropa íntima, la disfrute esa vista de ella solo en ropa interior fue placentero ver aquel cuerpo hermoso de 22 años con muy buenas formas, su tanga blanca y bra haciendo juego, era de una tela casi transparente, se notaba su panocha, sus labios y un poco de su botón de placer, con casi nada de pelo en esa zona, solo una motita de poco bello pubico en la zona, y sus pezones erectos casi saliendo de las copas de su bra, si se podía notar el café de las aureolas de sus pezones, una rica escena que hubiera querido inmortalizar para una revista (o para mi colección personal) pero no quería arruinar el momento como sucedió con Alberto.
Una vez que la tuve asi, ella me bailo sensualmente como si se tratara de una chica de un club nocturno (quizá había sido una de sus facetas), acercándose a mi y quitándome muy sensualmente la camiseta, dándome besos por mi cuello, mi pecho mis tetillas, me hizo levantarme de la cama donde estaba sentado admirandola para proceder a quitarme el pantalón dándome besos en el vientre y besándome al chamaco juguetón nuevamente, el cual ya estaba más que erecto, mordiendo suavemente sobre la tela con sus dientes y quitando esa última prenda la deslizó hacia abajo, mientras mi falo quedaba a la altura de su cara, la cual sin miramientos se la metió a la boca para darme tan rica felación. Mientras la sujetaba de la cabeza dándole ritmo a su juego bucal sobre mi verga, se lo metia hasta la base, lo sacaba, lo recorría con la lengua, lo tomaba del glande coqueteando un poco para levantarlo y que mis huevos colgaban frente a ella, para pasar su lengua sobre de ellos como si fuera una fruta prohibida, se metía uno y otro en la boca y movía su lengua provocando mil sensaciones con esa boca tan juguetona.
Terminamos ese juego de placer hacia mi, pero yo quería disfrutar de aquel hermoso cuerpo asi que le indique que se subiera a la cama y se pusiera en 4, ella pensó que me la iba a coger asi, pero no. mi plan era disfrutar ahora de ella así, admirar lo bella que ella se veía en esa tanga blanca que se metia entre sus dos tersas y bellas nalgas, apenas y tapaba un poco de su ojete.
No dude en meterme nuevamente entre ella y besar cada rincon de tan hermosas nalgas, recorri la piel de sus caderas, sus nalgas, meti mi cara nuevamente entre esas nalgas haciendo a un lado el pequeño trozo de tela blanca de aquella tanga, mi lengua recorrio cada pliegue desde su ano hasta su vulva, lo hacia lento como si saboreara un delicioso helado, sin prisa, solo miraba como su anito se fruncia ante mi caricia lingual y su gemido no se hacia esperar, me volvi el animal sexual, cuando despues de esa lentitud recorri sus labios vaginales que ya escurrian sus liquidos de hembra, y meti mi lengua en esa cueva, la extremidad de mi boca se abrio paso entre sus labios, sintiendo lo ardiente que ella estaba, estaba absorto mamando tan rico manjar mientras ella solo abria sus nalgas para que mi lengua pudiera entrar lo mas profundo que podia, mi nariz podia oler aquellos ricos aromas mientras sus gemidos se mezclaban con los de la pelicula, ella solo gemia y gritaba que continuara asi, que sentia muy rico, que yo era su papi, que siguiera asi, que la iba a hacer terminar, eso me puso como toro, por lo cual quise que esta fuera una de sus venidas, senti su humedad embarrar mi boca, ella gimio al soltar ese chisguete de su perfume de amor.
Ella temblaba mientras se reponía de tan sublime venida, yo seguía saboreando su interior, era obvio que ella ya estaba lista para recibir las embestidas de mi falo.
La dejé extasiada con sus su pecho sobre la cama, con las piernas levantaba sus caderas hacia arriba, veía su pucha palpitar y toda humeda, me acerque a mi pantalon y saque de mi bolsillo un paquete de condones que traía "Por si las moscas", me coloque uno de ellos rápidamente botando el empaque por sobre la mesita de la salita, fui hasta donde estaba mi damisela esperándome aún en posición para recibir mi verga bien caliente y dura, frote un poco mi falo entre sus labios vaginales, que rico se sentía recorrer con mi falo entre sus pliegues, solo introduje la puntita y ella movía su cadera de adelante hacia atrás, como queriendo hacer que mi falo entrará totalmente en su interior, así estuve jugando con ella unos segundos, tomándola de la cadera, mirando el arco que formaba su espalda baja como si fuera una gata en celo, ella volteaba a mirarme con un mirada lasciva y sonrisa triunfal, me había hecho caer en el pecado, algo que yo tambien lo desee desde que la conocí.
Me llene de de esa imagen de sus tetas tan grandes y bonitas que había deseado desde el primer momento que la conocí, le hice saber lo mucho que me agradaban ese par de melones, me acercaba a tomar uno u otro de sus senos, para meterlos en mi boca, me empalague de tanto mamar esas tetas tan ricas, metia su pezón cafecito erecto en mi boca y suavemente lo succionaba como si fuera un bebe lactante, ese es una gran fijación de mi parte, por lo que en cada que podía le acariciaba con vehemencia esos hermosos pechos mientras mi falo taladraba su no menos bella y joven puchita inundada de sus jugos y los mios.
Mi amigo no se había quedado corto al decirme que Yesi era dueña de un cuerpo que invitaba a la perdición, su piel suave y firme, su juventud y con mucho ímpetu al momento de hacer el amor la convertía en una amante perfecta, Hicimos el amor muy rico, recorrimos la habitación haciéndolo en el sillon Kama Sutra que me permitía admirar su cuerpo de distintas formas y me ayudaba a que mi penetración fuera más profunda al exponer sus orificios y ver como mi falo entraba en su puchita y su anito solo lo acaricie con mis dedos, en algún momento quise disfrutar, pero ese día no iba a ser para no espantar a tan hermosa amazona que cabalga con maestría mi verga emitiendo suspiros de pasión, gimiendo y gritando que siguiera así, que no parará, aunque ella era la que llevaba el ritmo y profundidad de las penetraciones ya que ella era la que iba montada. Sus grandes tetas rebotaban al bamboleo de sus movimientos, mientras ella con sus manos las retenía o acariciaba y también yo soportaba esas glándulas y pellizcaba suavemente y acariciaba con ternura toda la textura de sus pechos y pezones.
Ella y yo tuvimos un rico orgasmo cuando le avise que ya me iba a venir en el condón… ella hizo movimientos más bruscos friccionando su pubis con el mio y de su boca emite sonidos inaudibles que predicen también su orgasmo, en ese instante cuando mi falo empezó a tener contracciones para sacar la leche dentro del condon ella sintió mis espasmos y mis gemidos de macho bufando por tan deliciosa cogida que me había dado esa joven y bella hembra, en ese momento ella dio sus últimos embates y también se vino con un gemido de satisfacción, solo giro medio cuerpo para encontrar nuestras bocas y fundirnos en un apasionado beso mientras nuestros sexos unidos nos repusimos de tan explosivo orgasmo de ambos.
Continuamos abrazados besandonos, y ella tenía una sonrisa muy linda mientras nos mirábamos y decíamos muchas cosas con los ojos, yo agradecido de tal oportunidad con tan hermosa mujer, y ella por haberme hecho caer en sus redes, no se quería quedar con la ganas de cogerme y me vio como un reto de cogerme fuera como fuera, según lo dijo.
Ya un poco repuestos, ella se fue a la ducha la cual era solo cubierta por un tipo cilindro de cristal y podía admirar aquella bella sirena como resbalaba la lluvia de la regadera sobre su bien formado cuerpo, no dude en alcanzarla y meterme junto con ella, mi amigo ya estaba listo para otra batalla, camine hacia ella y me hizo un pequeño lugar para que abrazados nos cayera el agua mientras besaba su cuerpo, recorrí su cuerpo desde pies hasta su cabeza, subí acariciando y besando cada extremidad y concentrandome en sus partes erógenas. notando que era sensible también a mis besos arriba de sus caderas, que la hacía estremecerse, ella fue recíproca a mis besos y le tocó su turno a meterse mi falo agachándose y tomando mi verga entre sus labios, besó el glande y se fue metiendo poco a poco mi verga jugando con ella, estuvo unos minutos así satisfaciendo mi libido y poniendolo mas que duro. La hice que se incorporara antes de que me hiciera venir con su boca y lengua, la pare y voltee recargandola sobre el cristal del habitáculo, me coloque detrás de ella para jugar con nuestros sexos húmedos por la lluvia de la regadera, penetrando desde atrás entre sus nalgas frotando mi verga entre sus nalgas y mi glande frotaba sus labios vaginales, asi estuve un rato sin penetrar ningún agujeros, solo jugando con el arco formado entre sus nalgas y su panocha depilada finamente. Cuando ella intentó con sus dedos dirigir mi verga hacia su vagina, el roce de la punta de mi verga con su cuevita, el momento tan erotico y varias frotadas hicieron que con la punta de mi verga dentro de su panocha solamente hicieron brotar los chisguetes de leche en su panochita, que rico y delicioso momento, me vine entre sus piernas sin penetrarla totalmente.
Nos quedamos inmóviles mientras me venia, asi abrazados bajo la regadera hasta que la calma volvió, ella bajó a limpiar los restos de leche de mi falo con su lengua y boca, sentí la gloria cuando lo metió en su caliente boca y lo succiono, se tragó los pocos restos de leche, nos besamos y terminamos de enjuagar.
Esa tarde había sido fabulosa al menos para mi, había cumplido aquella fantasía que tenía de poseerla desde que la conocí.
Ese iba a ser el primero de unos cuantos encuentros que tuvimos a partir de esa inquietante pregunta… ¡Seguramente tú nunca le has sido infiel a tu esposa!
Espero que haya sido de su agrado este relato, y este año nuevo que inicia poder publicar varios que tengo guardados. Espero sus comentarios y calificación. [email protected].